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Sunday, August 24, 2014

El ejercicio aeróbico y el ejercicio anaeróbico: ¿Son realmente diferentes? (vidaysalud.com)

 
Aunque suena como un juego de palabras, sí son dos tipos de ejercicio diferentes. Además, si haces ejercicio frecuentemente, seguramente ya forman parte de tu rutina sin que lo hayas notado. Sigue leyendo para que te enteres.
 
Los ejercicios aeróbicos son el tipo de ejercicio más conocido, o por lo menos cuyo nombre escuchamos más frecuentemente. Sí, son lo mismo que las clases de aeróbicos que dictan en el gimnasio o en los parques de tu ciudad; y también son lo mismo que los ejercicios cardiovasculares que recomendamos los médicos y los gimnasios. Pero, ¿qué son realmente? La explicación está en su nombre: aeróbico quiere decir “con oxígeno”. Esto significa que son ejercicios que están diseñados para aumentar la circulación de oxígeno en tu cuerpo.

¿Cómo lo hacen? Muy sencillo. La principal característica del ejercicio aeróbico es que se hace de forma moderada pero continua. Así tu ritmo cardíaco aumenta haciendo que tu corazón bombee con más fuerza la sangre por todo tu cuerpo oxigenándolo. También por ese motivo son ejercicios buenos para la salud del corazón, para la circulación y para los pulmones. Se recomienda que muevas los grupos de músculos largos sin hacer demasiada fuerza, para que puedas durar bastante tiempo haciendo este ejercicio con el fin de calentar el cuerpo, sudar y quemar calorías.

Todo eso sucede cuando haces los aeróbicos en los que trotas y saltas durante media hora, o te vas a la zona cardiovascular del gimnasio a usar la trotadora, la bicicleta o la máquina elíptica. El caminar, trotar, montar bicicleta, bailar, remar, nadar, esquiar… también son ejercicios aeróbicos.

Los ejercicios anaeróbicos, son lo contrario. Como su nombre lo dice, son ejercicios “sin oxígeno”. ¡Pero eso no quiere decir que debes hacer estos ejercicios sin respirar! Ese nombre significa que el objetivo de estos ejercicios no es el de oxigenar tu cuerpo, y por lo tanto no están enfocados a aumentar tu ritmo cardíaco. Al contrario, estos ejercicios están diseñados para fortalecer tus huesos y tus músculos, y tonificar tu cuerpo.

¿Cuáles son? Nada más y nada menos que los ejercicios de fortalecimiento, especialmente los que incluyen pesas, y los ejercicios de flexibilidad, como estiramientos (“stretching” como se le llama en inglés), abdominales, Pilates, yoga, tai chi, etc. Al hacer estos ejercicios tienes que hacer un esfuerzo muscular y corporal más fuerte en un tiempo más corto y de una forma más lenta; y puede ser que no te hagan sudar tanto, pero tus músculos y tus huesos sí sentirán el esfuerzo.

Aunque son dos tipos de ejercicio diferentes, ninguno es mejor que el otro. Por eso es importante incluir ejercicios aeróbicos y ejercicios anaeróbicos en tu rutina diaria, pues los dos cumplen objetivos completamente diferentes que hacen que tu actividad física sea integral.

Por ejemplo, cuando haces una clase de aeróbicos en el gimnasio, es muy común que la primera parte sea puramente de ejercicios aeróbicos, pero que al final terminen con una tanda de ejercicios anaeróbicos haciendo estiramientos de los músculos antes de que se enfríen. O cuando tienes una rutina de levantamiento de pesas, generalmente es importante que hagas 30 minutos de ejercicio cardiovascular para calentarte antes de trabajar directamente con tus músculos.

Sin embargo, cuando tienes un objetivo específico que quieres lograr, es mejor que insistas más en un tipo de ejercicio que en otro. Si quieres bajar de peso o mejorar tu salud cardiovascular, lo mejor son los ejercicios aeróbicos. Y si lo que quieres es tonificar tu cuerpo y desarrollar músculos, lo mejor son los ejercicios anaeróbicos.

Tu médico o el instructor del gimnasio sabrán recomendarte cuál es el tipo de ejercicio que más te conviene para lograr lo que deseas.


Friday, January 24, 2014

4 ejercicios abdominales y algunos consejos para tonificar tu abdomen (vidaysalud.com)


El tener un abdomen plano no se logra de la noche a la mañana. Pero tampoco es tan difícil como crees. Es sólo cuestión de saber qué ejercicios abdominales hacer y dedicarle algunos minutos al día. Ensáyalos aunque sea una vez para romper el hielo. Te gustarán.

Como sucede con tantas cosas en la vida, con los ejercicios abdominales lo que importa es la calidad y no la cantidad. No tienes que matarte haciendo 50 ejercicios abdominales seguidos. Intenta hacer menos, pero despacio y concentrándote en los músculos que estás trabajando. Un ejercicio efectivo no es justamente el que más duele. Al contrario, tan pronto te empiece a doler debes parar, eso te dará para hacer máximo 15 o 20 repeticiones por set. Y puedes hacer entre dos o tres sets de cada uno de estos ejercicio.
  1. Abdominales básicos. Acuéstate de espalda en el piso, con las rodillas dobladas y la planta de tus pies totalmente sobre el suelo. Apoya tu cabeza sobre los dedos de tus manos y siempre con los codos abiertos. Mientras contraes tus abdominales, empieza a levantar la cabeza lentamente, primero acercando el mentón hacia el pecho, luego el cuello, los hombros y así hasta despegar del suelo la parte superior de la espalda.
  2. Abdominales invertidos. Acuéstate de espalda en el piso con las manos a los lados, las rodillas dobladas y los pies ligeramente levantados del suelo. Concéntrate en contraer tus abdominales para levantar tu cadera y acercar tus rodillas hasta tu pecho.
  3. Bicicleta. Acuéstate de espalda en el piso, levanta tus piernas y dobla tus rodillas formando un ángulo de 90 grados. Empieza por extender la pierna derecha y, con las manos detrás de la cabeza, intenta unir el codo derecho con la rodilla izquierda. Este movimiento lo debes hacer sin que tu brazo se cruce sobre tu cabeza, sino concentrando toda la fuerza en tu abdomen para que él te ayude a girar el tronco hacia la izquierda. Ahora cambia de lado sin dejar caer la espalda, extendiendo la pierna izquierda y uniendo el codo izquierdo con la rodilla derecha.
  4. Conteniendo el estómago. Ubícate “en cuatro”, sobre pies y rodillas mirando hacia el suelo. Deja que tu estómago salga mientras tomas aire y luego lo sueltas. Tan pronto saques el aire mete tu estómago suavemente y contenlo 10 segundos, sin doblar tu espalda en ningún momento. Descansa y repite hasta 10 veces.
Pilates, Yoga y la Pelota Suiza son también muy buenos métodos de hacer ejercicio para tonificar tus abdominales. Inscríbete en una clase de alguno de ellos o cómprate un video para hacerlo en casa. Arma una pequeña rutina de 30 minutos para hacerlos dos o tres veces a la semana, y notarás la diferencia.

