Monday, March 28, 2011

LECCION 28ª Toses, bostezos, picores


Hay ciertas reacciones naturales, no especialmente agradables, que a veces se presentan en los momentos más inoportunos (en un almuerzo, en una conferencia, en el teatro, etc) y ante lo que hay que saber reaccionar:

La norma básica en estos casos es comportarse con naturalidad, quitándole importancia y, sobre todo, evitando el sentimiento de ridículo.

Algunas reglas que se deben tener presente son:

Toses

En la medida de lo posible, amortiguar el ruido, conteniéndose uno si puede o tapándose con el pañuleo (nunca con la servilleta).

Si estamos en la mesa o en una conversación, giraremos la cabeza hacia el exterior.

A continuación pediremos disculpas, pero en un tono bajo, casi imperceptible, restándole importancia a lo sucedido.

Si el estornudo es repetitivo, nos retiraremos al aseo hasta que se nos pase.

Una vez que se ha utilizado el pañuelo, se volverá a guardar, doblándolo de una manera informal, sin prestarle mayor atención. Nunca se debe examinar la marca dejada y menos aún enseñarla al resto de los comensales como si se tratara de un trofeo de caza.

Bostezos

El bostezo es siempre un comportamiento rechazable, que denota un aburrimiento insuperable y que, por tanto, hay que tratar de evitar a toda costa.

Si el bostezo se presenta de manera imprevista y no se puede reprimir hay que saber reaccionar:

Disimulándolo en la medida de los posible, tapándose la boca con la mano, la servilleta, etc.

Si no se consigue disimular y es percibido por los presentes, hay que reaccionar con naturalidad, incluso con humor, haciendo algún comentario jocoso del tipo "se ve que el café me ha desvelado".

Picores

El rascarse es siempre un comportamiento de mal gusto que hay que tratar de evitar por todos los medios.

Por tanto, si se presenta un picor insoportable hay que tratar de:

rascarse lo más disimuladamente posible.

Evitar comentarios ordinarios del tipo "vaya tela, cómo me pican los ...."

Si el picor exige una respuesta enérgica, lo mejor es retirarse al aseo y allí rascarse a placer.

Sunday, March 27, 2011

LECCION 27ª Regalos


El regalo debe ser una manifestación sincera del cariño y del aprecio hacia otra persona por lo que exige dedicación en su elección.

Hay todo un arte de regalar y ser regalado.

La persona que regala debe tener presente:

El regalo debe ser algo que vaya a gustar a la persona que lo recibe, por lo que hay que preocuparse por conocer sus gustos, sus aficiones, etc.

Lo más valorable de un regalo no es el valor del mismo sino la dedicación que se ha puesto en su elección.

Los regalos muy personales (colonia, ropa, etc.) sólo deben hacerse a familiares y amigos muy allegados.

Un regalo que siempre será agradecido son las flores y los libros.

El valor del regalo debe ser apropiado a la ocasión, ni demasiado discreto ni demasiado costoso, ya que podríamos poner a la persona que lo recibe en una posición incómoda.

Hay que evitar regalos poco originales, demasiado "típicos" (por ejemplo, regalar a los novios marcos, bandejas, etc.) demuestran muy poco esfuerzo en su elección.

No se debe regalar de lista de boda.

Hay ocasiones especiales en las que hay que regalar y no hacerlo demostraría una falta de atención inexcusable: cumpleaños, nacimientos, bodas, etc.

En todo caso, no hay nada que se agradezca más que recibir un regalo en una fecha cualquiera.

Por su parte, se deben evitar las fechas comerciales, como "el día de los enamorados" (el día del padre y de la madre están ya tan arraigados que son ocasiones inexcusables de regalo).

Hay que regalar en el momento oportuno: antes de la boda, el día del cumpleaños, cuando se visita al recién nacido, etc.

Un regalo tardío pierde aliciente y demuestra falta de atención.

Si nos invitan a comer o a cenar hay que llevar un detalle, como flores, bombones, etc.

