El síndrome del estudiante es un concepto intoducido por Eliyahu M. Goldratt, en su libro Cadena Crítica.1
Se refiere al fenómeno por el cual las personas comienzan a dedicarse
seriamente a una tarea que les fue asignada solamente cuando la fecha de
entrega se acerca. Más específicamente, en los primeros dos tercios del
período asignado para la tarea avanzan un tercio del trabajo, y en el
último tercio “aceleran” y finalizan los dos tercios restantes. Esto
sucede típicamente cuando un estudiante está preparando un examen, de
ahí el nombre.2
Concepto
El síndrome del estudiante es una forma de procrastinación,
que por lo general incluye más de un plan de actuación y las
intenciones de fondo son buenas y sinceras. Por ejemplo, si un
estudiante (o grupo de estudiantes) se dirige a un profesor para pedirle
una prórroga para algún trabajo, por lo general defenderá su solicitud
en base a las mejoras que sufrirá su proyecto al poder dedicarle más
tiempo, con intenciones sinceras. En realidad la mayoría de los
estudiantes tienen otras tareas añadidas en el momento en que tienen la
firme intención de comprometerse a mejorar su proyecto. Al final, a
menudo terminan en la misma situación que al principio, deseando tener
más tiempo a medida que se acerca el plazo y sufren nuevos retrasos.
El síndrome del estudiante se puede explicar comprendiendo el mecanismo de la memoria humana; la memoria a corto plazo se desvanece con el tiempo, y por lo tanto el estudio intensivo (empollar)
en el último momento permitirá que más cantidad de datos afloren y se
recuerden durante el examen, a pesar de que esta circunstancia no
favorece los mecanismos de la memoria a largo plazo, por lo que el rendimiento será significativamente inferior respecto al estudio programado que explota el repaso espaciado.
La historia clínica es el instrumento que reúne todos los datos
disponibles que permiten descifrar y explicar el curso de la vida del
paciente en cuento interesa para el estudio de la enfermedad. Dentro de
esos datos se incluyen los personales (biológicos, funcionales,
emocionales, etc.) familiares, escolares, sociales, laborales, etc.
Esos datos constituyen la base para el diagnóstico y la orientación y se
completan con las observaciones y entrevistas realizadas así como el
resultado de las pruebas aplicadas y los informes de profesionales de
otras disciplinas.
Estructura de la Historia Clinica:
1. Datos generales
Iniciales
Sexo
Edad
Escolaridad
Origen y procedencia
Ocupación
Estado civil
Religión
Iniciales de los padres y/o responsable, edad, escolaridad, ocupación, estado civil
Se redacta en forma de párrafo
2. Motivo de consulta
Es la razón por la que el paciente busca o es referido al servicio
profesional. Es la preocupación que lleva a los padres de un niño a
buscar consulta.
Se escribe en forma breve, textual y entrecomillada y se hace referencia de quien informa y de su relación con el paciente. 3. Historia del problema actual
Se refiere al curso del padecimiento, expuesto en el motivo de consulta,
desde su inicio hasta el momento actual; cuándo y cómo empezó a
manifestarse y a qué acontecimientos se asocia su aparición. 4. Historia personal (historia escolar y social)
Datos del periodo pre, peri y postnatal (condiciones anteriores al embarazo, parto)
Desarrollo psicomotor
Lenguaje
Alimentación
Hábitos de sueño Historia o perfil social Relación del paciente con personas fuera del grupo familiar o escolar
Habilidades o limitaciones y preferencias en cuanto a relaciones sociales Historia escolar Edad en la que inició en la escuela
Adaptación
Relación con los maestros y compañeros
comportamiento 5. Personalidad básica
Descripciòn de las caracterìsticas psicològicas del paciente de acuerdo a
la informaciòn obtenida en la Anamnesis, entrevistas y observaciones
realizadas 6. Historia familiar
Estructura familiar (miembros que componen la familia y conviven con el paciente)
Dinámica familiar (relaciones e interacciones que se establecen entre cada uno de los miembros y el paciente)
Actitudes de la familia frente a otros ambientes del paciente Genograma Análisis de las pruebas aplicadas
Antecedentes
Aspectos médicos
Psicológicos
Obstétricos
Traumáticos 7. Examen mental
Resultado del examen mental (evaluación de las funciones psicológicas)
Apariencia general y actitud
Estado de conciencia
Estado de ánimo
Actividad motora
Asociación y flujo de ideas y características del lenguaje
Contenido de ideas
Sensorium
Memoria
Pensamiento
existen mas aspectos para evaluar el examen mental estos están completos en un post anterior sobre el examen mental. 8. Impresión clínica
Se formula luego del análisis de la información obtenida 9. Focalización 10. Jerarquización 11. Diagnóstico 12. Fundamentación de la impresión clínica o el diagnóstico 13. Plan de orientación psicológica a) Objetivo del tratamiento:
Qué se persigue alcanzar mediante la atención, sobre qué aspectos o áreas y cómo se va a intervenir.
