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Sunday, February 1, 2015

Calma (Vocabulario)

  1. f. Estado de la atmósfera cuando no hay viento:
    tras la tempestad viene la calma.
  2. Paz, tranquilidad:
    lo más importante es no perder la calma.
  3. Cachaza, pachorra:
    habla con una calma desesperante.
  4. calma chicha Estado del mar en que el aire está en completa quietud:
    aprovecharon la calma chicha para salir con la motora.

Calma

  • tranquilidad, paz, quietud, reposo, sosiego, placidez, apacibilidad, balsa de aceite, calma chicha
    • Antónimos: intranquilidad
  • bonanza, escampada
  • apatía, flema, pachorra, cachaza, lentitud, parsimonia, impasibilidad, inmovilidad
    • Antónimos: rapidez
  • cesación, suspensión

Sunday, May 4, 2014

4 buenas razones para hacer ejercicios de estiramiento y flexibilidad (vidaysalud.com)

 
Un músculo flexible y fuerte es un músculo sano. ¿Cómo puedes evitar que el paso del tiempo le vaya quitando soltura a tus movimientos? Los ejercicios de estiramiento te pueden ayudar, ya que son una manera excelente de mantener y recuperar la buena forma muscular. 
 
Lo último que quiere hacer Adela, a sus casi 70 años de edad, son esos ejercicios de estiramiento que le aburren tanto. “Los hago por indicación del médico”, se queja frente a sus nuevas compañeras que no dejan de mirarla, asombradas por la flexibilidad y la capacidad de adoptar posturas que ellas no logran alcanzar, a pesar de que apenas pasan los 30.

Es que, efectivamente, los ejercicios de estiramiento que  muchas veces se pasan por alto en los gimnasios, tal vez porque son muy lentos, porque resultan aburridos o porque parecen innecesarios, pueden resultar sumamente beneficiosos y, a largo plazo, sus efectos se notan, ya que son muy saludables.

Los ejercicios de estiramiento aportan varias e importantes ventajas:
  1. Mantienen los músculos y las articulaciones flexibles, además de prepararlas para el movimiento.
  2. Aumentan el flujo sanguíneo que llega a los músculos y mejoran la circulación. Entre otros beneficios, por ejemplo, esto permite que tus músculos se recuperen más rápido, en caso de que sufras alguna lesión.
  3. Disminuyen los dolores ocasionados por una mala postura, ya que los ejercicios de estiramiento pueden ayudar a que los músculos se mantengan firmes y, de ese modo, puedas adoptar posturas más saludables.
  4. Mejoran la coordinación y alivian el estrés.
Además, los ejercicios de estiramiento son fundamentales para la preparación y la educación física, el entrenamiento, las prácticas con pesas, la gimnasia y para cualquier actividad física en general, incluidas las tareas cotidianas como subir y bajar escaleras, levantar las bolsas del mercado o agacharse para buscar algo que se ha caído debajo de la mesa.

 Y lo mejor de todo es que no importa la edad que tengas, hasta los adultos mayores pueden practicarlos y beneficiarse mucho con ellos. Y aunque al principio te cueste trabajo realizarlos o te parezcan imposibles de lograr, con el tiempo notarás que tus músculos irán cediendo, y cuando menos te des cuenta tendrás más flexibilidad y te resultará más fácil subir o bajar del tren, salir de compras o jugar con tus hijos o tus nietos en el parque.

Por supuesto, siempre debes tener cuidado a la hora de ejercitar, y los ejercicios de estiramiento no son una excepción, por lentos que parezcan. Al contario, si los haces de manera incorrecta puedes lesionarte. A la hora de iniciarlos, ten en cuenta los siguientes cuidados:
  • No hagas ejercicios de estiramiento antes de comenzar la actividad física sin precalentar un poco los músculos. Primero, es mejor hacer movimientos suaves, como caminar o hacer círculos con los brazos, depende el tipo de actividad que vayas a hacer luego. Siempre empieza con movimientos suaves y no te aceleres.
  • Mientras hagas los ejercicios de estiramiento, respira normalmente (no aguantes la respiración).
  • Escucha a tu cuerpo, siente la tensión del estiramiento y detente si no es normal. ¿Cómo puedes saberlo? Si te duele, entonces algo anda mal, vuelve suavemente a tu posición normal (nunca desarmes una postura de golpe) y prueba hacer el ejercicio sin forzar el músculo, recuerda que no debes sentir dolor.
  • Estira durante un máximo de 30 segundos en un lado y luego cambia al otro lado. Recuerda que, como en otros aspectos de la vida, el equilibrio es clave. Se considera que para lograr resultados efectivos es suficiente con estirar de 10 a 30 segundos. Si lo haces más tiempo y te excedes, también puedes lastimarte.
  • No rebotes. ¿Quién no ha tratado de tocar el suelo con las manos manteniendo las rodillas estiradas, rebotando una y otra vez en busca de obtener mayor capacidad de estiramiento? Este es un ejemplo muy común de algo que no hay que hacer. Rebotar durante los estiramientos es un error que puede terminar en lesiones innecesarias.
¿Quieres algunos ejemplos para comenzar a estirarte ya mismo? Pues toma nota de estos sencillos ejercicios que puedes hacer en cualquier momento:

  • Para el cuello y las cervicales: con la cabeza erguida, inclina una oreja hacia el hombro ayudándote suavemente con la mano. Luego vuelve a la posición central y repite el movimiento hacia el otro lado.
  • Para los brazos: Estira ambos brazos al lado de tu cabeza, con las manos hacia el techo. Baja una mano como si quisieras tocar el centro de tu espalda, mientras mantienes el codo apuntando hacia arriba. Con la mano opuesta, toma el codo y ejerce una presión suave.
  • Para estirar las piernas: Siéntate en el suelo con las piernas y la espalda rectas.  Exhalando, inclina el pecho hacia el suelo, con las manos extendidas, tratando de tocar los muslos y rodillas. Estira los brazos lo más que puedas hacia delante, apuntando a las puntas de los pies. Inhalando, vuelve a la posición inicial. Luego, haz este ejercicio llevando tus manos a cada pie, primero a un lado y luego al otro, pasando siempre por la posición central.
Podrás encontrar ejercicios sencillos como estos en revistas especializadas, videos, libros e incluso en el internet. Sigue los pasos poco a poco, poniendo cuidado en la forma y en la técnica para evitar posibles lesiones. Con el tiempo, irás ganando en fortaleza y flexibilidad.

Ahora ya lo sabes: Haz estiramientos regularmente y notarás la diferencia.



Lentitud (Vocabulario)

Lentitud

  1. f. Tardanza, calma.
  2. Desarrollo tardo o pausado de la ejecución o del ocurrir de algo:
    ya sabes que la burocracia actúa con lentitud.
 

Lentitud

  • tardanza, morosidad, dilación, duración, sosiego, tranquilidad, cachaza, calma, flema, pachorra
    • Antónimos: rapidez, nervio

Prisa (Vocabulario)

Prisa

  1. f. Prontitud,rapidez con que se ejecuta algo.
  2. Necesidad o deseo de ejecutar algo con urgencia:
    tengo prisa por llegar a casa.
  3. a toda prisa o de prisa y corriendo loc. adv. Con la mayor prontitud posible.
  4. correr algo prisa loc. Ser urgente:
    me corre prisa que lo arregles.
  5. darse alguien prisa loc. Apresurarse en la ejecución de una cosa.
  6. meter prisa loc. Apresurar las cosas.

Prisa

  • prontitud, presteza, celeridad, urgencia, premura, apremio, rapidez, impaciencia, furor, diligencia
    • Antónimos: lentitud

Tuesday, January 14, 2014

Los Apurados

 
Los apurados son los que viven a mil kilómetros por hora tratando de ganarle la carrera al reloj y lograr tachar todo lo que tienen anotado en la agenda.  Incluso, aunque no tengan tareas urgentes que hacer, se inventan ocupaciones porque lo que les sucede realmente es que no pueden disfrutar del relax, de los espacios vacíos de actividades ni de las relaciones personales.

Estas personas siempre están cansadas presionadas e intranquilas; suelen sufrir de dolores articulares crónicos, de problemas digestivos, alta presión arterial y alto nivel de colesterol, están siempre pensando en el futuro, no prestan atención a lo que está ocurriendo en el presente y su premura los pone agresivos y hostiles.

La filosofía de occidente exige ser eficaz, productivo y rápido en el trabajo y apurarse también en el hogar para no perder el control, haciendo que el momento presente no se disfrute porque siempre se está pensando en otra cosa.

De este modo, la vida de los apurados pasa a su lado casi sin darse cuenta y sin poder relajarse ni saborear los buenos momentos.

Vivimos en una sociedad que prioriza el hacer más que el ser y en donde la gente se enorgullece de hacer dos o tres cosas al mismo tiempo.

Se desarrolla así la personalidad tipo “A”, que se caracteriza por la hiperactividad y el comportamiento acelerado para todo, para comer, para trabajar, para caminar, para pensar, para hacer el amor y hasta para dormir porque tienden a levantarse temprano y acostarse muy tarde.

Para la persona hiperactiva,  toda actividad no productiva no tiene valor, porque es ambiciosa y necesita conseguir resultados.  Todo lo que tiene que hacer es urgente porque no puede esperar, es impaciente, perfeccionista y tiende a controlar a los demás.  Sus movimientos y su andar son rápidos y hasta su metabolismo es acelerado.

Su eficacia hace que asuma más responsabilidades de las que le competen, sobrecargándose de trabajo y de obligaciones que la mantienen ocupada todo el tiempo.

Las personas veloces e hiperactivas hablan rápido pero prestan poca atención a lo que dicen los demás, suelen interrumpir las conversaciones para dar su opinión y si no pueden intervenir pierden el interés y piensan en otra cosa.  Evitan el descanso, alargan la jornada laboral varias horas, se llevan trabajo a casa y por lo general no tienen tiempo para tomarse vacaciones.

Están cansados pero no se dan cuenta porque no prestan atención a las señales de agotamiento o cansancio.

