Hace que hombres y mujeres se desesperen. Una cintura
abultada y una barriga protuberante son con frecuencia las primeras
señales de que la madurez ha llegado.
De alguna forma, es casi garantizado que esa
rueda flácida de repuesto se forme en la cintura cuando llegan los 40,
haciendo que nuestra ropa se estire a límites desconocidos hasta ahora y
nos mande corriendo a hacer dieta.
Un trabajo estresante, con muy poco
tiempo para cumplir con las dos horas y media de ejercicio a la semana
recomendado, y muchas cenas y almuerzos en la calle llevan a una ingesta
de alto contenido calórico.
Desafortunadamente, este tipo de vida hace que
aumente la grasa abdominal en el cuerpo, y es ese tipo de grasa
particularmente peligroso.
La mala noticia es que tener sobrepeso,
especialmente en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar
enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de
cáncer y diabetes tipo 2.
Pasatiempos energéticos
Michael Symonds, profesor de desarrollo
fisiológico en la Universidad de Nottingham en Inglaterra, considera que
la respuesta está en adoptar un estilo de vida saludable y conseguir un
hobby que requiera de mucha energía.
El experto recomienda evitar comida procesada
con alto contenido graso y de azúcares, reducir el estrés del trabajo y
cultivar sus propios vegetales.
"La salsa energética o el baile latino es una muy dinámica actividad aeróbica que puede compensar casi cualquier cosa" Katya Mileva, South Bank University's Academy of Sport de Londres
Además, "investigaciones sugieren que los
patrones de sueño interrumpido pueden tener un impacto. La propensión a
la obesidad es más predominante en trabajadores por turnos", agrega
Symonds.
Por su parte, Katya Mileva, jefa de
investigación en la Universidad South Bank de Londres, asegura que el
baile es una forma maravillosa de mantenerse sano, particularmente
cuando están en los 50 y 60.
"El baile latino es una muy dinámica actividad aeróbica que puede compensar casi cualquier cosa".
La experta recomienda compaginar estas actividades energéticas con ejercicios más suaves para la mente, como tai chi o yoga.
Medición de la cintura
Normalmente es una cuestión de sentido común el
cómo hacerle frente a una cintura en expansión, pero el asunto está en
saber cuándo necesitamos actuar; y las fotos de vacaciones en la playa
son una herramienta útil para exponer nuestros bultos.
El siguiente paso es medir la circunferencia de la cintura, lo cual es una buena forma de revisar cuan sano eres.
"Mucha gente se vuelve menos activa con la edad. Si estás quemando menos calorías y no has cambiado la dieta, vas a ganar peso. Los cambios hormonales también influencian la distribución de grasa en el cuerpo así que nos volvemos más propensos a depositar grasa en el medio" Emma Williams, British Nutrition Foundation
De acuerdo con el Foro Nacional de la Obesidad,
una cintura de más de 88,9cm de circunferencia para la mujer y 102cm
para el hombre representa un "sustancial aumento de riesgo" de
desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Incluso una circunferencia de 81,3cm en mujeres y 94cm en hombres indica un aumento de riesgo.
Expertos señalan que esto se debe a que una
acumulación de grasa alrededor del estómago contribuye al estrechamiento
y endurecimiento de las arterias, algo que no pasa con la grasa en las
caderas.
Alternativamente, investigadores sugieren que lo
ideal sería que todo el mundo mantuviera la medida de la cintura en
menos de la mitad de su altura, lo que significa que un hombre de 1,80
metros de alto debe tener menos de 90cm de cintura, mientras que una
mujer de 1,70mts debe estar por debajo de los 85cm.
Pero como ya sabemos, con el envejecimiento es
mucho más fácil ganar peso que perderlo, debido a los cambios en la
composición de nuestro cuerpo.
Symonds dice que todo es parte de un proceso
natural. "Entre los 30 y 40 años la gente tiende a hacer menos ejercicio
y los cambios en el metabolismo te predisponen a acumular más grasa".
Grasa buena y mala
La grasa marrón, o la buena -que está presente
en todos nosotros cuando somos bebés- va disminuyendo constantemente
cuando somos niños. Cuando alcanzamos una edad madura esta se remplaza
por grasa blanca, la mala, la cual se aferra a la cintura y cadera.
Al mismo tiempo que se va ganando tejido
adiposo, con la edad vamos perdiendo músculo. Esto origina que nuestras
necesidades de energía disminuyan debido a que el tejido adiposo
requiere menos energía (o calorías) para mantener sus funciones,
comparado con el músculo.
La doctora Emma Williams, científica de nutrición de la British Nutrition Foundation, explica que aquí es donde empieza el problema.
"Mucha gente se vuelve menos activa con la edad.
Si estás quemando menos calorías y no has cambiado la dieta, vas a
ganar peso. Los cambios hormonales también influencian la distribución
de grasa en el cuerpo así que nos volvemos más propensos a depositar
grasa en el medio".
Los padres de mediana edad, quienes han estado
muy activos cuidando a los hijos, pueden sentirse tentados a relajarse
un poco cuando estos llegan a la adolescencia y a disfrutar más de
barbacoas y cervecitas.
Pero la verdad es que después de los 40 sencillamente no necesitamos comer tanto y todavía debemos mantenernos activos.