Wednesday, March 23, 2011

LECCION 23ª Funeral


El fallecimiento de un familiar es la experiencia más dolorosa que puede vivir una persona. En este trance tan difícil, los amigos y familiares tratarán de arropar lo más posible a la familia del difunto.

En estos momentos, también hay unas reglas de conducta que conviene observar:

La familia del fallecido deberá comunicar a los más allegados la muerte del familiar. Como los familiares más cercanos pueden estar muy afectados, algún otro pariente debe encargarse de ello.

La familia más cercana vestirá de luto, siendo aceptable colores oscuros o una combinación de blanco y negro, no siendo indispensable el negro riguroso.

Los familiares y amigos más allegados acompañarán a la familia del difunto antes del entierro. Las personas menos allegadas enviarán cartas o telegramas de condolencia (mejor que llamadas de teléfono).

Estas personas menos allegadas pueden no asistir al entierro, pero la asistencia al funeral es inexcusable: uno puede no asistir a una boda o a una fiesta, pero nunca es admisible no asistir a un funeral.

La puntualidad debe ser exquisita: a un funeral no se puede llegar tarde.

Se debe ir vestido con traje oscuro: no son admisibles colores claros o brillantes, joyas exageradas, etc.

En el funeral hay que mantener una actitud de máxima seriedad y respeto.

No hay una imagen más terrible que una familia destrozada y a pocos metros dos supuestos amigos de la familia saludándose efusivamente y conversando animadamente.

Se esperará al final de la ceremonia religiosa para dar el pésame a la familia del difunto:

El pésame debe ser sencillo, corto y digno: por ejemplo, "estamos muy apenados", "mucho ánimo", etc. Hay que evitar frases tópicas del tipo "con lo bueno que era", "siempre se van los mejores", "que tragedia, si ayer se le veía tan lleno de vida", y, por supuesto, nada de empezar a relatar anécdotas vividas con el difunto.

Si la familia del difunto estuviera muy afectada no se le molestará, siendo más conveniente llamarles o visitarles unos días después.

Tuesday, March 22, 2011

LECCION 22ª Visitas


Cuando se realiza una visita a una casa ajena hay una serie de normas que conviene observar:

Hay que avisar por teléfono de nuestra visita con cierta antelación, no son admisibles visitas sorpresas, con el padre en la ducha, la madre en bata, la casa sin hacer, etc.

Hay ciertos horarios que hay que respetar escrupulosamente:

Por la mañana, no se debe visitar una casa antes de las 11 (las 12 los fines de semana) y hay que marcharse antes de las 1,30.

Por la tarde, no se debe visitar antes de las 5 y hay que marcharse antes de las 8,30.

En principio, el Domingo o los días de fiesta no son días de visita.

Las visitas no deben alargarse en exceso (nada de visitas interminables que obliguen a los anfitriones a tener que llamar a la policía).

Los anfitriones recibirán a la visita en el hall y cuando se marche también la acompañarán a la puerta.

Los hijos de la familia saldrán a saludar y luego se retirarán a sus habitaciones.

Se ofrecerá a la visita un refresco o café, acompañado de algún aperitivo o pastas.

Los anfitriones apagarán la televisión, aunque estén retransmitiendo la final del campeonato de fútbol.

Por cierto, hay que evitar visitar una casa ajena en momentos señalados: finales de liga, retransmisiones deportivas de máximo interés, etc.

Cuando se visita una casa no se llevarán niños pequeños ni animales y, por su parte, los anfitriones también mantendrán a sus hijos pequeños y mascotas, si tuvieran, en otra habitación.

Los anfitriones se mostrarán animados e interesados en su conversación con la visita, por aburrida que ésta pueda resultar (es deber de la visita no resultar aburrida).

La iniciativa de marcharse debe partir de la visita, los anfitriones le pedirán que no se marche todavía, que aún es pronto, pero ésta debe entender que este ruego es simplemente una fórmula de cortesía.

Sólo si la visita se alarga demasiado los anfitriones podrán tomar la iniciativa con formulas diversas donde prime la educación, por ejemplo, mirar de reojo el reloj, hacer una referencia sobre los baños de los niños o algo parecido. No es correcto bostezar, ponerse el pijama o hacer algún comentario sobre la gente pesada.

Monday, March 21, 2011

LECCION 21ª Boda (II)


En la ceremonia religiosa hay que recordar las siguientes reglas:

El novio esperará a a la novia a la entrada del templo, pero los invitados deben estar ya dentro.

A la novia se le admite un retraso, que no debería superar los 15 minutos.

Hacia el altar van primero los pajes, luego la novia del brazo de su padrino (su padre, su hermano mayor o, a falta de ellos, el familiar más cercano: nada del jefe, por mucho que se quiera quedar bien con él). Después irá el novio del brazo de su madrina.

Mirando al altar, se situarán de izquierda a derecha:

La madrina del novio
La novia
El novio
El padrino de la novia

Los testigos del novio se colocan en los bancos a la derecha del altar y los de la novia a la izquierda. El número de testigos debe ser discreto (no más de 12).

Por su parte, los familiares del novio se colocan en los bancos de la derecha de la Iglesia (mirando hacia el altar), y los de la novia en los bancos de la izquierda.

A la salida del templo, nada de tirar arroz, serpentinas, caramelos u otros objetos contundentes.

Si la boda es civil, ella no debe vestir el tradicional traje de novia, sino que con ir convenientemente arreglada es suficiente.

