Existen ocasiones en que tenemos mucho miedo, ya sea una enfermedad, un examen, aprender a conducir, o simplemente tomar una decisión. Comparto una oración muy útil para enfrentarse al miedo. Saludos
Frente a Todo Temor (Propio o Ajeno)
Niego el temor. Dios no creó el Temor, luego no tiene otra existencia que la que yo le quiera dar, yo yo no acepto, no deseo más esta apariencia creada por mí. Suelto y dejo ir toda sombra temor en mí (o en tí). Juan Apostol dijo "El amor desarraiga todo temor". Dios es amor, yo soy su hijo, soy hecho en, por y de amor. Esta es la Verdad. Gracias Padre.
Comparto mi lista de inciensos con su respectivo significado y utilidad. Abre Caminos: Rompe ciclos de mala racha. Otorga visiones positivas si se prende en la habitación antes de dormir. Cedro: Ayuda el primer Chakra (Raíz) Clavo de Olor: Ayuda al primer Chakra (Raíz) Coco: Prosperidad Eucalipto: Ayuda al quinto Chakra (Garganta) Frutilla: Aumenta el ánimo y nos vuelve optimista Jazmín: Para el éxito profesional. Tercer Ojo. Rompe con las envidias Romero: Transforma malas vibras en positivas. Ideal para prender luego que las visitas se han ido. Sándalo: Ayuda al segundo Chakra Violeta: Ideal para meditar y los estudios
f. Introducción del aire exterior en los pulmones: practicar ejercicios de aspiración y espiración.
fon. Característica de los sonidos que se pronuncian con un soplo sordo, velar o uvular, producido mediante espiración: la aspiración es frecuente en el andaluz.
Pretensión o intento de conseguir algo que se desea: todas sus aspiraciones profesionales se han visto cumplidas.
Para los autores de las guías de autoayuda ningún problema humano es demasiado grande ni demasiado pequeño.
¿Quieres estar más delgado, ser más rico o más feliz en 2015? Hay libros para ello. Estanterías llenas.
¿Que lo que deseas es que aumente tu eficiencia, tu capacidad de decisión o tu creatividad? También hay títulos para todo eso.
Muchos
de los que decidan poner en práctica los buenos propósitos para el año
nuevo se sumergirán en la lectura de los libros de autoayuda, buscando
entre sus páginas una mejor versión de ellos mismos.
Pero un libro no tiene que contener un sermón para dejar huella.
La verdad es que toda buena literatura nos cambia.
Cada vez más estudios sugieren leer ficción como apoyo al enfrentar los desafíos de la vida.
Está probado que la lectura agudiza el pensamiento analítico, lo que nos permite discernir mejor los patrones.
Y esto es una herramienta muy útil ante conductas desconcertantes de otros y de nosotros mismos.
Pero la ficción en particular puede hacerte socialmente más hábil y empático.
Magia para las emociones
El año pasado el Journal of Applied Social Psychology publicó un estudio hecho en Reino Unido e Italia que demostraba cómo la lectura de la saga Harry Potter hacía que los jóvenes tuvieran una disposición más positiva con respecto a minorías estigmatizadas, como los refugiados.
Y en 2013, psicólogos del New
School for Social Research de Nueva York, Estados Unidos, hallaron que
la ficción literaria aumentaba la capacidad de leer las emociones
ajenas.
Sumergirse en una novela es perderse, pero cuando volvemos
a la realidad traemos con nosotros aquello que nos inspiró nuestro
personaje favorito.
Este proceso incluso puede cambiar el
comportamiento de un lector, según un estudio llevado a cabo por
investigadores de la Ohio State University en 2012.
Éste concluyó
que los lectores que se sentían identificados con un personaje de
ficción que superaba obstáculos para poder votar resultaron más
propensos a emitir su voto en unas elecciones reales.
Bien leído
Aunque
prometen una transformación total en siete sencillos pasos, las novelas
te pueden informar y motivar, y los relatos breves consolar y ayudar a
reflexionar.
Además, está demostrado que leer poesía estimula partes del cerebro relacionados con la memoria.
A
veces un autor te ayuda simplemente a evadir de un problema,
sumergiéndote totalmente en otro mundo de modo que trasciendes tu
realidad. Al volver a ella, te sientes recargado y con más
determinación.
El filósofo griego Aristóteles apuntó en su obra
"La Poética" que la poesía -término con el que se refería a la ficción
en general- es más seria que la historia.