Las personas aceleradas son competitivas y para ellas, toda actividad representa un desafío.  Se anticipan a los acontecimientos y tratan de prevenir todos los posibles contratiempos. Se alteran fácilmente, principalmente con las personas que  no se apuran, son intolerantes, impacientes y muy exigentes.

Tienen sus agendas repletas pero no pueden delegar ninguna tarea porque no confían en nadie.  Cuando manejan, se irritan con los problemas del tránsito y tocan bocina aunque sea obvio que nadie pueda avanzar.  Nunca pueden dejar de pensar en su trabajo, se sienten culpables cuando descansan, tienden a planificar más tareas de las que pueden realizar y se sienten frustrados si no las cumplen.

Estas personas hiperactivas tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, de padecer enfermedades psicosomáticas, ataques de ansiedad y fobias.
Se puede revertir este modo de ser dejando de actuar en forma automática y tomando conciencia de la forma en que se comportan, apagando el celular en las horas de descanso, aprendiendo a disfrutar del tiempo libre, haciendo meditación y dejando de competir con los otros, porque la verdadera competencia es con uno mismo, 

Malena
 

Saturday, June 15, 2013

El Movimiento Slow (laguia2000.com)


Aprender a vivir más despacio requiere tiempo, para disfrutar más del presente y poder adquirir el hábito de saborear cada momento como si fuera el último.

Aunque la lentitud tenga mala prensa y ponga nerviosos a muchos, les propongo la aventura de engrosar las filas de los que se atreven a desafiar a los que se apuran, reduciendo la velocidad de los movimientos y de la marcha en forma consciente y permitirse el lujo de permanecer tranquilos aún en medio del caos más absoluto.

Comiencen por negarse a comer comida rápida y a probar comida lenta hecha en casa, con productos frescos y de estación, más variada y más sabrosa, porque se pueden distinguir cada uno de los sabores y no sabe todo a lo mismo, como la comida chatarra.

Aminoren la velocidad cuando manejan, no compitan con los demás que circulan, recuerden que no tienen nada que probar a nadie y menos a gente que no conocen.

Manejar a la velocidad permitida ahorra combustible, es más seguro y mantiene la serenidad en las calles. No sean como esos que van haciendo zig zag, eludiendo autos como si se tratara de una carrera de obstáculos, solamente para llegar antes al próximo semáforo.

Hablen más despacio y elijan el vocabulario para poder expresar sus ideas con más claridad y de la mejor manera; e intenten escuchar con atención lo que dicen los otros porque se aprende más escuchando que hablando.

No piensen en lo que va a contestar cuando están escuchando a su interlocutor, porque pueden no entender lo que está diciendo y que su contestación no sea pertinente ni relevante.

Piensen antes de hablar, no se apresuren a hacer una crítica sin estar seguros o sin haber reflexionado antes; no contesten su celular cuando están ocupados o cuando están acompañados. Seguramente el que lo está llamando puede esperar o les puede dejar un mensaje grabado.

Sean más observadores, no dejen que la vida pase a su lado sin que ustedes se den cuenta, tómense tiempo para mirar con atención todo lo que los rodea.

No se apuren a juzgar a los demás y traten de recordar antes si ustedes nunca hicieron, pensaron o dijeron alguna vez lo mismo.

Aprendan a observarse antes de discriminar a otros por el color de su piel, su religión, su condición social, su sexualidad o su cultura, porque por fuera pueden ser diferentes pero por dentro somos todos iguales y muchas veces los juicios son la proyección de la propia sombra.
Prendan el televisor para ver un programa que eligieron antes, no pierdan el tiempo haciendo zapping porque será inútil, difícilmente encontrarán algo que les guste y se engancharán con alguna basura barata que los pondrá de mal humor, ansiosos y hasta les puede provocar un ataque de pánico.

No se apresuren a reemplazar un aparato electrónico que todavía funciona, respeten el planeta, no hagan más basura.

Deténganse dos veces al día en algún lugar para meditar, fijando la atención solamente en su respiración, aunque sea sólo quince minutos. Esta práctica hace descender el nivel de la presión arterial, calma los nervios, reduce el estrés y produce beneficios en todo el cuerpo.

La paz está dentro de ustedes mismos, no afuera, resérvense un tiempo para leer algo de calidad, o para jugar con sus hijos o para caminar; no estén todo el día conectados como si fueran aparatos.

No se dejen llevar por lo que hacen los demás, por esos que se precipitan, corren y viven apurados; reflexionen y vayan más despacio sin que les importe lo que los otros piensen.

Vivan el presente, dejen atrás el pasado y no se preocupen por el futuro. Ustedes tienen la capacidad natural como para sobrellevar cualquier contingencia con fortaleza y eficacia, confíen en ustedes mismos, atrévanse a ser diferentes a la mayoría que actúa como autómata.

Texto inspirado en el libro “Elogio de la lentitud”; Carl Honore.