Frecuencia y duración de las sesiones
Además de la frecuencia y duración se debe incluir el tiempo estimado que durará el tratamiento b. Técnicas a emplear
Técnicas elegidas de acuerdo a las características del caso y orientación terapéutica c. Abordamiento a nivel de los distintos ambientes del paciente
Familiar
Escolar
Social 14. Fundamentación de la orientación psicológica 15. Conclusiones y recomendaciones
Los estudiantes podrían combatir la ansiedad previa a un examen y obtener mejores notas si escriben sus preocupaciones unos minutos antes de iniciar la prueba, según un estudio de la Universidad de Chicago (EE UU).
Los investigadores, liderados por el psicólogo Sian Beilock,
demostraron a través de una serie de experimentos con estudiantes de
diferentes edades que si éstos plasmaban por escrito sus temores antes
de realizar un examen, reducían su ansiedad y dejan "libre" toda la
capacidad de su cerebro
para abordar la prueba con éxito, obteniendo puntuaciones mucho mejores
que quienes no lo hacían. Según Beilock, las situaciones de presión
merman una función de nuestro cerebro llamada memoria de trabajo,
que es crítica en muchas tareas cotidianas ya que permite recuperar
información relevante para la tarea que tenemos entre manos.
“A pesar de que las personas suelen estar motivadas para dar lo mejor de su mismas, las situaciones cargadas de presión, como exámenes o presentaciones importantes, hacen que estas personas se desenvuelvan por debajo de sus capacidades”, puntualiza el investigador, que ha publicado sus resultados en el último número de la revista Science. Con el método que Beilock y su equipo han puesto a prueba, “los estudiantes que tienden a sentir ansiedad
durante los exámenes son capaces de sobreponerse a sus temores, por
ejemplo las consecuencias de hacerlo mal, y sacar a flote todo su
potencial”.
Escrito por jason belasco
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Traducido por adriana de marco
Son las 2 AM y
mañana tienes un examen de historia de mitad de término. Tu compañero de
habitación está tocando la guitarra ensordeciéndote con la canción Rage
Against the Machine (Enojo contra la máquina) (cómo si hubiera alguna
otra), y el chico raro del fondo del corredor ha organizado sobre tu
cama una comunicación con los espíritus. Estás haciendo, pesas para tus
piernas con tu cuaderno enfrente, cuando de pronto uno de los
participantes de la comunicación con los espíritus vuelca cerveza sobre
tus pobres apuntes y ya ilegibles notas. ¿La lección aquí? Nunca
tonifiques tus músculos cerca de cerveza barata. Bien, hay otra lección:
tus habiliadades para estudiar no son buenas. Todo, desde la
ilegibilidad de tus notas a tu ambiente para estudiar van hacia un fin
desastroso. Puede ser que no te importe tu GPA, pero a otros si les
importa, así que este eHow te dará la información que necesitas para
aprender a estudiar. No te va a subir el conciente intelectual, pero al
menos aprenderás a usar el que tienes. Antes de empezar a sermonearte,
haz este examen para ver dónde están tus mayores problemas de estudio.
Una vez que sepas por qué siempre has sido una desilución para tus
padres, podrás seguir adelante con tu trabajo.
Prepara un lugar de estudio apropiado
Elige el lugar y reúne los
materiales Una biblioteca es lo ideal. Si tiemblas ante la idea de ir a
una biblioteca, esa es la razón por la que el lugar es perfecto. ¿Qué es
lo que puede ser más aburrido (traducción: que te distraiga menos) que
una biblioteca? Sin embargo, si eres una de esas personas que no se
pueden concentrar entre ese ensordecedor silencio, deberías elegir un
lugar en el que sepas que lo podrás hacer. Aquí tienes algunas
sugerencias: Un café tranquilo Una sala de studio Una sala para
estudiantes Un salón de clase vacío Un dormitorio no es un buen lugar,
porque estarás cerca de un teléfono, de una cama, de la TV y otras
distracciones. Luego de 30 minutos, te darás cuenta de que para mantener
la sanidad es esencial que se rompa el tubo de la TV. Asegúrate de que
tienes todos los materiales que necesitarás, no debes perder tiempo
buscando tu lapicero de la suerte (o siguiendo a alguien para pedir
prestado uno que sea de inferior calidad). También es importante tener
una mesa de trabajo o un escritorio grande donde puedas desparramar tus
cosas para que estén a mano. Aquí tienes un inventario rápido que puedes
hacer para determinar si has encontrado el ambiente apropiado para
estudiar. Asegúarate de que estás cómodo. Sea cual fuere el área que
elijas, asegúrate de que sea relativamente placentera y cómoda. Alguna
gente necesita silencio para estudiar, mientras otros prefieren tener
música de fondo (investigadores han llegado a la conclusión de que
escuchar música puede mejorar la atención mental, aunque no
necesariamente mientras estudias). Probablemente sea mejor que evites la
música muy energética como el hip hop el rock hardcore, pero, si te
encuentras cantando con la música o golpeteando con tu pie, las
posibilidades son que no estés prestando demasiada atención.