Recuerda que solamente con ejercicio no lograrás tonificar tu abdomen, si aún le sobra grasa. Los ejercicios abdominales no te harán perder grasa del abdomen exclusivamente. Complementa tus ejercicios con una dieta balanceada y ejercicios aeróbicos que te ayuden a perder calorías. Así podrás ver más fácilmente los resultados de tu esfuerzo.

FUENTE: http://www.vidaysalud.com/daily/ejercicio/4-ejercicios-abdominales-y-algunos-consejos-para-tonificar-tu-abdomen/

Sunday, December 8, 2013

3 movimientos para un vientre plano (salud180)


La idea de lucir un vientre plano es, para muchas, una obsesión difícil de satisfacer ya que es una de las zonas del cuerpo femenino que más grasa acumula, sin hablar que es de las áreas que presenta mayor flacidez al transcurso de los años.

De acuerdo con la gastroenteróloga estadunidense Robynne Chutkan, fundadora de Digestive Centre For Women de Washington, para conseguir un vientre plano no es necesario someterse a dietas estrictas  sino que basta con reducir la cantidad de sal  que se consume (ya que con ella se retiene más líquidos en el intestino) y realizar ejercicio.

Movimientos que te harán lucir sexy…


Para mantener una salud óptima se recomienda realizar 30 minutos de ejercicios, pero, ¿para mantener un vientre plano debe existir el sacrificio? Para ayudarte a conseguir tu objetivo te proporcionamos tres movimientos, los cuales sólo tienes que realizar tres a cuatro veces por semana.

1. Un clásico.  Es fundamental que los realices bien. Encoge tus piernas y elévalas hacia arriba, los muslos deben estar juntos. Controla que haya contacto de la zona lumbar con el suelo durante toda la ejecución del movimiento, si notas que se despega es porque has elevado el tronco demasiado y tu tono abdominal es bajo. No despegues tanto la cabeza del suelo.

2. De costado. En la misma postura inicial anterior, lleva las piernas a uno y otro lado para activar tu musculatura oblicua abdominal. Pon los brazos en L para tener un elemento de control, si al inclinar las piernas se despega el brazo contrario es que tienes que desplazarlas menos.

3. Ataca todos los puntos. De pie, separa las piernas y dobla ligeramente las rodillas. Toma aire por la nariz e inclina con suavidad tu cabeza hacia delante al tomar aire.Al mismo tiempo, flexiona tu columna en un arco hacia delante desde el cráneo hasta la pelvis. Mantén los abdominales apretados y repite el movimiento.

Entres más frecuente hagas esta rutina mejor serán los resultados; para una mayor efectividad realiza 3 series de 20 repeticiones de cada ejercicio. Recuerda, tu salud está en tus manos y también debe ser parte de tus hábitos para conservar tu belleza.


Saturday, June 15, 2013

Consejos para la buena salud (vidaysalud.com)


Cambiar algunos hábitos diarios puede significar la diferencia entre tener buena salud y estar enfermos.

El tener una buena salud es crucial para llevar una vida feliz y placentera. El estar sano significa que nuestro cuerpo funciona de forma normal y que no hay nada fuera de balance. Estar sano es también tener una mente equilibrada y en armonía con el cuerpo. Muchas veces, por la velocidad de la vida que llevamos, nos olvidamos que la salud es un tesoro. Sólo la valoramos cuando nos enfermamos.

Los hábitos saludables son, en gran parte, los que determinan que tengas buena salud. Y cuando me refiero a hábitos, hablo precisamente de aquello que haces todos los días: dormir, comer, mantenerte hidratado, hacer ejercicio, bañarte, protegerte del sol. El buen desarrollo de estos hábitos seguramente te ayudará a tener una vida más larga y más sana. Hagamos un recorrido por estos consejos para tener una buena salud.

Come frutas y verduras: Lo ideal es comer nueve porciones de frutas y vegetales al día. Pero si, ya sé que estás abriendo los ojos porque te parece mucho. Entonces ahí va: cinco. Come cinco porciones de frutas y vegetales al día y te salvarás de varias visitas al médico. Un estudio realizado en la Universidad de Harvard dice que esta cantidad suministra los antioxidantes y la fibra necesarios para reducir las enfermedades cardíacas y para mantener un peso sano. (Una porción equivale aproximadamente a la mitad de una fruta, o media taza de frutas, o media taza de vegetales)

 

Haz ejercicio: Lo ideal sería 30 minutos de ejercicio cardiovascular (o más) 5 días o más a la semana. Pero como ya sé que a veces te cuesta levantarte del sofá, pues ahí te va una dosis más manejable: ¿qué tal 17 minutos al día? Esto equivale a dos horas a la semana. ¡Y ni siquiera tienes que hacerlo seguidito! Puedes dividirlo en segmentos. Y los beneficios son infinitos: corazón sano, peso adecuado, músculos tonificados, estar de muy buen humor…etc., etc…
 

Duerme: Si eres de los que siempre duerme entre 7 y 8 horas diarias, vas por el camino correcto. Unos estudios recientes indican que los que tienen problemas para dormir o duermen menos 7 horas, están incrementando su riesgo de sufrir hipertensión, enfermedades cardíacas y hasta diabetes. Nuestro cuerpo necesita descansar y recargar sus energías para tener buena salud.


Mantente hidratado: Antes se decía que ocho era el número mágico de vasos de agua al día que se debían tomar. Ahora se sabe que no es necesario beber ocho, pero toma líquidos con las comidas y cada vez que sientas sed. Bebe más si haces ejercicio o hace mucho calor. Los únicos que no pueden depender de la sed para beber agua son los niños pequeños y los ancianos porque en ellos el mecanismo de la sed no funciona bien y tienen que acordarse de beber. No sé si sabías, pero el cuerpo está hecho de agua y necesita de este líquido para funcionar. Otras fuentes de líquido son las frutas, la sopa, el té y los vegetales. Recuerda, agua=buena salud.
 

