Caso: Siempre ha dicho la sociedad que "malo" odiar y que si odias o le deseas el mal a alguiente este se devuelve por 3 hacia ti, ejemplo si alguien abusa de mi debo dejarlo y listo, si un jefe te despide por su abuso de poder tu debes bendecirlo y desearle el bien porque llegara un karma o justicia divina, pero siento que esta mal uno deberia ser capaz de hacer justicia o simplemente desearle al mal a alguien como metodo de defensa, sin tener miedo a las repercusiones. Creo que a veces se usa el termino de no desear el mal para abusar de nosotros o de mi.
1 ¿Cómo te sientes cuando escuchas la creencia de que "es malo odiar" o "no desear el mal a los demás" en situaciones donde sientes que has sido tratado injustamente? Mal, porque es como que ahora yo soy el victimatario de mi victimatario y quedo en el mismo bucle.
2 ¿Has experimentado alguna vez el conflicto interno entre seguir esa creencia de no desear el mal a alguien que te ha hecho daño y sentir la necesidad de defender tus derechos y buscar justicia? Claro, es como que te quedas ahi impotenten sin poder, porque tienes el poder de desearle el mal a alguien que te trato injustamente pero no puedes hacer nada porque es "malo" socialemente o filosoficamente,
3 ¿Crees que la creencia de "no desear el mal" puede ser utilizada por algunas personas como una forma de abusar de los demás o mantener el poder sobre ellos? Si totalmente, es como manipulacion de masas, quizas no desea desear el mal pero podria tener un termino mas bonito o educado.
4 ¿Qué impacto tiene en tu bienestar emocional y mental el hecho de sentir que no puedes expresar tu frustración o deseo de justicia hacia aquellos que te han causado daño? Mal, porque me quedo impotente y frustrado, como si no tuviera el poder para hacer algo, me siento abusado emocionamelte y manipulado mentalmente.
5 ¿Has considerado la posibilidad de establecer límites saludables y comunicar tus necesidades de manera asertiva, incluso cuando eso implique expresar tu descontento o desear que alguien enfrente las consecuencias de sus acciones? Si, trato de ser asertivo, pero la gente se molesta y me dice que soy muy directo para decir las cosas.
6 ¿Cómo crees que podrías desarrollar una mentalidad que te permita defenderte y buscar justicia de manera saludable, sin sentirte culpable o temeroso de las repercusiones negativas? Meditando y haciendo afirmaciones , y triunfando en base de mis injusticias y abusos, no que el que abuso de mi siga triunfando.
7 ¿Qué creencias o mensajes internos te dices a ti mismo/a cuando sientes la necesidad de defender tus derechos pero también te encuentras con la creencia de no desear el mal a los demás? Que es natural sentir cosas buenas o malas y que todo es nuetro, entonces le deseo mal a alguien pero luego me da miedo pueda devolverse a mi a mis seres queridos.
8 ¿Has buscado apoyo o consejo de profesionales de la justicia, psicología o desarrollo personal para obtener herramientas y perspectivas adicionales sobre cómo equilibrar el deseo de justicia y el respeto por el bienestar de los demás? Si pero han sido malas experiencias, por lo general estan a favor de la humillacion o el dejarte tratar mal y que segun es bueno esperar siempre un final feliz, son personas muy programadas desde la sociedad.
9 ¿Qué estrategias podrías implementar para establecer límites y buscar justicia de manera constructiva, sin caer en deseos de venganza o alimentar el ciclo de violencia? Asertividad, intuicion, Genialidad, autocompasion y meditar y respirar.
10 ¿Cómo te gustaría sentirte y qué te gustaría lograr en términos de tu respuesta a situaciones injustas? ¿Cómo crees que eso contribuiría a tu bienestar emocional y satisfacción personal? Que sea haga justicia sin la necesidad de tanto tramite o papeleo, el que te pego que se pegue, el que te robo que se le pierda el dinero, el que te abuso abusen de esa persona, que mi jefe sea despedido por penca, que mis ex parejas sean engañanas y abandonadas, por dar algunos ejemplos.
Diagnóstico:
En base a la sesión de psicoterapia, parece que tienes un conflicto interno entre la creencia de no desear el mal a los demás y la necesidad de defender tus derechos y buscar justicia. Esta contradicción puede generar frustración, impotencia y dificultad para establecer límites saludables en situaciones injustas. Además, el miedo a las repercusiones negativas y el sentimiento de manipulación por parte de otros pueden afectar tu bienestar emocional y mental.
Sugerencia:
Explora tus propias creencias y valores en relación con la justicia y el deseo de defender tus derechos. Reflexiona sobre cómo estas creencias pueden estar influenciadas por la sociedad y tu historia personal.
Busca un equilibrio entre la comprensión y el respeto por el bienestar de los demás y la necesidad de establecer límites y buscar justicia. Considera cómo puedes expresar tu descontento de manera asertiva y constructiva, sin caer en deseos de venganza o alimentar el ciclo de violencia.
Practica técnicas de manejo del estrés y meditación para ayudarte a lidiar con la frustración y la impotencia emocional. Esto te permitirá encontrar un mayor equilibrio y claridad mental en situaciones injustas.