Haz una rutina regular para estudiar
No hay nada más frustrante que
pasar un día "estudiando" y darte cuenta de que no has avanzado mucho.
El truco para evitarlo es no estudiar durante mucho tiempo (aunque te
podría ayudar), sino enfocarte más en la calidad del tiempo que le
dedicas al estudio. Así que mantén un record. Haz un plan del día o
mantén un asistente personal digital contigo en el que puedas escribir
las tareas con las que debes cumplir. Sé específico. Haz tu agenda lo
más específica que puedas. No solamente decide cuándo, sino las materias
que vas a estudiar. Asegúrate de asignarle bloques de tiempo a cada
curso. Y fíjate cuáles son los que te llevarán más tiempo de estudio y
preparación, para poder marcar las prioridades. Mantente flexible. Ten
en cuenta tus limitaciones y preferencias y mantén tu agenda
relativamente flexible. La regla de "2 horas de estudio por una hora de
clase" no siempre es cierta. Lo que estudies para cada clase estará
determinado por qué tan eficientemente puedes comprender los contenidos.
Si puedes lidiar con varias horas de estudio sin tomar un recreo,
hazlo. Pero, si sólo puedes estudiar por períodos cortos y debes tomar
recreos, tómalos, o toma un lapso que hayas estipulado o, mejor, tómalo
como recompensa por haber llegado a tus metas. Sólo asegúrate de que tus
recreos no terminen durando más que los períodos de estudio. También
recuerda que algunas materias requieren más tiempo para re-tomarlas, así
que trata de limitar las pausas cuando estés trabajando en asignaturas
que requieran toda tu atención. Elige un tiempo óptimo del día para
estudiar. Si eres una persona nocturna, no agendes el estudio para la
mañana durante el desayuno, ya que estarás demasiado cansado y quejoso
para estudiar efectivamente. Elige un momento del día en que estés
alerta y en tu mejor forma. Sí, está bien... entre la escuela, el
trabajo y la pornografía, es casi imposible reservar largos períodos de
tiempo para un estudio concienzudo durante el día. Bueno, o deberás
desarrollar la habilidad para estudiar por cortos períodos o deberás
reajustar tu habilidad para concentrarte durante tus horas libres. Si
nunca tienes momentos en los que te sientes cansado, tienes el síndrome
de fatiga crónica. Si constantemente sientes que te falta energía, y si
puedes estudiar solamente dejando de dormir, deberás reconsiderar tus
metas. Por ejemplo, cortar tu horas de trabajo te puede costar algunos
CDs, pero podrás mejorar en la escuela lo que es mejor para el futuro.
Los estudios muestran que la mayoría de la gente estudia mejor por la
mañana. Así que si ves que lo puedes hacer, trata de reajustar tu agenda
del sueño para poder hacerlo antes del mediodía. No solamente estarás
más feliz (sacándote el estudio del camino), sino que te acordarás mejor
de las cosa aprendidas. Aparte, la mayoría de los exámenes van a ser
durante el día (aunque no todos), así que es mejor estudiar durante el
horario en el que tendrás el examen. Mantén tu vida social. Antes de que
efectivamente puedas agendar tu tiempo de estudio, deberás priorizar tu
vida. Ser un buen estudiante no significa que te debas aislar de tus
amigos y de tu familia. Sólo sé muy claro con ellos y díles que tu
tiempo de estudio es prioritario. Si recibes llamadas mientras estás con
los libros, díle a quién quiera que sea que hablarás con él más tarde
cuando le puedas dar toda tu atención. Si no tratas de mantener alguna
semblanza de tu vida personal, te agotarás. ¿Además, es el estudio lo
más importante de tu vida? Todo trabajo sin juego hace de Jack un tonto
que se queda en su casa los viernes a la noche con el gato.
