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Wednesday, April 8, 2015

Pensar (Vocabulario)

Pensar 

  1. tr. Formarse y relacionar ideas en la mente.
    ♦ Se construye con las preps. en y sobre: pensaba sobre la forma de hacerlo.
  2. Examinar algo en la mente antes de tomar una decisión o darle una solución:
    tengo que pensarme si acepto o no.
  3. Concebir un plan,procedimiento o medio para algo:
    pensaba en la forma de decírselo.
  4. Tener intención de lo que se expresa:
    hoy no pienso salir.
  5. Tener alguien una opinión sobre algo o manifestarla:
    yo pienso que no tienes razón.
  6. ni pensarlo loc. De ninguna manera,rotundamente no,en forma alguna.
  7. pensar mal o bien loc. Interpretar negativa o positivamente las acciones o las palabras de una persona,desconfiando de ellas o no:
    no pienses mal,que no voy a engañarte.
  8. sin pensar loc. adv. De improviso o inesperadamente:
    lo hizo sin pensar.
    Irreg. Se conj. como acertar.

Pensar

  • razonar, discurrir, cavilar, meditar, estudiar, reflexionar, recapacitar, concentrarse
  • creer, entender, opinar, considerar, concebir, juzgar, sospechar, suponer, presentir, calcular
  • proyectar, planear, inventar, idear, imaginar

Friday, March 20, 2015

Expresar (Vocabulario)

Expresar 

  1. tr. y prnl. Decir, manifestar con palabras o con otros signos exteriores lo que uno siente o piensa:
    su sonrisa expresaba satisfacción.
  2. Manifestar algo o hacerse entender por medio de la palabra:
    ¡qué bien te expresas, da gusto escucharte!
    ♦ Tiene doble p. p.: uno reg., expresado, y otro irreg., expreso.

Expresar

  • manifestar, declarar, exteriorizar, reflejar, revelar, decir, hablar, opinar, significar
    • Antónimos: callar, silenciar
 

Sunday, September 28, 2014

Gente insatisfecha (psicologia-malenalede.blogspot.com)


"La realidad es un reflejo de tus pensamientos y tus creencias"

Vivimos en una sociedad competitiva que considera al éxito la meta más preciada.  Con ese valor como objetivo principal, el que no logra éxito en lo que hace se considera un perdedor, un fracasado, aún siendo una persona inteligente, de buena presencia, instruida, amada y sin dificultades laborales.

La experiencia de fracaso que siente gran cantidad de gente en esta época,  se relaciona con las falsas expectativas, con las ambiciones desmedidas o con el deseo de superar a ciertas personas significativas de su entorno  que forman parte de su vida.

Una persona es mucho más que lo que hace, sin embargo, las necesidades prácticas hacen que a la hora de evaluar a alguien se priorice al hacer más que al Ser.

Las personas se sienten fracasadas cuando no pueden alcanzar los objetivos que se proponen y se comparan con su ideal de yo, modelo mental inconsciente, en general muy sobrevaluado y exigente de lo que debería ser.

Esa diferencia entre el yo y el ideal del yo,  y la dificultad para conseguir altos objetivos,  generalmente inalcanzables, producen continuas desilusiones, producto de la inmadurez emocional que es la que los lleva a tener la necesidad de ser los más inteligentes, los más importantes, los más perfectos, los más exitosos y los más aceptados socialmente.

Es importante tener objetivos posibles para poder proyectarse en el futuro siempre que el exceso de narcisismo no los malogre y que no se comprometa la autoestima personal.

Por lo general, las personas con baja autoestima tienden a interpretar las frustraciones como fracasos, y no como estímulos para aprender y por otro lado, no les dan ningún valor a sus logros.

Las personalidades perfeccionistas tampoco llegan a sentirse nunca satisfechos de sus logros y viven amargados con la sensación de no poder concretar nunca sus metas.

Sin duda, la necesidad de competencia y de alcanzar objetivos demasiado ambiciosos se relaciona con las experiencias infantiles.  Padres que los comparaban con otros niños, que los juzgaban severamente, que los trataban como inútiles, transformaron a sus hijos en adultos que nunca estarán satisfechos, y que inconscientemente continúan tratando de satisfacer los deseos de sus padres, que por otro lado los convencieron que no podrían llegar a hacerlo.

