por Beatriz Hernández Rojas
Los estudios sobre la afectividad cobraron auge en los años
sesenta. Desde entonces se ha intentado entender la relación que existe
entre la afectividad y el éxito en el aprendizaje de una L2 (segunda
lengua) o una LE (lengua extranjera).A continuación se presenta una
breve sinopsis de los estudios que sustentan la relevancia del factor afectivo o emocional
en el proceso de aprendizaje citado, con el fin de que en la enseñanza
de una LE no soslayemos su importancia y, por el contrario, nos ocupemos
del correcto manejo de ésta en el salón de clase.
Antecedentes
Hace casi cuarenta años, Hilgard (1963) 1
puntualizó que cualquier teoría cognoscitiva de aprendizaje debería
contemplar un espacio para la afectividad. Una década más tarde,
Chastain (1975) 2
se preguntaba cuáles eran las características afectivas que influían , y
cómo, en el aprendizaje. Chastain supone que las características
afectivas tienen ,cuando menos, tanta influencia en el aprendizaje como
las habilidades cognoscitivas. Se esboza, entonces, la posibilidad de
que las actitudes y opiniones de los estudiantes acerca de su proceso de
aprendizaje tengan un efecto decisivo en el mismo.
Desde entonces se ha considerado que las causas de un
aprendizaje poco exitoso pueden ser atribuidas, en gran medida, a
bloques afectivos de varios tipos (Brown, 1981). 3
Posteriormente, un grupo de investigadores se aboca a la
identificación de los aspectos afectivos implicados en el proceso de
aprendizaje de una L2. En un primer intento, Chastain sugiere la
existencia de cuando menos tres variables que influyen en el éxito o el
fracaso de los aprendientes: ansiedad, personalidad (reservada o extrovertida) y creatividad.
En la misma época, Schumann (1975) 4
presenta las conclusiones de un estudio acerca de las actitudes de los
estudiantes de francés como LE y su influencia en el aprendizaje (basado
en Gardner,1974). 5
Concluyó que los aprendientes más exitosos (nativo hablantes de inglés
entre el 7º y 11er. grado) tenían una actitud positiva hacia el
aprendizaje del francés, hacia el curso y hacia el profesor. Por el
contrario, los estudiantes que experimentaron ansiedad en la clase de
francés no presentaron igual dominio de la lengua en comparación con los
estudiantes emocionalmente relajados. También se descubrió que la
ansiedad que presentaron los aprendientes era específica a su
experiencia de aprender una LE. Gardner y Smythe (1977) 6
apuntan, después de minuciosas investigaciones, que los aprendientes
principiantes son más ansiosos que los de niveles intermedios o
avanzados, lo que significa que la ansiedad se reduce a medida que
aumenta el aprendizaje.
El Filtro Afectivo y los Factores de la Personalidad
Los autores mencionados fueron pioneros al tratar de entender
el rol de las variables afectivas en la adquisición de L2 o LE, pero es
hasta Krashen (1982) 7 cuando se define la hipótesis del filtro afectivo, que se subdivide en tres variables: actitud, motivación y personalidad.
Estas variables afectivas influyen directamente en la adquisición, e
indirectamente en el aprendizaje, de una L2 o una LE respectivamente.
Krashen apunta que el aprendiente puede tener una actitud positiva o
negativa hacia la lengua meta (o hacia los hablantes, la cultura o hacia
algunas implicaciones de la LE). Una actitud positiva permite mayor permeabilidad o “input”, y por el contrario, una actitud negativa convierte al filtro en una barrera a la información.
Los factores de la personalidad también
pueden ayudar o inhibir al “input” en su trayecto al aprendizaje. En
resumen, se considera que los rasgos de personalidad que permiten el
mejor ingreso del “input” son aquellos relacionados con “la capacidad de
de participar en los sentimientos y las ideas de los demás”
(Dulay,1982), 8 es decir, la empatía, la disponibilidad y la auto-confianza.
Este último concepto, la confianza en sí, se describe como la actitud
que posee el sujeto seguro de sí mismo, extrovertido, con auto estima y
no ansioso. Resulta razonable que los individuos con dichas
características permitan mejor recepción de “input”,
por el contrario, las personas no seguras de sí mismas interactúen menos
y la cantidad de “input” que reciban sea menor. Además, en este último
grupo, la ansiedad de los sujetos les hace recurrir más a los procesos
conscientes (para asegurar su desempeño). Su desarrollo de LE es, por lo
tanto, poco fluido y únicamente a partir de procesos cognoscitivos.
