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Wednesday, January 29, 2014

Para quemar más calorías: ¡a sacar músculo! (vidaysalud.com)


Si cuando haces ejercicio evitas a toda costa el entrenamiento con pesas o los llamados ejercicios de resistencia y fortalecimiento,  piénsalo dos veces. Si quieres bajar de peso, el incorporar este tipo de ejercicios a tu rutina de actividad física, es la clave. Aquí te contamos por qué. 
 
Todo el mundo se ha quejado en algún momento de su vida, de que el aumento de peso se debe al metabolismo lento. Muchas personas lo dicen sin siquiera saber exactamente qué es el metabolismo. Lo cierto es que el metabolismo sí afecta la talla de tus jeans, ya que mientras más rápido funcione, más calorías vas a quemar.

Pero más cierto aún es que el metabolismo NO es la verdadera razón por la que estás aumentando de peso. La verdadera razón, eres tú, lo que haces o lo que no haces con las calorías que consumes y las que quemas.  ¡Ya sé! A veces es horrible reconocer que eres el único culpable o la única culpable de tus libras de más, pero por otra parte, es muy agradable darse cuenta de que el peso que deseas lograr depende completamente de ti.

Es matemática simple: debes quemar más calorías de las que consumes. Es decir, hacer ejercicio y llevar una dieta sin excesos. Pero no se trata solamente de hacer ejercicio cardiovascular. Hay una clave que te ayudará a aumentar la velocidad de tu metabolismo, y que probablemente por miedo a volverte demasiado musculoso o musculosa, has dejado de lado: el entrenamiento con pesas o los ejercicios de resistencia y fortalecimiento.

Las mujeres, en general, evitan el entrenamiento con pesas o los ejercicios de resistencia porque no quieren que su cuerpo se vuelva como el de un físico culturista. Obviamente, no hay que llegar a extremos,  pero el levantar pesas y el hacer ejercicio para fortalecer los músculos, es la clave para construir la masa muscular. Y, mientras más músculo tengas en tu cuerpo, más rápido es tu metabolismo, vas a quemar más calorías y vas a verte mucho más delgado(a) y estilizado(a).


Esto es así porque incluso cuando estás en reposo, tus músculos necesitan tres veces más energía que la grasa para mantenerse y regenerarse.  Unos expertos del Centro de Nutrición Humana de la Universidad de California, Los Angeles afirman que “la única manera de aumentar la velocidad del metabolismo es a través de la actividad física y del entrenamiento para fortalecer los músculos.”

Si aún no te queda claro ¿qué son ejercicios de fortalecimiento y de resistencia? Aquí tienes la respuesta:

Son aquellos ejercicios que trabajan los músculos mientras se mueven con resistencia o en otras palabras, con peso en contra. La resistencia viene de las máquinas, las pesas, las banda elásticas, el agua cuando nadas, la montaña cuando la subes, o tu mismo peso corporal cuando haces lagartijas o sentadillas.  Un ejercicio aeróbico como caminar, se convierte en ejercicio de fortalecimiento cuando caminas en una montaña, por ejemplo.

Lo mejor de todo es que los ejercicios de fortalecimiento y resistencia también queman bastantes calorías. Un estudio encontró que se pueden quemar de 200 a 300 calorías en una hora, lo que equivale a las calorías de un pedazo de pizza de queso de masa gruesa.

Además, los ejercicios de fortalecimiento y resistencia con pesas, te dan otros beneficios para la salud, te ayudan a controlar la presión arterial y a disminuir los niveles de colesterol. También, reducen tus las posibilidades de que desarrolles  osteoporosis y de que te fractures los huesos, puesto que promueven el depósito y el almacenamiento del calcio en los huesos largos y en la columna vertebral.

Si eres mujer, asegúrate de incorporar, ejercicios con pesas libres, bandas elásticas o de resistencia a tu propio peso como lagartijas y sentadillas en tu rutina de actividad física. Varios estudios sugieren que las mujeres pueden perder naturalmente un 15% de su masa muscular antes de los 50 años. Pero si decides hacer pesas por lo menos tres veces a la semana, sucederá lo que necesitas para controlar tu peso: ganarás cerca de 3 libras de masa muscular (¡sin grasa!) en seis meses, lo cual hará que tu metabolismo se acelere y puedas perder peso.

Así que caballeros y damas, no dejen las pesas a un lado, si no las hacen, estarán dejando pasar una oportunidad de oro para quemar más calorías,  perder peso, estar más fuertes y verse mucho mejor.  Hagan pesas regularmente ¡No les va a pesar!

Wednesday, May 15, 2013

Consejos para evitar engordar en invierno (blogdefarmacia.com)


En el invierno las personas suelen aumentar de peso ya que las bajas temperaturas dan más ganas de comer alimentos calóricos para soportar el frio.


