Caso: Tengo un tema con la compasión y/o humildad, la verdad no se como llamarlo, para explicarlo bien mi madre de pequeño siempre me decía que si alguien me hacia algo ya sea burla, matonaje, etc yo tenia que dejar a esa persona que hiciera lo que quiera conmigo porque algún dia esa x persona le iba a llegar su karma o su castigo divino, pero resulta que no soy de esperar castigo divino lo que me causa ansiedad no poder hacer algo y si algo para defenderme aparece mi madre y/o otra persona tratándome de mala persona por defenderme de algo que yo creo injusto. Es como si odiar o defenderse fuera malo.
1 ¿Cómo te sientes cuando te encuentras en situaciones en las que crees que debes defenderte pero sientes conflicto por lo que te enseñaron sobre la espera de un castigo divino? Mal, me siento impotente, indefenso, cansado, frustrado de no poder hacer nada es como si me quitaran mi deseo de poder manifestar una justicia hacia algo que creo justo para mi.
2 ¿Qué significado tiene para ti la compasión y la humildad en tu vida? ¿Cómo crees que se relacionan con tu forma de responder ante las situaciones en las que te sientes injustamente tratado/a? Creo que la compasion y la humildad es una mierda, no sirve para nada, mientres la gente prepotente tiene una vida llena de ego y bienes materiales yo me debo conformar con valores espirituales que no me ayudan en nada a crecer ni materialmente ni en otras areas de mi vida porque esos valores solo seran reflejado en teoria cuando te mueras, pero nadie ha vuelto de la muerte para decir si es verdad o no.
3 ¿Has experimentado ansiedad o conflicto interno al intentar equilibrar tus propias necesidades de defensa y protección con el valor de la compasión y la humildad? Ansiedad y cansancion porque no puedo ser toda la vida alguien "bueno" socialemente si no me respetan.
4 ¿Has reflexionado sobre cómo las enseñanzas de tu madre y la influencia de otras personas han moldeado tu percepción de la respuesta ante la injusticia? ¿Crees que estas enseñanzas te han ayudado o te han limitado en tu desarrollo personal? Limitado, porque mi padre es ebrio y nadie nunca hizo nada esperando "justicia divina" o que cambie solo, en lo laboral es lo mismo tengo que ser "bueno" para esperar quizas a lo mejor algo mejor y mientras tanto dejarme humillar por mis superiores, eso fue en mi empleo pasado.
5 ¿Cómo crees que tu dificultad para defender tus derechos y expresar tus emociones en situaciones injustas ha afectado tus relaciones personales y tu bienestar emocional? En quedarme en nada, frustrado esperando una justicia divina, sin poder odiar porque es "malo" o desear que alguien le vaya mal por que es "karma", me hace sentir como vibra siempre en positivo y espera espera espera.
6 ¿Has considerado la posibilidad de establecer límites saludables y comunicar tus necesidades de manera asertiva en lugar de esperar un castigo divino o sentirte mal por defender tus derechos? Si he tratado pero la gente en mi entorno es muy mal educada, y si me defiendo me tratan de mala persona.
7 ¿Qué creencias o mensajes internos te dices a ti mismo/a cuando te encuentras en una situación en la que sientes la necesidad de defender tus derechos? ¿Cómo crees que estas creencias limitantes afectan tu autoestima y confianza en ti mismo/a? Me siento bien conmigo mismo porque hice algo, pero el esperar esa justicia divina me mata, por ejemplo del empleo anterior que fui despedido les deseo que les vaya mal pero mis amistades "espirituales" me dicen que es malo, entonces quedo como malo, pero que deberia hacer? bendecir haber perdido 5 años de mi vida en una empresa que no sumo y resto en mi vida?
8 ¿Has buscado apoyo o consejo de expertos en el ámbito de la psicología o el desarrollo personal para obtener herramientas y perspectivas adicionales sobre cómo equilibrar la compasión y la humildad con la necesidad de defender tus derechos? Si otra mierda màs, mi psicologo (el ultimo) me dijo que yo estaba mal y que tenia que haber "aguantado" humillaciones por parte de mis jefes para tener un empleo , lo que creo que es malo y no saludable. Mi amigas espirtuales me dicen que tengo que ser compasivo, pero como dije anteriormente no creo que la compasion sume o reste en temas concretos o fisico.
9 ¿Qué estrategias podrías implementar para desarrollar una mayor comprensión y equilibrio entre la compasión, la humildad y la defensa de tus derechos? ¿Cómo podrías practicar la autocompasión y aceptación personal sin dejar de protegerte en situaciones injustas? Ser asertivo y afrontar todo con audacia, confiar en mi intuicion que siempre esta conmigo.
10 ¿Qué te gustaría lograr en términos de tu forma de responder ante situaciones injustas? ¿Cómo crees que esto contribuiría a tu bienestar emocional y autoaceptación? Justicia, si alguien me hace algo malo que lo pague , nada de esperar años para ver el resultado de una justicia como lo son los abuso de poder, buylling, etc.
Diagnóstico:
En base a tu relato, parece haber una tensión entre tus creencias sobre la compasión y la humildad, y tu necesidad de defender tus derechos y protegerte en situaciones injustas. Parece que las enseñanzas de tu madre y la influencia de otras personas han limitado tu desarrollo personal, llevándote a esperar un castigo divino en lugar de tomar acciones asertivas para abordar las injusticias. Esta tensión ha afectado tu bienestar emocional y tu autoestima, generando ansiedad y frustración.