Tuesday, April 30, 2013

Efectos de la música a nivel biologico

 
1. La música hace más lentas y uniformes las ondas cerebrales:
La música tiene el poder de modificar en nuestras ondas cerebrales. Las ondas beta se producen cuando estamos concentrados en las actividades diarias del mundo externo, y también cuando experimentamos emociones negativas fuertes. La calma y la mayor percepción o conciencia se caracterizan por ondas alfa, cuyo ciclo de frecuencia va de 8 a 13 hertzios. Los periodos de máxima creatividad, meditación y sueño se caracterizan por ondas theta, que oscilan entre 4 y 7 hertzios; el sueño profundo, la meditación profunda y el estado de inconsciencia producen ondas delta, que vibran entre 0,5 y 3 hertzios.
 
2. La música influye en la respiración:
La respiración es rítmica, y cada estimulo que le demos a esta hace que ese ritmo se modifique, si el tempo de una canción es lento se tendrá una respiración más profunda, en donde se controlan los sentimientos, las emociones y la calma, mientras una respiración acelerada genera un comportamiento impulsivo y genera una forma de pensar más dispersa.
3. La música influye en el ritmo cardíaco y la presión arterial:
El corazón cambia su ritmo al latir dependiendo de la frecuencia, tempo y volumen de la música. El corazón modifica su ritmo para seguir la velocidad de la música, por lo tanto se acelerara ante canción que sean rápidas y se relajara y clamara ante canciones lentas, al igual que la música influye en el cambio del ritmo cardíaco influye en el cambio de la presión arterial.
4. La música reduce la tensión muscular y mejora el movimiento y coordinación del cuerpo:
El sonido y la vibración de la música influyen en la fuerza, la flexibilidad y el tono muscular

5. La música influye en la temperatura:
Todos los sonidos y melodías perceptibles a nuestros oídos influyen de manera sutil, es por eso que para el cuerpo es más fácil adaptarse a los cambios entre el calor y el frio

6. La música aumenta los niveles de endorfinas:
Se ha formulado la teoría, de que el escuchar música agradable a la persona, le permite liberar endorfinas le produce cierta euforia que le permite disminuir el estrés, fortalecer su sistema inmunitario, por supuesto la producción de estas ayuda a superar el dolor y ayuda a la producción de linfocitos T que estimulan la inmunidad del cuerpo de forma natural.

7.. La música y el sonido estimulan la actividad inmunitaria:
Según estudios la insuficiencia de oxígeno en la sangre, conlleva a inmunodeficiencias y enfermedades degenerativas y también se considera que escuchar música y cantarla, promueve y permite la oxigenación de la sangre por la cual se permite al sistema inmunitario fortalecerse.

8.La música estimula la digestión:
Mas que la digestión, la música fomenta el apetito de las personas, el ritmo y la intensidad de esta genera reacciones en las personas de aceleración o calma, cuando se genera aceleración se tiende a comer mas rápido y mas, mientras que cuando se genera calma se crea un estado de relajación y disfrute, la persona por lo tanto no comerá tan rápido sino de forma más pausada y tranquila.

9.La música favorece la resistencia:
El tempo en las canciones genera energía y vitalidad siempre en cuando este sea más rápido, entre más velocidad tenga la música más energía tendrá la persona para realizar una actividad física como caminar, correr, entre otras.


Friday, February 15, 2013

¿Cuál es la prisa? (BBC)


Sin ninguna prisa, la capital del Reino Unido hace un llamado a la calma.

"Londres desacelera" es el nombre de un festival que a partir de este viernes y hasta el 4 de mayo promueve, con parsimonia, una serie de acciones para llevar una vida más lenta.

Conciertos de música de relajación, un banquete público con platillos de cocción lenta y una muestra de arte sin apuro -enfocada en la artesanía- son algunas de las actividades que se han organizado.

Los londinenses agobiados también podrán disfrutar de una caminata de media hora en un trayecto que, a ritmo normal, duraría sólo cinco minutos.

Habrá calmadas charlas e incluso una sobre las ventajas económicas de la lentitud.

"Estamos tan ocupados y conectados a la computadora que no tenemos tiempo para caminar. La tasa de obesidad ha dado un salto impresionante en los últimos años", advierte Carl Honoré, patrocinador del movimiento.

Nelly trabaja en una agencia de diseño y antes de abordar el metro rumbo a su trabajo, habló con BBC Mundo sobre las ventajas de desacelerar el ritmo cotidiano.

"Es bueno para las personas porque te fuerza a cambiar tu patrón normal". Añadió que le gustaría tener "algunas mañanas libres a la semana".

Toby, un londinense de avanzada edad, dijo, por su parte, que "el que los londinenses desaceleren el ritmo es algo que no pasará nunca". Phil, otro de los transeúntes consultados por esta reportera, se mostró totalmente opuesto a la idea, planteando que "Londres no sería Londres si fuera lenta".

Lentitud, lo que le falta al muerto

Dice un refrán popular que si hay algo que no tiene un muerto es su salud. Esta, la salud, es la base de nuestra existencia y un elemento fundamental de la filosofía "Slow".
El profesor británico Robert Wiseman, quien encabezó un estudio sobre la rapidez del caminar en 35 ciudades del mundo, señaló que "el ritmo de caminar es 10% más rápido que nunca. Mientras las personas aceleran sus vidas están dejando de comer bien, hacer ejercicio o reunirse con amigos y familia. Estas cosas pueden conducir a un infarto".
La vida veloz también perjudica a la salud mental según Carl Honoré.