Es importante durante esta época del año tratar de no subir demasiado de peso porque después se hace muy difícil bajar esos kilos al llegar el verano.


Consejos para evitar engordar en invierno


Consejos para evitar engordar en invierno:


-Desayunar es muy importante ya que aporta la energía para comenzar el día pero debe ser saludable el tipo de alimentos que se consumen. Se puede elegir una infusión caliente, tostadas de pan integral con mermelada o galletitas de harina integral, además de un jugo de naranja.


-Para controlar el apetito en el almuerzo se recomienda tomar un plato o taza de sopa antes de la comida.


Los platos pueden tener más calorías porque son necesarias en el invierno pero las porciones deben ser moderadas. No hay que repetir otra ración de comida ya que si no nos excederemos.


-Realizar actividad física aunque haga frio, sino podemos ir a caminar o correr por el clima debemos practicar yoga, aerobic o ir al gimnasio. La actividad física no solo nos ayuda a mantener el peso sino que permite prevenir enfermedades.


-Cuando hace frio da más gana de comer dulce en especial chocolate. Podemos consumir este alimento pero solo una barrita de chocolate amargo al día. El chocolate con leche y azúcar o el resto de las golosinas  engordan mucho y no son saludables. En cambio el chocolate amargo, si es sano y no tiene tantas calorías.


-Es importante seguir consumiendo fruta en invierno ya que ayudara a mantener el peso y a la vez estar sanos. En general se reduce el consumo de frutas en la temporada de frio por que se eligen alimentos o comidas calientes.


-Como snacks sanos podemos comer 3 o 4 nueces o almendras al día ya que son alimentos saciantes y además sanas.


Se puede comer rico y sano en invierno manteniendo el peso adecuado. 


Monday, April 15, 2013

El ejercicio aeróbico ayuda en la pérdida de peso más que el entrenamiento de resistencia (vidaysalud.com)


Un estudio reciente sugiere que el ejercicio aeróbico puede ser más beneficioso para la pérdida de peso que el entrenamiento de resistencia.
 
El ejercicio aeróbico se refiere a la actividad física que depende del oxígeno para satisfacer las necesidades de energía durante el ejercicio a través del metabolismo aeróbico. También llamado cardio, el ejercicio aeróbico por lo general se puede mantener durante un período de tiempo prolongado. Por el otro lado, el entrenamiento de resistencia se refiere a cualquier actividad física que utiliza los diferentes grupos musculares para desarrollar y mantener la fuerza muscular, la resistencia, la potencia y la masa muscular. Hay muchos tipos diferentes de entrenamiento de resistencia, algunos de los cuales pueden usar bandas de resistencia o tubos, pesas libres como mancuernas, o máquinas.

En un estudio reciente, los investigadores asignaron al azár a 119 adultos inactivos con sobrepeso u obesidad a uno de tres grupos. El primer grupo participó en entrenamiento de resistencia, el segundo grupo participó en entrenamiento aeróbico y el tercer grupo participó en una combinación de entrenamiento aeróbico y de resistencia. Se evaluaron la masa grasa, la masa corporal magra y la masa corporal total como las medidas de resultado principales.

Los investigadores encontraron que la masa corporal total y la masa grasa se redujeron significativamente más en el grupo de entrenamiento aeróbico y en el de la combinación de entrenamiento aeróbico y entrenamiento de resistencia en comparación con el grupo que sólo hizo entrenamiento de resistencia. Sin embargo, el entrenamiento combinado requirió el doble de tiempo que el entrenamiento aeróbico solo. Además, las reducciones de masa corporal y de masa grasa no fueron significativamente mayores en el grupo de la combinación que las del grupo de entrenamiento aeróbico. Eso sí, la masa corporal magra aumentó significativamente más en los grupos de entrenamiento de resistencia y entrenamiento combinado en comparación con la del grupo de entrenamiento aeróbico.

Los autores del estudio concluyeron que, tomando en consideración el compromiso de tiempo requerido y la eficacia en la reducción de la masa corporal y la grasa, el entrenamiento aeróbico podría ser más beneficioso para la pérdida de peso que el entrenamiento de resistencia o una combinación de entrenamiento de resistencia y entrenamiento aeróbico. Sin embargo, el entrenamiento de resistencia podría ser más eficaz en el aumento de la masa corporal magra. Se necesita más investigación para confirmar estas conclusiones.

Además del entrenamiento aeróbico y de resistencia, se han estudiado muchas otras terapias por su potencial para acelerar la pérdida de peso. Por ejemplo, se ha estudiado el papel de la proteína de suero de leche en el apetito y el control del peso corporal. Se cree que la proteína del suero podría ayudar en la pérdida de peso, sin embargo, se necesitan estudios adicionales para confirmar los hallazgos de los estudios sobre este tema. Además, varios estudios sugieren que el 5-HTP podría reducir los comportamientos alimenticios, disminuir la ingesta calórica y promover la pérdida de peso en personas obesas.