El éxito se suele alcanzar luego de una gran cantidad de fracasos; atreviéndose a ser quien uno es; asumiendo riesgos razonables;  siendo flexible y capaz de  cambiar según las circunstancias; compartiendo los esfuerzos, reflexionando sobre la marcha sin miedo a equivocarse; y desarrollando la creatividad sin dejarse llevar por las opiniones de los demás.

Pero no hay que olvidarse que más que tener éxito en la vida es más importante hacer de la propia vida un éxito.


Sunday, September 14, 2014

Crisis del cuarto de vida (Wikipedia)


La Crisis del cuarto de vida es un término aplicado al período de la vida que sigue después de la adolescencia, usualmente entre los 20 y los 30 años de edad. El concepto proviene de una analogía con la crisis de la mediana edad. En la actualidad, es ampliamente aceptado por terapeutas y profesionales de la salud mental.

Abby Wilner acuñó la frase en 1997, y es coautora del primer libro que identifica el fenómeno, publicado en 2001. Varios otros libros han sido escritos en diversos países desde entonces.

Aspectos emocionales

Son características de esta etapa, las siguientes:
  • Sentirse que uno no es suficientemente bueno porque no se puede encontrar un trabajo acorde a la preparación académica o la capacidad intelectual propia.
  • Frustración con las relaciones, el mundo laboral y encontrar un trabajo o profesión adecuados.
  • Confusión de identidad.
  • Inseguridad acerca del futuro inmediato.
  • Inseguridad respecto a los logros obtenidos hasta el momento en la vida.
  • Reevaluación de las relaciones interpersonales cercanas.
  • Desilusión por el trabajo.
  • Nostalgia por la vida secundaria.
  • Tendencia a tener opiniones más radicales sobre diversos temas.
  • Sentirse aburrido de las relaciones sociales.
  • Estrés de origen financiero.
  • Sentirse solitario.
  • Desear tener hijos.
  • Tener la idea de que, de alguna manera, a todo mundo le va mejor que a uno mismo.
Tras la educación universitaria el ser humano entra al "mundo real" después de ingresar en la vida adulta y sus responsabilidades, algunos individuos se encuentran en un punto donde sus profesiones parecen no avanzar. Estos sentimientos e inseguridades no son extraños a estas ni otras edades de la vida adulta. En el contexto de la Crisis del Cuarto de Vida, sin embargo, ocurren justo después de que una persona (usualmente con, lo que trae una gran inseguridad. Esto puede darse luego del primer trabajo serio, o justo al graduarse de la universidad. Sin importar lo anterior, el mundo real es más duro, competitivo y menos compasivo de lo que uno se puede haber imaginado. Y para empeorar las cosas, los títulos universitarios y de otros tipos, en los que se invirtió tanto tiempo y dinero, sirven de poco para enfrentar estas situaciones.[cita requerida]
Al ir cediendo los subes-y-bajas emocionales de la adolescencia y universidad, muchos de los que atraviesan esta crisis experimentan un cierto grado de apatía hacia la vida. Mientras que las interacciones emocionales pueden haber sido intensas en la secundaria y universidad, donde más o menos todos tienen la misma edad y las hormonas están muy activas, dichas interacciones se tornan más sutiles y privadas en la vida adulta.[cita requerida] Nadie (especialmente hombres veinteañeros) quiere admitir sentirse como un perdedor. Esta frustración secreta intensifica el problema.[cita requerida]

Inclusive, un factor que contribuye a esta crisis es la dificultad para adaptarse al ambiente laboral. En la universidad, las expectativas de los profesores eran de conocimiento público (en contraste, a menudo es difícil llevarse bien con un jefe), y los estudiantes recibían constante aprobación (o reprobación) acerca de su desempeño en los cursos de la universidad. Se progresaba de forma semestral (o incluso cuatrimestral). En cambio, en el trabajo, a menudo un individuo ignora por completo la opinión de su jefe respecto a su trabajo, o si le cae bien o mal a sus compañeros de trabajo. No hay una forma automática de progresar en lo laboral (como era simplemente aprobar un curso en la universidad). Las políticas de las empresas requieren habilidades interpersonales que ni siquiera son necesarias en un ambiente educacional. Los "adultos emergentes" eventualmente aprenden estas cualidades, pero el proceso (a menudo comparado con el aprendizaje de una lengua extranjera) es a menudo sumamente estresante.[cita requerida]



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