"Los psicólogos están viendo una explosión de problemas psicológicos", y este aumento, dijo el experto, se debe a que "vivimos en un estado de malestar".

Busi, una enfermera que a pesar de estar de pie, dormía mientras viajaba en el metro, nos comentó que "el estilo de vida actual es demasiado agotador".

Sin embargo, pesa la prueba contraria. Dinamarca es el país más feliz del mundo, pero su capital es la segunda ciudad más rápida, según dos estudios distintos, uno de la Universidad de Leicester en 2006 y el segundo, del British Council en 2007.

"Llegar a tiempo es llegar lejos"

Hay quienes consideran que una de las principales causas del subdesarrollo de las naciones del tercer mundo es la falta de puntualidad. 

Ecuador adoptó la "Campaña Contra la Impuntualidad" en 2003. Perú inició en 2007 una iniciativa parecida que se llamó precisamente "Llegar a tiempo es llegar lejos".
Hay cosas que podemos aprender de la cultura latinoamericana, por ejemplo, la importancia de las relaciones afectivas, Carl Honore, patrocinador de "Slow Down London"
Chile perdió US$385 millones por la impuntualidad en 2006, según un estudio del Instituto Libertad y el año pasado surgió la idea de organizar una campaña para remediar la situación.

Del otro lado del mar, Carl Honoré señala que los londinenses "se sienten esclavos del reloj." 

"Vivimos rodeados de una riqueza material inédita en la historia humana, pero por otro lado nos sentimos solos, desconectados y angustiados", dijo a BBC Mundo.

"Es posible", señaló, "vivir una vida altamente productiva y creativa sin tener que apurarse".

Vicky trabaja de asistente administrativa y al hablar con ella en la calle cargaba en sus brazos un montón de trabajo pendiente. "Prefería tener más tiempo que más dinero", comentó.

A Mark no le gusta la cultura de la rapidez que acompaña al crecimiento económico. Es director comercial del centro cultural Somerset House.

"Doy la bienvenida a la recesión, y espero que dure un buen rato porque nos ha permitido una pausa para respirar", dijo.

Y añadió: "Durante los pasados cinco años el ritmo de vida se ha vuelto insostenible".

Un problema global

Honoré asegura que todos países del mundo se podrían beneficiar del movimiento "Slow".

Actualmente, según el Fondo de Población de la ONU, la mayoría de la población mundial vive en centros urbanos, donde se concentra la cultura de la rapidez y sus supuestos efectos negativos.

Jack, un contador italiano, asegura que "en Milán es igual que aquí" y Mark, director comercial, señala que la cultura de la rapidez no se encuentra solamente en El Reino Unido. 

"Si quieres ver personas realmente apuradas debes ir a Japón, a Estados Unidos o a Dubai, donde se trabaja 6 días a la semana", dijo.

Un toque de cultura latina

Para enfrentar este problema, Honoré recomienda que nos quedemos unos momentos sin hacer nada, que nos quedemos en el parque, mirando la arquitectura, y también propone que nos demos un toque de cultura latina. 

Londres
¿Qué tal un "break" con mate argentino?

"Hay cosas que podemos aprender de la cultura latinoamericana, por ejemplo, la importancia de las relaciones afectivas, de sentarse a tomar un café en el bar de la esquina y mirar el mundo, tomar un mate por ejemplo, en Argentina".

Añade que "la familia es mucho más importante en estos países que en el mundo anglosajón, y la familia funciona como un freno."

Elena, diseñador de moda, asegura que "en España valoramos más la comida". También aconseja que "debemos de aprovechar el acceso que tenemos a la filosofía oriental".

El cambio es difícil pero alcanzable. "Siempre estoy retrasada, siempre encuentro tiempo para poner una velita en la iglesia, pero siempre estoy retrasada", dice una jadeante Corrine, administradora, mientras corremos desde la estación del metro a su oficina.

Póngase a prueba

Las siguientes preguntas le pueden ayudar a identificar si se mueve demasiado rápido en la vida. Si obtiene cinco o más respuestas positivas es indicador de que debe de tomarse las cosas con más calma:

1) ¿Le parece que usted mira el reloj más que otras personas?
2) ¿Cuando alguien se demora mucho en explicarse, le gustaría apurarlo?
3) ¿Muchas veces usted termina de cenar antes que los demás, quienes empezaron al mismo tiempo?
4) ¿Cuando camina en la calle, se siente frustrado porque las otras personas le bloquean el paso por caminar más lento?
5) ¿Se pondría irritada si se sienta durante una hora sin hacer nada?
6) ¿Se sale de los restaurantes y tiendas en busca de una fila más corta?
7) ¿Si se encuentra en tráfico lento, le parece que se pone más enojado que los otros conductores? 

Sunday, May 13, 2012

Combatir la Ansiedad (laguia2000.com)


La ansiedad es un estado de inquietud difuso e inexplicable que la mayoría de las veces no se puede justificar.

