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Sunday, August 17, 2014

Síndrome del estudiante (Wikipedia)


El síndrome del estudiante es un concepto intoducido por Eliyahu M. Goldratt, en su libro Cadena Crítica.1 Se refiere al fenómeno por el cual las personas comienzan a dedicarse seriamente a una tarea que les fue asignada solamente cuando la fecha de entrega se acerca. Más específicamente, en los primeros dos tercios del período asignado para la tarea avanzan un tercio del trabajo, y en el último tercio “aceleran” y finalizan los dos tercios restantes. Esto sucede típicamente cuando un estudiante está preparando un examen, de ahí el nombre.2 

Concepto

El síndrome del estudiante es una forma de procrastinación, que por lo general incluye más de un plan de actuación y las intenciones de fondo son buenas y sinceras. Por ejemplo, si un estudiante (o grupo de estudiantes) se dirige a un profesor para pedirle una prórroga para algún trabajo, por lo general defenderá su solicitud en base a las mejoras que sufrirá su proyecto al poder dedicarle más tiempo, con intenciones sinceras. En realidad la mayoría de los estudiantes tienen otras tareas añadidas en el momento en que tienen la firme intención de comprometerse a mejorar su proyecto. Al final, a menudo terminan en la misma situación que al principio, deseando tener más tiempo a medida que se acerca el plazo y sufren nuevos retrasos.

El síndrome del estudiante se puede explicar comprendiendo el mecanismo de la memoria humana; la memoria a corto plazo se desvanece con el tiempo, y por lo tanto el estudio intensivo (empollar) en el último momento permitirá que más cantidad de datos afloren y se recuerden durante el examen, a pesar de que esta circunstancia no favorece los mecanismos de la memoria a largo plazo, por lo que el rendimiento será significativamente inferior respecto al estudio programado que explota el repaso espaciado.

Sunday, October 20, 2013

La memoria: la importancia del repaso

6. LA MEMORIA Y EL REPASO.

6.1 LA MEMORIA

Tipos de memoria:

Atendiendo al tiempo que somos capaces de retener la información memorizada, podemos hacer la siguiente clasificación:




Memoria a CORTO plazo Cuando nos dicen los dígitos de un número de teléfono. Cuando a un camarero le piden los cafés, etc. Nos permite retener ciertos datos durante unos pocos segundos. Muchas veces recurrimos a la repetición mental de los datos para retenerlos hasta que podamos escribirlos, ya que el escucharlos nos ayuda a mantener los vivos.



Memoria a MEDIO plazo Cuando la información se retiene uno o dos días. Por ejemplo, cuando hace falta comprar leche, te acuerdas de ésto hasta que la compras. Y luego, se olvida. Esto es así porque es información significativa, pero sólo durante un corto periodo de tiempo. Ocurre lo mismo cuando algunas personas estudian algo para un examen, y después del examen lo olvidan por completo. ¿No te ha pasado nunca? Teniendo en cuenta que necesitamos lo aprendido en una evaluación y en un curso para el siguiente, estudiar así hace que el estudio sea cada vez más difícil y el éxito en los exámenes más inalcanzable. (Y entre tú yo, esto es un fracaso para el sistema escolar y para cualquier profesor, que lo que pretenden es que adquieras ciertas habilidades y capacidades con las que defenderte en la vida… pero si olvidas enseguida lo que aprendes, ¡no ha conseguido lo que pretendía, con todo su esfuerzo! Y si lo piensas bien, sabrás que tú también has invertido mucho esfuerzo, para luego perderlo… Reflexiona: ¿Merece la pena dedicar tiempo a “afilar el hacha”?)




Memoria a LARGO plazo Cuando es retenida meses o años, y sólo requiere de pequeños estímulos para mantenerla nítida en nuestro recuerdo. A modo de ejemplo puede valernos: el nombre de la ciudad donde nacimos, la imagen de la cara de un hermano o la voz de nuestro padre. Son datos de gran importancia personal, y la mente los guarda en un lugar especial del subconsciente. De modo que la memoria va por libre, ya que reside en el subconsciente, por lo que es difícil de controlar de manera consciente. No obstante, estudiando su funcionamiento y con la práctica y entrenamiento podremos llegar a dominarla… Ramón Campayo se atreve a decir que “en un 99, 9 % de las ocasiones.”