Para obtener más información acerca de las terapias integrales para la pérdida de peso, por favor visita nuestro Diccionario de Remedios y Tratamientos Naturales, elaborado en colaboración con Natural Standard, o utiliza la casilla de búsqueda arriba a la derecha.

Saturday, March 16, 2013

Los jóvenes franceses comen "menos sano" que los estadounidenses (BBC)


Parece contradecir todos los estereotipos, pero está comprobado científicamente: los jóvenes franceses consumen más productos ricos en grasas saturadas y colesterol que los estadounidenses.

Estados Unidos es conocido como el país de las hamburguesas y de la comida rápida. Se lo asocia con las porciones grandes, a veces descomunales, y con un alto consumo de grasa.
En cambio, Francia es un país con una rica tradición gastronómica. Por ello parece apenas una conclusión natural el pensar que los franceses consumen principalmente comida sana.
Pero al parecer esta imagen es muy distinta a la realidad.

Según una investigación del centro francés CREDOC (el Centro de Investigación para el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vida), de hecho el régimen alimenticio de los jóvenes adultos (entre 21 y 34 años) es menos saludable en Francia que en Estados Unidos.

Las conclusiones del estudio subrayan que la población francesa en su conjunto consume más grasas saturadas y colesterol que la estadounidense, ya que ciertos productos de la tradición culinaria francesa son más ricos en ellas, como el queso, la charcutería y la bollería.

"En el caso de los jóvenes franceses de 21 a 34 años, que tienen una alimentación menos sana que los estadounidenses, se puede dar la alarma", explica la investigación.

Si se convirtiera en un fenómeno generacional, añade, esto podría suponer un riesgo para el modelo de alimentación francés.

Análisis de alimentos

El estudio se basó en un índice elaborado con puntos negativos y positivos, conocido como el índice PANDiet.

Los puntos negativos toman en cuenta los aportes de alimentos como quesos, charcuterías y sándwiches, y los positivos representan los productos lácteos, las verduras, etc. Mientras más alto el índice, más sana se considera la alimentación.

En Francia, los jóvenes adultos comen muchos sándwiches pero pocas frutas y verduras.


Los productos tradficionales franceses tienen un alto grado de grasas saturadas y colesterol.

Con este método, los jóvenes franceses alcanza 62 puntos en el índice PANDiet frente a 64 puntos para los estadounidenses.

En términos generales, franceses y estadounidenses tienen casi los mismos aportes calóricos diarios: 2095,3 calorías al día en el caso de Francia contra 2073,2 en EE.UU.

Sin embargo más del 30% de la población de Estados Unidos enfrenta problemas de obesidad, comparado con el 14% de los franceses.

Una de las diferencias entre los dos modelos de alimentación radica en la ingestión de azúcar, que los estadounidenses consumen en gran cantidad en las bebidas gaseosas y los jugos de frutas.

A su vez el azúcar se convierte en grasa en el organismo.

La obesidad y el azúcar

"El consumo de azúcar no es suficiente para explicar esta diferencia en el número de personas obesas entre Francia y los Estados Unidos", explicó a BBC Mundo Gabriel Tavoularis.

Según el director de la sección de Consumo del CREDOC, en la ecuación hay que tomar en cuenta varios factores, como la genética o la actividad física de cada individuo.

Uno de los puntos positivos del modelo francés parece ser la diversidad de la comida, que es el resultado de la gran variedad de la gastronomía en las diferentes regiones del país.

Sin embargo, esta variedad se está reduciendo, sobre todo en lo que concierne a la alimentación de los niños.

En 2007, los menores de 14 años lograban comer 11 productos de los cinco principales grupos de alimentos (cereales, productos animales, frutas, verduras y productos del mar) en un espacio de tres días. En 2010 sólo comían nueve.

Esta evolución puede explicarse en parte por la crisis económica que está viviendo el país. "En tiempos de crisis no se compran los mismos productos. Para variar la comida se necesita un buen presupuesto", analizó Tavoularis.

Si se confirma esta tendencia a largo plazo, concluye la investigación del CREDOC, se podría poner en peligro el modelo de alimentación francés de las futuras generaciones.
Se trate o no de una coincidencia, la obesidad en Francia ha subido un 3% entre el 2007 y el 2010.


Thursday, November 15, 2012

Aumenta la evidencia de que el ejercicio mejora la salud en la mediana edad (vidaysalud.com)

 
Un nuevo estudio brinda más pruebas sobre cuán saludable puede ser el ejercicio en la mediana edad. Lo mejor de todo es que no hace falta que practiques deportes intensos: caminar a paso ligero, andar en bicicleta y hasta el trabajo en casa y en el patio son actividades capaces de reducir la inflamación nociva y mejorar la salud del corazón.
 