Lávate las manos: idealmente con agua y jabón, usando el jabón mínimo durante 15 segundos. Varios estudios han demostrado que el lavarse las manos con agua y jabón elimina más del 90% de los microbios que causan infecciones y que pueden alterar tu buena salud. Lávate las manos siempre después de ir al baño, al tocar a alguien que está enfermo, y cuando cocinas. Especialmente cuando tocas carne cruda y vegetales sin lavar.


 Usa bloqueador solar: Diariamente. No importa que esté nublado. Proteger tu piel de los rayos ultravioleta evitará lesiones en la piel, incluyendo cáncer. Lo ideal es un bloqueador de mínimo 15 de factor de protección.


El tener y mantener una buena salud depende en parte de nuestros hábitos. Es mejor prevenir que lamentar. Así que toma nota de estos consejos y ¡a ponerlos en práctica!


Cinco cosas que es bueno hacer por las mañanas


Ilumínate. Según un estudio del Instituto Politécnico Rensselaer (EE UU), si has dormido mal o menos de 8 horas y te acabas de levantar para ir al colegio o al trabajo, es buena idea exponerte a luz “azul”, ya que contribuye a superar los retos del día y a afrontar mejor el estrés. De acuerdo con los investigadores, el efecto se debe a que la luz azul acelera la respuesta del cortisol al despertar (CAP, por sus siglas en inglés), que nos prepara para abordar cualquier actividad y asumir imprevistos. De esta manera rendimos más, nos deprimimos menos y sufrimos menos accidentes de coche, según concluían los autores en la revista International Journal of Endocrinology.

Quema grasa. Quemamos un 20% más de grasa si hacemos ejercicio físico por la mañana con el estómago vacío que si esperamos a después de desayunar, según un estudio de la Universidad Northumbria publicado la semana pasada en la revista British Journal of Nutrition. Los investigadores aseguran que, después de una noche de descanso y en ayunas, la energía que consumimos practicando deporte procede de la grasa.

Vacúnate. Si tienes que ponerte una vacuna, por ejemplo de la gripe,mejor hazlo por la mañana. Según un estudio publicado en la revista Psychophysiology, a esta hora el cuerpo responde produciendo más anticuerpos. Esto ocurre sobre todo en hombres adultos, cuyo sistema inmune responde con el doble de eficacia a estas horas que por la tarde.

Escucha música relajante. Según un estudio presentado en la reunión de la Sociedad Americana de Hipertensión, escuchar música clásica o celta cada mañana durante 30 minutos reduce la presión arterial y la mantiene en niveles saludables durante el resto del día.

Come proteínas. Si incluyes proteínas en el desayuno (huevo, embutidos, atún…) te sientes más saciado durante todo el día y tu cerebro produce menos señales de “atracción” hacia la comida y controla mejor el apetito, según demostraba un estudio de la Universidad de Missouri (EE UU) basado en neuroimágenes obtenidas con resonancia magnética. Además, según ha demostrado Judith Wurtman, investigadora del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT), las proteínas aportan al cerebro tirosina, un aminoácido que aumenta la producción de neurotransmisores que mantienen la concentración y la mente alerta, como la noradrenalina.


Monday, April 15, 2013

10 maneras saludables de cultivar tu energía sexual

Cómo vitalizar tu cuerpo y tu vida sexual

Según los antiguos chinos y el Taoísmo, la energía sexual o jing chi, es nuestra energía de vida principal. Surge de las fuerzas del cielo y de la tierra y genera nuestro cuerpo al momento de ser concebidos por nuestros padres. Esta energía está asociada a los órganos sexuales. El segundo tipo de energía que tenemos es el chi, que es la fuerza que recorre nuestro cuerpo y abastece sus órganos. Y finalmente, contamos con nuestra energía espiritual o shen

La energía sexual primordial se va agotando a lo largo de la vida. Sin embargo, para dejar de agotar nuestra fuerza vital, es necesario recargar a diario nuestro chi con actividades que nos permitan experimentar el amor, el disfrute, la creatividad, y la espiritualidad que da sentido a nuestras vidas. Implica aprender a cuidar nuestra salud física, emocional, mental y espiritual.

A continuación encontrarás distintas maneras de recargar tu vitalidad y cultivar tu energía sexual, que puedes comenzar a practicar ahora mismo para tu propio bienestar y salud:

1. Come de forma sana y nutritiva

Es fundamental que nutras tu cuerpo con una proporción balanceada de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Según enfoques holísticos como el yoga y la medicina ayurvédica, los alimentos frescos como las verduras, frutas, semillas y nueces están más cargados de energía vital o prana, que las carnes o los alimentos procesados. Elige legumbres, cereales y harinas integrales, ya que tienen mayor valor nutritivo y contienen fibra. Elimina de tu dieta las harinas refinadas, el pan blanco, los dulces y las grasas animales.

2. Bebe suficiente agua

A través del agua recibes también una cantidad considerable de energía vital, a la vez que hidratas e irrigas todos los órganos y sistemas de tu cuerpo, incluidos el cerebro, corazón, pulmones, hígado y riñones. El agua permite la asimilación de las sustancias nutritivas en tu cuerpo, purifica tu sangre y te permite liberar toxinas y sustancias que el cuerpo ya no requiere a través de la orina y la heces. Según la medicina tradicional china, los riñones – a través del elemento agua – regulan nuestra energía vital, así como el funcionamiento de los órganos sexuales, los huesos y el sentido del oído.

3. Respira conscientemente

Una tercera manera de llenar de prana tu cuerpo físico y energético es a través de la respiración. El oxígeno desempeña un importante rol en el mantenimiento de la vida, pero es – según las corrientes holísticas – la energía vital que absorbemos mediante la respiración la que nutre y revitaliza todos los órganos y sistemas del cuerpo. Por otro lado, según como respiras, puedes relajarte o generar mayor energía, ambos aspectos importantes para una buena sexualidad.