Hay que distinguir entre aprendizaje y memorización.

Se puede memorizar algo sin haber entendido nada. Para aprender ay que poder entender y razonar lo que ha sido memorizado, y además se ha de tener una clara consciencia de esos datos. A la comprensión de los datos que la mente es capaz de retener o de asimilar es lo que llamamos aprendizaje. Un estudiante sólo aprende cuando es capaz de razonar y de comprender lo que está memorizando.

Lo vivido no se olvida

Una manera de influir en la memoria es experimentar todo lo posible aquello que queremos recordar. Se ha demostrado estadísticamente que una persona recuerda, de media, un 20 % de aquello que sólo escucha, un 30 % de aquello que sólo ve, un 50 % de lo que ve y escucha (TV), un 70 % de aquello que oye, ve y habla, y un 90 % de aquello que oye, ve, habla y practica o hace. Y en general, los datos memorizados provienen de los sentidos en los siguientes porcentajes:
vista-oido
De modo que, una vez más, cuantos más sentidos pongamos, más memorizaremos. Y cuanto más participemos, más nos impactará, mejor lo entenderemos, y por tanto mejor lo memorizaremos. Es por esto que debemos “practicar” todas aquellas asignaturas que tengan una parte práctica (valga la redundancia): matemáticas, física y química, etc. Es muy importante que hagamos los ejercicios y los problemas, para participar de manera activa en el proceso de aprendizaje y no ser un mero espectador de las explicaciones de los profesores.

Datos secuenciales y datos aislados

Es posible aprender si trabaja con datos secuenciales, es decir, que tienen sentido lógico. Por ejemplo, si nos cuentan la historia de Caperucita Roja, la entenderemos porque contiene una secuencia de datos lógica. Y esto sucede aunque no sea una historia real. Por ejemplo, el lobo se come a la abuelita antes de que Caperucita llegue a casa de la abuelita, y no antes, etc.

No obstante, existen otro tipo de datos, que podemos llamar datos aislados. Son datos que no tienen ningún sentido lógico. Así, la capital de Estonia es Tallín, y no hay un sentido lógico entre estos dos nombres. Éstos datos son los más difíciles de memorizar para cualquier persona que no sepa como hacerlo, ya que quedan en la memoria a corto plazo. ¡¡Justo a la inversa de lo que nos pasará a nosotros a partir de ahora! !La mayor parte de la gente trata de pasar estos datos a la memoria a medio plazo utilizando la repetición. Para ello hacen un gran esfuerzo, y además de que es bastante desagradable, en un examen tienen un gran riesgo de olvidar. Para nosotros esto ya no va a ser un problema, porque nunca más vamos a usar la repetición para memorizar datos aislados: a partir de ahora usaremos asociaciones inverosímiles.Únicamente usaremos la repetición para la memorización de datos secuenciales. Y esto es así porque para memorizar una película o la historia de Caperucita, no hay nada mejor que verla un par de veces. Pero de un solo tirón, y no estar parándola continuamente con el mando del vídeo. En muchas ocasiones un estudiante lee repetidas veces un mismo texto una y otra vez, volviendo incesantemente hacia atrás. ¿No sería muy desagradable ver así una película?

La nemotecnia: asociación de ideas

La nemotecnia es el método de memorizar datos aislados (no secuenciales) que vamos a utilizar a partir de ahora. Ya conocemos el fundamento: vamos a asociar ideas inverosímiles, y vamos a utilizar la imaginación y el sentido del humor para ello.

