Aprender con imágenes, láminas, videos, dibujos, películas, cuadros
sinópticos, mapas conceptuales, líneas de tiempo, es típico de quienes
poseen memoria visual. Recuerdan lo que ven, más que si escuchan o
hacen. Son aquellos estudiantes que cuando estudian con compañeros deben
ser ellos los lectores, pues se distraen si tienen que prestar atención
a la lectura de otros. Al maestro lo entienden más si sus explicaciones
van acompañadas de algo que sea susceptible de observación.
Reconocemos a estos educandos como aquellos que necesitan ver, para
comprender, internalizar, y luego recordar la información. Son los que
dicen, “jamás me olvido de una cara, aunque no recuerde su nombre”; o
“si me muestran varias imágenes y luego las sacan de mi vista, soy capaz
de recordar cada una de ellas, y su orden de colocación”. Los que
aprenden visualmente recuerdan el lugar del libro de texto donde estaba
alguna frase o imagen, especialmente si se hallaba resaltada. Pueden
concentrarse a pesar de estudiar en un ámbito ruidoso. Les gusta
estudiar con música.
Generalmente son alumnos que prestan atención, son ordenados,
detallistas y prolijos. Cuando intentan recordar, sus ojos van hacia
arriba intentando traer las imágenes a su memoria. Cuando el profesor
explica deben seguirlo con la mirada. Captan rápido las ideas
globalizadoras, y se aburren con largas explicaciones detalladas. Cuando
hablan, lo hace en forma rápida, con un tono alto y claridad sonora.
Los estilos cognitivos nunca se presentan puros. Lo que existe es una preponderancia de un sentido sobre los otros a la hora de aprender.