¿Cuánto tiempo toma crear un hábito?
Por lo general, cuando se habla de crear un hábito,
se dice que debes ejercitarlo durante determinado tiempo; es decir, que
requieres hacer la misma cosa todos los días hasta que se convierta en
una costumbre. Sin embargo, también se sabe que si dejas de hacerlo en
más de una ocasión, no podrás establecerlo.
Cuando deseas crear un hábito nuevo, y más aún si deseas cambiar un mal hábito,
como hacer ejercicio o alimentarte correctamente, se requiere un poco
de disciplina y compromiso, pero no casi tanto como hacer un cambio
permanente. Toda privación que se percibe es sólo temporal, por lo que
es necesario fijarse metas a corto plazo.
Al menos eso era lo que se pensaba anteriormente, ya que se consideraba que para crear un hábito
se necesitaban solo 21 días, tal como el beber más vasos de agua. Sin
embargo, esta máxima está basada en un libro publicado en 1960 por el
cirujano plástico Maxwell Maltz.
En su libro, el especialista cuenta que a ciertos pacientes amputados
les tomó, en promedio, 21 días para adaptarse a la pérdida de una
extremidad, por lo que argumenta que las personas toman ese número de
días para adaptarse a los cambios importantes de la vida.
Sin embargo, debido a que los hábitos
de alimentación o ejercicio se relacionan principalmente con las
características sociales, económicas y culturales de una población e
incluso de la familia, reprogramar toda una vida con o sin ciertos
hábitos pudiera tomar un poco más de tiempo.
De acuerdo con investigadores del University College de Londres, crear un hábito,
como hacer ejercicio o alimentarse de manera más saludable, puede tomar
alrededor de 66 días, periodo que permite fijarlo y mantenerlo por
muchos años.
A partir de ese momento, el hábito
adquiere cierto automatismo, y no hace falta voluntad, ni tan siquiera
pensar en ello intencionadamente, para poder repetir dicho
comportamiento, explica Jane Wardle, coautora del estudio que se publicaba en la revista European Journal of Social Psychology.
Lo que este estudio revela es que cuando queremos desarrollar un hábito
relativamente simple, como comer un pedazo de fruta cada día o tomar un
paseo de 10 minutos, nos puede llevar más de dos meses de repeticiones
diarias antes de que el comportamiento se vuelve un hábito.
Por el contrario, la omisión de un solo día no es perjudicial en el
largo plazo, son esas repeticiones tempranas las que nos dan el mayor
aumento en automaticidad para establecerlo.
Fomentar buenas costumbres relacionadas con la alimentación y el
ejercicio es una tarea de todos los días. Con solo 21 o 28 días, como se
pensaba hasta ahora, las neuronas no asimilan lo suficiente un determinado comportamiento, por lo que es fácil abandonarlo. Si bien cambiar o crear un hábito nuevo es posible, sí requiere de disciplina y constancia.