El nombre "Opus Dei" (Obra de Dios) resulta sorprendentemente familiar en Chile. Todo el mundo lo ha oído alguna vez y muchos –sabiéndolo o no- lo viven en su vida diaria, especialmente en la educación. Muy pocos, por lo demás, se escandalizan al escuchar sobre su presencia en los círculos económicos y de poder. Y es que casi nadie sabe exactamente qué es la organización católica extremista fundada por Josemaría Escrivá de Balaguer. Después de I love Pinochet, Marcela Said, chilena radicada en Francia, trató de averiguarlo junto a Jean de Certeau, montajista de documentales y productor de I love..., que firma aquí su primera realización. Cuatro años después, y tras todo tipo de dificultades, Opus Dei, una cruzada silenciosa vio la luz con algunas presentaciones en salas y festivales, pero principalmente al pasar por televisión, para la que fue concebido. En Chile debiera verse más adelante. la actitud es lo más imparcial posible, motivada por una curiosidad respetuosa, aunque sin e...todo » El nombre "Opus Dei" (Obra de Dios) resulta sorprendentemente familiar en Chile. Todo el mundo lo ha oído alguna vez y muchos –sabiéndolo o no- lo viven en su vida diaria, especialmente en la educación. Muy pocos, por lo demás, se escandalizan al escuchar sobre su presencia en los círculos económicos y de poder. Y es que casi nadie sabe exactamente qué es la organización católica extremista fundada por Josemaría Escrivá de Balaguer. Después de I love Pinochet, Marcela Said, chilena radicada en Francia, trató de averiguarlo junto a Jean de Certeau, montajista de documentales y productor de I love..., que firma aquí su primera realización. Cuatro años después, y tras todo tipo de dificultades, Opus Dei, una cruzada silenciosa vio la luz con algunas presentaciones en salas y festivales, pero principalmente al pasar por televisión, para la que fue concebido. En Chile debiera verse más adelante. la actitud es lo más imparcial posible, motivada por una curiosidad respetuosa, aunque sin esconder la postura crítica. Si hay "denuncia" es a través de la enunciación. Si hay juicio, en última instancia es el espectador quien lo formula tras escuchar a unos y otros. En Opus Dei... por lo demás, la palabra está dada prioritariamente a los propios miembros de "la Obra" (nombre con el que es conocido el grupo entre sus miembros). Un punto fuerte del panorama entregado por Said y De Certeau es la variedad de las visiones "desde dentro". No hay una voz oficial, sino que el cuadro que logramos armarnos, aunque incompleto, está compuesto por personalidades con más autoridad, numerarios, parientes de miembros, supernumerarios, y un chocante descubrimiento (para los ignorantes en cultura Opus): las numerarias auxiliares, reclutadas entre las clases populares para las tareas más básicas, como las domésticas, y que además de vivir permanentemente en subordinación ("Dios creó el orden social por algo, no hay que tratar de cambiarlo", reza su credo) entregan su sueldo a la Obra. También se vislumbra la relación entre la secta y los grupos de poder a través testimonios de figuras como Ronald Bown (presidente de la Asociación de Exportadores de Chile) o simplemente descubriendo el cruce de nombres en las distintas esferas.
Monday, January 31, 2011
Tuesday, January 25, 2011
William Shakespeare (www.proverbia.net)
1564-1616. Escritor británico.
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero.
Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo.
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.
Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino.
¡Oh amor poderoso¡ Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
De lo que tengo miedo es de tu miedo.
El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón.
Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto.
Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.
La mujer es un manjar digno de dioses, cuando no lo cocina el diablo.
No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.
Me atreveré a todo lo que pueda hacer un hombre. Quien se atreva a más es insensato.
Ser honrado tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil.
Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos.
El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; dondequiera que estemos, está también nuestro aprendizaje.
Dueños de sus destinos son los hombres. La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nuestros vicios.
Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un tirano.
Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida.
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.
Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.
Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente.
Anunciad con cien lenguas el mensaje agradable; pero dejad que las malas noticias se revelen por sí solas.
Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo; no sea que te chamusques a ti mismo.
Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión.
El amor de los jóvenes no esta en el corazón, sino en los ojos.
El amor es un loco tan leal, que en todo cuanto hagáis, sea lo que fuere, no halla mal alguno.