Mientras los
historiadores se preocupan por qué paso y cuándo, la ficción nos permite
ver lo que pudo haber ocurrido. Eso ejercita nuestra imaginación y con
frecuencia también nuestro sentido de la moral.
En ese sentido,
"muchas personas, yo misma entre ellas, nos sentimos mejor con el mero
hecho de ver un libro", dice Jane Smiley, la autora de "Thirteen Ways of
Looking at the Novel".
Una cura de lectura
Con todo esto tiene relación directa la biblioterapia.
La practican psicólogos, trabajadores sociales y consejeros de todo el mundo, además de los bibliotecarios.
Se ha convertido en el término de moda en los últimos años, empleado tanto por investigadores como por blogueros.
La
escuela de la vida o The School of Life, fundada por el filósofo Alain
de Botton y situada en Londres, incluso tiene cuatro "biblioterapeutas"
residentes.
Entre ellos están Ella Berthoud y Susan Elderkin,
autoras del libro "The Novel Cure: An A-Z of Literary Remedies" (La Cura
de la Novela: Remedios Literarios de la A a la Z).
Sin embargo,
la noción de los libros como remedio para los trastornos emocionales no
es de tan nuevo cuño como se podría imaginar.
Toda una tradición
En
la Antigua Grecia se colocaban notas en las puertas de las bibliotecas,
advirtiendo a los lectores que estaban a punto de entrar en un lugar de
curación del alma.
Y en el siglo XIX, psiquiatras y enfermeras le
recetaban a sus pacientes toda clase de libros, desde la Biblia,
pasando por literatura de viajes, hasta textos en lenguas antiguas.
El Diccionario Médico Ilustrado de la editorial Dorland’s fue el primero en reconocer la biblioterapia, en 1941.
La definió como "el empleo de los libros y la lectura en el tratamiento de las enfermedades nerviosas".
No
obstante, de acuerdo al Oxford English Dictionary, el término apareció
impreso por primera vez en 1920, en la obra "La librería encantada", de
Christopher Morley.
La novela transcurre en una librería de Brooklyn, en Nueva York, llamada Parnassus at Home.
La librería en cuestión es el
paraíso del bibliófilo, con su aroma a "papel gastado y cuero" y al
tabaco de la pipa de su dueño, el señor Mifflin.
Y Miffin no es sólo un vendedor de libros, también un "practicante de la biblioterapia".
"Mi
placer es prescribir libros a los pacientes que acuden aquí y quieren
contarme sus síntomas", lo explica él mismo en la novela.
"No hay nadie más agradecido que el hombre al que le diste justo el libro que su alma necesitaba sin saberlo".
Mifflin
ya sabía lo que la Universidad de Sussex, en Reino Unido, han intentado
cuantificar: que leer es más eficaz para aliviar el estrés que escuchar
música, ir a dar un paseo o sentarse a tomar una taza de té.
El
nivel de estrés de los participantes del estudio que llevó a cabo el
centro se redujo en un 68% a escasos seis minutos de haber empezado a
leer un libro cualquiera.
Y es que si el libro es el adecuado, el tiempo que se pasa leyéndolo estará siempre bien empleado.
Ya
lo decía un cartel de la librería del señor Mifflin: "La malnutrición
de la aptitud lectora es una cuestión seria. Déjenos prescribirle (el
remedio)".
Artículo original en inglés: http://www.bbc.com/culture/story/20150106-can-you-read-yourself-happy
Primera entrega, de tabla de emociones, recuerda que tu eres dueño de elegir lo que quieras sentir, si eres capaz de atraer y sentir en tu vida tan solo una de estas emociones diariamente solo imagina lo que atraerás a futuro. Saludos
"¿Puedo poner mi mano en tu rostro?", me pregunta Alun Leppitt.
Leppitt es pastor de una iglesia pentecostal en
Southampton, Inglaterra. Es un hombre corpulento que trabaja como editor
de video para pagar las cuentas, aunque su verdadera pasión es curar a
la gente con el poder de la oración. Yo no estoy enfermo, sólo sufro de
una úlcera bucal molesta, pero él está dispuesto a hacerla desaparecer.
"Ordenamos que esta úlcera en la boca
se vaya en el nombre de Jesús", dice con la palma en mi mejilla.
"Ordenamos que cualquier dolor, infección o trauma desaparezca".
No quiero decepcionar a Leppitt, pero no siento ninguna diferencia. Intenta dos veces más y no hay cambios.