En el banquete hay que tener en cuenta las siguientes indicaciones:

Antes del banquete se servirá un aperitivo que no debiera prolongarse más de media hora. Es la oportunidad para que los invitados se vayan conociendo.

Los familiares más cercanos del novio y de la novia deben tratar de presentar a los invitados que no se conocen y evitar que ninguno de ellos deambule como alma en pena.

A los invitados se les habrá asignado ya un lugar determinado en las mesas. Conviene sentar juntos a invitados que provienen de una y otra familia.

Cuando los novios cortan la tarta, los invitados se abstendrán de gritar "vivan los novios", "que se besen", "que saluden", "torero, torero", u otras lindezas parecidas.

En los postres los novios pasearán entre las mesas saludando a los invitados y dándoles las gracias por su presencia. Los invitados sonreirán y le dirán a la novia "que novia más guapa" (aunque no haya por donde cogerla) y a él, al oído, alguna barbaridad.

A título de curiosidad, y para que los recién casados no tengan que esperar 25 años para celebrar el primer aniversario de su boda, conviene recordar que hay otros aniversarios, quizás menos significativos, pero que pueden ser una buena excusa para darse un homenaje:

1 año: bodas de algodón
2 años: bodas de papel
3 años: bodas de cuero
5 años: bodas de seda
10 años: bodas de estaño
15 años: bodas de porcelana
20 años: bodas de cristal
25 años: bodas de plata
30 años: bodas de perlas
40 años: bodas de rubíes
50 años: bodas de oro
60 años: bodas de diamante

Sunday, March 20, 2011

LECCION 20ª Boda (I)


La boda es probablemente la ocasión más importante en la vida de una persona, especialmente para aquellas que piensan que uno se casa para toda la vida.

A su vez, la boda es uno de los acontecimientos más solemnes, que exige el seguimiento riguroso de todo un ritual:

Los preparativos de la boda comienzan con la petición de mano:

La petición de mano es el anuncio oficial del compromiso de los novios y tiene lugar cuando ya han decidido la fecha de la boda.

La petición se celebra con un tiempo prudencial antes de la boda (2 / 3 meses), como mucho hasta 1 año de anticipación (lo que sería ya una exageración).

Es la ocasión para que las familias del novio y de la novia se conozcan. Los padres de la novia invitan a almorzar o cenar a los padres del novio y a la familia mas cercana.
En la petición tan sólo los novios se intercambian regalos: lo tradicional es que él regale a ella un anillo y ella a él un reloj.

Si se rompe el compromiso lo correcto es devolver los regalos de la pedida, así como otros objetos personales íntimos, como cartas de amor, regalos de familia, etc.

Aunque sea él quien decida romper, lo correcto es dejar a ella que comunique la ruptura.

Las invitaciones de boda se deben enviar con unos dos meses de anticipación, en todo caso nunca con menos de un mes (y por supuesto nunca después de la boda):

En la invitación (de color blanco, crudo o beige) figurará a la izquierda el nombre de los padres de la novia y a la derecha el de los padres del novio.

Por supuesto, no se incluyen tarjetas con el nombre de los establecimientos donde se han abierto listas de boda.

En la invitación nada de corazones, ni las iniciales de los novios, ni, por supuesto, palomitas con una ramita de olivo en el pico.
Si se requiere contestación, se acompaña con la invitación un sobre pequeño con una tarjeta en la que el invitado especificará el numero de asistentes (las estrictamente invitadas y ni una más). El sobre irá con el sello correspondiente.

La lista de boda tiene que ser real, nada de lista ficticia con regalos estrambóticos (cenicero de cristal con forma de avestruz, 20.000 Euros.) y mucho menos abrir una cuenta corriente (la boda es un acontecimiento festivo y no una catástrofe natural que requiera ayuda humanitaria).

Por cierto, hay que regalar antes de la boda, nunca después. Los novios darán personalmente las gracias a la vuelta del viaje de boda con una tarjeta.

Friday, March 18, 2011

LECCION 18ª Sentados en la mesa: otras consideraciones

Veamos, antes de cerrar el capítulo del buen comportamiento en la mesa, varias consideraciones finales:

Hay que comer al mismo ritmo que el resto de comensales: ni muy rápido (no hay un premio para el que termine primero), ni muy lento (que hagamos esperar al resto de invitados).

Si el invitado necesita algo, se dirigirá a la anfitriona (nada de pedirlo directamente al servicio).

Cuando se come se hace con la boca cerrada y haciendo el menor ruido posible (no se puede montar un escándalo con el traqueteo de las mandíbulas).

En la comida no se fuma (de hecho, en la mesa no se ponen ceniceros hasta que se sirve el café).

Si ocurre una "catástrofe" en la comida (copas derramadas, platos rotos, etc.) el invitado se debe disculpar y hacer ademán de ayudar. Los anfitriones quitarán importancia a lo ocurrido y no permitirán que el invitado se ponga a recoger los destrozos (llamarán al servicio o ellos mismos lo harán personalmente).

No se debe mojar pan en la salsa: por muy rica que pueda estar trate de evitar esta tentación.

Se ha clavado una espina en la boca: que no cunda el pánico: se tapa la boca con una mano o con la servilleta y con la otra discretamente se saca la espina y se deposita en el plato (nada de enseñarla al resto de comensales como si fuera un trofeo de caza).

Nada de hurgar con un palillo en los dientes: el único calificativo que se le podría dar a esta costumbre es el de ESPANTOSA.
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