Entérate lo que quieren tus maestros
Desenvolverte bien en la
escuela a veces tiene mucho menos que ver con lo mucho que trabajas que
con las expectativas que ha puesto tu instructor en ti. Antes de
anotarte en una clase, investiga lo que piensan los estudiantes
anteriores del profesor y cómo se preparaban para sus clases. Si más de
una fuente confiable te dice que el instructor es poco razonable, evita
esa clase. Atiende y toma notas. Siéntate cerca del frente, no
necesariamente adelante de todo, si no quieres contarle los pelos al
profesor. Escribe lo más que puedas sobre lo que se dice (hasta las
cosas que dicen tus compañeros... a no ser que sea completamente tonto e
irrelevante, lo que pasa casi siempre). Si no puedes escribir rápido o
claramente, compra una computadora notebook y llévala a clase. De esa
forma toda la información que necesitas para un examen estará tipeada,
lo que te ahorrará un paso cuando hagas tu rutina. Pero esto se verá más
tarde. Si la usas, siéntate a un lado del aula, para que tu constante
tipeo no distraiga al profesor. Tu profesor te hará saber con frecuencia
cuáles son los tópicos importantes de sus clases, asegúrate de prestar
atención. Por ejemplo, cualquier cosa que se escriba en el pizarrón
deberás registrarla en tu computadora. También deberás saber por el
lenguaje corporal del instructor, cuán importante es. Y no tengas miedo
de hacer preguntas "estúpidas", como "¿Qué es lo que va a incluir en el
examen?". Puede ser que te lo diga. Pero, si esto te pone nervioso,
pídele al chico que esté más cerca tuyo que haga la pregunta. ¡El
títere! Saca ventaja de las horas de trabajo de tu instructor. Puedes ir
a la oficina de tu instructor al menos una vez.... para que sepa que te
importa su clase. Antes de hacerlo, escribe las preguntas que tienes
sobre la clase o sobre las cosas que leíste. Aunque no tengas preguntas
específicas, será útil reunirte con él simplemente para tener una idea
de lo que vendrá en el examen. Recuerda, aunque actúe como si estuviera
ocupado, ayudarte es su trabajo; no aceptes que no te dé su total
atención durante sus horas de trabajo. Entérate de lo que salió mal. Si
por alguna razón todavía no rindes en el examen, no te asustes. Ve al
instructor y de manera amable pídele discutir lo que no fue
satisfactorio. Aprenderás a hacerlo mejor la próxima vez, y también le
demostrarás que te importa tu actuación (lo que a su vez puede afectar
tus notas en el futuro). Hasta puede darte la oportunidad de rehacer el
examen. Suspira, suficiente del recreo de primavera en Daytona.
Aprende algunos trucos para estudiar
Lee con inteligencia Los libros
de texto están diseñados para enfatizar los puntos que necesitas saber.
Tienen un sumario, recapitulación o sección con preguntas al final de
cada capítulo. También, enfócate en el contenido. Cuando leas un
trabajo, mantén los ojos abiertos para leer los subtítulos y los
términos en negritas. Reléelo todo, tomando notas mientras lo haces.
Puedes escribir un pequeño sumario de cada capítulo cuando terminas,
para saber si entendiste (y puedes explicar) el material. Ilumina los
párrafos importantes. Leer las oraciones que has señalado es una buena
forma de estudiar. Usa lineamientos Éstos pueden ser convenientes. Son
más efectivos si no piensas en ellos como listas, sino como grupos de
echos y conceptos basados en su relación de unos con otros. Encontrarás
que muchos de los tópicos que estudies se agruparán en los encabezados.
