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Friday, February 15, 2013

¿Cuál es la prisa? (BBC)


Sin ninguna prisa, la capital del Reino Unido hace un llamado a la calma.

"Londres desacelera" es el nombre de un festival que a partir de este viernes y hasta el 4 de mayo promueve, con parsimonia, una serie de acciones para llevar una vida más lenta.

Conciertos de música de relajación, un banquete público con platillos de cocción lenta y una muestra de arte sin apuro -enfocada en la artesanía- son algunas de las actividades que se han organizado.

Los londinenses agobiados también podrán disfrutar de una caminata de media hora en un trayecto que, a ritmo normal, duraría sólo cinco minutos.

Habrá calmadas charlas e incluso una sobre las ventajas económicas de la lentitud.

"Estamos tan ocupados y conectados a la computadora que no tenemos tiempo para caminar. La tasa de obesidad ha dado un salto impresionante en los últimos años", advierte Carl Honoré, patrocinador del movimiento.

Nelly trabaja en una agencia de diseño y antes de abordar el metro rumbo a su trabajo, habló con BBC Mundo sobre las ventajas de desacelerar el ritmo cotidiano.

"Es bueno para las personas porque te fuerza a cambiar tu patrón normal". Añadió que le gustaría tener "algunas mañanas libres a la semana".

Toby, un londinense de avanzada edad, dijo, por su parte, que "el que los londinenses desaceleren el ritmo es algo que no pasará nunca". Phil, otro de los transeúntes consultados por esta reportera, se mostró totalmente opuesto a la idea, planteando que "Londres no sería Londres si fuera lenta".

Lentitud, lo que le falta al muerto

Dice un refrán popular que si hay algo que no tiene un muerto es su salud. Esta, la salud, es la base de nuestra existencia y un elemento fundamental de la filosofía "Slow".
El profesor británico Robert Wiseman, quien encabezó un estudio sobre la rapidez del caminar en 35 ciudades del mundo, señaló que "el ritmo de caminar es 10% más rápido que nunca. Mientras las personas aceleran sus vidas están dejando de comer bien, hacer ejercicio o reunirse con amigos y familia. Estas cosas pueden conducir a un infarto".
La vida veloz también perjudica a la salud mental según Carl Honoré.

"Los psicólogos están viendo una explosión de problemas psicológicos", y este aumento, dijo el experto, se debe a que "vivimos en un estado de malestar".

Busi, una enfermera que a pesar de estar de pie, dormía mientras viajaba en el metro, nos comentó que "el estilo de vida actual es demasiado agotador".

Sin embargo, pesa la prueba contraria. Dinamarca es el país más feliz del mundo, pero su capital es la segunda ciudad más rápida, según dos estudios distintos, uno de la Universidad de Leicester en 2006 y el segundo, del British Council en 2007.

"Llegar a tiempo es llegar lejos"

Hay quienes consideran que una de las principales causas del subdesarrollo de las naciones del tercer mundo es la falta de puntualidad. 

Ecuador adoptó la "Campaña Contra la Impuntualidad" en 2003. Perú inició en 2007 una iniciativa parecida que se llamó precisamente "Llegar a tiempo es llegar lejos".
Hay cosas que podemos aprender de la cultura latinoamericana, por ejemplo, la importancia de las relaciones afectivas, Carl Honore, patrocinador de "Slow Down London"
Chile perdió US$385 millones por la impuntualidad en 2006, según un estudio del Instituto Libertad y el año pasado surgió la idea de organizar una campaña para remediar la situación.

Del otro lado del mar, Carl Honoré señala que los londinenses "se sienten esclavos del reloj." 

"Vivimos rodeados de una riqueza material inédita en la historia humana, pero por otro lado nos sentimos solos, desconectados y angustiados", dijo a BBC Mundo.

"Es posible", señaló, "vivir una vida altamente productiva y creativa sin tener que apurarse".

Vicky trabaja de asistente administrativa y al hablar con ella en la calle cargaba en sus brazos un montón de trabajo pendiente. "Prefería tener más tiempo que más dinero", comentó.

A Mark no le gusta la cultura de la rapidez que acompaña al crecimiento económico. Es director comercial del centro cultural Somerset House.

"Doy la bienvenida a la recesión, y espero que dure un buen rato porque nos ha permitido una pausa para respirar", dijo.

Y añadió: "Durante los pasados cinco años el ritmo de vida se ha vuelto insostenible".

Un problema global

Honoré asegura que todos países del mundo se podrían beneficiar del movimiento "Slow".

Actualmente, según el Fondo de Población de la ONU, la mayoría de la población mundial vive en centros urbanos, donde se concentra la cultura de la rapidez y sus supuestos efectos negativos.

Jack, un contador italiano, asegura que "en Milán es igual que aquí" y Mark, director comercial, señala que la cultura de la rapidez no se encuentra solamente en El Reino Unido. 

"Si quieres ver personas realmente apuradas debes ir a Japón, a Estados Unidos o a Dubai, donde se trabaja 6 días a la semana", dijo.

Un toque de cultura latina

Para enfrentar este problema, Honoré recomienda que nos quedemos unos momentos sin hacer nada, que nos quedemos en el parque, mirando la arquitectura, y también propone que nos demos un toque de cultura latina. 

Londres
¿Qué tal un "break" con mate argentino?