De este modo, ayudaremos a que ambos hemisferios cerebrales se pongan a trabajar de forma cooperativa. Recordad lo que os conté sobre Einstein, Leonardo Da Vinci y otros tantísimos genios: que utilizaban tanto la imaginación y la creatividad como el rigor científico en sus trabajos, y sin esta sinergia no hubieran triunfado en sus estudios.
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Esta técnica, como muchas otras técnicas de distintos ámbitos, se aprende practicándola. Nosotros la practicaremos en clase siempre que podamos, pero sobretodo la utilizaremos en las dos siguientes unidades (U2:Los químicos tienen tablas y U3:Los compuestos químicos y sus nombres), que son las que mayor cantidad de datos no secuenciales tienen. Cuanto más ejercitamos la imaginación, más fácilmente imaginamos. De manera que cada vez es más fácil y más rápido memorizar… y lo mejor de todo: ¡el subconsciente hace todo el trabajo!.

Algunas de las cosas que hicimos en clase, también las hace un campeón mundial de la memoria: se llama Ramón Campayo, y es de Albacete.

Puedes ver más videos sobre él en su web y en Youtube.

Así que ya sabes: si quieres ser tan eficiente como Ramón Campayo, no dejes de practicar esta técnica. Cuando vayas a comprar, en lugar de llevarte la lista de la compra en papel, te llevas la “lista mental” (¡mejorarás tu capacidad de memorizar y ayudarás al medio ambiente! ¡dos en uno, ¿Quién da más?!). Además, para memorizar caras de personas que no conoces todavía, esta es una técnica fabulosa.

Uno de los ejercicios para subir nota que os ofrezco es que busquéis fotos de los científicos que aparecen en los tres libros recomendados para esta asignatura (que están en el programa) y asociéis su cara con su nombre. Se trata de hacer una ficha en la que aparezca su foto, su nombre, y la asociación inverosímil que habéis imaginado. También podéis dejarlo en este blog, usando la categoría “Fotos_científicos”. En la última evaluación haremos un mural con sus retratos, y podréis pedirles a compañeros y profesores de otros cursos que os reten a distinguir un científico de entre todas las fotos… ¡alucinarán cuando vean que no falláis ni uno!

6.2 EL REPASO

Sin repaso, la mente olvida los datos que tiene en la memoria a medio plazo. Un buen estudiante debe conocer la curva del olvido:
curva-olvido
Aunque la figura esté en alemán, se entiende perfectamente con mi explicación: en las ordenadas aparece la cantidad de conocimientos memorizados, y en abcisas el tiempo. Así que en vertical empujan hacia arriba los repasos a la memoria (¡qué se había perdido!) – bueno, ya sabemos por intuición cómo se dice repaso y tiempo en alemán, dos palabras nuevas. Podemos ver cómo decrece el recuerdo de forma exponencial en función del tiempo, y se observa que con los repasos esta curva (¡además!) decrece más lentamente (la pendiente es menos acentuada hacia abajo).

De manera que cuantos más repasos hagamos, olvidaremos más lentamente. Por lo que los repasos se dan cada vez más distantes en el tiempo con la misma eficacia. ¡¿No es genial?! Sólo tenemos que ser constantes. Es por esto que es tan importante que trabajemos todos los días… porque vuestra faena es aprender, ¿no?


Friday, May 31, 2013

Lección 13 ª: Memoria: Funcionamiento


Se distinguen básicamente dos tipos de memoria:
Memoria a corto plazo
Memoria a largo plazo
Cuando recibimos una información ésta se almacena automáticamente en nuestra memoria a corto plazo donde puede mantenerse unos segundos. Si no se le presta atención al cabo de unos 30 segundos se pierde.
La memoria a corto plazo tiene una capacidad muy limitada, tanto en volumen de almacenamiento como en tiempo de permanencia.La información se puede mantener en la memoria a corto plazo mediante la repetición.
Por ejemplo, cuando nos dicen un número de teléfono y lo vamos repitiendo hasta encontrar un papel donde apuntarlo.
Si uno presta atención a esta información y la elabora (analiza, comprende, relaciona con otras ideas) puede pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
La memoria a largo plazo es prácticamente ilimitada tanto en capacidad como en duración.
El proceso de memorización implica tres fases: registrar, retener y recuperar a) Registro Mientras mejor registremos la información, más fácil nos resultará su memorización, la retendremos por más tiempo y la recuperaremos mejor cuando la necesitemos. 

