1. Ha habido revoluciones en muchas zonas del mundo durante los últimos dos siglos. La Revolución americana de 1776 y la francesa de 1789 introdujeron ideales y aspiraciones que se han hecho habituales en la vida política.
2. La definición del concepto de revolución es escurridiza. Para que un proceso político se considere una revolución es preciso que se realice bajo la influencia de un movimiento social de masas que esté dispuesto a utilizar la violencia para lograr sus fines y que sea capaz de tomar el poder y de iniciar reformas posteriormente.
3. Se han propuesto varias teorías diferentes de revolución. La interpretación de Marx es particularmente significativa, no sólo por su contribuciónintelectual - que puede cuestionarse en varios aspectos sino porque, en parte, ha servido para configurar los procesos de revolución reales en este siglo.
4. Como la revolución es un fenómeno complejo, resulta difícil generalizar sobre las condiciones que conducen a un cambio revolucionario. La mayoría de las revoluciones suceden en circunstancias en las que el poder gubernamental se ha fragmentado (por ejemplo, como resultado de una guerra) y cuando un grupo oprimido ha sido capaz de crear y sostener un movimiento de masas. Las revoluciones suelen ser consecuencias no deseadas de los objetivos parciales que perseguían esos movimientos en un principio.
5. La actividad de las multitudes no sólo se da en las revoluciones, sino en muchas otras circunstancias de cambio social menos drástico, como en los motines urbanos. Las acciones de las multitudes amotinadas pueden parecer totalmente destructivas y fortuitas, pero a menudo sirven a los propósitos concretos de sus participantes.
6. En las sociedades modernas pueden encontrarse muchos tipos de movimientos sociales, en los que una colectividad pretende luchar por intereses comunes mediante una cooperación que se produce al margen de la esfera de las instituciones establecidas. La sociología no sólo estudia esos movimientos, sino que también responde a las cuestiones que plantean.
7. Uno de los principales tipos de movimiento social de la época contemporánea es el que está vinculado al feminismo. Los primeros movimientos feministas dignos de mención se desarrollaron en el siglo XVIII y se centraban principalmente en obtener el voto para la mujer. Aunque el feminismo entró en decadencia en la segunda década de este siglo, resurgió de nuevo en los años sesenta y desde entonces ha tenido gran impacto en diversas esferas de la vida social e intelectual.
Fuente: Manual de Sociología, Giddens