La epífisis o glándula pineal produce la
melatonina, hormona que se dice regenera las células, regula el sueño,
disminuye el estrés y cura enfermedades como el cáncer y el SIDA.
"La
glándula pineal es un centro de poder superior, asociado al tercer ojo,
la visión del Cíclope, el ojo Horus, el poder de Dios. Biológicamente,
en su condición de glándula, secreta la melatonina. El método de
activación de la glándula pineal aquí propuesto es, sin lugar a dudas,
una herramienta vanguardista: Ciencia y Espíritu se unen para permitir
al ser humano ir más allá de ese apenas 10% en que utiliza su capacidad
cerebral", promueve el libro El cielo está abierto de Fresia Castro.
Así
es como ha comenzado a aparecer todo tipo de actividades relacionadas
con los beneficios que ofrece la glándula pineal. Entre ellos se dice
que favorece la regeneración celular, la regulación del sueño, la
disminución del estrés y la cura de enfermedades como el cáncer,
cardiopatías, SIDA y Alzheimer.
Pero,
¿qué es y qué puede hacer realmente? "La glándula pineal o epífisis es
una estructura ubicada en la parte posterior de la base del cerebro que
tiene el tamaño de un poroto, pesa 130 mg. y está encargada de producir
la hormona melatonina", explica el doctor Miguel Domínguez,
endocrinólogo de Clínica Alemana.
La
epífisis está formada por fibras nerviosas simpáticas que transmiten la
información lumínica captada por la retina. Ella se activa y fabrica la
melatonina cuando no hay luz, de ahí que tenga sentido la idea de
llamarla tercer ojo, aunque esa denominación también se debe a que se
cree que en los ancestros de los vertebrados esta glándula formaba un
ojo que complementaba a los otros dos, de hecho algunos reptiles
presentan un pequeño ojo dorsal medial.
De
acuerdo al doctor Domínguez, la luz es tan preponderante que los ciegos
producen esta hormona todo el día. "La melatonina actúa regulando las
actividades del organismo relacionadas con el ciclo día-noche".
Contra el jet lag
Las
propiedades que se le asignan tienen asidero en los supuestos
mecanismos vinculados a la acción de esta hormona, pero de acuerdo al
endocrinólogo, "nada ha sido científicamente probado. Sólo se ha
comprobado que ingerir melatonina sirve para el jet-lag" (síndrome que
sufren personas que recorren en avión varias zonas horarias).
Se
dice que además de regular aspectos asociados al día-noche, como la
temperatura corporal, y de las estaciones del año, como ciclos
hormonales relacionados con la reproducción, la melatonina es un
poderoso antioxidante, que protege a las células frente al daño causado
por los radicales libres, inhibe la síntesis de ADN en determinadas
células tumorales y la muerte celular (apoptosis) en el timo, glándula
encargada de las defensas. Sus niveles de producción disminuirían con la
edad. Por lo tanto, tendría propiedades antienvejecimiento y
anticancerígenas.
Al
contrario, el doctor Domínguez sostiene que se ha visto que la
melatonina en dosis altas tiene un efecto productor de tumores.
Por
otro lado, se explica el desánimo característico del invierno por la
alta secreción de la melatonina, porque ésta se elabora en base a la
serotonina y al disminuir sus niveles cerebrales, se afectaría el estado
de ánimo. Incluso se afirma que bastarían dos semanas de insuficiencia
de luz en individuos predispuestos, para reducir tanto los niveles de
serotonina, que se produce una depresión.
Según
el especialista, lo que sí está claro es que hasta ahora sólo se sabe
que el único elemento que activa la glándula pineal es la oscuridad.
Entonces una terapia solamente podría ir dirigida en ese sentido.
"Quizás unos ejercicios especiales pueden relajar y hacer sentir bien,
pero ¿activar la glándula?, no está probado".
De
todos modos, el doctor Domínguez otorga el beneficio de la duda a las
propiedades que se le asignan a la melatonina: "Por ahora sabemos que
modifica poco la salud humana, pero a lo mejor después nos damos cuenta
de otras características".