Es fundamental trabajar bien la información: ser conscientes de lo que estamos haciendo, prestar la máxima atención, evitar interferencias (otras informaciones que estamos recibiendo al mismo tiempo, por ejemplo ruidos del ambiente, imágenes, sensaciones corporales, etc.) que distraen nuestra atención. 

En definitiva: Para memorizar bien es fundamental una buena concentración, estar motivados y relajados, comprender el material, organizarlo y repetirlo. b) Retención Es fundamental ir refrescando periódicamente los conocimientos aprendidos. Por bien que se haya estudiado una lección si no se repasa periódicamente se terminará olvidando. El estudiante debe utilizar un calendario donde anotar los distintos repasos que tendrá que ir dando a las lecciones con el objeto de llegar a los exámenes con los conocimientos frescos. c) Recuperación El ser capaz de recordar lo que se memorizó va a depender en gran medida de la calidad del registro. Si la lección se estudió bien se recordará con más facilidad. Para una buena recuperación es fundamental haber asimilado lo que se ha estudiado. Esto se consigue trabajando la información y comprendiéndola. La recuperación es más probable que falle cuando se ha memorizado mecánicamente. En estos casos, si uno se bloquea en un punto determinado de la lección va a ser incapaz de recuperar el resto.
Para la recuperación puede ser útil crear pistas y en este sentido el contexto puede jugar un importante papel:
1.- Atención: La atención permite seleccionar unos estímulos e ignorar otros. Es fundamental tratar de reducir las posibles interferencias. Hay que estudiar en un lugar tranquilo, sin ruido, que facilite la concentración. El lugar ideal es la propia habitación, con la puerta cerrada y en silencio (sin música). La atención depende en gran medida de nuestro interés o motivación y del control de nuestras emociones (alegrías, preocupaciones, tristezas...). Las emociones pueden llegar a bloquear nuestra mente, distrayéndonos de lo que estamos realizando. Se puede ejercitar la atención, aprender a captar la información principal y los detalles relevantes, saber distinguir lo importante de lo accesorio.
Ejemplos: leer atentamente un artículo y tratar de repetirlo mentalmente con el máximo detalle posible. Observar una foto y tratar de describirla.
2.- Motivación. Resulta más fácil memorizar aquello que nos interesa. A un niño le resultará más fácil memorizar los nombres de los jugadores de su equipo que las capitales de los países europeos. Por ello el estudiante debe esforzarse y tratar de ilusionarse con sus asignaturas, buscarle su lado positivo. Si desde el principio uno decide que cierta asignatura no la soporte le va a resultar mucho más difícil su aprendizaje.3.- Significado. Antes de comenzar a memorizar es fundamental comprender la información, entenderla. Tratar de memorizar algo que no se entiende exige un esfuerzo enorme y como mucho se consigue su memorización imperfecta (con muchos errores) y a corto plazo (se pierde rápidamente).
Por ejemplo, si hay que memorizar una definición es fundamental en primer lugar entenderla; sólo entonces se podrá memorizar correctamente.
Por tanto, la elaboración de la información facilita la memorización: Cuanto más se trabaje la lección que se pretende aprender más fácil resultará su memorización. La memorización literal (al pie de la letra) solo se debe realizar en casos muy concretos (por ejemplo, definiciones, fórmulas, leyes, etc.). Excluyendo estos supuestos, la memorización debe pretender el ser capaz de desarrollar con nuestras propias palabras el texto aprendido, y para ello es esencial haberlo entendido.

4.- Organización. La información convenientemente organizada resulta más fácil de memorizar.

