6. LA MEMORIA Y EL REPASO.
6.1 LA MEMORIA
Tipos de memoria:
Atendiendo al tiempo que somos capaces de retener la información memorizada, podemos hacer la siguiente clasificación:
Memoria a CORTO plazo Cuando nos dicen los
dígitos de un número de teléfono. Cuando a un camarero le piden los
cafés, etc. Nos permite retener ciertos datos durante unos pocos
segundos. Muchas veces recurrimos a la repetición mental de los datos
para retenerlos hasta que podamos escribirlos, ya que el escucharlos nos
ayuda a mantener los vivos.
Memoria a MEDIO plazo Cuando la información se
retiene uno o dos días. Por ejemplo, cuando hace falta comprar leche, te
acuerdas de ésto hasta que la compras. Y luego, se olvida. Esto es así
porque es información significativa, pero sólo durante un corto periodo
de tiempo. Ocurre lo mismo cuando algunas personas estudian algo para un
examen, y después del examen lo olvidan por completo. ¿No te ha pasado nunca?
Teniendo en cuenta que necesitamos lo aprendido en una evaluación y en
un curso para el siguiente, estudiar así hace que el estudio sea cada
vez más difícil y el éxito en los exámenes más inalcanzable. (Y
entre tú yo, esto es un fracaso para el sistema escolar y para cualquier
profesor, que lo que pretenden es que adquieras ciertas habilidades y
capacidades con las que defenderte en la vida… pero si olvidas enseguida
lo que aprendes, ¡no ha conseguido lo que pretendía, con todo su
esfuerzo! Y si lo piensas bien, sabrás que tú también has invertido
mucho esfuerzo, para luego perderlo… Reflexiona: ¿Merece la pena dedicar
tiempo a “afilar el hacha”?)
Memoria a LARGO plazo Cuando es retenida meses o
años, y sólo requiere de pequeños estímulos para mantenerla nítida en
nuestro recuerdo. A modo de ejemplo puede valernos: el nombre de la
ciudad donde nacimos, la imagen de la cara de un hermano o la voz de
nuestro padre. Son datos de gran importancia personal, y la mente los
guarda en un lugar especial del subconsciente. De modo que la memoria va
por libre, ya que reside en el subconsciente, por lo que es difícil de
controlar de manera consciente. No obstante, estudiando su
funcionamiento y con la práctica y entrenamiento podremos llegar a
dominarla… Ramón Campayo se atreve a decir que “en un 99, 9 % de las
ocasiones.”
Hay que distinguir entre aprendizaje y memorización.
Se puede memorizar algo sin haber entendido nada. Para aprender ay
que poder entender y razonar lo que ha sido memorizado, y además se ha
de tener una clara consciencia de esos datos. A la comprensión de los
datos que la mente es capaz de retener o de asimilar es lo que llamamos
aprendizaje. Un estudiante sólo aprende cuando es capaz de razonar y de
comprender lo que está memorizando.
Lo vivido no se olvida
Una manera de influir en la memoria es experimentar todo lo posible
aquello que queremos recordar. Se ha demostrado estadísticamente que
una persona recuerda, de media, un 20 % de aquello que sólo escucha, un
30 % de aquello que sólo ve, un 50 % de lo que ve y escucha (TV), un 70 %
de aquello que oye, ve y habla, y un 90 % de aquello que oye, ve, habla
y practica o hace. Y en general, los datos memorizados provienen de los
sentidos en los siguientes porcentajes:
De modo que, una vez más, cuantos más sentidos pongamos, más
memorizaremos. Y cuanto más participemos, más nos impactará, mejor lo
entenderemos, y por tanto mejor lo memorizaremos. Es por esto que
debemos “practicar” todas aquellas asignaturas que tengan una parte
práctica (valga la redundancia): matemáticas, física y química, etc. Es
muy importante que hagamos los ejercicios y los problemas, para
participar de manera activa en el proceso de aprendizaje y no ser un
mero espectador de las explicaciones de los profesores.
Datos secuenciales y datos aislados
Es posible aprender si trabaja con datos secuenciales, es decir, que
tienen sentido lógico. Por ejemplo, si nos cuentan la historia de
Caperucita Roja, la entenderemos porque contiene una secuencia de datos
lógica. Y esto sucede aunque no sea una historia real. Por ejemplo, el
lobo se come a la abuelita antes de que Caperucita llegue a casa de la
abuelita, y no antes, etc.