No se trata de temor a algo concreto externo sino que expresa conflictos emocionales internos.

La persona se siente amenazada por algo de naturaleza irreal que además no es capaz de enfrentar.

La persona ansiosa puede haberse condicionado en épocas muy tempranas y puede continuar siendo ansiosa en la etapa adulta. Se convierte entonces en una característica de su modo de ser que dominará todas sus acciones y que la convertirá en candidata para sufrir estrés.

La ansiedad se puede revertir y así como aprendimos alguna vez a responder con ansiedad, podemos aprender a vivir de una manera más equilibrada y relajada y mejorar nuestra calidad de vida.

Las personas ansiosas son rápidas, están siempre apuradas, no les alcanza el día para todas las actividades que quieren desarrollar y hacen dos o tres cosas al mismo tiempo.

No se sientan para comer, tragan los alimentos enteros sin saborearlos y en consecuencia suelen sufrir de dispepsia, indigestiones, meteorismo, colon irritable, etc.

El ansioso también apura a todos los demás a su alrededor. Los lentos lo ponen nervioso, cuando manejan empujan al auto que va adelante con bocinazos, atropella cuando camina, y no se puede quedar quieto.

Son los que balancean las piernas cuando están sentados o tamborilean sus dedos sobre la mesa; los que responden antes que le hagan una pregunta, los que se adelantan a los acontecimientos y los que huyen para adelante.

Los ansiosos tienen un problema con el control y cuando temen perderlo pueden tener ataques de pánico. Por eso es común que teman viajar en ómnibus, aviones o trenes porque no conducen ellos, y porque son desconfiados y omnipotentes.

El yoga es una práctica aconsejable para comenzar a cambiar la actitud hacia las cosas. Las técnicas de relajación y concentración ayudan a fijar la atención y a evitar dispersarse.

La ansiedad no los deja ver los detalles y disminuye su capacidad de observación. Una persona ansiosa puede ser capaz de entender rápidamente pero también de olvidar fácilmente y posteriormente no poder explicar adecuadamente lo que entendió.

Si Ud. padece de ansiedad, comience hoy mismo a hacer algo. Desde que se levanta, realice todas sus rutinas diarias más lentamente, observando todo a su alrededor además de los elementos que utiliza y poniendo atención a las cosas que hace.

Otorgue mucha importancia a todo, porque todo tiene su nivel de importancia, y contribuye a su bienestar, principalmente las comidas, el aseo, el orden y su arreglo personal.

Siéntese para comer y coma despacio masticando todo alimento más de veintiocho veces. Ponga un cartel a la vista para acordarse de comer lentamente.

Reserve una hora por día para usted mismo y salga a caminar. Una hora de caminata le sirve para relajarse y mantener su peso sin hacer dietas estrictas. Observe cuando camina a la naturaleza, los árboles, los pájaros, el color del cielo y detecte día a día los cambios

Aligere su agenda y aprenda a decir que no. Hay una gran diferencia entre ser egoísta y tener amor propio. El amor propio es el respeto por uno mismo y las propias necesidades; y el egoísmo es usar a las personas para beneficio propio.

El que ayuda a los demás y se olvida de sus necesidades puede desarrollar estrés, depresión y tener ansiedad. Se puede dar pero se debe aprender a recibir de la misma forma.

Haga lo que le gusta lentamente, disfrutando del proceso y sin comprometerse con los resultados, porque si se concentra sólo en los objetivos, esta actitud le generará ansiedad.

No descarte asignaturas pendientes y aproveche las oportunidades para concretarlas. La competencia sana nos impulsa a enfrentar nuevos desafíos siempre que no se convierta en una lucha con el otro.

El afán de sobresalir, de ser el mejor, de tener éxito, genera ansiedad porque se basa en el compromiso con los resultados.

Cuando la competencia es con uno mismo es más sana, porque el verdadero desafío es competir contra el propio potencial.

Según la medicina Ayurvédica, un vaso de leche tibia con azúcar calma la ansiedad de las personas con característica de personalidad emocional.

Friday, March 9, 2012

La Vida Lenta Contra el Estrés (http://psicologia.laguia2000.com)


Si desea aliviarse del estrés, aprenda a vivir más despacio; eso es lo que afirman los que han decidido unirse a la cada vez más nutrida cantidad de simpatizantes del movimiento mundial “slow”.

La velocidad de la civilización actual es tal que mantener la atención focalizada se hace cada vez más difícil.

En Wagrain, población turística de los Alpes Suizos, la gente puede encontrar el lugar pacífico que anhela y la paz que ha perdido en ciudades como Salzburgo y Viena.

En cualquier temporada, el aire de los Alpes promete un buen descanso y permite deshacerse del estrés acumulado, viviendo una vida apresurada.

Una vez al año, en esa pequeña población se realiza el encuentro de los que comparten la filosofía del movimiento “slow”, para asistir a la conferencia anual de la Sociedad por la Desaceleración del tiempo.

Esta sociedad tiene su sede en Klagenfurt, Austria, y cuenta con más de mil miembros, que pertenecen a toda Europa central y que se unen para demostrar su oposición al culto actual de la rapidez.