Hay que cuidar la presentación del regalo, su envoltorio (no se puede entregar un regalo en una bolsa de plástico cualquiera).
Por supuesto, no hace falta decir que el regalo no puede llevar el precio (por muy elevado que éste sea).

La persona que recibe el regalo:

Debe agradecerlo sinceramente: hay que valorar la dedicación que ha puesto la persona que nos regala, con independencia de que el regalo nos guste o no.

El regalo se abrirá en presencia de la persona que no regala.

Si el regalo fuera una caja de bombones se ofrecerá a los postres, si fuera una botella de vino se servirá en la comida.

El regalo se mostrará al resto de los invitados y luego se guardará cuidadosamente, evitando que el regalo quede "arrumbado" en un rincón del salón.

Si fueran flores se pondrán en un jarrón y se colocarán en un lugar bien visible del salón, del hall, etc.

Hay que ser delicado si algunos invitados nos regalan y otros no: hay que evitar que estos últimos se puedan sentir incómodos.

Cuando se marche la persona que nos ha regalado se le volverá a dar las gracias.

Los regalos no deben cambiarse, sólo en casos muy concretos como, por ejemplo, un libro o música que ya tenemos.

Friday, March 25, 2011

LECCION 25ª Cómo vestir (II)


Hay normas de elegancia generalmente aceptadas, si bien comenzamos a entrar en un terreno muy subjetivo.

El tema es tan amplio que sólo vamos a comentar algunos patrones generalmente aceptados de la vestimenta masculina, ya que en el caso de la mujer la creatividad no tiene límite, siendo lo más importante el conseguir crear un estilo personal propio.

El hombre debe tener presente:

Con traje azul marino se debe llevar zapato negro (de cordones, aunque también son aceptables los mocasines) y calcetín azul marino o negro.

Con traje gris, el zapato debe ser marrón o burdeo y el calcetín del mismo color.

Traje beige o verde-caqui: zapato y calcetín burdeo.

Conviene recordar que el calcetín siempre debe ser más oscuro que el traje.

Las camisas más elegantes son las de doble puño, para llevar pasadores (discretos) y por supuesto sin bolsillo. Es opinable si deben llevar las iniciales grabadas (particularmente entendemos que no). El color de la camisa debe combinar con el del traje: hay miles de opciones, pero entre las más tradicionales podemos destacar:

Traje azul marino: camisas lisas de color celeste o blanco; camisas blancas con rayas finas de color azul marino.

Traje gris: camisas lisas de color celeste, blanco, beige claro, rosa pálido; camisas blancas con rayas finas de color burdeo.

Traje beige: camisas lisas de color celeste o beige claro.

Traje verde-caqui: camisas lisas de color beige claro o rosa pálido.

En todo caso, hay que tener presente que la camisa siempre debe ser de color más claro que el traje.

La corbata es el elemento más personal de la vestimenta masculina y donde uno se puede permitir un cierto toque de atrevimiento. En todo caso, debe combinar con el color del traje y el de la camisa.

Hay que ir renovando la colección de corbata y ésta debe estar inmaculadamente limpia, especialmente su nudo que tiende a ensuciarse.

La corbata debe llegar hasta el cinturón, queda un tanto ridículo que cuelgue en exceso o que se quede corta.

El pisa corbata está ya pasado de moda.

En todo caso, tanto con traje como con prendas informales, hay que respetar tres máximas:

No llamar la atención.

Evitar excentricidades (hay que ser un auténtico experto en el vestir para poder permitírselas).

No ser presuntuoso.

Por último, basar el vestuario exclusivamente en grandes marcas (Hermes, Lotusse, Rolex, etc.) sólo denota una ausencia preocupante de iniciativa y de personalidad.

Thursday, March 24, 2011

LECCION 24ª Cómo vestir (I)


El saber vestir distingue definitivamente a la persona elegante:

La elegancia es sobria: hay que ir elegante sin llamar la atención. Tan censurable es ir fachoso como sobrecargado ("overdressing").

Le elegancia es pulcra: ante todo hay que ir bien aseado, bien afeitado, bien peinado, dientes cepillados, uñas limpias, etc.

Ropa limpia, bien planchada, zapatos relucientes.