4. Haz ejercicio físico

El simple ejercicio de caminar por 30 minutos diarios contribuye a mantener tu salud física, a la vez que aumenta tus niveles de energía. Cuando te ejercitas, tu cerebro produce endorfinas, sustancias que generan una sensación de bienestar y resistencia al dolor. Por este motivo, tras una sesión de ejercicios moderada es muy poco probable que te sientas triste, malhumorado o con bajo deseo sexual.

5. Conéctate con la naturaleza

Caminar por un parque, tomar sol, bañarte en el mar, pasear por una montaña, regar tu jardín… Todas estas actividades y otras que disfrutes al aíre libre, te llenan de energía y cambian tu estado de ánimo a positivo. Cuando factores como el clima o el trabajo te impidan disfrutar del aire libre, puedes colocar plantas resistentes a los espacios interiores, o imágenes de escenarios naturales en las paredes o en la pantalla de tu computador. Otra buena manera de hacer contacto con la naturaleza en estas circunstancias es hacer ejercicios de visualización, donde veas, sientas, huelas y escuches, por ejemplo, una escena de ti mismo en la playa. Tu cuerpo, al recibir el mensaje de tu cerebro, comenzará a responder tal como si estuviera realmente en la playa.

6. Realiza ejercicios para fortalecer el piso pélvico

Todo ejercicio que realices para fortalecer el músculo pubococcígeo – que es en realidad un grupo de músculos en tu zona pélvica – puede significar una gran diferencia en la calidad de tu vida sexual. Los ejercicios Kegel pueden beneficiarte de muchas maneras si inviertes al menos 10 minutos diarios en ellos. Conoce algunos de sus beneficios: mejoran la disfunción eréctil, ayudan a controlar la eyaculación precoz, aumentan la sensibilidad en la vagina, y las sensaciones durante la relación sexual y el orgasmo.

7. Transforma tus emociones

Las corrientes holísticas como el yoga, Tantra y Taoísmo afirman que la energía emocional es otra forma de energía de vida, y recomiendan que antes de expandir y hacer circular la energía sexual por todo el cuerpo, es necesario calmar y armonizar las emociones. Estados como la tristeza, la rabia, la frustración y la impotencia pueden ser canalizados y expresados de manera adecuada, de modo que no se repriman y causen mayor dolor en la persona. El Taoísmo recomienda realizar ejercicios como los “sonidos sanadores”, para así transformar las emociones y energías negativas que se acumulan en los distintos órganos del cuerpo, en energías positivas, amorosas y sanadoras.

8. Practica el autoerotismo

El autoerotismo o masturbación, te ayudará a cultivar tu energía sexual mientras te das placer a ti mismo. La sexualidad siempre está presente en el ser humano, y no depende de una pareja para expresarse. Al expresar amor erótico por ti mismo estás nutriendo tu ser y tu cuerpo, y estás invitando a la experiencia del placer sea parte integral de tu vida. Al acariciarte sexualmente también activas tu energía sexual y produces hormonas que mantienen los tejidos saludables, liberas tensiones, reduces el estrés y mejoras tu autoestima. ¿Necesitas más buenas razones para masturbarte?

9. Haz circular tu energía vital

El Taoísmo posee un ejercicio llamado la "órbita microcósmica”", que consiste en hacer circular la energía vital o sexual por todo el cuerpo a través de dos canales (meridianos) conocidos por la medicina tradicional china. La energía siempre circula por estos canales, pero al realizar el ejercicio, que consiste en visualizar cómo la energía recorre el cuerpo, se liberan bloqueos en esa ruta, y se vitalizan los órganos, los sistemas y la energía sexual. Es una práctica sencilla que te beneficiará mucho, especialmente si la realizas con una intención amorosa y sanadora hacia ti mismo.

10. Cultiva tu vida espiritual

Integrar la espiritualidad a tu vida, nutre todo tu ser y te llena de energía de otras esferas. Más allá de la religión o de las creencias, existe un espacio en el Ser donde se hace presente el amor, la voluntad creativa y el deseo de contribuir con algo significativo para el mundo. Una forma de conectar con nuestra esencia espiritual es meditar todos los días al menos 10 minutos, en un lugar tranquilo de tu casa o bien en un sitio natural, si cuentas con esa facilidad. Se ha demostrado que la meditación trae beneficios para la salud física, emocional y mental, además de ser un refugio de paz espiritual.

Fuentes:

Ramacharaka, Yogi (1977). Hatha yoga. Filosofía yogi del bienestar físico.
Reid, Daniel (1989). El Tao de la salud, el sexo y la larga vida.
http://sexo.about.com/od/Salud-Holistica-y-Sexualidad/tp/Maneras-Saludables-Cultivar-Energia-Sexual.htm 

Tuesday, January 15, 2013

El ejercicio te ayuda a prevenir el estrés y la ansiedad (vidaysalud.com)


Si todavía necesitas más razones que te motiven a ponerte en movimiento, aquí tienes una más. Un estudio reciente ha detectado que el ejercicio moderado ayuda a prevenir el estrés y la ansiedad, dos factores de la vida moderna que pueden alterar la salud de cualquiera. Tómalo en serio y dile adiós al agobio y a las presiones con una rutina de ejercicios.

El estrés se ha convertido en un aspecto inseparable de la vida cotidiana, algo que dificulta o complica la calidad de vida de las personas. Posiblemente ya hayas escuchado algo al respecto: si bien el estrés no es una enfermedad en sí misma, sí puede causar problemas de salud concretos y reales si se prolonga a través del tiempo y no se eliminan sus causas.

Por ejemplo, el estrés se ha relacionado con varios problemas de salud, no sólo emocionales, como la depresión y la ansiedad, sino también con la salud del corazón, el sistema digestivo y el sistema inmunológico (de defensas) en general.

Afortunadamente, existen distintas formas de combatir el estrés, que incluyen desde técnicas de meditación y relajación hasta la psicoterapia y los tratamientos con medicinas, pasando desde luego por distintos tipos de actividad física y de relajación, que incluyen el yoga y el Tai Chi.

Ahora, un nuevo estudio que aparece en línea en la revista Medicine and Science in Sports and Exercise, asegura que el ejercicio moderado también puede ayudar a las personas a controlar la ansiedad y el estrés futuros. O sea, se destaca que los beneficios emocionales y mentales del ejercicio podrían durar mucho tiempo después de que ha terminado la sesión.

Para llegar a estos resultados, los investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, compararon el efecto producido al tomar sesiones de 30 minutos de descanso en tranquilidad y al hacer sesiones de 30 minutos de bicicleta de intensidad moderada sobre los niveles de ansiedad de estudiantes universitarios sanos.

