¿Hagamos un negocio después de 10 años sin hablarnos?

Quiero hacer un resumen de lo que pasa cada día en mi vida, a modo de saber que pienso y que hago, que debería mejorar, quien estuvo conmigo y quien lo no esta y así hasta saber porque hago determinadas cosas. Creo que 800 palabras son suficientes para una meditación o reflexión.

Reencuentro luego de 10 años con Ex – Compañero 

Recuerdo que haber salido de mi enseñanza media fue lo mejor que pudo suceder en la vida, honestamente nunca tuve ganas de conservar alguna amistad con algunos de mis compañeros de aquel entonces, ya que no teníamos gustos similares y me consideraban extraño por escuchar música en inglés o leer libros. Luego cuando fui a la universidad me olvida de ellos más rápido de lo que pensaba. Hubo un momento en que admire su honestidad como personas pero ya cuando los volví a ver a cada uno de ellos durante el pasar de los años me di cuenta que su vida ya era distinta. 

Hoy después de 10 años me contacta Israel mediante Facebook para saber como estoy y si tengo número de teléfono para poder llamarme, sospecho que todo es muy extraño, lo tengo hace más 3 años y nunca me había saludado, pero pienso que él me llamara así que no habría problema. 

Cuando me llama y me pregunta en que estoy y después ofrecerme descaradamente un servicio que no necesito y tratándome de educarme financieramente (sin saber que soy ingeniero) me sentí molesto, pensé que después de estos 10 años Israel intentaría invitarme a charlar sobre cosas nuevas o antigua, pero nunca creí que trataría de venderme algo que no necesito al primer contacto. Entiendo que la gente (algunas) tienen problemas financieros o económicos, pero me sentí mal, sentí como me estaba viendo como un ignorante en temas de comercio. Él sin lugar a dudas quería que fuera su “SOCIO”, pero me llamo más de 5 veces “WEON”. Yo dentro de mi racionalidad no trataría a mis futuros socios como cualquier persona, trataría de usar palabras un tanto menos coloquiales. 

Mi madre dentro de su ignorancia me dice que podría un excelente idea, le comento que no se puede tomar una decisión así de la noche a la mañana, si hablamos de aspectos económicos debemos tener en cuenta varios factores pero dentro de los más básicos están:

1)      Saber cuántos años lleva la empresa o negocio (ideal más de 2 años)

2)      Pedir un plan de cuentas para realizar análisis

3)      Página web del Servicio o Negocio

4)      Nombre del empresa

5)      Conocimientos y/o Título de la persona que me ofrece asociarme

6)      Presentación con misión y objetivo

7)      Que  está ofreciendo la Empresa X

Cuando pedí la respectiva documentación a Israel para ver si la idea era correcta o no, me dijo que me mandaría todo lo que tiene en 5 minutos, eso sería alrededor de las 14:00, ya son las 23:10 y no me llego nada. Claramente estoy hablando sobre alguien que me ofrece un producto fantasma aprovechándose de un lazo de conocido del colegio. 

A modo de conclusión, Israel se parecía mucho a Jaime (quien me dejo de la noche a la mañana y aun no olvido), me dio mucha alegría cuando me llamo pensé que sería otra cosa cuando me llamo. Pensé que me llamaría para recordar viejos momentos y reír, pero la reacción que tuve fue defensiva y comencé a cuestionar cada palabra que me decía. Mi mente a toda costa busca no ser traicionado dos veces, estoy a la defensiva, pero a la vez me alegra ya no ser tan ingenuo como antes, que alguien aparente ser amable no es signo de que no tenga malos sentimientos y sea un estafador. 

Luego pensé que todo ocurre por una razón, cuando Jaime me dejo, me sentí muy mal, pero en realidad me hizo un bien, me ayudo a mejorar mi racionalidad en un 80%. Ya no miro a la gente a mi alrededor como “pobrecito”, si hubiera estando andando con Jaime, lo más seguro que hubiera invertido en un proyecto que no tiene pies ni cabeza ciegamente confiando en una persona que conocí hace más de 10 años atrás y no sé que tipo de cosas ha aprendido en todo este tiempo. 

Creo que el hecho de que Jaime me haya dejado de la noche a la mañana fue lo mejor que pudo pasar en la vida, doy gracias por ello y aprendo de mi error y mi dolor. Aprendo que las personas pueden decir una cosa y al otro instante pueden hacer otra, sobre todo si no las conoce en otras circunstancias. Lo más irónico fue cuando me dijo “Podrías venir a mi casa a tomar cerveza y hablamos del asunto”, lo gracioso fue que yo no tomo cerveza (claramente no me conoce) y ,segundo, nunca tomaría un decisión de dinero con alcohol. Saludos hasta un nuevo día.