Sugerencias:
Reflexiona sobre tus creencias y valores: Explora más a fondo tus creencias sobre la compasión, la humildad y la justicia. Cuestiona si estas creencias te están ayudando o limitando en tu vida. Considera qué valores te gustaría cultivar y cómo pueden guiarte hacia una respuesta más equilibrada ante las situaciones injustas.
Establece límites saludables: Aprende a comunicar tus necesidades y defender tus derechos de manera asertiva, sin perder de vista la compasión hacia los demás. Reconoce que protegerte a ti mismo/a no te convierte en una mala persona, sino en alguien que valora su bienestar y dignidad.
Practica la autocompasión: Permítete sentir y validar tus emociones, incluso cuando se trata de situaciones de injusticia. Cultiva la compasión hacia ti mismo/a, reconociendo que mereces ser tratado/a con respeto y dignidad.
Busca apoyo adecuado: Considera la posibilidad de buscar el apoyo de un profesional de la psicología o del desarrollo personal que te brinde una perspectiva objetiva y te ayude a encontrar un equilibrio entre la compasión y la defensa de tus derechos.
Libro recomendado: "El arte de ser asertivo" de Verónica de Andrés y Francisco Javier Labrador.
Película recomendada: "El Gran Dictador" dirigida por Charles Chaplin.
Álbum musical recomendado: "21" de Adele.
Estas sugerencias son generales y es importante recordar que cada persona es única. Si sientes que necesitas ayuda adicional, te animo a buscar apoyo profesional personalizado para abordar tus preocupaciones de manera más específica.
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Creencias limitantes:
"Debo esperar el castigo divino para que se haga justicia en situaciones injustas".
"Ser compasivo y humilde significa dejar que otros abusen de mí".
"La defensa de mis derechos es egoísta y va en contra de la compasión".
"No puedo ser una buena persona si me defiendo de las injusticias".
"No tengo derecho a expresar mis emociones y necesidades en situaciones injustas".
Frases rompeacuerdos desde la resiliencia subversiva:
"Reconozco que merezco justicia y dignidad, y tomaré acciones para defender mis derechos".
"La compasión no implica permitir que me maltraten, sino buscar un equilibrio entre cuidar a los demás y cuidarme a mí mismo/a".
"Soy capaz de ser compasivo/a y defenderme al mismo tiempo, encontrando un enfoque que respete tanto mis valores como mis necesidades".
"La autenticidad y la integridad van de la mano, y defender mis derechos no me convierte en una mala persona".
"Tengo derecho a expresar mis emociones y necesidades de manera asertiva, sin perder de vista la importancia de la compasión hacia los demás".
Recuerda que estas frases rompeacuerdos son herramientas para desafiar las creencias limitantes y fomentar la resiliencia subversiva. Puedes adaptarlas y personalizarlas según tus propias circunstancias y necesidades.
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Cuento
Había una vez un pequeño pueblo rodeado de exuberante naturaleza y habitado por personas amables y solidarias. En este pueblo vivía un joven llamado Lucas, quien poseía un corazón lleno de compasión y anhelos de justicia.
Desde muy pequeño, Lucas había sido enseñado por su madre a tener compasión y humildad hacia los demás. Le repetía constantemente que debía perdonar y dejar que el universo se encargara de impartir justicia. Si alguien le causaba daño, su madre le decía que esperara, ya que el castigo divino llegaría a quienes lo merecieran.
A medida que Lucas crecía, comenzó a notar que algunas personas abusaban de su buena voluntad y se aprovechaban de su actitud compasiva. Era testigo de injusticias a su alrededor, pero se sentía limitado para tomar acción, ya que creía que defenderse o buscar justicia era contrario a la compasión y humildad que le habían enseñado.
Un día, mientras caminaba por el pueblo, Lucas presenció una escena de abuso hacia un anciano indefenso. Su corazón se llenó de indignación y deseó poder hacer algo para protegerlo. Pero la voz de su madre resonó en su mente, recordándole que debía esperar por la justicia divina.
Esa noche, Lucas reflexionó sobre sus creencias y se dio cuenta de que estaba limitando su capacidad de ayudar y marcar la diferencia en su comunidad. Decidió que era momento de romper esos acuerdos limitantes y abrazar una mentalidad resiliente y subversiva.
Con valentía, Lucas se levantó al día siguiente y comenzó a actuar. Organizó un grupo de vecinos comprometidos con la justicia social y juntos emprendieron acciones para proteger a los más vulnerables, combatir la corrupción y fomentar la igualdad de oportunidades.
A medida que Lucas y su grupo luchaban por la justicia, su comunidad se transformaba. La compasión y la humildad se combinaron con la acción directa, creando un equilibrio que permitía proteger a los más necesitados sin descuidar los valores fundamentales.
Con el tiempo, el pequeño pueblo se convirtió en un ejemplo de resistencia y solidaridad. Lucas comprendió que la compasión no implicaba ser pasivo ante las injusticias, sino usarla como fuerza motriz para crear un cambio positivo en el mundo.
Y así, Lucas y su comunidad escribieron una nueva historia donde la compasión, la humildad y la acción se unieron en un poderoso mensaje de esperanza y justicia. Desde entonces, Lucas nunca más se sintió limitado por creencias restrictivas, sino impulsado por la convicción de que todos merecen vivir en un mundo más justo y equitativo.