El hombre arruinado lee su condición en los ojos de los demás con tanta rapidez que él mismo siente su caída.
Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
Maestro, quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños.
Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes.
Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras.
En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.
Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor.
Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes.
Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien.
La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido.
Fragilidad tiene nombre de mujer
No ensucies la fuente donde has apagado tu sed.
No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después.
Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara.
El amor alivia como la luz del sol tras la lluvia.
La juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo.
Fuertes razones, hacen fuertes acciones.
La brevedad es el alma del ingenio.
El aspecto exterior pregona muchas veces la condición interior del hombre.
El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.
Prudente padre es el que conoce a su hijo.
Mi corona está en el corazón, no en mi cabeza.
A mayor talento, en la mujer, mayor indocilidad.
La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo.
El pasado es un prólogo.
Las maldiciones no van nunca más allá de los labios que las profieren.
La lealtad tiene un corazón tranquilo.
Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan.
El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones.
Nosotros debemos nuestra vida a dios, por eso si se la pagamos hoy, no se la deberemos mañana.
La memoria es el centinela del cerebro.
Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo.
Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro las funde.
Si dos cabalgan en un caballo, uno debe ir detrás.
Ligerezas como el aire son para el celoso fuertes confirmaciones, como un testimonio de las Sagradas Escrituras.
Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.
Es amor bien pobre el que puede evaluarse.
El cansancio ronca sobre los guijarros; en tanto que la pereza halla dura la almohada de pluma.
Sería muy poco feliz si pudiera decir hasta qué punto lo soy.
La mente del hombre es de mármol; la de la mujer de cera.
Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.
Si el dinero va delante, todos los caminos se abren.
Los actos contra la naturaleza engendran disturbios contra la naturaleza.
El traje denota muchas veces al hombre.
El que gusta de ser adulado es digno del adulador.
No hay quien sea enteramente inaccesible a la adulación, porque el hombre mismo que manifieste aborrecerla, en alabándole de esto es adulado con placer suyo.
Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia irresistible.
Malgasté mi tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí.
El desdichado no tiene otra medicina que la esperanza.
Nada envalentona tanto al pecador como el perdón.
Nuestras dudas son traidores que muchas veces nos hacen perder el bien que podríamos ganar si no temiéramos buscarlo.
Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones.
El que muere paga todas sus deudas.
Jamás viene la fortuna a manos llenas, ni concede una gracia que no haga expirar con un revés.
La fortuna llega en algunos barcos que no son guiados.
No hay nada tan común como el deseo de ser elogiado.
En un minuto hay muchos días.
La sangre joven no obedece un viejo mandato.
Asume una virtud si no la tienes
Hasta la propia virtud se convierte en vicio cuando es mal aplicada.
Nadie admira la celeridad, como no sea el negligente.
Las medidas templadas, que equivalen a remedios prudentes, son hartamente nocivas cuando el mal es violento.
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Proverbios
Immanuel Kant (www.proverbia.net)
1724-1804. Filosofo alemán.
El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
En las tinieblas la imaginación trabaja más activamente que en plena luz.
El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.
La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.
Dormía y soñaba que la vida era bella; desperté y advertí que la vida era deber.
El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos.
La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación.
Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigirte un monumento.
La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades.
No se puede aprender filosofía, tan sólo se puede aprender a filosofar.
Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él.
La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que su naturaleza es capaz.
Cuando podía haber tomado esposa, no pude soportar a ninguna; y cuando pude soportar a alguna, ya no necesitaba a ninguna.
Pensamientos sin contenidos son vacíos; intuiciones sin conceptos son ciegas.
Dos cosas llenan el animo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con mas frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mi y la ley moral en mi.
El sueño es un arte poético involuntario.
Ser es hacer.
Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón.
La conciencia es un instinto que nos lleva a juzgarnos a la luz de las leyes morales.
Obra siempre de modo que tu conducta pudiera servir de principio a una legislación universal.
La religión es el conocimiento de todos nuestros deberes como mandamientos divinos.
Sólo hay una religión verdadera, pero pueden haber muchas especies de fe.
Las cualidades sublimes infunden respeto; las bellas amor.