Enseñan nuevos comportamientos que son difíciles de erradicar; por ejemplo, que un médico se tome más para conversar con su paciente; que un ejecutivo se niegue a atender llamadas durante el fin de semana o fuera de su horario de trabajo, o que un gerente se atreva a ir tranquilamente en bicicleta a cualquier parte, en lugar de utilizar su auto.

No se trata de ser lento para todo sino de aprender a moverse en el tiempo justo, según la circunstancia, la persona, la actividad, el proceso que esté atravesando, o el objeto con que se esté operando.

El problema es cuestionarse la relación del hombre con el tiempo y comenzar a premiar a los que utilizan el tiempo justo que necesitan y no a los que terminan primero.

Los desaceleradores de tiempo calculan con cronómetros el tiempo que los ciudadanos comunes dedican a sus trámites cotidianos; y cuando detectan a alguien demasiado apurado, lo abordan y le preguntan por qué tienen tanta prisa.

La mayoría de la gente no sabe por qué se apura, pero cuando se enteran de esta idea se muestra interesada y desea ser parte del experimento.

Los organizadores imponen un castigo al que se apura, que consiste en arrastrar una tortuga de material a lo largo de la calle.

La conferencia de Wagrain, coherente con lo que pretende transmitir, se caracteriza por su informalidad. No exige vestimenta formal, se puede llegar a cualquier hora, porque comienza en el momento adecuado y no a una hora determinada, generalmente con retraso; y no le da importancia al hecho de tener que saltear una parte del programa si no le alcanza el tiempo.

No se trata de personas irresponsables sino de ciudadanos preocupados por la asceleración en la manera de vivir, que enferma.

Hoy en día, hasta las vacaciones producen estrés, con el afán de querer ver todo en poco tiempo y no perderse nada, haciendo que al volver, todos estén más cansados que antes.

El Hotel Slow, ubicado en un parque nacional austriaco, tiene capacidad para trescientas personas y está pensado para funcionar en forma diferente. Prescindirá de toda tecnología moderna, como automóviles, teléfonos, computadoras o agendas electrónicas; y en cambio se podrá disfrutar de placeres más lentos, como excursiones, jardinería, lectura, yoga y tratamientos relajantes; y participar de conferencias sobre los efectos de la velocidad, sobre el tiempo y sobre los beneficios de la lentitud.

En el mundo hay un gran mercado con enorme interés en la vida más lenta, de modo que ahora es el momento adecuado para brindarle a la gente lo que necesita.

Desacelerar las actividades puede ser difícil para muchos, pero no tanto cuando se dan cuenta que hay también mucha gente que lo está intentando.

Esta experiencia ya se está desarrollando en Japón donde los slogans con la palabra “slow” están apareciendo en todos los avisos publicitarios; y hasta las personas relacionadas con las industrias más rápidas están apoyando a las organizaciones que promueven la lentitud, porque se dan cuenta que el culto a la velocidad se ha vuelto letal.

Fuente: “Elogio de la lentitud”, Carl Honoré.

El Cerebro y la creatividad (http://psicologia.laguia2000.com)


El secreto de los grandes genios parece ser la capacidad de vaciar su mente de todo contenido y de toda preocupación; pero aquietar la mente es difícil cuando se vive acuciado por las obligaciones y esclavo del reloj. 

Sin embargo, se puede aprender a relajarse y a cambiar nuestra manera de pensar y nuestra forma de vivir acelerada.

Nuestro cerebro está acostumbrado a funcionar saltando de un pensamiento a otro para poder reaccionar a tiempo, casi sin reflexionar, y aprovechar cada minuto del día; pero de esa forma nos condicionamos también a estar siempre en actividad para evitar el aburrimiento, llenando todo instante de nuestras vidas con distracciones.

Tener nuestra mente repleta de pensamientos es no saber usar el mayor recurso que tenemos que es el cerebro, porque es capaz de hacer cosas extraordinarias si aprendemos a relajarnos de vez en cuando y le brindamos la oportunidad.

Cuando disminuimos la velocidad de la mente también mejora la salud, aumenta la calma interior, la concentración y la posibilidad de ser creativo.

Según los expertos en estos temas, el cerebro tiene dos formas de pensar: una rápida, que es la forma racional, analítica, lineal y lógica; y una lenta que es intuitiva, difusa y creativa.

El pensamiento rápido es el que se pone en funcionamiento cuando trabajamos bajo presión, como una máquina, y el que nos permite solucionar problemas puntuales.

El pensamiento lento es el que funciona cuando no estamos apurados y tenemos tiempo para que las ideas fluyan a su propio ritmo.

Cada una de estas dos formas de pensar producen distintas ondas cerebrales; el pensamiento racional, ondas beta y el pensamiento intuitivo ondas alfa y zeta.

La relajación hace que el pensamiento sea más lento y que pueda ser más creativo.

La creatividad no suele producirse en una oficina donde todos están apurados haciendo varias cosas a la vez, sino cuando uno se encuentra relajado y tranquilo e incluso cuando estamos realizando alguna tarea que nos agrada sin ningún apuro.

