En cuanto a calidad educativa, Chile, según el informe de la UNESCO
de 2008, donde se evaluó a alumnos de primaria de tercero y sexto
grados, es el cuarto país en América Latina, luego de Cuba, Uruguay y
Costa Rica. Logró superar a México y a Argentina, y están escolarizados
en la enseñanza básica el 99,7 % de la población. Influyen en el nivel
escolar según dicho informe, el clima escolar y el nivel
económico-social y cultural.
La educación chilena es gratuita, laica en los establecimientos
públicos, no discriminatoria y pluralista; se rige por la Ley General de
Educación (2009) que distingue entre educación formal, no formal e
informal, y los siguientes niveles en la ecuación formal: el nivel
parvulario (no obligatorio, entre los 85 días y 6 años de edad); el
nivel básico o EGB (obligatorio, destinada a la formación integral del
ser humano. Está dividido en dos ciclos de cuatro años cada uno). El
nivel secundario o enseñanza media (para profundizar y expandir su
formación integral, como ser individual y social, tendiente a crear
ciudadanos responsables, aptos para continuar estudios superiores o
incorporarse al mundo laboral, es obligatorio, de cuatro años de
duración, con orientaciones Científico-Humanista, Técnico Profesional y
Artística) y nivel Superior (no obligatorio, constituido por Centros de
Formación Técnica, Institutos Profesionales y Universidades,
tradicionales o privadas). La nueva ley contempla a partir del 2017
reducir el ciclo básico a seis años e incrementar en dos el secundario.
Existen también educación de adultos y educación especial, para
aquellos que requieran recursos y ayuda adicionales, contando con
escuelas especiales y proyectos de integración.