El cuerpo humano no está preparado para permanecer sentado todo el día. Sin embargo, la vida moderna transcurre la mayor parte del tiempo sobre algún asiento. ¿Te has puesto a calcular cuánto tiempo te pasas sin moverte o en plena acción? Dedícate dos minutos a reflexionar sobre este tema y es posible que te sorprendas.

Una vida sedentaria promueve la obesidad  y todas las enfermedades asociadas a ella como el colesterol elevado y la diabetes. Incluso, aunque no tengas exceso de peso, mantenerte activo te permite conservar la buena salud, de tu corazón por ejemplo, o la flexibilidad, para que tu cuerpo pueda responder mejor a las exigencias de la vida cotidiana, como levantar una caja pesada o jugar con tus nietos durante el fin de semana, sin lesionarte o “quedarte rígido” mientras lo haces.

Los estudios siguen encontrando y difundiendo numerosos beneficios del ejercicio físico para la salud tanto para los hombres como para las mujeres de todas las edades. Ahora, un nuevo estudio se suma a las evidencias y ha comprobado que mantener un régimen de actividad física en el tiempo libre durante una década o más podría ayudar a los adultos de mediana edad a mejorar la salud de su corazón.

Según esta investigación, que fue desarrollada por unos científicos del Colegio Universitario de Londres, en Inglaterra, las actividades rutinarias, como caminar energéticamente, andar en bicicleta y hasta hacer los trabajos de la casa o de jardinería de forma vigorosa pueden, con el tiempo, reducir los marcadores de inflamación que permiten explicar la relación entre la actividad física y el riesgo de la enfermedad cardiaca.

Para llegar a estos resultados, que aparecen en la edición del 13 de agosto de la revista Circulation, los investigadores encuestaron a más de 4,200 participantes de 49 años de edad como promedio y les preguntaron acerca de la cantidad de tiempo y la frecuencia con la que practicaban actividades físicas en su tiempo libre. Paralelamente, analizaron la denominada proteína C reactiva y la interleucina 6, dos marcadores claves de inflamación en el cuerpo, al inicio del estudio y luego de once años.

Así encontraron que los participantes que eran más activos tenían marcadores de inflamación más bajos que las personas que rara vez hacían el mínimo recomendado de actividad física por semana, que equivale a unas 2 ½ horas.

Además, los investigadores hallaron que alrededor del 49 por ciento de los participantes cumplía con las recomendaciones estándares de actividad física para mejorar la salud, algo que mejoró luego del estudio, ya que dicha tasa alcanzó el 83 por ciento, y señalaron que los participantes que eran inactivos al inicio del estudio y que se volvieron físicamente activos durante el periodo de análisis también habían reducido sus marcadores inflamatorios cuando se sometieron a la evaluación de seguimiento.

Si eres joven, no esperes a que pase el tiempo para comenzar a disfrutar los beneficios del ejercicio físico. Si ya has pasado la mediana edad, pues tampoco es motivo para quedarse quieto, ya que la actividad física también puede ayudar a conservar la salud de las personas que ya están en la denominada tercera edad.

En síntesis: no esperes más y conviértete también en un nuevo ejemplo que dé testimonio sobre las ventajas del ejercicio para la salud, sin importar cuál es tu fecha de nacimiento.

Sunday, September 16, 2012

¡Adiós a la barriguita! 13 consejos para lucir un vientre plano y llevar una vida más saludable (vidaysalud.com)