No obstante, existen otro tipo de datos, que podemos llamar datos
aislados. Son datos que no tienen ningún sentido lógico. Así, la capital
de Estonia es Tallín, y no hay un sentido lógico entre estos dos
nombres. Éstos datos son los más difíciles de memorizar para cualquier
persona que no sepa como hacerlo, ya que quedan en la memoria a corto
plazo. ¡¡Justo a la inversa de lo que nos pasará a nosotros a partir de
ahora! !La mayor parte de la gente trata de pasar estos datos a la
memoria a medio plazo utilizando la repetición. Para ello hacen un gran
esfuerzo, y además de que es bastante desagradable, en un examen tienen
un gran riesgo de olvidar. Para nosotros esto ya no va a ser un
problema, porque nunca más vamos a usar la repetición para memorizar
datos aislados: a partir de ahora usaremos asociaciones
inverosímiles.Únicamente usaremos la repetición para la memorización de
datos secuenciales. Y esto es así porque para memorizar una película o
la historia de Caperucita, no hay nada mejor que verla un par de veces.
Pero de un solo tirón, y no estar parándola continuamente con el mando
del vídeo. En muchas ocasiones un estudiante lee repetidas veces un
mismo texto una y otra vez, volviendo incesantemente hacia atrás. ¿No
sería muy desagradable ver así una película?
La nemotecnia: asociación de ideas
La nemotecnia es el método de memorizar datos aislados (no
secuenciales) que vamos a utilizar a partir de ahora. Ya conocemos el
fundamento: vamos a asociar ideas inverosímiles, y vamos a utilizar la imaginación y el sentido del humor para ello.
De este modo, ayudaremos a que ambos hemisferios cerebrales se pongan a
trabajar de forma cooperativa. Recordad lo que os conté sobre Einstein,
Leonardo Da Vinci y otros tantísimos genios: que utilizaban tanto la
imaginación y la creatividad como el rigor científico en sus trabajos, y
sin esta sinergia no hubieran triunfado en sus estudios.
Esta técnica, como muchas otras técnicas de distintos ámbitos, se
aprende practicándola. Nosotros la practicaremos en clase siempre que
podamos, pero sobretodo la utilizaremos en las dos siguientes unidades
(U2:Los químicos tienen tablas y U3:Los compuestos químicos y sus
nombres), que son las que mayor cantidad de datos no secuenciales
tienen. Cuanto más ejercitamos la imaginación, más fácilmente
imaginamos. De manera que cada vez es más fácil y más rápido memorizar… y
lo mejor de todo: ¡el subconsciente hace todo el trabajo!.
Algunas de las cosas que hicimos en clase, también las hace un campeón mundial de la memoria: se llama Ramón Campayo, y es de Albacete.
Así que ya sabes: si quieres ser tan eficiente como Ramón Campayo, no
dejes de practicar esta técnica. Cuando vayas a comprar, en lugar de
llevarte la lista de la compra en papel, te llevas la “lista mental”
(¡mejorarás tu capacidad de memorizar y ayudarás al medio ambiente! ¡dos
en uno, ¿Quién da más?!). Además, para memorizar caras de personas que
no conoces todavía, esta es una técnica fabulosa.
Uno de los ejercicios para subir nota que os ofrezco
es que busquéis fotos de los científicos que aparecen en los tres
libros recomendados para esta asignatura (que están en el programa) y
asociéis su cara con su nombre. Se trata de hacer una ficha en la que
aparezca su foto, su nombre, y la asociación inverosímil que habéis
imaginado. También podéis dejarlo en este blog, usando la categoría
“Fotos_científicos”. En la última evaluación haremos un mural con sus
retratos, y podréis pedirles a compañeros y profesores de otros cursos
que os reten a distinguir un científico de entre todas las fotos…
¡alucinarán cuando vean que no falláis ni uno!
6.2 EL REPASO
Sin repaso, la mente olvida los datos que tiene en la memoria a medio
plazo. Un buen estudiante debe conocer la curva del olvido:
Aunque la figura esté en alemán, se entiende perfectamente con mi
explicación: en las ordenadas aparece la cantidad de conocimientos
memorizados, y en abcisas el tiempo. Así que en vertical empujan hacia
arriba los repasos a la memoria (¡qué se había perdido!) – bueno, ya
sabemos por intuición cómo se dice repaso y tiempo en alemán, dos
palabras nuevas. Podemos ver cómo decrece el recuerdo de forma
exponencial en función del tiempo, y se observa que con los repasos esta
curva (¡además!) decrece más lentamente (la pendiente es menos
acentuada hacia abajo).
De manera que cuantos más repasos hagamos, olvidaremos más
lentamente. Por lo que los repasos se dan cada vez más distantes en el
tiempo con la misma eficacia. ¡¿No es genial?! Sólo tenemos que ser
constantes. Es por esto que es tan importante que trabajemos todos los días… porque vuestra faena es aprender, ¿no?