¿Hay algún padre que no haya sentido un amor profundo y total por su pequeño y, al mismo tiempo, frustración e ira?
Los niños pequeños ponen a prueba nuestros nervios porque están
explorando los límites en todos los aspectos del mundo que les rodea.
Cada día, poco a poco, van aprendiendo nuevas habilidades y superando
nuevos retos, y se sienten ansiosos y excitados ante la posibilidad de
usar esos talentos.
A veces es difícil educar a un niño de corta edad, pero es posible
hacerlo. Y establece normas y límites ahora — mientras su hijo está
aprendiendo qué comportamientos son aceptables — ayudará a evitar
mayores problemas en el futuro.
Estas son algunas de las cuestiones que pueden ayudarle para educar a su hijo pequeño.
Sea coherente
Cuando se trata de educar, es importante ser coherente. Los padres
que no respetan las normas y las consecuencias que establecen tienen
hijos que tampoco las respetan. Por ejemplo, si le dice a su hijo que va
a estar sin jugar durante un rato como consecuencia de su mal
comportamiento, asegúrese de cumplirlo. Si hace alguna advertencia,
manténgala hasta el final. Las amenazas vacías socavan su autoridad.
Y no olvide que los niños aprenden observando a los adultos,
especialmente a los padres. Así que asegúrese de que su comportamiento
pueda servirle como modelo. Cuando le pida a su hijo que recoja los
juguetes, será mucho más convincente si sus proprias cosas están
ordenadas en vez de estar desparramadas por la habitación.
Elimine tentaciones
A estas alturas ya habrá descubierto que su pequeño quiere explorar e
investigar el mundo. Los niños pequeños son curiosos por naturaleza,
por lo que es una buena idea eliminar las tentaciones siempre que sea
posible. Esto significa que aparatos como televisores, teléfonos y
equipos de vídeo deben mantenerse fuera de su alcance, así como los
objetos que pueda tragarse, como joyas, botones y cosas pequeñas que los
niños pueden meterse en la boca.
Y siempre mantenga bien guardadas en lugares adonde los niños no puedan llegar las medicina y los productos de limpieza.
Distráigalo
Si su pequeño explorador se dirige hacia algún objeto que pueda ser
peligroso o no apto para jugar, dígale con tranquilidad "No", y aparte
al niño de esa zona o distráigalo con alguna otra actividad.
Es importante que no pegue ni abofetee a su hijo. A esta edad los
niños no pueden establecer una conexión entre el comportamiento y el
castigo físico. El mensaje que le comunica cuando le da un azote es que
está bien pegar a alguien cuando estás enfadado. La Academia Americana
de Pediatría (American Academy of Pediatrics) desaconseja que
se pegue a los niños, pues esto no es más efectivo que otro tipo de
castigo, como hacer que se quede un rato sentado en silencio y sin jugar
en otro lugar.
Penitencia
Si necesita tomar alguna medida para disciplinar a su hijo, puede
hacer que se quede un rato en silencio y sin jugar en otro lugar. A un
niño de 2 o 3 años que ha estado pegando, mordiendo o tirando la comida,
se le debe decir por qué su comportamiento es inaceptable y llevarlo a
otro lugar — una silla en la cocina o el pie de una escalera — designado
especialmente para el castigo de quedarse un rato en silencio y sin
jugar durante un minuto o dos, para que se calme.
Por lo general, 1 minuto por cada año de edad es una buena norma para
estas sanciones. También puede servir un tiempo más corto, pero
alargarlo no añade ningún beneficio y a veces puede arruinar sus
esfuerzos si su hijo se levanta (y se niega a volver) antes de que usted
indique que el tiempo de la expulsión ha terminado.
Cómo evitar las pataletas
Incluso los niños que mejor se portan tienen alguna pataleta de vez
en cuando. Las pataletas son comunes en los niños pequeños porque estos
pueden entender más de lo que pueden expresar y a menudo se sienten
frustrados por no poder expresar sus necesidades.
También hay otras maneras en que los niños se sienten frustrados,
como, por ejemplo, cuando no pueden vestir a su muñeca o no logran hacer
lo mismo que hace un hermano mayor. Las luchas de poder pueden
producirse cuando su hijo quiere más independencia y autonomía demasiado
pronto.
La mejor manera abordar las pataletas es evitarlas, siempre que sea posible. Estas son algunas estrategias que pueden ayudar:
- Dese cuenta de si su hijo está intentando simplemente llamar la
atención. Intente establecer un hábito para reconocer a su hijo cuando
se porta bien, es decir, recompénselo con atención por su buen
comportamiento.
- Permita a su pequeño controlar pequeñas cosas. Esto puede satisfacer
su necesidad de independencia y prevenir las pataletas. Deje que tome
algunas decisiones pequeñas que usted pueda respetar, como, por ejemplo:
"¿Qué quieres para comer, una manzana o un plátano?".
- Cuando los niños estén jugando o intentando aprender algo nuevo,
ofrézcales juguetes y juegos adecuados para su edad. Además, empiece con
algo sencillo antes de pasar a tareas más complicadas.
- Reflexione sobre lo que su hijo quiere. ¿Le parece intolerable?
Quizá no lo sea. Elija cuando quiere mostrarse firme; ceda cuando pueda
hacerlo.
- Conozca los límites de su hijo. Si sabe que el pequeño está cansado,
no es el mejor momento para ir de comprar al supermercado o para
apurarse para hacer otro recado.
Cuando estallan las pataletas
Si su hijo estalla en una pataleta, manténgase frío. No complique la
situación con su propia frustración. Los hijos pueden sentir cuando los
padres están agotados y esto puede aumentar aún más su frustración.
Intente entender qué le está pasando a su hijo. Por ejemplo, si el
pequeño acaba de tener una gran decepción, puede que necesite que lo
consuele.
Ignorar las pataletas es otra manera enfrentarlas, siempre que el
berrinche no represente ninguna amenaza para su hijo o para los demás.
Continúe con sus actividades, sin prestar ninguna atención al niño, pero
de manera que pueda seguir viéndole. Si hay algún peligro de que el
niño que está teniendo una pataleta se haga daño a sí mismo o a otros,
llévelo a algún lugar tranquilo y seguro para que se tranquilice.
A algunos niños les cuesta mucho parar una pataleta. En estos casos,
se les puede tranquilizar si se les dice: "Te ayudaré a calmarte". Pero
sea lo que sea que haga, no recompense a su hijo dándole lo que quiere. En vez de eso, elógielo verbalmente por calmarse.
A medida que su capacidad de expresarse a través del lenguaje mejora,
los niños empiezan a manejar mejor la frustración y las pataletas se
hacen menos frecuentes. Si tiene dificultades con las pataletas de su
hijo o alguna duda sobre cómo aplicar la disciplina, consulte a su
pediatra.
Revisado por: Mary L. Gavin, MD
Fecha de renovación: junio de 2009
Fuente: http://kidshealth.org/parent/en_espanol/emociones/toddler_tantrums_esp.html#