¿No estás cansada de esconder esa barriga prominente con ropa holgada? ¿O de sufrir el martirio de usar faja o ropa que te queda incómoda y apretada? Ya sabes que toda esa grasa que se ha ido acumulando en el área del vientre te hace sentir poco atractiva, perjudica tu salud y hasta te dificulta realizar las tareas de tu vida diaria. Para reducir esas libras y pulgadas de más es urgente que sigas un plan para bajar de peso, poco a poco y de forma saludable, quemando más calorías de las que consumes, elevando el nivel de tu metabolismo y reduciendo la grasa corporal general. Aquí te damos algunos consejos para que logres esa meta.
  1. Sigue una dieta baja en calorías y aumenta la actividad física. Si disminuyes 500 calorías al día, lograrás reducir unos 500 gramos por semana (alrededor de 1 libra), garantizando una pérdida gradual del peso extra. Lo ideal es que este tiempo te sirva de entrenamiento para aprender a comer mejor a largo plazo y para siempre, y así no recuperes el peso perdido una vez que termines la dieta.
  2. Para quemar rápidamente las calorías que consumes tienes que elevar tu metabolismo. Para lograrlo,  tienes que aumentar tu nivel de masa muscular — así que además de una rutina de ejercicios aeróbicos, incorpora al menos dos veces a la semana una rutina para fortalecer los músculos. Los ejercicios abdominales te ayudarán a mejorar la firmeza y tonicidad del área, pero para aumentar el gasto metabólico tienes que trabajar todos los grupos de músculos del cuerpo: abdomen, piernas, glúteos, pecho, espalda y brazos.
  3. Incrementa la intensidad de los ejercicios aeróbicos, pues el metabolismo aumenta hasta varias horas después de realizar los ejercicios. El ejercicio de alta intensidad aumenta el gasto energético y durante más tiempo. Así que intenta elevar el nivel de intensidad de tus aeróbicos (correr o trotar en lugar de caminar, por ejemplo), o intercala intervalos de alta intensidad con otros de intensidad baja o moderada.
  4. Come más frecuentemente y evita los ayunos y las dietas muy bajas en calorías. Reducir excesivamente las calorías acostumbra al cuerpo a la escasez y lo hace más eficiente a la hora de trabajar con menos “combustible”.  Ingiere comidas más pequeñas cada 3 ó 4 horas para mantener alto el nivel de tu metabolismo.
  5. Ingerir alimentos más a menudo no significa comer “de más”. Reduce las porciones y escoge los alimentos inteligentemente: evita los de alto contenido de azúcar y grasa y por lo tanto, de calorías. Buenas opciones son las frutas, las verduras y el yogur natural.
  6. Aumenta el consumo de agua (bebe toda la que puedas, con un mínimo de 8 vasos al día).
  7. Toma té verde, ya que incrementa el gasto metabólico durante varias  horas. Evita endulzarlo con azúcar y miel para no aumentar las calorías.
  8. Come suficiente proteína. El cuerpo utiliza más calorías para digerir la proteína que para digerir grasas o carbohidratos. Elige una fuente rica en proteína, pero baja en grasa, como las carnes magras de res, pollo, pescado, frijoles (porotos, habichuelas), lentejas, leche o yogur. Acompáñalos con frutas, verduras y cereales.
  9. Duerme lo suficiente. Si no lo haces, acumularás más grasa en el estómago. Según estudios recientes, las personas que no duermen lo suficiente tienen un 70% mayor probabilidad de sufrir de sobrepeso. La explicación es la siguiente: la leptina es una proteína que le indica al cerebro que el cuerpo ha recibido suficiente alimento y se encuentra satisfecho, reduciendo así la ansiedad de comer. La escasez de sueño reduce la producción de leptina, lo que resulta en un aumento del apetito y de las libras (kilos) de más. No sólo eso, la escasez de sueño reduce además la capacidad de producir la insulina que controla los niveles de azúcar en la sangre. De nuevo, esto provoca que los depósitos de grasa sean tan irregulares como los del azúcar. Así que deberás distribuir tu tiempo diario para incluir tanto la actividad física como el descanso necesario.
  10. Consume un desayuno rico en fibra (pan integral o cereal de avena).
  11. Evita la comida chatarra que contiene altos niveles de grasa y de sodio.
  12. No tienes que dejar de ir a tu restaurante favorito, sino aprender a seleccionar del menú los platos más indicados para tu nuevo estilo de vida: carnes a la plancha y una ensalada variada son buenas opciones. Si no puedes resistirte a ordenar un postre, modera las porciones e incrementa el nivel de ejercicios de ese día.
  13. Incrementa el consumo diario de frutas frescas y verduras y convierte esto en un hábito.
Ya verás que con ajustes en la alimentación, ejercicios y fuerza de voluntad te librarás del exceso de grasa de tu barriguita para siempre.

Alimentos para cuidar la piel desde dentro


Alimentación, hidratación y actividad física moderada son la triple receta para lograr una piel sana y reluciente.

El verano ya está aquí. Es tiempo de enseñar la piel y, también, de protegerla. En los anuncios publicitarios, infinidad de productos cosméticos proponen alternativas para lucir pieles perfectas, ¿pero es posible conseguir ese objetivo de una manera natural y saludable? La respuesta es afirmativa. Además de ser prudentes con la exposición a los rayos solares y de hacer ejercicio de manera habitual, múltiples alimentos contribuyen a cuidar la piel desde dentro. En este reportaje, se explica qué nutrientes cuidan mejor nuestra piel y en qué alimentos se encuentran, junto con consejos prácticos para aprovechar mejor esos nutrientes e información para conocer por qué es importante hidratarse y tomar sol con precaución.

