En el mundo constantemente conectado de hoy, pasar tiempo solo se ha convertido casi obsoleto.
Según
profesionales, la cultura occidental tiende a ver a las personas que
pasan solos mucho tiempo como tristes o antisociales, pero existen
muchas ventajas de la soledad.
Entre esos beneficios están la libertad, la creatividad, la intimidad y la espiritualidad.
La independencia e interdependencia son ambas esenciales. Todo se trata de un equilibrio correcto. Pero para sentirse fuerte y poderoso, la relación con uno mismo es la relación más importante que jamás se tendrá. Por lo tanto, es necesario declarar nuestra independencia.
Despertar una hora antes que el resto de la familia y usar ese tiempo para meditar, leer o hacer cualquier otra cosa que te haga feliz puede ser un buen comienzo. Esta estrategia también funciona si se puede llegar a trabajar antes que nadie.
Es especialmente importante pasar tiempo lejos de la gente que nos succiona la vitalidad. La interacción con tales individuos tiende a hacer que nos sintamos enfermos, enojados, molestos y / o agotados, e incluso hacernos perder de vista
nuestra propia identidad por estar atrapados en un drama ajeno. Si se
trata de alguien que no se puede evitar por completo, como un familiar o
un compañero de trabajo, simplemente se debe intentar hacer lo mejor
para pasar menos tiempo con ellos.
Esto no se trata, sin embargo, de un egoísmo desmesurado, sino de saber otorgar el lugar que merece cada circunstancia. Existen personas que se nutren de los problemas e intoxican a quienes los rodean.
Por
supuesto que si un ser querido se encuentra en una situación
particularmente difícil y necesita de nuestro apoyo, no adoptaremos la
misma actitud.