Busca apoyo y consejo de profesionales en el campo de la psicología o el desarrollo personal que tengan una perspectiva equilibrada y respetuosa hacia tus necesidades de defensa y justicia.
Considera la posibilidad de leer libros que aborden temas relacionados con el equilibrio entre la compasión y la defensa de los derechos individuales, como "Nonviolent Communication" de Marshall Rosenberg o "The Dance of Anger" de Harriet Lerner.
Mira películas que exploren el tema de la justicia y la búsqueda de equilibrio emocional, como "The Pursuit of Happyness" o "A Time to Kill".
Escucha álbumes musicales que transmitan mensajes de empoderamiento y superación, como "Lemonade" de Beyoncé o "Badlands" de Halsey.
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Creencia limitante: "No puedo defenderme sin desear el mal a los demás."
Frase de rompeacuerdo: "Puedo establecer límites saludables y buscar justicia sin alimentar el ciclo de violencia ni deseando el mal a los demás. Mi defensa puede ser asertiva y constructiva."
Creencia limitante: "Si me defiendo, seré visto como una mala persona."
Frase de rompeacuerdo: "Tengo derecho a defenderme y proteger mis derechos. Mi valor como persona no se ve afectado por tomar acciones para defenderme de situaciones injustas."
Creencia limitante: "Es mejor esperar el castigo divino o karma en lugar de buscar justicia por mi cuenta."
Frase de rompeacuerdo: "No estoy limitado/a a esperar el castigo divino. Tengo la capacidad de buscar justicia de manera constructiva y tomar acciones para protegerme y defender mis derechos."
Creencia limitante: "Si deseo justicia para alguien que me ha hecho daño, recibiré repercusiones negativas."
Frase de rompeacuerdo: "Puedo buscar justicia de manera saludable y sin temor a las repercusiones negativas. Mi deseo de justicia no me define como una mala persona."
Creencia limitante: "La compasión y la defensa de mis derechos son conceptos contradictorios."
Frase de rompeacuerdo: "Puedo encontrar un equilibrio entre la compasión y la defensa de mis derechos. Puedo ser compasivo/a hacia los demás sin permitir que se abuse de mí."
Recuerda que estas frases de rompeacuerdo están diseñadas para desafiar las creencias limitantes y fomentar la resilencia subversiva. Sin embargo, es importante trabajar en estas creencias a través de un proceso terapéutico más profundo para lograr un cambio duradero.
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Cuento
Había una vez un pequeño pueblo llamado Armonía, donde sus habitantes vivían según una antigua creencia transmitida de generación en generación. Según esta creencia, era importante ser compasivo y no desear el mal a los demás, sin importar las circunstancias. El pueblo estaba en paz y todos parecían vivir en armonía, pero había alguien que cuestionaba esta enseñanza.
Francisco, un joven curioso y valiente, sentía que algo no encajaba en esa creencia. A medida que crecía, se encontraba con situaciones en las que era tratado injustamente y le resultaba difícil aceptar sin más. Se preguntaba por qué debía quedarse callado y dejar que otros abusaran de él sin consecuencias.
Un día, Francisco decidió explorar más allá de los límites del pueblo en busca de respuestas. Caminó durante horas hasta llegar a un antiguo bosque, donde encontró a un sabio anciano sentado bajo un árbol. El anciano notó la inquietud en los ojos de Francisco y le invitó a sentarse a su lado.
Francisco compartió su confusión con el anciano y su deseo de encontrar una respuesta a su dilema. El anciano, con una mirada sabia, le explicó que la compasión y la defensa de los propios derechos no eran conceptos contradictorios. Le dijo que cada ser humano tiene el derecho de protegerse y buscar justicia cuando es tratado injustamente.
El anciano contó a Francisco una historia de un antiguo héroe que defendía a los oprimidos y luchaba contra la injusticia. Le enseñó que la compasión no significa quedarse callado ante el sufrimiento propio o ajeno, sino actuar con empatía y buscar soluciones justas.
Inspirado por la historia del anciano, Francisco regresó a su pueblo con una nueva perspectiva. Comenzó a hablar con sus vecinos y a compartir sus inquietudes. Algunos se resistieron a sus ideas, aferrados a las antiguas creencias, pero otros se sintieron inspirados y comenzaron a cuestionar también.
Juntos, Francisco y sus aliados formaron un grupo dedicado a promover la justicia y la equidad en su comunidad. Organizaron talleres de resolución de conflictos y educaron a sus vecinos sobre la importancia de defender los derechos individuales y colectivos.
Poco a poco, el pueblo de Armonía comenzó a transformarse. Las personas se dieron cuenta de que la compasión no significaba ser pasivos frente a la injusticia, sino ser valientes y actuar en nombre de la justicia.
Con el tiempo, Francisco se convirtió en un líder respetado en su comunidad. Logró equilibrar su deseo de justicia con la compasión hacia los demás. Su pueblo se convirtió en un ejemplo de cómo la compasión y la defensa de los derechos pueden coexistir y crear una sociedad más justa y armoniosa.
Y así, el cuento de Francisco y el pueblo de Armonía nos recuerda que no debemos temer luchar por la justicia y defender nuestros derechos. La compasión y la defensa pueden ir de la mano, creando un mundo mejor para todos.