Nutrientes que cuidan mejor la piel y en qué alimentos se encuentran

Una buena hidratación, una actividad física moderada y una alimentación equilibrada conforman la triple receta para lograr una piel sana y reluciente. La hidratación favorece la salud y el buen aspecto cutáneo. El ejercicio mejora el humor y el tono muscular, por lo que también es importante para realzar la apariencia de la piel. Y la buena alimentación es fundamental para mantener su luminosidad (así como el ayuno prolongado es pernicioso porque provoca el efecto contrario). Los nutrientes que mejor cuidan la piel son:
  • El ß-caroteno, precursor de la vitamina A, también llamada retinol, o el licopeno, pigmento vegetal carotenoide. La principal fuente es el tomate y sus productos derivados (zumos, sopas, salsas). Además, los científicos afirman que el tomate procesado y enlatado constituye una fuente mayor de carotenoides, ya que facilita la absorción en el intestino. Otras fuentes fundamentales son: frutas y verduras amarillas o anaranjadas (zanahoria, calabaza, boniato, melocotón, cerezas, nectarinas, etc.), verduras de hoja verde, hígado y productos lácteos.
  • La vitamina B6. Está presente en muchos alimentos proteicos: pescado azul, huevo, frutos secos, levadura de cerveza, carnes magras, plátano, pasas, alubias, cereales integrales y aguacates.
  • La vitamina E. Presente en alimentos de origen vegetal: cereales fortificados, frutos secos, germen de trigo, aceites vegetales y verduras de hoja verde.
  • La vitamina C y el colágeno. Las mejores fuentes de vitamina C son las frutas, como los cítricos, las fresas, las moras o los kiwis. También se encuentra en verduras como los pimientos, la col o los tomates. Tiene una potente acción antioxidante y está relacionada con la producción de colágeno, que no se puede incorporar al organismo de forma externa y, sin embargo, es una proteína básica para mantener la piel tersa y sin arrugas.
  • Cobre. En carnes, crustáceos, verduras secas, agua potable y cacao.
  • Selenio. Se concentra en carnes, huevos, marisco, ciertas setas y cereales.

Consejos prácticos para aprovechar los nutrientes que cuidan la piel

Para conservar las vitaminas de los alimentos recomendados, es importante:
  • Servir las frutas y las verduras crudas y mantenerlas cubiertas y refrigeradas.
  • Cocer las verduras al vapor.
  • Asar las carnes o hacerlas a la plancha.
  • Almacenar en envases herméticos, lejos de la luz, los alimentos que no necesitan guardarse en la nevera.
  • Consumir cereales enriquecidos en vitamina E.
Para aumentar el consumo de los minerales recomendados, se sugiere:
  • Cocinar el alimento en la menor cantidad de agua y en el menor tiempo posibles.
  • Aumentar el consumo de alimentos integrales.
Para evitar contratiempos, conviene recordar que:
  • Las vitaminas A y B6 pueden ser tóxicas en altas dosis, por ello no se recomienda tomar suplementos si no es por indicación médica.
  • Los nutricosméticos fotoprotectores son un complemento, estimulan el bronceado y las defensas naturales, pero no son sustitutivos de todas las recomendaciones anteriores.

Cuidar la piel: la hidratación como fuente de belleza

El agua mantiene la piel hidratada y, al mismo tiempo, permite eliminar con facilidad las toxinas que la perjudican. Además, proporciona nutrientes como el cobre, el selenio y el sulfuro, necesarios para una piel cuidada y sana.
El secreto radica en ingerir líquidos con regularidad durante el día, sin esperar a sentir sed
El secreto radica en ingerir líquidos con regularidad durante el día, sin esperar a sentir sed. Sin embargo, si se practica algún deporte, se debe controlar la cantidad de líquido que se bebe. Para ello, el deportista debe pesarse antes y después de la actividad física y beber el peso perdido. En cualquier caso, la norma general es tomar un litro de agua por cada hora de ejercicio y se debe beber antes, durante y después de la actividad física.
Mantener un buen nivel de líquidos no solo contribuye a que la persona se sienta bien y a mejorar su salud, también es una importante fuente de belleza: ayuda a mantener la piel hidratada y a tener un aspecto saludable.

Tomar el sol con precaución también nutre la piel

La OMS recomienda exponer la cara y los brazos al sol durante 30 minutos al día
Cuando la luz solar entra en contacto con la piel, el colesterol produce vitamina D. La fracción ultravioleta B de la luz solar hace que esta se forme a partir de su precursor, el 7-dehidrocolesterol. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda exponer la cara y los brazos al sol durante unos 30 minutos al día, con la precaución de no quemarse, para lograr una producción adecuada de vitamina D. Cualquier excedente de esta vitamina liposoluble producido durante el verano puede almacenarse en el tejido graso para su uso posterior. Es imposible obtener demasiada vitamina D a través de la exposición solar, debido a un mecanismo autorregulador que provoca la descomposición inducida de la vitamina D. 

Según la OMS, las personas que no salen de casa o las personas de piel oscura pueden sufrir carencia de vitamina D. Por ello, la vitamina D de origen alimentario desempeña una función muy importante. Esta vitamina es fundamental para mantener los huesos sanos, además de ser necesaria para el funcionamiento de los músculos y el equilibrio. Su escasez puede derivar en un mayor riesgo de padecer fracturas.