En todo caso, las úlceras bucales no son
importantes para él, pues no le interesan los pequeños efectos
psicosomáticos. Con su esposa Donna me cuentan de una mujer que tuvo un
hijo a pesar de haberse sometido a una histerectomía y de personas con
cáncer avanzado que de repente se mejoran después de rezar.
Alun y Donna Leppitt son miembros de una comunidad de cristianos evangélicos llamada Global Awaking.
Ian Andrew, otro sanador, me habla de una mujer que obtuvo un nuevo corazón gracias a la oración.
-Literalmente, ¿un nuevo corazón?
-Sí.
-¿Y qué le pasó al anterior?
-Fue reemplazado.
Estas afirmaciones son inverosímiles en todos
los sentidos. Pero en el mundo de la sanidad pentecostal nadie se
preocupa por eso. De hecho, mientras más imposible sea el milagro (usan
el término sin ninguna vergüenza), mejor, porque la difusión del mensaje
es más efectiva.
Efecto placebo
Curas milagrosas
El proceso de convertir a alguien en
santo se llama canonización. En la Iglesia católica, al menos dos
milagros deben ser atribuidos al candidato a santo.
En 1986, a la
hematóloga atea Jacalyn Duffin se le pidió analizar algunas muestras de
médula ósea de un paciente con leucemia agresiva.
Ella pensó que
el paciente había muerto y que su experiencia estaba siendo utilizada
para presentar una demanda contra un médico o un hospital. No tenía idea
de sus investigaciones le ayudarían al Vaticano a canonizar a la
primera santa nacida en Canadá: Marguerite d'Youville.
Alun y Donna Leppitt son miembros de una
comunidad mundial de cristianos evangélicos llamada Global Awakening. En
países como Mozambique y Brasil, los misionarios suman devotos a su
religión con despliegues espectaculares que prometen sanar con oración.
Según ellos, en las grandes reuniones que
realizan al aire libre son capaces de curar la ceguera y la sordera,
entre otras discapacidades.
Ha habido intentos de medir el efecto de la oración.
Una profesora de estudios religiosos, Candy
Gunther Brown, hizo una investigación en Mozambique en la que utilizó un
audiómetro portátil y encontró que había una diferencia entre la
capacidad de oír antes y después de las oraciones. Lo que no se supo es
si la mejoría perduraba, pues los aldeanos generalmente desaparecen en
la noche tras una sesión de oración. De modo que todo podría tratarse de
un efecto placebo: del poder de la sugestión en lugar del de la
oración.
Saber o no saber
Si se quisiera medir si la oración cura por sí
sola, sin el poder de la sugestión, habría que asegurarse de que la
persona enferma no sepa que hay otros orando por su mejoría.
Los resultados de las investigaciones que se han hecho en hospitales no son concluyentes.
En 1988, Randolph Byrd hizo un experimento con
pacientes enfermos del corazón en el Hospital General de San Francisco.
Se oró por uno de los dos grupos y a ese le fue mejor. Los críticos, sin
embargo, señalaron que pudo ser una casualidad y se mostraron
escépticos frente a la metodología.
Cuando, en otro estudio, se le comunicó a un
grupo de pacientes del corazón que había gente rezando por ellos,
empeoraron en lugar de mejorar. Presuntamente porque les preocupaba que
se recurría a Dios era porque las cosas estaban muy mal.
Por otro lado, un estudio publicado en el
Journal of Reproductive Medicine parecía mostrar que las mujeres que
reciben tratamiento de fertilidad eran más propensas a concebir si
alguien oraba por ellas. El resultado era llamativo pero luego resultó
que uno de los tres autores del documento negó haber tenido algo que ver
con el experimento y otro era un parapsicólogo que fue encarcelado por
fraude financiero. De modo que el documento fue retirado de la página
web de la revista.
Cuando existen estudios contradictorios como
estos, los investigadores suelen hacer un metaanálisis en el que
combinan todos los estudios en un intento por obtener una imagen más
clara.
Los académicos que conforman la Cochrane
Collaboration se especializan en el metaanálisis y hace unos años
revisaron estudios sobre el poder de la oración.
La autora principal del metaanálisis fue Leanne
Roberts, que en ese momento era administradora del grupo, aunque
planeaba convertirse en vicaria y ahora es tesorera de la catedral de
Southwark, en Londres. Roberts no halló ningún efecto claro de la
oración, pero no estaba dispuesta a afirmar que era médicamente inútil.