Haz tus lineamientos. Podrás recordarlos mejor y saber cómo se
relacionan unos con otros. Reescribe las notas a mano Cuantos más de tus
sentidos uses mientras estudias, más fuertemente se almacenará la
información en tu cerebro. Por ello, uno de los mejores consejos para
estudiar es que reescribas las notas a mano 2 y repitas las palabras en
voz alta. De esta forma, estás reforzando la información. Leerás las
notas, procesándolas para físicamente copiarlas, diciendo las palabras y
oyéndolas. Así, te será mucho más fácil recordar la información. Usa
dispositivos nemotécnicos Memorizar te puede dar resultado, como puede
ser que tengas mejor suerte con dispositivos nemotécnicos. Se usan
asociando a un sonido con un concepto, así que lo que tienes que
recordar es el sonido. Si, la primera letra de cada apartado puede ser
ensamblada como una palabra, tendrás que recordar esa palabra para
recordar cada apartado de la lista. También pude servir para listas
largas. Prueba con los grupos de estudio Los grupos pueden ser una gran
forma de motivarte para trabajar y recibir información. - Encuentra un
grupo de 3 ó 4 estudiantes. Deben ser más o menos del mismo nivel de tu
intelecto. Si estás a un nivel más alto, estarás gastando tu tiempo. Si
son mucho más inteligentes que tú, te confundirás y te descorazonarás. -
Elige un plan de estudio en grupo que funcione. - Aunque el grupo tenga
sólo un miembro, le puede dar a tu trabajo un incentivo adicional. -
Busca miembros que estén tan comprometidos como tú y pon algunas reglas:
llegar a tiempo, llegar preparado y usar el tiempo juntos para discutir
el trabajo. -Para tener más consejos sobre el estudio, ve a Información
sobre las habilidades del estudio en Recursos. Tarjetas Con ellas
refuerzas la información a través del proceso de escribirlas. Cuanto más
escribas sobre el tema, mejor te irá. Haz menos de 100 o pasarás más
tiempo haciendo bonitas tarjetas que usándolas. Abarrotamiento Todos lo
hacen, pero eso no significa que esté bien. Abarrotarte de conocimientos
la noche anterior a un examen aumentará tu ansiedad y te quitará horas
de sueño. Así que comienza a estudiar por lo menos dos semanas antes del
examen y asegúrate de irte a dormir a una hora razonable la noche
anterior. Exámenes de práctica y sesiones de repaso Usa los exámenes que
tomó tu profesor en años anteriores. Úsalos. Qué mejor forma de saber
lo que debes esperar que ver lo que el profesor preguntó antes.
Asegúrate de practicar con esos exámenes hacia el final de tu período de
estudio. Trátalos como si fueran el examen real y ve cómo los
resuelves. No es ilegal ni está mal usar los viejos exámenes si están
disponibles, ¡para eso están ahí! Muchos maestros también hacen sesiones
de repaso antes del examen. Son importantes porque muchos profesores
van a dar claves y pistas, accidentalmente, sobre el examen. Así que
aunque sea muy aburrido, ve. Consejo sobre la materia específica
Historia: las fechas son invaluables. Escribe las de cada evento mayor,
para saber sus causas y efectos. Reescríbelas de memoria. Resalta con
colores los nombres de la gente que estuvo involucrada. Ciencia: Las
tarjetas son tus amigas. Los dispositivos nemotécnicos funcionan muy
bien para los términos de ciencia. Matemática: La práctica es la clave.
Haz tantos problemas de práctica como puedas hasta que les hayas tomado
la mano. Matemática no es la clase de materia que puedas leer solamente,
debes practicar. Inglés: lee tus notas y familiarízate con los términos
literarios y técnicas que te mostró tu maestro. Los resúmenes de los
argumentos también son útiles. Finalmente crea una lista de ejemplos de
cada uno de los libros con los que estás familiarizada. Lengua
extranjera: si es un examen de vocabulario, usa las tarjetas. Pero si es
un ensayo o gramática, es mucho más importante que te familiarices con
los verbos y sus conjugaciones. Si es un examen oral, busca alguien con
quién hablar. Va a aumentar tu fluidez y comodidad.
Chequea algunas de las "comidas para el cerebro"
Posiblemente todos estos
consejos sean demasiado obvios para ti, y quieres algo más exótico. Aquí
tienes algunas segerencias dietéticas, también conocidas como "comidas
para el cerebro". Puede ser que sean efectivas para ti o no, pero en
caso de que estés lo suficientemente desesperado como para probar
cualquier cosa, aquí las tienes. Una dieta apropiada evidentemente es
importante para darte la energía y la concentración que necesitas para
estudiar. Y aunque te veas tentado de comer Comidas con Valor Extra y
Din Dongs todo el día, es una mejor idea hacer una dieta balanceada y
sana, llena de las vitaminas y nutrientes esenciales. Algunos de estos
nutrientes están directamente ligados con el enfoque mental y hasta con
la inteligencia. Por ejemplo, un estudio británico encontró una
correlación entre la dieta y la inteligencia, concluyendo que 1 de cada 4
chicas de colegio involucradas en el estudio estaba dañando su cociente
intelectual haciendo dieta y privándose del hierro. El autor del
estudio termina diciendo que debido a la frecuencia con que las mujeres
jóvenes hacen dietas, es común que haya un pobre nivel de hierro entre
las chicas británicas de colegio y que la dieta y los niveles de hierro
juegan un rol importante para determinar el cociente intelectual. Las
cuatro Gs: gingko, ginseng, ginseng siberiano y gotu kola En su libro
"Herbs for Health and Healing" (Hierbas para la salud y la curación),
Kathi Keville y Peter Korn discuten los estudios clínicos que muestran
las 4 Gs, ginkgo, ginseng, ginseng siberiano y gotu kola como una mejora
para las habilidades mentales, incluyendo "concentración, aptitud,
conducta, alerta y hasta inteligencia". Esto puede ser debido a que
tomando estas hierbas se produce un incremento del flujo del oxígeno al
cerebro. Mientras estos efectos son particularmente notables en la gente
anciana que ha mostrado una declinación en sus facultades mentales,
muchos estudiantes universitarios se apoyan en las 4 Gs para mejorar la
memoria. La mejor de las hierbas para mejorar la memoria es el ginkgo, y
casi todos los suplementos para la "mejora de la memoria" lo contienen.
