La anorexia y la bulimia son trastornos de la alimentación. En la
anorexia el afectado se obstina en no tomar alimento, hasta llegar a una
delgadez extrema que puede llegar a provocarle la muerte.
El anoréxico se ve siempre obeso, tiene una percepción distorsionada
de su esquema corporal, que no acepta, que le indica que siempre está
excedido de peso, por lo que sigue con su empeño de no ingerir alimento.
La anorexia está asociada con la bulimia, que consiste en la
provocación del vómito después de haber comido en exceso, para no subir
de peso.
Ambas afecciones se consideran trastornos de la personalidad
relacionado con posibles problemas familiares que producen un conflicto
psicológico asociado generalmente con la depresión.
La mayoría de las veces este mecanismo se desencadena por la moda y
la necesidad de bajar de peso para usar vestimentas que exhiben las
modelos, por lo general extremadamente delgadas.
Es evidente que subyace un sentimiento de inadecuación del propio
cuerpo que nunca logra cumplir con los supuestos requisitos que imponen
en forma transitoria las exigencias de la moda.
En hospitales públicos, se registran hasta diez consultas por mes de
cuadros de anorexia y bulimia de chicos de nueve o diez años,
principalmente durante los meses de verano.
Estos datos corresponden al Hospital de Niños Sor María Ludovico, de
La Plata y el Larrain, de Berisso, donde funciona un centro de
referencia provincial para trastornos de la alimentación. Algunas niñas
de 9 a 15 años incluso, han debido ser internadas por presentar un
cuadro crítico.
Se puede inferir que en la Capital Federal, este índice de casos
podría ser mucho más elevado, considerando la mayor concentración de
personas.
No siempre estos trastornos están vinculados con la moda, ni ocurre
con preferencia en una determinada clase social. Es una patología que
puede desarrollarse por otros factores y en pacientes de todos los
sectores sociales.
Es importante tomar conciencia que es necesario un seguimiento de
estos pacientes, aún después de haber desaparecido aparentemente los
síntomas, ya que se trata de un trastorno que puede aparecer en forma
recurrente.
La terapia grupal con pacientes que sufren la misma afección resulta muy eficaz para este tipo de tratamiento.
Por lo general, a estos pacientes los traen a la consulta, no vienen
por propia iniciativa, por lo que no se puede contar con una buena
disposición de su parte para revertir este proceso.
Cuando la seriedad del trastorno lo requiere es aconsejable la
internación inmediata y la atención multidisciplinaria del sector
especializado en estos graves trastornos de nutrición , que incluye
médico clínico, nutricionista, psicólogo y psiquiatra.
Una vez superada la etapa crítica, la alimentación en el hogar de
estos pacientes tiene que ser controlada estrictamente para evitar
recaídas, ya que esta enfermedad puede provocar la muerte.