Terapia de aversión contra adicciones
El principal uso actualmente de la terapia de aversión en el tratamiento del alcoholismo y la adicción a otras drogas. Esta forma de tratamiento se lleva realizando desde 1932.1
La terapia de aversión se basa en cambiar la asociación emocional
positiva de la visión, olor o sabor del alcohol u otras drogas por una
negativa. Estudios estadísticos realizados, basados en 17 variables,
mostraron que la terapia de aversión mejora las tasas de abstinencia a 6
y 12 meses, y que hay menor tasa de abandono de pacientes en contra la
opinión médica de la terapia aversión, en comparación con programas sin
terapia de aversión.
La sustancia más usada en esta clase de tratamiento del alcoholismo es el disulfiram, cuyos efectos en combinación con la terapia familiar han sido corroborados por los estudios.2 3
A la terapia de aversión tradicional, que emplea aversión química o eléctrica4 5
se le añadió otra técnica, la terapia de aversión en la imaginación,
introducida por Cautela, una técnica que se conoce como sensibilización
conversiva.6 Sensibilización conversiva es una forma de tratamiento que se ha usado con éxito en el tratamiento del alcoholismo, la ludopatía
y la delincuencia juvenil. También puede usarse en el tratamiento del
tabaquismo donde ha obtenido resultados favorables en comparación a
otras técnicas. Kraft y Kraft (2005) evaluaron la sensibilización
convertiva en seis clases de tratamientos: para la onicofagia, consumo de cannabis, comedores compulsivos, tabaquismo, adicción al chocolate y alcoholismo.