Como Keville y Korn, reportan en un apartado del libro, cuando se les
da ginkgo a los estudiantes antes de una sesión de estudios,
"generalmente la mitad de los estudiantes dicen que realmente ven una
diferencia", y el efecto es más pronunciado cuando se lo combina con
ginseng o ginseng siberiano. Vitamina E Hay una variedad de vitaminas
útiles para mejorar la función del cuerpo, incluyendo el cerebro. Los
investigadores han ligado a la falta de vitamina E con la pérdida de la
memoria. Sin embargo, estos estudios reúnen a gente más grande que está
más proclive a sufrir una degeneración del cerebro debido al
envejecimiento. Por lo tanto, aunque debes tener suficiente de esta
vitamina en tu dieta para proteger tus facultades mentales, no quiere
decir que una mega dosis te vaya a ayudar con un examen importante
(puedes encontrar otros suplementos vitamínicos que parece que cumplen
esta función). Mientras que el germen de trigo, el aceite de maíz y el
aceite de maní tienen una gran cantidad de vitamina E, y que las carnes
son una buena fuente, los suplementos pueden ser la mejor forma de
incrementar su ingesta. Asegúrate de hablar con tu médico antes. La
vitamina E licúa tu sangre, así que no la tomes si estás con
anticoagulantes o vas a someterte a una cirugía en un futuro cercano.
Lecitina Los estudios médicos han mostrado que la lecitina (que es un
"fosfolípido", no preguntes) y su componente más significativo, la
colima, son beneficiosos para el tratamiento de los desórdenes
neurológicos, la pérdida de la memoria y la depresión. La lecitina puede
ser que esté involucrada en el transporte de los lípidos y el
colesterol (el bueno) del hígado a la sangre y esto también puede hacer
que cumpla un importante rol en la salud del sistema circulatorio y
mejorar la salud del cerebro. Las fuentes naturales son los huevos, los
productos lácteos y las carnes que tienen grasa y colesterol, aunque la
lecitina en sí misma no tiene colesterol. Las frutas y las verduras
generalmente tienen poca lecitina, a excepción de los avocados (una
"comida del cerebro", aunque alta en grasas) y las arvejas de soja (que
son buenas para ti, así que cómelas). Otra vez, se debe decir que,
aunque debas tener mucha lecitina en tu dieta, la relación entre esta
sustancia y el cerebro aun no se entiende bien. Así que ahí tienes. Sea a
través de hierbas, organización o el viejo compromiso, es posible
romper el círculo de estudio sustancial, sin importar el alto grado de
estudiante negligente que seas en este momento.
La profesora interviene en una discusión entre dos alumnos:
Jaimito, ¿cuál es el problema?
Es que soy demasiado inteligente para estar en el primer grado.
Mi hermana está en tercero y yo soy más inteligente que ella. ¡Yo quiero ir para el tercero también! La profesora ve que no puede resolver el problema y lo manda para la dirección.
Mientras Jaimito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al director. Éste le promete hacerle un test al muchacho, que seguro no conseguirá responder a todas las preguntas, y así accederá a continuar en el primer grado.
Ya de acuerdo ambos, hacen pasar al alumno y le hacen la propuesta del test que él acepta. Inicia entonces las preguntas el Director:
A ver Jaimito, ¿Cuánto es 3 por 3? -"9"-. ¿Y cuánto es 6 veces 6? -"36"-.
El director continúa por casi una hora, con la batería de preguntas que sólo un excelente alumno de tercer grado debe conocer y Jaimito no comete ningún error.