Krashen (1982) 9
apunta que el filtro afectivo se fortalece (endurece) durante la
pubertad. En las etapas tempranas de la formación del individuo las
barreras afectivas fluctúan, pero una vez completada su evolución, la
permeabilidad del “input” hacia los procesos cognoscitivos conscientes
(monitor) o inconscientes (organizador) disminuye. En párrafos
anteriores ya apuntábamos que el filtro afectivo en niños es muy
permeable y ello les da una ventaja en su proceso de
adquisición-aprendizaje de LE. No obstante, también señalamos que los
adolescentes y adultos encuentran su ventaja en el mayor y mejor manejo
de los procesos cognoscitivos.
Las Variables Emocionales y el Ámbito Social
Ausubel (1976) 10
señala que las variables motivacionales y los factores de la
personalidad tienen relación con los aspectos subjetivo y
afectivo-social (incorpora así el área social , brevemente mencionada en
renglones posteriores) antes que con los aspectos objetivo e
intelectual en el aprendizaje. Esto significa que dichos factores
afectan al aprendizaje de modo no específico (aunque sí catalítico), en
lugar de participar directa y específicamente en el proceso
cognoscitivo. El mismo autor concluye que no basta con que el “psicólogo
educativo” haga predicciones y generalizaciones acerca de las variables
cognoscitivas o motivacionales de un grupo, sino que debe también
determinar el efecto del aprendizaje de las diferencias individuales
tanto cognoscitivas como afectivo-sociales. Krashen (1982) 11
menciona que en una “situación de adquisición agradable” (no con
ansiedad, no a la defensiva) se puede promover que el filtro
socio-afectivo sea permeable.En relación a la actitud que presenta el
aprendiente, ya Ausubel consideraba al aspecto “afectivo-social” como
una unidad. La corriente del interaccionismo social subrayaba también
que no solamente los factores cognoscitivos modifican el aprendizaje,
sino también los sociales, y entre ellos interactúan y se afectan
reciprocamente. Este enfoque retoma aspectos de otras posiciones, por
ejemplo de Krashen retoma el concepto de “input” y coincide en que éste
se negocia a través de la interacción social. La pragmática nos indica
que la competencia de una lengua incluye también saber comportarse en
esa lengua, y este conocimiento sólo se desarrolla en la interacción
social.
En consecuencia, la pedagogía de la enseñanza de LE y el diseño
de materiales didácticos deben ayudar al estudiante a fomentar en él
una mayor autoconfianza y una buena actitud hacia la lengua meta y el
proceso de aprendizaje. Los docentes de una LE no debemos perder de
vista que el ambiente del salón de clase es el primer contacto social
que los aprendientes tienen con esa lengua, y que las conductas que ahí
se producen provocan una reacción afectiva en los participantes que,
como ya se ha explicado en este artículo, puede potenciar o inhibir las
capacidades de los aprendientes para lograr con éxito el aprendizaje de
LE.
Notas
1 Hilgard,E. 1963 “ Motivation in Learning Theory” en S.Koch (Ed.) Psychology: A Study of Science, vol.5 U.S.A. : Mac. Graw Hill
2 Chastain, K.1975 “Affective and Ability Factors In Second Language Acquisition” Language Learning, vol.25 #1
3 Brown,H.D. 1973 “Affective Variables In Second Language Acquisition” Language Learning, vol 23,2
4 Schumann, J.h. 1975 “Affective Factors and the Plroblem of Age in Second Language Acquisition” Language Learning, vol.25,2
5 Gardner, R. Y Lambert, W. 1974 “Attitudes and Motivation In Second Language Learning” U.S.A.:
Newbury House
6
Gardner y Smythe P.C. 1977 “ Intensive Second Language Study- Effects
on Attitude, Motivation and French Achievement” Language Learning, A
Journal of Applied Linguistics, Vol. XXVII,2
7 Krashen, D.S., Scarcella y M.Long 1982 “Child-Adult Diferences In Second Language Acquisition” U.S.A. :Newbury House
8 Dulay,H., et al. 1982 “Language Two” England : Oxford University Press
9 Krashen,D.S., Scarcella y M.Lonmg 1982 “Child-Adult Diffferences in Second Language Acquisition.” U.S.A. : Newbury House
10 Ausubel,D. 1976 “Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo”. Mexico:Editorial Trillas