Los grandes pensadores conocían sin duda el valor del sosiego, de la calma mental y de la serenidad.

Los científicos más sobresalientes son capaces de estar horas realizando una observación que les interesa y pierden la noción del tiempo, como si estuvieran en estado de trance.

Pero en realidad, no se trata solamente de utilizar el pensamiento lento, porque también tenemos que analizar racionalmente las ideas que fluyen desde nuestro interior; sino de combinar con inteligencia ambas formas de pensamiento.

Las máquinas son rápidas, exactas, eficientes, pero mecánicas; y el hombre puede ser lento, inexacto pero brillante. Las máquinas y el hombre pueden ser capaces juntos de cosas que parecen imposibles.

Las personas inteligentes son las que saben cuándo tienen que actuar con rapidez y cuando con lentitud.

Para poder llegar a utilizar el cerebro mejor es necesario aprender a relajarse, liberarse de la impaciencia, aceptar la incertidumbre y la no acción, dejar que las ideas fluyan solas sin esfuerzo y actuar con rapidez solamente cuando es necesario.

La meditación es la mejor manera de acostumbrar a la mente a relajarse, pero además, baja la presión arterial y produce ondas alfa y zeta que son las más lentas; y tienen efectos que duran mucho tiempo.

Fuente: “Elogio de la lentitud”, Carl Honoré.

La Lentitud (http://filosofia.laguia2000.com)

 
En las grandes ciudades la lentitud puede ser peligrosa porque el lento corre el riesgo de perecer atropellado por los que viven apurados.

Sin embargo, existen muchos que están dispuestos a desafiar la tendencia a vivir a toda velocidad, porque se dan cuenta que eso no es todo. Son los más sabios, los que saben esperar, los que no se apuran sin necesidad y pueden discriminar el grado de urgencia que requiere cada situación en particular.

Pero para los adictos a la velocidad, no pueden tolerar, ni siquiera un retraso un domingo en un restaurante, porque estar sin hacer nada los hace sentir incómodos y ansiosos.

La gente circula por las calles apurada aunque no tenga motivo, de mal humor, con gesto sombrío y hasta maldiciendo los semáforos y el tráfico. Discute con quienes le obstaculizan el camino y no percibe nada de lo que ve preocupada por cosas que seguramente nunca sucederán.

Nadie parece darse cuenta que una espera, un contratiempo, una forzosa parada en el camino, puede tener un significado y mostrarle algo importante que no logra ver en su vida llena de ocupaciones.

Todos llegan a casa cansados después de muchas horas de trabajo; y aún les espera cosas para hacer. 

Nadie piensa en dedicar algunos minutos a relajarse, no pensar en nada y olvidarse de todo.

Las obligaciones del ciudadano común se multiplican porque en una sociedad compleja los problemas se agrandan y son más difíciles de solucionar a pesar de la automatización.

La vida se ha convertido en una sucesión de obligaciones que pueden no tener ningún sentido personal, porque sólo sirven para mantener en funcionamiento la maquinaria desenfrenada de una vida caótica.

Las ocupaciones son tantas que el tiempo parece pasar más rápido y al terminar el día se tiene la sensación de no haber tenido la oportunidad de vivirlo.

¿Se puede vivir más despacio mientras el mundo a nuestro alrededor pasa a nuestro lado a toda velocidad? Porque los rápidos que corren contra el reloj, parecen comerse a los lentos.

Sin embargo, lograr la eficacia no es precisamente el resultado que obtienen los que se apuran, sino los que son más sabios, o sea aquellos que pueden discriminar cuándo es necesario actuar con rapidez y cuándo es mejor actuar con lentitud.

El apuro nos permite ahorrar tiempo, pero en lugar de aprovechar ese tiempo para dejarnos estar y descansar, lo ocupamos con otra actividad y la agregamos a la cadena de obligaciones diarias haciéndonos más esclavos.

Nadie desea renegar de la tecnología moderna que nos permite hacer algunas cosas más rápido, pero el problema es que la velocidad produce adicción y se extiende a otras cosas que necesitan más tiempo.

Vivir apurado tiene un alto costo; en primer lugar enferma, luego se malogran relaciones, somos más infelices, estamos más cansados y no podemos disfrutar de las cosas.

La velocidad nos obliga a ir al médico y someternos a toda clase de análisis, porque el estrés no nos deja dormir ni hacer bien la digestión y apenas tenemos fuerzas al día siguiente para comenzar de nuevo con todo.

Los problemas cardiacos, la alergia, el asma, las contracturas y la hipertensión son algunas de las consecuencias de vivir apurado tratando de hacer más de lo que podemos.

La cultura del trabajo y el interés puesto únicamente en los resultados hacen que hasta los niños terminen el día, agotados.

Creo que si se toma conciencia de que no hay necesidad de apurarse para todo, sino sólo para lo que es necesario y que todo ser humano debe disfrutar también de estar sin hacer nada, la vida de cada uno puede cambiar y ser más digna de ser vivida.

Fuente: “Elogio de la lentitud”, Carl Honoré.
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