Se deben proteger, eso sí, las zonas más sensibles: la piel del escote, el cuero cabelludo, la cara, las mamas y los hombros. Ricardo Ruiz Rodríguez, director de la Clínica Dermatológica Internacional y jefe de la Unidad de Dermatología de la Clínica Ruber, aconseja también proteger la nariz, las orejas y los labios, ya que es donde más melanomas se operan en consulta.

Los dermatólogos insisten en que debemos proteger la piel de los rayos ultravioletas, muy peligrosos porque intervienen en la generación del cáncer de piel. En verano, la mejor protección es la pantalla física (sombreros, pañuelos, gafas, camisetas...) y las cremas protectoras. La hidratación, en este caso, funciona como un complemento a la adecuada exposición solar. Es decir, hay que cuidarse por dentro y ser prudente por fuera. 


Tuesday, July 31, 2012

Aumentar las defensas


Ahora que llega el otoño y el invierno, los meses más fríos del año, y con la gripe asechando a lo lejos, es preferible optar por una serie de cuestiones y de consejos básicos que ayudan a aumentar las defensas del organismo.

Con la llegada del cambio de estación, y sobretodo del mal tiempo y del frío, nuestro organismo tiende a debilitarse, motivo por el cual se deben adoptar una serie de medidas para aumentar las defensas.

Y es que quizás pueda parecer que tus pilas orgánicas estén relativamente bien cargadas, especialmente si hemos disfrutado –durante el verano- de unas buenas vacaciones ya que tanto el sol como el ejercicio lúdico y el relax benefician el sistema inmunológico.

Sin embargo, existen otros momentos en los que parece que nuestras defensas sufren un drástico descenso y perdemos energías. Principalmente, estas bajadas están motivadas por los cambios de estación.

Aumentar las defensas del organismo para mantener una buena salud

Precisamente para protegernos frente a las afecciones previsibles, y aumentar las defensas, lo mejor es verificar precisamente cómo están nuestras defensas, empezando a tomar medidas a través de tres puntos imprescindibles: la dieta, la actividad física y la actitud mental.

Aunque los expertos mantienen que los suplementos tanto vitamínicos como minerales (u otros nutrientes) son innecesarios en personas sanas que mantienen una dieta completa y equilibrada, a veces se puede recurrir a ellos en casos concretos o extremos, como es este momento puntual que estamos viviendo actualmente.

Es preciso mantener una buena actitud mental, ya que está constatado que un conflicto emocional o un sufrimiento psíquico (al igual que físico), nos somete a estrés y baja las defensas de nuestro organismo.

¿Cómo aumentar las defensas del organismo?
  • Apuesta por una alimentación sana, principalmente a base de frutas, vegetales y verduras, excelentes fuentes de vitaminas y minerales.
    Opta por aquellos alimentos buenos para aumentar las defensas, los cuales te ayudarán muy positivamente en este sentido.
  • Las vitaminas y los minerales pueden ser de gran ayuda a la hora de recuperar la energía y aumentar las defensas.
  • Duerme bien, aprovechando la luz natural, de forma que no obstaculices los procesos fisiológicos que se dan durante la noche. Esto te ayudará a recuperar la energía y a tener unas defensas más fuertes.
  • Mantén la calma y la relajación, y no te estreses por nada. Recuerda que el pánico, la depresión, la ansiedad, el estrés, la angustia, el odio o el miedo pueden tener efectos negativos no solo para la mente, sino para la salud, restándote energías y defensas. Esto es así porque son enemigos comprobados del sistema inmune.
    Vive con optimismo y con alegrías. Disfruta de los beneficios de la risa, ya que tanto ésta como el humor ayudan a combatir las enfermedades.
  • El ejercicio ayuda a mantenernos activos, más ágiles y fuertes, además de combatir el estrés.
     

Friday, June 15, 2012

¿De qué forma nos enferma el estrés? (vidaysalud.com)


El estrés es la plaga del mundo moderno y no es extraño que así sea si consideramos que casi todo en la vida cotidiana contribuye a crearlo o a aumentarlo: los problemas laborales o familiares, las preocupaciones económicas y la falta de tiempo, son sólo algunos ejemplos.  Y si bien no se trata de una enfermedad en sí misma, sí es un factor de riesgo de casi todas las condiciones de salud. ¿Cuál es el mecanismo que hace que el estrés crónico afecte tanto? Busca la respuesta aquí.

Con el ritmo acelerado que caracteriza a las sociedades de hoy, el estrés se ha convertido en parte inseparable de la vida diaria. De esta forma, muchas condiciones pueden ser provocadas por este factor que, si bien no es una enfermedad en sí misma, puede causar problemas de salud concretos y reales, cuando se prolonga a través del tiempo y no se toman medidas para contrarrestarlo o eliminar sus causas.