"Hay cosas que podemos aprender de la cultura latinoamericana, por ejemplo, la importancia de las relaciones afectivas, de sentarse a tomar un café en el bar de la esquina y mirar el mundo, tomar un mate por ejemplo, en Argentina".

Añade que "la familia es mucho más importante en estos países que en el mundo anglosajón, y la familia funciona como un freno."

Elena, diseñador de moda, asegura que "en España valoramos más la comida". También aconseja que "debemos de aprovechar el acceso que tenemos a la filosofía oriental".

El cambio es difícil pero alcanzable. "Siempre estoy retrasada, siempre encuentro tiempo para poner una velita en la iglesia, pero siempre estoy retrasada", dice una jadeante Corrine, administradora, mientras corremos desde la estación del metro a su oficina.

Póngase a prueba

Las siguientes preguntas le pueden ayudar a identificar si se mueve demasiado rápido en la vida. Si obtiene cinco o más respuestas positivas es indicador de que debe de tomarse las cosas con más calma:

1) ¿Le parece que usted mira el reloj más que otras personas?
2) ¿Cuando alguien se demora mucho en explicarse, le gustaría apurarlo?
3) ¿Muchas veces usted termina de cenar antes que los demás, quienes empezaron al mismo tiempo?
4) ¿Cuando camina en la calle, se siente frustrado porque las otras personas le bloquean el paso por caminar más lento?
5) ¿Se pondría irritada si se sienta durante una hora sin hacer nada?
6) ¿Se sale de los restaurantes y tiendas en busca de una fila más corta?
7) ¿Si se encuentra en tráfico lento, le parece que se pone más enojado que los otros conductores? 

Thursday, April 12, 2012

Chicos Estresados (laguia2000.com)


Cada vez más los chicos son sobre exigidos con agendas repletas de actividades extra escolares, que no les dejan tiempo para jugar.

Como a los adultos, este estilo de vida que se observa en la clase media y media alta de sociedades urbanas, a los chicos les produce estrés.

Es una realidad que preocupa a maestros, pediatras y psicólogos cuando detectan en niños de siete a diez años trastornos similares a los de los adultos, como contracturas, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales recurrentes que son signos de estrés, pudiendo presentar además problemas neurolingüísticos asociados al proceso de comprensión.

Carl Honoré, autor del libro “Bajo presión”, señala que estamos viviendo la época del “niño dirigido”, demasiado cuidado y controlado, y amarrado a una maraña de cursos, talleres y actividades varias reguladas, que hacen que los chicos se enfermen más por permanecer mucho tiempo en lugares cerrados y poco tiempo al aire libre, por falta de movimiento, por tener que asistir a largas jornadas escolares, por no poder jugar en forma espontánea y sufrir mucha presión, con padres a su vez exigidos que tienen altas expectativas puestas en sus hijos. Pero este deseo de los padres de que sus hijos los superen, tiene un alto costo en los niños.

Los padres de clase media no pueden dejar grandes herencias a sus hijos como para asegurarles el futuro, por eso se preocupan en darles por lo menos la oportunidad de una buena educación, para que se puedan defender en la vida.

Algunos chicos no son aptos para colegios de doble escolaridad bilingües, ya sea porque les resulta difícil o porque son demasiado inquietos como para prestar atención tanto tiempo.

Cuando el nivel de exigencia es mayor del que pueden soportar, los chicos se enferman, desafían a sus padres, se rebelan, se portan mal en la escuela y terminan desbaratando los planes de sus padres creando serios conflictos.

Estamos viviendo una época que se caracteriza tanto por el nivel de exigencia como por los desbordes y la irresponsabilidad generalizada de niños y jóvenes; y la falta de comunicación los convierte en bombas en potencia si no tienen la oportunidad de hablar de sus problemas.

Ni en la casa ni en la escuela tienen un espacio para reflexionar, un canal para decir lo que les molesta, porque tanto padres como maestros sofocan los conflictos castigando a quienes los provocan pero no los enfrentan, cuando en realidad pueden ser constructivos y útiles para promover los cambios necesarios y favorecer el crecimiento.

Hoy en día los chicos como los adultos tienen que llevar agendas para anotar todas sus ocupaciones y obligaciones; y hasta los cumpleaños les producen estrés, un festejo que debería ser espontáneo pero que se ha convertido en un complejo ritual rígidamente estructurado que no deja lugar para ser distinto.

El mercado no puede dejar de lado la potencial fuente de recursos que representan los niños, por lo tanto crea la necesidad de hacer ciertas cosas que todos creen que deben hacer para pertenecer y ser aceptados.

Es necesario reflexionar sobre lo pernicioso de estas prácticas que nos llevan a hacer lo que quieren otros y no lo que deseamos nosotros, discriminando entre lo que es manipulación y lo que se ajusta realmente a nuestros deseos y principalmente a los deseos de nuestros hijos.

Carl Honoré se pregunta hasta qué punto es beneficioso que los chicos se formen de tal modo en lo funcional, en el cumplimiento de los objetivos y en la necesidad de destacarse del resto, sin tener la oportunidad de disfrutar de un tiempo improductivo que le permita ver más allá de lo convencional conocido y poder ser así más creativos.

Fuente: “Bajo presión”; Carl Honoré.
http://psicologia.laguia2000.com/psicologia-de-ninos/chicos-estresados
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