Ante la evidente inteligencia del menor, el Director dice a la profesora:
Creo que tendremos que pasarlo al tercer grado. La profesora no muy segura, pregunta:
- ¿Puedo hacerle yo unas preguntas también? El director y Jaimito asienten. Inicia entonces la profesora:
¿Qué tiene la vaca 4 y yo sólo dos? Las piernas, responde Jaimito sin dudar...
¿Qué tienes en tus pantalones, que no hay en los míos? El director se ajusta los lentes, y se prepara para interrumpir... Los bolsillos, responde el niño.
¿Qué entra al centro de las mujeres y solo detrás del "hombre"? Estupefacto, el director contiene la respiración... La letra "E", responde el alumno.
¿Y dónde las mujeres tienen el pelo más crespo? El director hace una mueca de asombro En África, responde Jaimito sin dudar.
¿Qué es blando, y en las manos de una mujer se torna duro? Al director se le cruzan los ojos. El esmalte de uñas, profe... contesta Jaimito.
¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas? El Director no lo puede creer... Las rodillas, responde Jaimito al instante.
¿Y qué tiene una mujer casada más ancha que una soltera? La cama.
¿Qué palabra comienza con la letra C, termina con la letra O, es arrugado y todos lo tenemos atras? El director empieza a sudar frío... El codo, profesora.
¿Y qué empieza con C tiene un hueco y yo se lo di a varias personas para que gozaran? El director se tapa la cara... Un CD.
El director, ya mareado de la presión les interrumpe y le dice a la profesora... Mire, póngame al carajito ese en sexto grado...
¡¡¡Yo mismo acabo de fallar todas las respuestas !!!
La mayoría de los adolescentes necesitan entre ocho horas y media y
más de nueve horas de sueño cada noche. Dormir la cantidad adecuada de
horas es fundamental para cualquier persona que quiera hacer bien un
examen o practicar un deporte sin tropezarse con sus propios pies.
Lamentablemente, muchos adolescentes no duermen lo suficiente.
¿Por qué no duermen lo suficiente los adolescentes?
Hasta hace poco, los adolescentes solían tener mala fama por quedarse
despiertos hasta tarde, llegar tarde al centro de estudios por haberse
quedado dormidos y dormirse en clase. Pero algunos estudios recientes
han demostrado que los patrones de sueño de los adolescentes difieren de
los que tienen los niños y los adultos.
Estos estudios han permitido constatar que durante la adolescencia el
ritmo circadiano de nuestro cuerpo (una especie de reloj biológico
interno) experimenta un reajuste temporal, indicándoles a los jóvenes
que se duerman y se despierten más tarde. Este cambio en el ritmo
circadiano parece deberse al hecho de que la melatonina, una hormona del
cerebro, se produce más tarde por la noche en los adolescentes en
comparación con los niños y los adultos. Esto puede dificultar que los
adolescentes concilien el sueño temprano por las noches.
Estos cambios en el ritmo circadiano coinciden con una etapa en que
los adolescentes están más ocupados de lo que lo habían estado en su
vida. Para la mayoría de los jóvenes, la presión de rendir en los
estudios es mucho mayor que la que tenían durante la infancia y es más
difícil aprobar sin estudiar muchas horas. Además los jóvenes también
tienen otras ocupaciones que les llevan tiempo: desde las actividades
extraacadémicas, deportivas y de otro tipo, hasta los trabajos a media
jornada para ahorrar dinero para la universidad.
El hecho de que las clases empiecen muy temprano en la mayoría de
centros de enseñanza secundaria también desempeña un papel en la falta
de sueño que padecen muchos adolescentes. Los adolescentes que no se
duermen hasta después de la medianoche siguen teniendo que levantarse
temprano para ir a la escuela, lo que significa que sólo duermen seis o
siete horas cada noche. Perder una o dos horas de sueño por noche puede
no parecer un gran problema, pero, a la larga, esto puede generar un
déficit de sueño importante.
¿Por qué es tan importante dormir?
El déficit de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de
una persona, desde su capacidad de prestar atención en clase hasta su
estado de ánimo. Las investigaciones demuestran que más del 20% de los
alumnos de la escuela secundaria se quedan dormidos en clase y los
expertos han establecido una relación entre la falta de sueño y el hecho
de sacar peores notas. La falta de sueño también repercute
negativamente sobre el rendimiento deportivo de los adolescentes.