Lo que sigue siendo un misterio es cómo las preocupaciones del día a día hacen que la salud se vea afectada. Una posibilidad es que las personas bajo estrés crónico (las que están al cuidado de un enfermo, tienen un trabajo exigente o problemas familiares importantes por citar algunos ejemplos), tengan costumbres menos sanas: que fumen, consuman alcohol, no duerman lo suficiente o se alimenten indebidamente. Otra alternativa es que las hormonas del cuerpo que responden al estrés tengan algo que ver en la aparición de enfermedades.

Eso es lo que se ha creído durante las últimas décadas. Ahora, investigaciones recientes parecen acercarse a una respuesta nueva que involucra al sistema inmunológico (de defensas), que es el que ayuda a que te defiendas contra los virus y las bacterias y su relación con el proceso inflamatorio.  Debes tener en cuenta que la inflamación cumple una función positiva cuando el sistema de defensa la crea temporalmente para ayudar al cuerpo a sanar, como en el caso de la inflamación y el enrojecimiento que surge alrededor de una herida, por ejemplo.  Pero cuando la inflamación se prolonga más allá de lo necesario, o se produce sin que el cuerpo la requiera para sanarse, puede crear toda una serie de trastornos y hasta convertirse en una condición crónica en la que el sistema de defensas ataca al propio organismo (como en el caso de la alergia o el asma).

La relación del estrés, la inflamación y las condiciones de salud ha sido el motivo de varios estudios recientes. Uno de ellos se publicó a principios de año en el medio especializado Proceedings of the National Academy of Sciences. Fue desarrollado por unos investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, que llevaron un registro diario sobre las actividades de 122 adultos jóvenes (53 hombres y 69 mujeres) durante ocho días, enfocándose en sus relaciones con los demás y si éstas relaciones eran positivas o negativas. Además, los participantes tuvieron que hacerse pruebas de estrés y se les tomaron muestras de saliva antes y después de las pruebas, para medir los marcadores biológicos de la inflamación.

Los investigadores buscaban determinar si el estrés que provocan los conflictos personales podía desencadenar la liberación de moléculas conocidas como citoquinas, que se relacionan con los procesos inflamatorios. ¿Qué encontraron? Que los niveles de las citoquinas aumentaban tras las interacciones “negativas” de los participantes, por lo general las discusiones.

Esto implica que un nivel de estrés prolongado por una situación difícil activa las citoquinas.  Estas provocan procesos inflamatorios que a su vez puede contribuir a la aparición de condiciones como el asma, la enfermedad cardíaca e incuso los trastornos autoinmunes, es decir, en las que el sistema de defensas ataca al propio organismo (como la artritis, por ejemplo).  El estudio apunta a que el tipo de enfermedades más afectadas por el estrés son precisamente aquéllas en las que la inflamación del organismo juega un papel clave.

Otro estudio más reciente que el anterior y que se reportó en la misma publicación, consideró la respuesta del sistema de defensas de más de 300 personas que, en dos experimentos diferentes, fueron interrogadas sobre el estrés en sus vidas y luego expuestas al virus del resfriado (o catarro), para ver si se enfermaban.

¿El resultado? Tras ajustar las estadísticas para tomar en cuenta varios factores, los investigadores — en este caso de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh — hallaron que las personas cuyos organismos tenían niveles más altos de estrés psicológico continuo (como el que provoca un divorcio o la pérdida de un ser querido) eran menos capaces de reducir la inflamación, al parecer porque las células de sus sistemas de defensa eran menos sensibles a una hormona que desactiva la inflamación.  El organismo queda entonces bajo los efectos de una inflamación prolongada con las consecuencias que antes te explicamos, es decir, un organismo más susceptible a condiciones como enfermedad cardiaca, asma y otros trastornos del sistema de defensas.

Por todo esto, prevenir y manejar el estrés crónico puede ayudarte a reducir el riesgo de tener problemas de salud serios como los que mencionamos antes. Para que puedas lidiar con estas situaciones, he aquí algunas claves:
  • Planea tu día con anticipación y aprende a decir que no. Así evitas comprometerte con tantas actividades que después no puedas cumplir con todas.
  • Decide qué cosas tienes que hacer primero y cuáles puedes aplazar.
  • Toma tiempo para relajarte y hacer actividades que disfrutes.
  • Realiza más actividad física y come alimentos saludables.
  • Habla de tus emociones con tu familia y amigos.
  • Prueba algunas técnicas de relajación, como yoga, meditación o técnicas de respiración.
Y en todo momento, trata de darles a las cosas el valor que en verdad tienen, sin preocuparte por cuestiones menores o que no puedes controlar, como el clima o un tapón en el tráfico. Si te sientes muy preocupada(o) o ansiosa(o) al punto de que interfiere con tu trabajo o tu vida familiar, busca ayuda profesional calificada.  Es importante que cuides la salud de tu mente para evitar repercusiones negativas en la salud de tu cuerpo.

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