Por ejemplo, es más fácil memorizar los meses el año en orden cronológico que salteados.Si se estudian los huesos del esqueleto es preferible seguir un orden: por ejemplo, empezar por los huesos de la cabeza e ir descendiendo.
Cuando se estudian los ríos de España es más fácil seguir un recorrido: por ejemplo, empezar por los ríos que desembocan por el norte, descender por el Atlántico y terminar por el Mediterráneo.
La información bien organizada se puede almacenar y recordar con una gran exactitud.
Por ejemplo, si en historia tenemos que estudiar la expansión del Imperio Romano deberemos seguir un orden cronológico, asociarla con los distintos emperadores, relacionarla con otros hechos históricos del momento (por ejemplo, nacimiento de Jesús).
5.- Repetición. Repetir la información que se está memorizando utilizando uno sus propias palabras. El esfuerzo que se realiza al tratar de recordar la información, sus distintas partes, las ideas principales y los detalles, y el intentar expresar esto con las propias palabras es precisamente lo que ayuda a la memorización. Es un ejercicio intenso, mucho más que leer un texto y tratar de repetirlo sin comprenderlo, pero mucho más provechoso.
Hay que evitar una repetición mecánica (tipo "papagayo").
En la fase de registro influyen diversos factores: atención, motivación, capacidad de análisis, creatividad, pensamiento lógico, dominio de las emociones, relajación, etc.
Muchos elementos del contexto existente en el momento del estudio quedan registrados en la memoria. Por ello, hay que tratar de que el contexto en la fase de recuperación sea lo más similar posible al que hubo en la fase de memorización.
Llevar al examen la misma ropa que teníamos que cuando dimos el último repaso, la misma colonia, emplear el mismo bolígrafo (uno especial), ... y muchos más.
Resulta útil crear en el momento del último repaso estudio pistas que luego repitamos en el momento del examen.

Fuente:  http://www.aulafacil.com/Tecestud/Lecciones/Lecc13.htm


Tuesday, April 30, 2013

Ejercicios para la Mente: Ejercicios y Alimentos Para Nuestro Cerebro y Para Mejorar la Memoria

 
Con regularidad mis pacientes me preguntan  que alimentos son buenos para la memoria, porque notan que últimamente no sólo están muy cansados sino que olvidan con facilidad las cosas. ¿Pero son ciertos aquellos alimentos que mejoran la memoria? Pues hay muchos que sirven como materia prima para el mejor funcionamiento, pero nada sirve en realidad si no ponemos a trabajar nuestras “neuronas”

El ácido fólico (conocido como vitamina B9) es altamente eficaz para mejorar la memoria y la capacidad mental de los cerebros en edad avanzada, su ingesta disminuye el riesgo de desarrollar Alzheimer.

Las lentejas ricas en azúcares de asimilación lenta son idóneas para la salud neuronal. Además, son una potente fuente de hierro y facilitan el transporte del oxígeno al cerebro.

Espinacas, eficacia 100 por ciento. Nuestra facultad para memorizar elementos y concentrarnos depende, entre otros factores, de una correcta irrigación sanguínea del cerebro. Las espinacas tienen todo los nutrientes necesarios para contribuir en este proceso.

Nueces, ricas en fósforo. Los griegos la llamaban kara (cabeza) por su parecido con el cerebro. Los romanos la consideraban el alimento de los dioses y la asociaban con la buena memoria. Ricas en fósforo y en ácido alfa linoleico, cuatro nueces diarias cubren las necesidades de Omega3. 

Salmón = Omega 3. Para aprovechar al máximo sus propiedades y su alto contenido en ácidos Omega 3, se recomienda tomar pescados grasos dos veces por semana, para frenar el deterioro cognitivo. ¿Pero con estos alimentos será suficiente?
Alguna vez has estado en la situación de preguntar:

¿Cómo se llama esa película en la que sale esa actriz rubia, de pelo largo, que una vez salio en esa otra película de acción con el actor ese, alto, medio pelado? ¿Sabes de quién hablo no?

Se dice que a partir de los 30 años empezamos por lo general a tener pequeños olvidos:

¿Dónde dejé mis llaves?
¿A qué hora tenia mi cita a las 5 o a las 5 y media?
¿Cómo se llama ese señor, me acuerdo bien de su cara, pero no de su nombre?
¿En qué piso me estacioné? ¿Dónde está mi carro?