Los analistas midieron los niveles de ansiedad de los estudiantes antes de las sesiones de ejercicio o descanso y luego de 15 minutos. Además, midieron su ansiedad una tercera vez, tras mostrarles una variedad de fotografías neutrales o altamente estimulantes, de una base de datos de imágenes que se utiliza para investigar las emociones, conocida como Sistema Internacional de Fotografías Afectivas (International Affective Picture System).

Así pudieron detectar que, si bien el ejercicio y el descanso en tranquilidad aliviaban inicialmente la ansiedad de los participantes, solamente los que habían practicado ejercicios lograron mantener un nivel más bajo de ansiedad tras observar 90 fotografías de la base de imágenes mencionada durante 20 minutos.

Estos resultados resaltan la importancia del ejercicio para el bienestar físico y emocional en general. Y si de combatir el estrés se trata, recuerda que hay distintas alternativas que pueden adaptarse a tus gustos y necesidades.

Mientras piensas qué tipo de actividad física comenzarás a practicar para combatir el estrés, la ansiedad y el sedentarismo, a continuación encontrarás otras recomendaciones que pueden ayudarte a lidiar con esas situaciones que te alteran de pies a cabeza:
  • Planea tu día con anticipación y aprende a decir que no. Así evitas comprometerte con tantas actividades que después no puedas cumplir con todas.
  • Decide qué cosas tienes que hacer primero y cuáles pueden esperar.
  • Toma tiempo para relajarte y hacer actividades que disfrutes.
  • Practica más actividad física y come alimentos saludables.
  • Habla de tus emociones con tu familia y tus amigos.
  • Intenta hacer algunas técnicas de relajación, como yoga, meditación o técnicas de respiración.
Y en todo momento, trata de darles a las cosas el valor que en verdad tienen, sin preocuparte por cuestiones menores o que no puedes controlar, como el clima o un embotellamiento en el tráfico.

Si quieres conocer más técnicas para aliviar el estrés, no dejes de leer este otro artículo de vidaysalud.com. Y si sientes que el tiempo pasa y pasa, pero el estrés y la ansiedad no desaparecen, no dejes que tus emociones se conviertan en un problema para tu cuerpo. Consulta con un profesional calificado para que pueda ayudarte a salir de manejar tu estrés.

Monday, December 31, 2012

Test de Edad Biológica-La Verdadera Edad (laguia2000.com)


La edad cronológica no coincide con la edad biológica que realmente tenemos, porque no todos envejecen igual.

Nuestros hábitos, costumbres, gustos, tendencias, pensamientos, ideas y formas de ver el mundo pueden limitar o extender nuestro paso por este planeta. ¿Podemos hacer algo al respecto o tenemos que conformarnos a vivir menos con tal de darnos todos los gustos?

Adoptar un modo de vida sano y natural no tiene que ser un sacrificio ni algo no placentero, por el contrario, sentirse bien hace que nuestro estado de ánimo mejore y también nuestra forma de relacionarnos.

Cuidar nuestra alimentación, mantenernos activos y sanos no sólo permite retroceder en el tiempo y aumentar nuestra perspectiva de vida sino que además nos mantendrá alejados de los médicos y de las enfermedades. 

A efectos de cuantificar la edad biológica que tiene Ud. en este momento según su estilo de vida y sus hábitos he asignado solamente un año para aumentarle o disminuirle a su edad cronológica, para todas las opciones. Un año solamente no refleja las estadísticas reales, que en general superan esta medición.

Para evaluar su edad biológica posible, en base a las conductas habituales que pueden influir en su perspectiva de vida, quítele o agréguele años a su edad cronológica según lo que indiquen las opciones que aparecen más adelante.

Este cuestionario sólo tiene la intención de registrar su tendencia hacia la probabilidad de vivir una vida más breve o más extensa según sus hábitos y le permitirá tomar conciencia de sus problemas y tener la oportunidad de revertirlos.

(+1 año) Tengo más de cinco kilos de sobrepeso
(- 1 año) Tengo el peso normal para mi estructura y edad

(+1 año) Reacciono violentamente
(-1 año) Pienso antes de hablar

(+1 año) Sufro de stress crónico
(-1 año) Controlo el stress

(+1 año) Soy pesimista
(-1 año) Soy optimista

(+1 año) Hago dos cosas al mismo tiempo
(-1 año) Hago una cosa por vez

(+1 año) Me excedo con los dulces
(-1 año) Soy moderado/a

(+1 año) Habitualmente le agrego sal a mis comidas
(-1 año) Soy moderado/a

(+1 año) No realizo actividad física con regularidad
(-1 año) Practico deporte regularmente o camino 30 minutos 

(+1 año) Como habitualmente fiambres, enlatados, comida
chatarra.
(-1 año) Como habitualmente comida casera

(+1 año) Vivo solo/a
(-1 año) Vivo acompañado/a

(+1 año) No tengo pareja
(-1 año) Tengo pareja

(+1 año) Fumo
(-1 año) No fumo

(+1 año) Tomo alcohol habitualmente
(-1 año) Tomo escasa bebida alcohólica

(+1 año) No tengo amigos/as
(-1 año) Tengo amigos/as

(+1 año) No cuento mis problemas
(-1 año) Comparto mis preocupaciones

(+1 año) Prefiero no llegar a vieja/o
(-1 año) Me gustaría vivir más de 90 años

Su edad biológica podría ser hasta 16 años menor a su edad cronológica y prácticamente sólo depende de sus hábitos y de su personalidad. 


Thursday, November 15, 2012

Miedo a hablar en público (laguia2000.com)


Tomar clases de oratoria puede terminar con el miedo a hablar en público.

Básicamente, enfrentar al público para el tratamiento de un tema específico exige ser idóneo en la materia, tener algo interesante que decir que incluya algún contenido nuevo e inédito y mostrarse seguro, relajado y tranquilo.

Algunos oradores bien entrenados, utilizan una pizarra donde adhieren un esquema que les sirve como guía, para no saltearse ningún punto que pueda ser importante mencionar. Esta práctica sirve también para ordenar su trabajo y para calcular el tiempo que le demandará la charla, para no extenderse demasiado ni terminar antes de tiempo.

