1. Propósito: ¿Cuál es el propósito del que está razonando? ¿Está el
propósito implícito o explícito? ¿Se justifica?
2. Pregunta: ¿Se establece la pregunta con claridad? ¿Está libre de
prejuicios? ¿Está formulada de forma que recoge la complejidad
del asunto al cual alude? ¿Existe correspondencia entre la pregunta
y el propósito?
3. Información: ¿Se citan experiencias, evidencia y/o información
esencial al asunto en cuestión? ¿Es la información rigurosa?
¿Atiende el autor las complejidades del asunto?
4. Conceptos: ¿Clarifica el autor los conceptos claves? ¿Se usan y
aplican los conceptos adecuadamente?
5. Supuestos: ¿Demuestra el autor sensibilidad hacia lo que da por
hecho o presupone? (En la medida en que esos supuestos pueden
ser cuestionados). ¿Usa el autor supuestos dudosos sin atender la
problemática inherente a los mismos?
6. Inferencias: ¿Se explica claramente la línea de razonamiento por
la cual se llega a las conclusiones?
7. Punto de vista: ¿Demuestra el autor sensibilidad a otros puntos de
vista? ¿Considera y responde las objeciones posibles que puedan
ofrecer los otros puntos de vista?
8. Implicaciones: ¿Se demuestra sensibilidad hacia las implicaciones
y consecuencias de la postura asumida?
Fuente: Una Mini-Guía Para el Pensamiento Crítico. Conceptos Y Herramientas. Richard Paul, Linda Elder.