Un sueño puede hacerse realidad y la realidad puede ser un sueño.
El sueño es un estado de conciencia que tiene distintas fases.
Durante el sueño la conciencia propia de la vigilia y la atención quedan
en suspenso así como la actividad visual, auditiva y sensibilidad
externa.
Una de las fases del sueño es la onírica, en la que se registran
movimientos oculares rápidos que señalan la actividad visual cuando
estamos soñando.
La mayoría de los sueños se relacionan con experiencias vividas
durante el día o con expectativas con respecto a situaciones futuras, y
no suelen repetirse. Otros, pueden reiterarse muchas veces durante
mucho tiempo y éstos son los que tienen un mayor significado reprimido
inconsciente.
El tiempo cronológico en el sueño onírico no coincide con el de la
vigilia ya que un sueño muy largo puede tener escasos segundos de
duración real; y también el espacio dentro del cual nos movemos durante
el sueño es inexistente porque es una creación de la mente.
Un sueño es producto del pensamiento y mientras lo experimentamos
parece real, tan real como la vida misma pero luego, cuando nos
despertamos, podemos comprobar que no tiene realidad propia.
Este fenómeno ha inspirado a algunos filósofos a elaborar la teoría
que sostiene que la vida también es un sueño. Pero hay una diferencia
en la vida con respecto a un sueño. La vida tiene una continuidad que
el sueño no tiene.
Sin embargo, algunos sueños pueden ser premonitorios y se relacionan
con hechos que están ocurriendo o que han ocurrido en otro lugar,
principalmente vinculados con personas significativas; o pueden
proporcionarnos la solución de un problema que no pudimos resolver
estando despiertos.
Para Carl Gustav Jung, el inconsciente es insondable y contiene
además de las experiencias reprimidas de la infancia el inconsciente
colectivo.
El inconsciente colectivo de Jung contiene toda la historia de la
humanidad incluyendo lo que está ocurriendo en el presente en todas
partes y hasta pueden incluir eventos futuros, teniendo en cuenta que el
tiempo es relativo. O sea, que según esta teoría, el inconsciente
puede registrar todos los acontecimientos que se producen y que además
pueden recordarse durante un sueño.
Algunas personas han llegado a soñar con personas fallecidas que les
proporcionaron una información que necesitaban, como el código de la
cerradura de una caja de seguridad, el nombre de una persona, la
dirección, etc. Este hecho se relaciona con otro fenómeno que se puede
lograr en estado de concentración mental cuando necesitamos saber algo
que no recordamos.
Por ejemplo, si durante un examen no podemos responder a una
respuesta, podemos imaginarnos en una pantalla mental solicitándole al
profesor de esa asignatura la contestación a esa pregunta, y es
altamente probable que la consigamos. El método de control mental Silva
ha investigado profundamente sobre esta capacidad de la memoria que
no utilizamos.