La elegancia es práctica: hay que vestir según la ocasión: a una fiesta hay que ir arreglado y al campo hay que ir informal (tan malo es ir a una cena en vaqueros, como al campo con chaqueta y corbata).

La elegancia es pudorosa: si es usted grueso no vaya con ropa señalada, trate de disimular su tripa, si tiene varices no vaya con minifalda, evite que se le señale la ropa interior, en la playa no vaya marcando sus atributos (por muy orgulloso que se pueda sentir).

La elegancia tiene personalidad: tenga su propio estilo personal, no se deje llevar permanentemente por los dictados de la moda.

Saber vestir es complicado y sólo el buen gusto, el sentido común y la experiencia nos permiten ir avanzando en el conocimiento de este difícil arte.

Las reglas del buen vestir son variadísimas, pero hay unos estándares mínimos que toda persona debería conocer y respetar:

El chándal se utiliza exclusivamente para hacer deporte: ir en chándal por la ciudad no es apropiado.

Los calcetines blancos se utilizan para jugar al tenis, y nada más. Tampoco calcetines pastelosos (color celeste, cremoso, grisaceo y otras variedades).

Las camisas interiores de tirantes tan sólo la utilizan ya personas mayores. Entre la gente joven han quedado totalmente desfasadas.

Los zapatos de rejilla no son especialmente estéticos.

Sandalias de hombre (¡¡ glubbb !!) y además con calcetines (peor).

No se debe llevar el manojo de llaves asomando por el bolsillo.

Los hombres sólo deben llevar la alianza, ningún otro anillo es admisible y menos "pulseritas" con el nombre de la novia (¡¡ Por Dios !!).

Bolsos de hombres, vulgarmente conocidos como "mariconeras": hay que evitarlos.

Móvil colgando del cinturón (abstenerse).

Gafas de sol en días de invierno con un cielo plomizo (sin comentarios).

Peluquines: no son aceptables. La calvicie hay que aceptarla con elegancia.

Las mujeres no debe ir exageradamente perfumadas, puede que el perfume que utiliza no sea del agrado general.

Wednesday, March 23, 2011

LECCION 23ª Funeral


El fallecimiento de un familiar es la experiencia más dolorosa que puede vivir una persona. En este trance tan difícil, los amigos y familiares tratarán de arropar lo más posible a la familia del difunto.

En estos momentos, también hay unas reglas de conducta que conviene observar:

La familia del fallecido deberá comunicar a los más allegados la muerte del familiar. Como los familiares más cercanos pueden estar muy afectados, algún otro pariente debe encargarse de ello.

La familia más cercana vestirá de luto, siendo aceptable colores oscuros o una combinación de blanco y negro, no siendo indispensable el negro riguroso.

Los familiares y amigos más allegados acompañarán a la familia del difunto antes del entierro. Las personas menos allegadas enviarán cartas o telegramas de condolencia (mejor que llamadas de teléfono).

Estas personas menos allegadas pueden no asistir al entierro, pero la asistencia al funeral es inexcusable: uno puede no asistir a una boda o a una fiesta, pero nunca es admisible no asistir a un funeral.

La puntualidad debe ser exquisita: a un funeral no se puede llegar tarde.

Se debe ir vestido con traje oscuro: no son admisibles colores claros o brillantes, joyas exageradas, etc.

En el funeral hay que mantener una actitud de máxima seriedad y respeto.

No hay una imagen más terrible que una familia destrozada y a pocos metros dos supuestos amigos de la familia saludándose efusivamente y conversando animadamente.

Se esperará al final de la ceremonia religiosa para dar el pésame a la familia del difunto:

El pésame debe ser sencillo, corto y digno: por ejemplo, "estamos muy apenados", "mucho ánimo", etc. Hay que evitar frases tópicas del tipo "con lo bueno que era", "siempre se van los mejores", "que tragedia, si ayer se le veía tan lleno de vida", y, por supuesto, nada de empezar a relatar anécdotas vividas con el difunto.

Si la familia del difunto estuviera muy afectada no se le molestará, siendo más conveniente llamarles o visitarles unos días después.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...