Todos quieren ser felices. Nadie lo pone en duda cuando se ve a todos y uno mismo concentrados en alcanzar éxito en diversos ámbitos de la vida. Ser buenos profesionales, o padres o hijos son metas que tenemos presente todos los días.
Sin embargo, el camino parece largo y a veces agotador porque los momentos de felicidad parecieran ser fugaces y, en cambio, los estados negativos nos hacen sentir abrumados más de lo que quisiéramos.
La psicóloga de Harvard, Sonja Lyubomirsky, decidió estudiar el tema y llegó a la conclusión de que existe un método probado para conseguir la felicidad. En su libro “La ciencia de la felicidad” describe una serie de actividades (12 en total) que se pueden practicar para poder alcanzar más que estados de felicidad, una vida feliz más regular y permanente.
En el texto ella sostiene que además de estas 12 actividades hay cinco claves que permiten alcanzar la felicidad sostenible y las describe:
La emoción positiva: las emociones positivas frecuentes son un sello distintivo de la felicidad y aunque se experimentan emociones negativas; las personas felices experimentan con más frecuencia las positivas. Aunque se les considera efímeras, Sonja asegura que éstas provocan espirales ascendentes, por lo tanto, las emociones positivas se ven sumando.
Lo más importante, agrega es que se tiene que prestar atención a estas emociones positivas y recordar los episodios porque pueden cambiar la perspectiva con que se mira la vida. En este sentido, también hace presente que las personas que tienden a la depresión lo hacen, más que por creer que van a pasar cosas males, por creer que no pueden pasar cosas buenas y, sobre todo, por no recordar las cosas agradables que han experimentado.
El momento más oportuno y la variedad: lo esencial para las actividades para la felicidad, así como para el humor, es encontrar el momento oportuno. Por consiguiente, es imprescindible tener en cuenta la frecuencia y la duración de esas estrategias para ponerlas en prácticas.
Asimismo, como dice el dicho, en la variedad está el gusto. Así, si decides variar los ámbitos de la vida como no dar gracias todos los días por lo mismo, es probable que esa frescura haga que las cosas tengan un resultado indefinido. En otras palabras: para ser feliz hay que encontrar variedad en la repetición.
El apoyo social: este es inestimable para ayudarnos a afrontar las dificultades y desgracias de la vida. Los amigos, padres, esposo, hijos, compañeros de trabajo consuelan y tranquilizan. Pero el apoyo social puede ser determinante y crucial para ayudar a las personas a persistir en sus objetivos y alcanzarlos. Cuando algo requiere esfuerzo, es más fácil si se cuenta con apoyo.
Motivación, esfuerzo y compromiso: palabras claves para alcanzar un estado de felicidad duradero. Sonja señala que se deben tener presente cuatro aspectos en esto: primero se debe tomar la decisión de emprender un programa para ser más feliz; segundo, se debe aprender lo que se tiene que hacer; tercero, se debe hacer un esfuerzo semanal o incluso diario para conseguirlo; y cuatro, uno se debe comprometer con el objetivo por un período largo, tal vez para el resto de la vida. Aunque habrá momentos en que se flaquee, hay que tener presente que siempre se puede volver a empezar.
El hábito: si bien el esfuerzo es mayor al principio, éste va disminuyendo a medida que las nuevas conductas y prácticas se vuelven habituales a fuerza de repetirlas. Las investigaciones señalan que las emociones positivas establecen relaciones con los hábitos porque generan gratificaciones y por eso, hay que tener cuidado con los malos hábitos. Y cuidado con que se vuelva monótono porque ha perdido el sentido.
Las 12 actividades
- Expresar gratitud
- Cultivar el optimismo
- Cuidar las relaciones sociales
- Desarrollar estrategias para afrontar
- Aprender a perdonar
- Fluir más
- Saborear las alegrías de la vida
- Comprometerte con tus objetivos
- Practicar la religión y la espiritualidad
- Ocuparte de tu cuerpo (meditación, actividad física, actuar como una persona feliz)
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