Además, el mayor tiempo de reacción y la falta de concentración
provocados por la falta de sueño no sólo repercuten sobre el rendimiento
académico o deportivo. Estas consecuencias de la falta de sueño pueden
poner en peligro la vida de las personas que conducen. La Administración
Nacional de Seguridad y Tráfico en Carreteras de los Estados Unidos
calcula que cada año mueren 1.500 personas en accidentes de tráfico
provocados por conductores de edades comprendidas entre los 15 y los 24
años que simplemente conducían cansados. (Más de la mitad de las
personas que provocan accidentes por quedarse dormidos al volante tienen
menos de 26 años).
La falta de sueño también se ha relacionado con problemas
emocionales, como los sentimientos de tristeza y depresión. Además, el
sueño nos ayuda a mantenernos sanos, al ralentizar lo suficiente
nuestros sistemas corporales como para que podamos "recargar baterías"
después de las actividades cotidianas.
¿Cómo puedo saber si estoy durmiendo lo suficiente?
Aunque creas que estás durmiendo suficiente, es posible que no sea
así. He aquí algunos de los indicadores de que tal vez no estés
durmiendo suficiente:
te cuesta mucho levantarte por las mañanas,
tienes grandes dificultades para concentrarte,
te quedas dormido en clase o
estás triste o deprimido.
¿Qué puedo hacer para dormir más?
Recientemente, en EE.UU. algunos investigadores, padres y profesores
han sugerido que los centros educativos de secundaria empiecen las
clases más tarde por la mañana para adaptarse a las necesidades de los
jóvenes de dormir más. Algunos centros ya han modificado sus horarios
para retrasar la hora de inicio de las clases. Tú, tus amigos, tus
padres y los profesores de tu centro de estudios pueden hacer presión
para intentar que retrasen las horas de inicio de las clases en tu
centro, pero mientras tanto, tendrás que hacer tus propios ajustes.
He aquí algunas de las cosas que te pueden ayudar a dormir mejor:
Sigue un horario regular para irte a dormir. Si te
acuestas cada día a la misma hora, cuando se acerque esa hora tu cuerpo
sabrá que ha llegado el momento de dormir. El hecho de levantarte cada
día a la misma hora también te ayudará a establecer un patrón regular de
sueño, de modo que intenta ajustarte a ese horario incluso los fines de
semana. No retrases más de una hora la hora de acostarte ni la de
levantare más de 2 ó 3 horas.
Haz ejercicio regularmente. De todos modos, intenta
no hacer ejercicio justo antes de acostarte, puesto que eso puede
subirte la temperatura corporal y activarte, dificultando que concilies
el sueño. Los expertos en sueño consideran que practicar ejercicio 5 ó 6
horas antes de acostarse (a media tarde) puede favorecer el sueño.
Evita los estimulantes. No tomes bebidas con
cafeína, como refrescos con gas o café, después de las 4 de la tarde. La
nicotina también es un estimulante, así que dejar de fumar puede
ayudarte a dormir mejor. Y es posible que beber alcohol por la noche te
provoque inquietud y te despiertes durante la noche.
Relaja la mente. Evita ver películas o programas de
televisión violentos, de terror o acción justo antes de acostarte;
cualquier cosa que te pueda acelerar la mente o el corazón. Leer libros
de suspenso o intriga también puede dificultar que concilies el sueño.
"Desconéctate" reduciendo la intensidad de la iluminación.
La luz le indica al cerebro que es hora de despertarse. Antes de
acostarte, mantente alejado de luces fuertes (¡incluida la pantalla de
tu equipo de computación!) y medita o escucha música suave para ayudar a
tu cuerpo a relajarse.
No hagas siestas demasiado largas. Dormir más de 30 minutos durante el día puede hacer que te resulte más difícil conciliar el sueño por la noche.
Evita pasar noches sin dormir para estudiar. No
esperes al último día para prepararte para un examen. No dormir la noche
anterior al examen puede hacer que rindas menos en el examen de lo que
habrías rendido de haber estudiado menos y dormido más.
Crea un ambiente adecuado para dormir. Los estudios
demuestran que la gente duerme mejor en una habitación oscura y más
bien fresca. Baja la persiana o cierra las cortinas (y asegúrate de que
éstas sean lo bastante gruesas como para bloquear el paso de la luz) y
desconecta la calefacción o baja el termostato de tu habitación (ten
preparadas algunas mantas por si acaso o ponte un pijama abrigado si
tienes frío). El ruido también dificulta el sueño.
Levántate con la primera luz de la mañana. La luz matutina le indica al cuerpo que es hora de levantarse y ponerse en marcha.
Si estás adormilado, no te verás de lo mejor. De modo que considera
el "sueño" como un aspecto fundamental de tu agenda diaria para ayudarte
a estar creativo y sano.