Un orador no tiene que perder de vista el objetivo ni tampoco irse por las ramas; y no debe permitir interrupciones de ninguna clase hasta finalizar la exposición, siendo lo más usual, dedicar la última media hora a contestar preguntas, recomendando a los asistentes no intervenir durante la disertación y anotar sus inquietudes para expresarlas al finalizar la charla.

Es inevitable estar nervioso antes de comenzar una presentación en público; pero es necesario aprender a permanecer relajado, tratando de concentrarse en el trabajo que se está haciendo, confiando en la propia capacidad y sin comprometerse con los resultados.

La mayoría de los actores teatrales, incluso los muy buenos, no pueden evitar el temor al escenario cada vez que se presentan ante el público, pero ni bien se identifican con el personaje logran entregarse de lleno a su trabajo con entusiasmo y sin miedo.

Enfrentar al público es una experiencia similar a la de un exámen de competencia, donde se tiene que demostrar la capacidad para ser aprobado o reprobado, y donde la persona se expone a ser criticada o juzgada.

El miedo no es sólo un estado emocional sino también fisiológico, porque se pueden sufrir palpitaciones, sudoración excesiva, falta de saliva, etc.

Existen algunas técnicas útiles para dominar mejor este estado y mantenerse equilibrado, y convertir estas experiencias en algo divertido y no en una situación generadora de angustia.

Si una persona disfruta de lo que hace se puede concentrar y olvidarse que está siendo observado, porque el orador que agrada al público es aquel que se muestra distendido y no acartonado.

Es necesario confiar en uno mismo y ser espontáneo, tratando de transmitir además de información, entusiasmo y emociones.

La habilidad para transmitir información con elocuencia es un arte que se puede adquirir y dominar, lo esencial es aprender a mostrarse seguro y positivo, elegir los contenidos que sean de mayor interés para el público, ser claro, conciso y dinámico.

La modulación de la voz es importante para distinguir los conceptos esenciales de los detalles y para no aburrir al público con un tono monocorde que invite al sueño.

Las técnicas de relajación nos permiten realizar con anticipación una desensibilización afectiva, que consiste en visualizar la escena temida de enfrentar al público con absoluta tranquilidad y plena soltura. 

No es necesario aprender de memoria los contenidos, ya que la guía dispuesta de antemano ayudará a desarrollar los temas sin tropiezos.

Una norma didáctica de importancia es repetir las ideas centrales y hacer un resumen final de cada tema.

No es recomendable limitarse a brindar información sino que también es importante matizar con ejemplos o anécdotas que hasta pueden ser personales y que permitan crear una atmósfera distendida y un ritmo activo.

La gente está habituada a los recursos de alto impacto en los espectáculos, de modo que una charla puede resultar más interesante si se muestran fotos, diapositivas o ilustraciones novedosas con contenidos alusivos.

Es importante mantener un gesto amable y sonriente, saludar al público con simpatía, sin precipitarse ni mostrarse ansioso.

Es deseable evitar poses forzadas, pues lo mejor es aflojarse y moverse libre y naturalmente; y para comprender mejor lo tratado, dejar al hablar espacios para el silencio.

Ante las objeciones, hay que evitar discutir con el que interrumpa con un cuestionamiento incisivo, aceptando la acotación y señalándole la discrepancia con su punto de vista.

Lo importante es no intentar satisfacer al ego sino lograr la comunicación con el público y disfrutar haciendo esa tarea.


Wednesday, October 31, 2012

¿Quieres caminar más? Usa un cuentapasos (vidaysalud.com)


Caminar es una de las maneras más sencillas y económicas de mantenerte activo(a) y de combatir el sedentarismo. ¿Te has puesto a calcular cuánto caminas a lo largo del día? Si necesitas ayuda para ponerte en movimiento, un nuevo estudio ha demostrado que usar un cuentapasos puede incentivar a las personas a caminar más y, de ese modo, obtener más beneficios para su salud.

Muchas veces no nos damos cuenta de cuánto hacemos algo hasta que lo escribimos o llevamos un registro detallado de las cosas. ¿Te ha pasado? Haz la prueba. Por ejemplo, si piensas que duermes mucho, anota las horas de descanso reales que tienes por semana y haz el cálculo. Tal vez te sorprendas. Lo mismo puede ocurrirte con eso que tanto te gusta, pero sabes que no debes comer: piensas que lo consumes poco cuando en verdad lo haces más de lo que te imaginas.

El llevar un registro también puede ayudarte a hacer o dejar de hacer cosas, pues al darte cuenta de la cantidad puedes hacer algo para ajustarla a la medida que deseas. Claro que al principio puede resultar un poco difícil anotar todo paso a paso, pero hay que tener constancia y dedicación. Lo bueno es que a veces lo único que necesitas para llevarlo es usar un aparato que saque el cálculo por ti.

Eso es lo que sucede con los cuentapasos (o podómetros, llamados pedometer en inglés), esos pequeños aparatos que te colocas en la cintura o en la muñeca y que cuentan cada paso que das. ¿Piensas que caminas mucho o poco? Pues ponte uno y descubre la respuesta.
Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias y Salud de la Universidad de Sídney Occidental, en Penrith, en Australia, tomó a más de 300 adultos mayores de Nueva Zelanda a los que les pidieron que participaran en la denominada “receta verde” (una iniciativa financiada por el gobierno de dicho país que busca que las personas hagan 30 minutos de actividad física moderada cada día), y los dividió en dos grupos al azar.  A un grupo se le pidió que usara cuentapasos y al otro no.

El resultado fue que quienes pudieron llevar un registro preciso de cuánto caminaban a diario incrementaron el tiempo de las caminatas semanales hasta 50 minutos y caminaron en promedio casi el doble comparado con los participantes que no usaron un cuentapasos (podómetro). Estos  caminaron solamente unos 28 minutos semanales.

Los investigadores hicieron un seguimiento de los datos durante un año. En ese período, independientemente de las caminatas, ningún grupo experimentó cambios en el peso (según se midió mediante el índice de masa corporal o IMC), pero en ambos casos sí experimentaron mejoras significativas en la presión arterial.

Estos datos fueron publicados en la revista Annals of Family Medicine y pueden servirte de inspiración para que tú también empieces a caminar. Hay distintos tipos de caminatas y todas son buenas para mejorar tu salud: desde caminar en la estera o en los caminadores en el gimnasio o puedes inscribirte en un curso de caminata nórdica, o puedes salir a recorrer en el barrio donde vives con algún amigo o familiar.