La sanación no lo es todo
Para los creyentes, nada de esto es importante. A
ellos no les interesan los pequeños efectos con significado
estadístico; quieren milagros grandes y llamativos. Y la sanación no lo
es todo. Los miembros de Global Awakening también dicen que en su boca
han aparecido milagrosamente dientes de oro, que gemas preciosas se han
materializado en las sesiones de oración y que incluso han presenciado
resurrecciones.
Tyler Johnson dirige un ministerio llamado Dead
Raising Team (el equipo que resucita a los muertos) en Estados Unidos.
Él asegura que le ha devuelto la vida a varias personas. Incluso afirma
que convenció a las autoridades para que le emitieran una identificación
oficial que le permitiera tener acceso a los lugares donde han ocurrido
accidentes automovilísticos.
Johnson aparece en un documental llamado
"Deadraisers", que sigue a los entusiastas a hospitales y morgues
mientras tratan de resucitar muertos. Las víctimas, sin embargo,
permanecen inmutables.
Orar no parece curar, pero los fieles no se dan por vencidos.
Johnson se muestra renuente a ofrecer ejemplos
de casos exitosos. Y, en general, la evidencia que los creyentes citan
es poco convincente. Por ejemplo, hay un cardiólogo estadounidense que
supuestamente trajo de vuelta a la vida con la oración a un paciente que
sufrió de un ataque al corazón. Pero como también usó un desfibrilador,
para otros médicos la historia no tiene nada de especial.
Alun y Donna tampoco han tenido éxito con la
resurección. El año pasado, el hermano de Donna murió de un ataque al
corazón. En el momento en que llegaron a la morgue, llevaba ocho horas
muerto. Oraron por él durante casi una hora y, aunque en un momento
creyeron ver que se movía, no consiguieron nada más.
¿Eso los desanima? "No, en absoluto", dice Alun.
"La práctica hace al maestro", añade Donna. "En este país, usualmente
no tenemos acceso a los cadáveres".
Se necesita mucho para sacudir la fe de Alun y
Donna. El propio Alun tiene problemas médicos graves. Fue diagnosticado
con colitis ulcerosa cuando tenía 20 años, fue sometido a una cirugía
mayor, tuvo complicaciones y ahora está en una lista de espera para una
ileostomía.
Él necesita un milagro. Pero hasta el momento, a pesar de la oración, aún no ha llegado.
f. Creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia: tiene fe en que hay otra vida después de esta.
Conjunto de creencias de una religión: fe budista, musulmana, cristiana.
Confianza en el éxito de algo o alguien: tiene fe en ti.
Promesa: le dio fe de lealtad.
Testimonio, aseveración de que una cosa es cierta: el notario dará fe del resultado del concurso.
Documento que certifica la verdad de algo: fe de vida, de bautismo.
buena o mala fe Buena o mala intención: no te enfades con él, lo ha hecho con buena fe.
fe de erratasimpr. Lista de erratas encontradas en un texto después de su publicación, que se inserta en el libro junto con sus correcciones.
Hay otras emociones
positivas, pero estas siete son las más poderosas, y las que se
utilizan con mayor frecuencia en el esfuerzo creativo. Domine estas
siete emociones (sólo podrá conseguirlo mediante el uso), y las
otras emociones positivas estarán también a su disposición cuando
las necesite. En relación con esto, recuerde que usted está
estudiando un libro que tiene la intención de ayudarle a desarrollar
una «conciencia del dinero» llenándole la mente de emociones
positivas.
LAS SIETE GRANDES EMOCIONES NEGATIVAS (que deben evitarse)
La emoción del temor
La emoción de los celos
La emoción del odio
La emoción de la venganza
La emoción de la avaricia
La emoción de la superstición
La emoción de la cólera
La mente no puede verse ocupada por emociones positivas y negativas
al mismo tiempo.
En cada momento, unas u otras tienen que dominar. Nuestra
responsabilidad consiste en asegurarnos que las emociones positivas
constituyan la influencia dominante de nuestra mente. Para ello le
será de gran ayuda la ley del hábito. Adquiera el hábito de
aplicar y utilizar las emociones positivas. Acabarán por dominar su
mente de una forma tan completa que las negativas no podrán ya
penetrar en ella.
Sólo si sigue estas instrucciones literal y completamente podrá
adquirir control sobre su subconsciente. La presencia de una sola
emoción negativa en su subconsciente basta para destruir
todas las posibilidades de obtener ayuda constructiva de su
subconsciente.