Cada vez más personas quieren cambiar su forma de alimentarse con
el fin de perder peso y estar más sanas. Sin embargo, la comida rápida
aparece en nuestra vida, muchas veces, como la única alternativa que
hay, ya sea debido al tiempo o por el lugar en el que estamos a la hora
de comer. Si tienes que ir a un restaurante de comida rápida, no
necesariamente tienes que comer mal. Aquí te cuento qué puedes hacer
para evitar que una comida rápida sea una explosión de calorías que
saboteen tu plan de comer de forma saludable.
Si te prometiste comer bien y abandonar las frituras y las comidas
rápidas, haz dado un gran paso para bajar de peso y estar saludable. Sin
embargo, en ocasiones, nuestros esfuerzos por comer siempre de forma
balanceada y sana se ven comprometidos si estamos en algún lugar en
donde la única opción es la comida rápida. Tal vez estés en un centro
comercial o de viaje con tu familia y no encuentras nada más que cadenas
de comida rápida cuando es hora de comer.
Pero encontrarte en un restaurante de comida rápida no significa que
no tienes opciones y que tienes que consumir muchas calorías.
Afortunadamente, existen formas de comer ahí sin excederte. Toma nota de
estos consejos que de seguro no sabotearán tu dieta:
- Algunos restaurantes de comida rápida publican el contenido nutricional de sus alimentos en su sitio de Internet (sitio Web) o en el mismo restaurante. Así que allí podrás ver cuántas calorías tiene cada platillo y podrás elegir la mejor opción
- Es común que los restaurantes de comida rápida ahora ofrezcan un menú con menos calorías.
- Si no encuentras estas opciones, entonces opta por las porciones pequeñas. Pedir un sándwich (emparedado) pequeño es mejor que una hamburguesa de tres pisos que puede tener hasta 1,000 calorías. Incluso las opciones del menú infantil son ideales para no excederte en calorías.
- Si te ofrecen agrandar las papas o los anillos de cebolla, no aceptes aunque la tentación sea grande. Mejor aún: elige un plato para acompañar que sea saludable como por ejemplo, una ensalada pequeña, papas al horno, trocitos de manzana, o de maíz.
- Aprende qué significan palabras como “crujiente” y “cremoso”. Estas se refieren a métodos de preparación que involucran mucha mantequilla, queso y crema. Las palabras que debes elegir son “al horno”, “hervido” y “a la parrilla”.
- Elige siempre una ensalada para acompañar o simplemente, para que sea tu plato fuerte. Puedes agregarle pollo a la parrilla o camarones. Recuerda pedir el aderezo en un recipiente aparte y no agregar queso ni pedacitos de tocino pues suman calorías que quieres evitar.
- Comparte: aprovecha los tamaños agrandados de las comidas para compartirla con alguien.
- Pregunta si hay una porción más pequeña de lo que ordenaste o simplemente guarda la mitad para el día siguiente.
- Ten cuidado con las bebidas: las sodas grandes contienen un promedio de 300 calorías. Así que mejor refréscate con agua mineral o con gas, té que no contenga azúcar o soda (refresco) de dieta. Las malteadas ni las contemples: una de tamaño grande puede llegar a tener 800 calorías.
- Pide siempre opciones más saludables: mayonesa baja en grasa, pan integral o queso bajo en grasa.
Con estos consejos y teniendo siempre en cuenta el tamaño de las
porciones, puedes salir de un restaurante de comida rápida sin sentirte
culpable. La clave es saber elegir y buscar otras opciones más sanas
para tu menú.
Así que no hay excusa: incluso en los lugares de comida rápida puedes ganarle la batalla a las calorías.