Un profesor, que ha entrenado y dirigido los esfuerzos de más de 30.000 vendedores, hizo el asombroso descubrimiento de que los vendedores más eficientes son aquellos que poseen una elevada naturaleza sexual.
La explicación la encontramos en el hecho de que el factor de la
personalidad conocido como «magnetismo personal» no es ni más ni
menos que energía sexual. Las personas de elevada naturaleza sexual
poseen siempre una gran reserva de magnetismo. Esta fuerza vital
puede ser utilizada, a través del cultivo y la comprensión de la
misma, como un elemento de gran ventaja en las relaciones entre las
personas. Es posible comunicar esa energía a los demás a través de
los siguientes medios:
1. El apretón de manos.
El contacto de la mano indica al instante la presencia de
magnetismo, o la falta del mismo.
2. El tono de
voz. El magnetismo, o la energía sexual, es el factor capaz de
colorear la voz, o hacerla musical y encantadora.
3. Postura y porte del cuerpo. Las personas de elevada
naturaleza sexual se mueven con energía, gracia y facilidad.
4. Las vibraciones de pensamiento.
Las personas de elevada naturaleza sexual mezclan la emoción del
sexo con sus pensamientos, o pueden hacerlo así a voluntad, y, de
ese modo, influyen sobre quienes les rodean.
5. Adorno del cuerpo.
Las personas de elevada naturaleza sexual suelen ser muy cuidadosas
en cuanto a su apariencia física. Suelen seleccionar ropa de un
estilo conveniente para su personalidad, figura, complexión, etc.
Cuando contrata a los trabajadores de su sección, el director de
ventas más capaz busca como primer requisito de todo vendedor
la cualidad del magnetismo personal. Las personas a las que les
falta energía sexual nunca llegarán a ser entusiastas, ni inspirarán
entusiasmo, y éste es uno de los requisitos más importantes de todo
vendedor, sin que importe lo que venda.
El portavoz público, el orador, el predicador, el abogado o el
vendedor al que le falte energía sexual es un «pesado» en cuanto a
su capacidad para influir sobre los demás se refiere. Si a ello se
añade el hecho de que la mayoría de la gente sólo es influible a
través de una apelación a sus emociones, comprenderá usted la
importancia de la energía sexual como parte de la habilidad innata
de un vendedor. Los buenos vendedores lo son porque transmutan,
consciente o inconscientemente, la energía del sexo en
entusiasmo de ventas. En esta afirmación se puede encontrar una
sugerencia muy práctica en cuanto al verdadero significado de lo que
es la transmutación sexual.
El vendedor que sabe cómo apartar su mente del tema del sexo y
dirigirla hacia el esfuerzo de venta con el mismo entusiasmo y
determinación con que la aplicaría a su propósito original, ha
adquirido el arte de la transmutación del sexo, tanto si lo sabe
como si no. La mayoría de los vendedores que transmutan su energía
sexual, lo hacen sin ser en absoluto conscientes de ello, ni de cómo
lo están llevando a cabo.
La transmutación de la energía sexual exige más fuerza de voluntad
de la que la persona ordinaria dispone para este propósito. Aquellos
a quienes les resulta difícil reunir la fuerza de voluntad
suficiente para la transmutación, pueden adquirir esta habilidad
gradualmente. Aunque eso requiere fuerza de voluntad, la recompensa
que se obtiene con esta práctica hace que el esfuerzo valga la pena.
Fuente: Piense y Hágase Rico, Napoleon Hill
Fuente: Piense y Hágase Rico, Napoleon Hill