Y tú, ¿cual prefieres? Puedes empezar por la que más te guste. Recuerda que al igual que otros ejercicios aeróbicos, caminar es excelente para la salud: te ayuda a reducir el riesgo de que sufras un ataque cardiaco y un derrame cerebral, a mantener la memoria y a respirar mejor, a tonificar tus músculos y a prevenir la degeneración de las articulaciones, así como a controlar la presión alta, el colesterol y la diabetes. Como caminar eleva los niveles de las endorfinas, también puede ayudarte a que te sientas más feliz y a disminuir el estrés, así como a elevar tus niveles de energía y a descansar mejor. Y por supuesto, quemarás calorías, así que te ayuda también a mantener un peso sano.

Si quieres y puedes, anímate a usar un cuentapasos (podómetro), puedes conseguirlos a precios accesibles. Pero si no quieres gastar, no es excusa para que te quedes sentado(a): busca cada oportunidad que tengas para caminar, como ir a pie a casa de algún vecino o a algún lugar cercano, en vez de usar el automóvil o el autobús (camión, bus). Caminar puede convertirse en una verdadera sesión de ejercicios. El anotar las distancias que has recorrido y el tiempo que has tardado, también puede ayudarte a llevar un registro y, lentamente, ir incrementando la rapidez y/o la distancia.

Anímate, mejorar tu calidad de vida puede ser tan fácil como dar un paseo.

Sunday, September 16, 2012

El ejercicio es vital para adelgazar (consejossabios.com)


 "Sonríe y sé cortés. No hay nada mejor como la gente positiva"

El ejercicio es vital para adelgazar #9937


Para adelgazar debes hacer ejercicio en forma regular. La mayoría de las personas que han podido bajar de peso lo han logrado al hacer ejercicios como: Correr, hacer ejercicio aeróbico, natación tienes una gran oportunidad de bajar de peso, también puedes quemar muchas calorías con una caminata de ½ hora cinco veces a la semana. Por ultimo para lograr adelgazar el combinar plan de dieta con ejercicios es esencial. 

Gracias a: Gladys - Santiago - Chile


Tuesday, July 31, 2012

Para subir las defensas bajas


    
La función principal del sistema inmunológico o defensivo consiste en proteger el organismo de enfermedades causadas por virus, hongos, parásitos y bacterias. 

El sistema inmunológico no sólo identifica y destruye los agresores que intentan invadir el cuerpo humano sino que también los puede reconocer si intentan nuevamente introducirse en el organismo. 

El sistema inmunológico lucha frente a los elementos nocivos por medio de los linfocitos (glóbulos blancos) y los anticuerpos (moléculas de proteínas). 

Todo ello se ve sustentado por el sistema linfático compuesto por la médula espinal, el timo, los ganglios linfáticos, el bazo y el tejido linfoide.

Sin embargo, en ocasiones, el sistema inmunológico se debilita dejando al organismo expuesto a enfermedades graves.

Algunos factores que causan el debilitamiento del sistema inmunológico son:
  • Estados emocionales 
  • Cáncer
  • HIV/AIDS
  • Enfermedad inflamatoria intestinal  
  • Deficiencia de nutrientes
  • Procedimientos médicos (cirugías, transplante, uso de drogas antirrechazo,entre otros)

Remedios populares

Remedio para aumentar el sistema inmunológico #1: Consumir diariamente brócoli, coliflor, nabo y rábano para reforzar el sistema inmunológico.
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #2: Tomar diariamente una cucharada de miel de abejas
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #3:  Tomar un te de ginseng el cual es conocido no sólo prevenir las enfermedades, sino también para el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la inmunidad.
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #4: Elaborar una infusión de té verde el cual estimula la producción de células inmunitarias.
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #5: Extraer el jugo de una zanahoria de tamaño regular y dos naranjas y mezclarlo.  Tomar dicho  su diariamente en el desayuno para estimular el sistema inmunológico.
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #6: Preparar un té de 20 gr de yerba mate en 1 1/2 tazas de agua.  Calentar el agua y agregar la hierba; no dejar hervir.  Luego, dejar reposar por 5 minutos y tomar 1 taza al día.
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #7:  Elaborar un jugo con cinco guayabas, dos naranjas, tres limones, una toronja, cebolla chica y media taza de agua.  Para ello, se debe hervir la cebolla en el agua por 10 minutos.  Cortar en cuarto la guayaba y luego cortar y exprima el jugo de los limones, naranjas y toronjas  Retirar la cebolla del agua .  Mezclar esa con el jugo y bebelo al momento.Se recomienda tomar este jugo temprano en la mañana.
Remedio para aumentar el sistema inmunológico #8: Preparar un jugo con dos rábanos, un limón, dos naranjas y 1/4 taza de agua. Cortar en cuatro los rábanos, licuar con el agua y luego obtener el jugo del limón y las naranjas por separado.  Luego mezclar los ingredientes y beber al momento.

Recomendaciones
  • Evitar comidas con grasas y azúcares refinados.
  • Consumir por lo menos 10-12 vasos de agua por día para estimular el sistema inmunitario y expulsar las toxinas
  • Hacer ejercicio diariamente por 30 minutos
  • Realizar la respiración profunda y ejercicios de relajación.

Sunday, May 6, 2012

¿Cuántas horas de sueño necesito? (kidshealth.org)


La mayoría de los adolescentes necesitan entre ocho horas y media y más de nueve horas de sueño cada noche. Dormir la cantidad adecuada de horas es fundamental para cualquier persona que quiera hacer bien un examen o practicar un deporte sin tropezarse con sus propios pies. Lamentablemente, muchos adolescentes no duermen lo suficiente.

¿Por qué no duermen lo suficiente los adolescentes?

Hasta hace poco, los adolescentes solían tener mala fama por quedarse despiertos hasta tarde, llegar tarde al centro de estudios por haberse quedado dormidos y dormirse en clase. Pero algunos estudios recientes han demostrado que los patrones de sueño de los adolescentes difieren de los que tienen los niños y los adultos.

Estos estudios han permitido constatar que durante la adolescencia el ritmo circadiano de nuestro cuerpo (una especie de reloj biológico interno) experimenta un reajuste temporal, indicándoles a los jóvenes que se duerman y se despierten más tarde. Este cambio en el ritmo circadiano parece deberse al hecho de que la melatonina, una hormona del cerebro, se produce más tarde por la noche en los adolescentes en comparación con los niños y los adultos. Esto puede dificultar que los adolescentes concilien el sueño temprano por las noches.