La democracia constituye necesariamente un despotismo, por cuanto establece un poder ejecutivo contrario a la voluntad general. Siendo posible que todos decidan contra uno cuya opinión pueda diferir, la voluntad de todos no es por tanto la de todos, lo cual es contradictorio y opuesto a la libertad.
El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un tronco que tiene sus propias raíces.
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Saturday, January 22, 2011
Miguel de Unamuno (www.proverbia.net)
1864-1936. Filósofo y escritor español.
Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.
Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte.
Todo acto de bondad es una demostración de poderío.
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
A veces, el silencio es la peor mentira.
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.
Antes hay que desconfiar del que busca razones por las que nos beneficia, que del que nos beneficia sin buscar razones.
El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.
Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento.
El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.
Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será.
Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.
Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende.
Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdad.
Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros.
Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, y a verle el fondo y el alma, y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco.
¿Racionalizar la fe?. Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de legar a la libertad en Cristo.
La opinión de toda una multitud es siempre más creíble que la de una minoría.
Hay gentes tan llenas de sentido común, que no les queda el más pequeño rincón para el sentido propio.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.
Los satisfechos, los felices, no aman; se duermen en la costumbre.
La locura, la verdadera locura, nos está haciendo mucha falta, a ver si nos cura de esta peste del sentido común que nos tiene a cada uno ahogado el propio.
El que quiere todo lo que sucede, consigue que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por resignación!. A esta resignación sólo por la gracia se llega.
Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.
La filosofía responde a la necesidad de hacernos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida.
Llamo rumiantes a los hombres que se pasan rumiando la miseria humana, preocupados de no caer en tal o cual abismo.
La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bien, muy indigesta.
Existe gente que está tan llena de sentido común que no le queda el más pequeño rincón para el sentido propio.
A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere convencerse.
Pedimos milagros, como si no fuese el milagro más evidente el que los pidamos.
La vida no es sueño. El más vigoroso tacto espiritual es la necesidad de persistencia en una forma u otra. El anhelo de extenderse en tiempo y en espacio.
Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir.
El amor compadece, y compadece más cuanto más ama.
A menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente.
Es debil porque no ha dudado bastante y ha querido llegar a conclusiones.
El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.
La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante.
El progreso consiste en renovarse.
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Friedrich Nietzsche (www.proverbia.net)
Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.
La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.
Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.
Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos".
Sin música la vida sería un error.
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.
Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.
Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.
Tener fe significa no querer saber la verdad.
No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.
La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.
Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.
El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.
La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.
Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya.
Para llegar a ser sabio, es preciso querer experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es, ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.
La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.
Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.
En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.
La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.
Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras.
La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro.
El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una larga estupidez.
La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.
El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.
No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior.
Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.
Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.
Lo que no me mata, me fortalece.
Hay almas esclavizadas que agradecen tanto los favores recibidos que se estrangulan con la cuerda de la gratitud.
Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño.
El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.
Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.
El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
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Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.
Nuestro destino ejerce su influencia sobre nosotros incluso cuanto todavía no hemos aprendido su naturaleza; nuestro futuro dicta las leyes de nuestra actualidad.
La edad de casarse llega mucho antes que la de quererse.
Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo.
La demencia en el individuo es algo raro; en los grupos, en los partidos, en los pueblos, en las épocas, es la regla.
Toda convicción es una cárcel.
Dios ha muerto. Parece que lo mataron los hombres.
El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.
¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?
El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.
Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
La sencillez y naturalidad son el supremo y último fin de la cultura.
Mucho tienen que hacer los padres para compensar el hecho de tener hijos.
Sin arte la vida sería un error.
La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.
Un filósofo casado es, para decirlo claro, una figura ridícula.
Las razas laboriosas encuentran una gran molestia en soportar la ociosidad.
Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.
El pensador sabe considerar las cosas más sencillas de lo que son.
Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella.
El hombre se define como ser que evalúa, como ser que ama por excelencia.
En algunos la castidad es una virtud, en muchos es casi un vicio.
Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.
Tenemos arte para no morir de la verdad.
Cuando se tienen muchas cosas que meter en él, el día tiene cien bolsillos.
Si sólo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran ya muerto de hambre.
La irracionalidad de una cosa no es un argumento en contra de su existencia, sino más bien una condición de la misma.
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