Aunque estos pequeños olvidos no afectan nuestra vida, generalmente terminan generándonos ansiedad. Encima de esto tenemos a la abuela que se acuerda con lujo de detalle el día y la hora exacta en que algún acontecimiento familiar ocurrió.

Existen muchos mitos en que las personas equivocadamente relacionamos edad con falta de memoria o con falta de algún nutriente.

Los neurólogos han comprobado que la pérdida de memoria a corto plazo no se debe a la edad o a que las neuronas se mueran y no se regeneren, sino a la reducción del número de conexiones entre sí de las neuronas.

¿Porqué sucede? Pues por la falta de uso; sí, aunque parezca raro, así como un músculo llega a atrofiarse por la falta de movilidad, las células nerviosas van perdiendo conexiones unas con otras y terminas atrofiando esas conexiones y van perdiendo la habilidad de pasar información unas con otras.

Lo que tenemos que hacer es obligar a nuestro cerebro a producir su propio alimento: las neurotrofinas. Estas son moléculas que producen y secretan las células nerviosas y actúan como alimento para mantenerse saludables.

Entre más activas estén las células del cerebro, mas cantidad de neurotrofinas producen y esto genera mas conexiones entre las distintas áreas del cerebro.

¿Qué debemos hacer entonces?


Pues ejercicios con nuestra mente. Como así:

Estirarlas, sorprenderlas.
Sacarlas de la rutina.
Presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones, del olfato, la vista, el tacto, el gusto y  el oído.

¿El resultado? Tenemos un cerebro más flexible, más ágil y su capacidad de memoria aumenta.

Muchas personas razonan de esta manera: pero yo trabajo, estudio, hago ejercicio, y hago muchas cosas a la vez. Mi mente siempre esta activa.

Pues nada de eso es cierto. Lo que hace la mente es trabajar en forma rutinaria, y hasta automáticamente. Te has puesto a pensar:

¿Qué tan diferente es tu rutina en la mañana, tu ruta hacia el trabajo, la hora en que comes, la hora en que regresas, el tiempo que pasas conduciendo tu auto, llegar a casa y ver lo mismo en la televisión?

Pues estas actividades diarias y rutinarias son inconcientes, hacen que el cerebro actúe de manera automática y además requieren un mínimo de energía. Esas experiencias pasan por las mismas vías neuronales, por caminos en tu cerebro ya formadas. Aquí no se producen las neurotrofinas.

¿Qué ejercicios son recomendables para nuestro cerebro y para producir neurotrofinas?

  • Intenta por lo menos, una vez por semana ducharte con los ojos cerrados. Solo con el tacto, localiza el jabón, las llaves del agua, el shampoo, regula la temperatura del agua. Verás como tus manos notaran texturas que nunca habías percibido.
  • Utiliza la mano que no dominas de vez en cuando (si eres diestro usa la izquierda). Come, escribe, lávate los dientes, abre ese cajón con la mano que mas te cuesta usar.
  • Lee en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que usas para leer en silencio.
  • Cambia la ruta por donde vas a trabajar, o para regresar a tu casa.
  • Modifica tu rutina. Haz cosas diferentes, sal, conoce y conversa con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa las escaleras en lugar del ascensor. Sal al campo, camina huele el aire puro
  • Mejora la ubicación de algunas cosas. Al saber donde está todo, el cerebro hace un mapa de todo. Cambia por ejemplo el bote de basura y te darás cuenta que instintivamente botas el papel en el mismo sitio.
  • Aprende una habilidad, cualquier cosa, lo que sea, como tomar fotos, cocina, yoga, un nuevo idioma, armar rompecabezas, armar coches de juguete; haz un experimento al taparte un ojo, esto hace que el cerebro pierda percepción en la profundidad, el cerebro tendrá que usar otras vías de conexión.
  • Identifica objetos como monedas, botones, y cualquier objeto similar, hará que distingas uno de otro, asimismo el poner diferentes monedas de distinta denominación,  agudiza la percepción  y la memoria.

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