Estos cambios en el ritmo circadiano coinciden con una etapa en que los adolescentes están más ocupados de lo que lo habían estado en su vida. Para la mayoría de los jóvenes, la presión de rendir en los estudios es mucho mayor que la que tenían durante la infancia y es más difícil aprobar sin estudiar muchas horas. Además los jóvenes también tienen otras ocupaciones que les llevan tiempo: desde las actividades extraacadémicas, deportivas y de otro tipo, hasta los trabajos a media jornada para ahorrar dinero para la universidad.

El hecho de que las clases empiecen muy temprano en la mayoría de centros de enseñanza secundaria también desempeña un papel en la falta de sueño que padecen muchos adolescentes. Los adolescentes que no se duermen hasta después de la medianoche siguen teniendo que levantarse temprano para ir a la escuela, lo que significa que sólo duermen seis o siete horas cada noche. Perder una o dos horas de sueño por noche puede no parecer un gran problema, pero, a la larga, esto puede generar un déficit de sueño importante.

¿Por qué es tan importante dormir?

El déficit de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de una persona, desde su capacidad de prestar atención en clase hasta su estado de ánimo. Las investigaciones demuestran que más del 20% de los alumnos de la escuela secundaria se quedan dormidos en clase y los expertos han establecido una relación entre la falta de sueño y el hecho de sacar peores notas. La falta de sueño también repercute negativamente sobre el rendimiento deportivo de los adolescentes.

Además, el mayor tiempo de reacción y la falta de concentración provocados por la falta de sueño no sólo repercuten sobre el rendimiento académico o deportivo. Estas consecuencias de la falta de sueño pueden poner en peligro la vida de las personas que conducen. La Administración Nacional de Seguridad y Tráfico en Carreteras de los Estados Unidos calcula que cada año mueren 1.500 personas en accidentes de tráfico provocados por conductores de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años que simplemente conducían cansados. (Más de la mitad de las personas que provocan accidentes por quedarse dormidos al volante tienen menos de 26 años).

La falta de sueño también se ha relacionado con problemas emocionales, como los sentimientos de tristeza y depresión. Además, el sueño nos ayuda a mantenernos sanos, al ralentizar lo suficiente nuestros sistemas corporales como para que podamos "recargar baterías" después de las actividades cotidianas.

¿Cómo puedo saber si estoy durmiendo lo suficiente?

Aunque creas que estás durmiendo suficiente, es posible que no sea así. He aquí algunos de los indicadores de que tal vez no estés durmiendo suficiente:
  • te cuesta mucho levantarte por las mañanas,
  • tienes grandes dificultades para concentrarte,
  • te quedas dormido en clase o
  • estás triste o deprimido.

¿Qué puedo hacer para dormir más?

Recientemente, en EE.UU. algunos investigadores, padres y profesores han sugerido que los centros educativos de secundaria empiecen las clases más tarde por la mañana para adaptarse a las necesidades de los jóvenes de dormir más. Algunos centros ya han modificado sus horarios para retrasar la hora de inicio de las clases. Tú, tus amigos, tus padres y los profesores de tu centro de estudios pueden hacer presión para intentar que retrasen las horas de inicio de las clases en tu centro, pero mientras tanto, tendrás que hacer tus propios ajustes.

He aquí algunas de las cosas que te pueden ayudar a dormir mejor:
  • Sigue un horario regular para irte a dormir. Si te acuestas cada día a la misma hora, cuando se acerque esa hora tu cuerpo sabrá que ha llegado el momento de dormir. El hecho de levantarte cada día a la misma hora también te ayudará a establecer un patrón regular de sueño, de modo que intenta ajustarte a ese horario incluso los fines de semana. No retrases más de una hora la hora de acostarte ni la de levantare más de 2 ó 3 horas.

  • Haz ejercicio regularmente. De todos modos, intenta no hacer ejercicio justo antes de acostarte, puesto que eso puede subirte la temperatura corporal y activarte, dificultando que concilies el sueño. Los expertos en sueño consideran que practicar ejercicio 5 ó 6 horas antes de acostarse (a media tarde) puede favorecer el sueño.

  • Evita los estimulantes. No tomes bebidas con cafeína, como refrescos con gas o café, después de las 4 de la tarde. La nicotina también es un estimulante, así que dejar de fumar puede ayudarte a dormir mejor. Y es posible que beber alcohol por la noche te provoque inquietud y te despiertes durante la noche.

  • Relaja la mente. Evita ver películas o programas de televisión violentos, de terror o acción justo antes de acostarte; cualquier cosa que te pueda acelerar la mente o el corazón. Leer libros de suspenso o intriga también puede dificultar que concilies el sueño.

  • "Desconéctate" reduciendo la intensidad de la iluminación. La luz le indica al cerebro que es hora de despertarse. Antes de acostarte, mantente alejado de luces fuertes (¡incluida la pantalla de tu equipo de computación!) y medita o escucha música suave para ayudar a tu cuerpo a relajarse.

  • No hagas siestas demasiado largas. Dormir más de 30 minutos durante el día puede hacer que te resulte más difícil conciliar el sueño por la noche.

  • Evita pasar noches sin dormir para estudiar. No esperes al último día para prepararte para un examen. No dormir la noche anterior al examen puede hacer que rindas menos en el examen de lo que habrías rendido de haber estudiado menos y dormido más.

  • Crea un ambiente adecuado para dormir. Los estudios demuestran que la gente duerme mejor en una habitación oscura y más bien fresca. Baja la persiana o cierra las cortinas (y asegúrate de que éstas sean lo bastante gruesas como para bloquear el paso de la luz) y desconecta la calefacción o baja el termostato de tu habitación (ten preparadas algunas mantas por si acaso o ponte un pijama abrigado si tienes frío). El ruido también dificulta el sueño.

  • Levántate con la primera luz de la mañana. La luz matutina le indica al cuerpo que es hora de levantarse y ponerse en marcha.
Si estás adormilado, no te verás de lo mejor. De modo que considera el "sueño" como un aspecto fundamental de tu agenda diaria para ayudarte a estar creativo y sano.

Revisado por: Mary L. Gavin, MD
Fecha de la revisión: mayo de 2009
Revisado inicialmente por: Mena T. Scavina, DO

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