Ejecutivos y profesionales estadounidenses están
probando un tratamiento polémico -y bastante caro- de reemplazo hormonal
para combatir los efectos normalmente asociados al estrés y el
envejecimiento.
Con poco más de 30 años, el ejecutivo J.G.
empezó a asentirse deprimido y ansioso. Tenía dificultades para dormir,
su libido no era la misma que antes, y por más que se esforzase en el
gimnasio y cuidase su alimentación, no conseguía los resultados que
buscaba.
"El trabajo también iba mal. Tenía
que lidiar con el estrés y la competencia empeoraba los síntomas, cuando
no era su principal causa", contó el ejecutivo que pidió mantenerse en
el anonimato.
"Eso acabó con el deseo y la ambición de tener resultados", dijo.
Luego de probar tratamientos antidepresivos y
ansiolíticos, J.G. aceptó el consejo de un colega de su gimnasio y
empezó con una terapia de reemplazo hormonal por cuenta propia.
"Tomé mi primera dosis y ¡wow!, pareció que todo daba un giro de 180 grados. Pregúntele a mi novia" J.G.
Aún sin consultar a un médico, probó tomar una
pequeña dosis de testosterona, una hormona secretada por los testículos
del hombre y en menor medida por los ovarios de la mujer. Su
concentración en el cuerpo masculino disminuye con la edad y también
debido a algunos problemas de salud.
"Tomé mi primera dosis y ¡wow!, pareció que todo daba un giro de 180 grados", dijo el ejecutivo a la BBC.
Temiendo sufrir los síntomas del declive de
testosterona en su cuerpo, buscó el consejo de un médico. Después de
algunos exámenes, le recetaron terapia de reemplazo hormonal.
Actualmente con 40 años J.G. sigue su
tratamiento. Dos veces por semana se inyecta a sí mismo pequeñas dosis
de testosterona y asegura que su vida ha mejorado... en varios aspectos.
"Pregúntele a mi novia, que es una modelo de 27
años", apuntó el ejecutivo, quien dirige una consultoría de
administración de capitales de riesgo en Nueva York.
A pesar de sus loas al tratamiento, algunos
médicos mantienen sus dudas acerca de la eficacia y los posibles daños
colaterales del uso de hormonas, que podrían incluir el desarrollo de
algunos tipos de cáncer o problemas cardíacos.
Píldoras doradas
La deficiencia de testosterona en los hombres
podría estar ligada a algunos problemas congénitos, dolencias, estrés o
efectos colaterales de ciertos medicamentos.
Las terapias de reemplazo hormonal para mujeres han sido sometidas a muchas más revisiones.
Además, a partir de los 30 años de edad comienza un declive gradual de la producción de hormonas en el organismo.
La mayor parte de la testosterona utilizada en
las terapias de reemplazo hormonal es producida de forma artificial en
los laboratorios a partir de vegetales como la soja o el ñame.
Aunque el tratamiento más común para la
deficiencia de testosterona causada por problemas de salud sea el
reemplazo hormonal, no hay estudios concluyentes sobre la eficacia de la
inyección de hormonas para el combate de los síntomas normalmente
asociados a la edad.
Incluso así, un gran número de médicos defiende
los beneficios del tratamiento en la lucha contra el envejecimiento.
Algunos de ellos vienen ofreciendo estos tratamientos a pacientes que se
quejan de fatiga, de dificultades para perder peso, falta de
concentración o disminución de la libido.
Entre ellos está Leonel Bisson, quien se hizo
conocido por desarrollar un tratamiento contra la celulitis y
actualmente administra un programa de reemplazo hormonal para hombres y
mujeres en su clínica de Nueva York.
De acuerdo a Bisson, hasta mediados de la pasada
década, la mayoría de sus pacientes eran mujeres entre 45 y 69 años.
Sin embargo, la relación se ha invertido. Ahora cerca del 85% de sus
consultas son de hombres de entre 30 y 69 años, muchos de ellos
ejecutivos de Wall Street.
Las principales quejas de los hombres son
fatiga, cansancio y dificultades de concentración. Algunos también
presentan dolores musculares. Muchos ya no tienen ningún interés en el
sexo. Y algunos sienten que ya no son quienes eran", explicó Bisson a la
BBC.
El médico contó que a partir de un intenso
cuestionario, el paciente puede iniciar el tratamiento. El reemplazo
hormonal se da a través de inyecciones, parches adhesivos o vía oral. El
propio paciente administra sus dosis de testosterona.
"Yo les enseño a mis pacientes a aplicarse las
dosis; es bien fácil. No es posible para un ejecutivo ocupado ir a un
consultorio para darse una inyección dos o tres veces al mes. No es algo
práctico", aseguró.
Costos
"Los
efectos de la testosterona en la próstata y sus implicaciones para el
cáncer inspiran cuidados en su uso no terapéutico intensivo" Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
El gran interés de los hombres por las terapias de reemplazo hormonal no se restringe a Nueva York.
En la filial de la clínica Cenegenics que
atiende a los pacientes en los estados de Carolina del Sur y Carolina
del Norte, el 68% de los pacientes son hombres de entre 35 y 70 años.
"Se está volviendo común entre los hombres más
jóvenes, de poco más de 30 años", dijo Michale Barber, la médica al
frente de Cenegenics Carolinas.
Para acceder a un tratamiento hormonal de
combate a los efectos del envejecimiento en Cenegenics, hay que
desembolsar unos US$1.000 mensuales.
"Nuestros pacientes están pagando el acceso a
médicos, fisiólogos, nutricionistas y acompañamiento de laboratorio",
explicó Barber.
Con cerca de 20 centros repartidos por todo el
territorio estadounidense y más de 20.000 pacientes, Cenegenics usa para
publicitarse la imagen del médico Jeffry Life, quien trabaja para la
compañía y es a la vez paciente del programa de combate a los efectos
del envejecimiento.
Con un "antes y después" de Life muestran los
resultados del tratamiento. En la primera foto, el médico aparece con un
cuerpo común para un hombre de mediana edad. La segunda de las imágenes
muestra a la misma persona con un cuerpo de fisicoculturista, que
parece resultado de un montaje fotográfico, aunque la clínica asegura
que no lo es.
Cáncer
A pesar de los efectos aparentemente milagrosos
de la terapia, todavía restan dudas sobre la confiabilidad de los
tratamientos de reemplazo hormonal en hombres saludables.
Aunque los médicos afines al tratamiento
garantizan que es segura y dicen que incluso ayuda a prevenir dolencias,
otros señalan que podría desencadenar la aparición de un cáncer de
próstata o causar problemas cardíacos.
Por otro lado, algunas investigaciones señalan
que entre los posibles efectos colaterales del tratamiento se incluyen
la atrofia de los testículos, problemas hepáticos, retención de
líquidos, acné y otras reacciones cutáneas, ginecomastia (crecimiento
anormal de las mamas en los hombres) y apnea.
Aunque los tratamientos de este tipo vienen
siendo utilizados desde la década de los noventa, hay pocos estudios
amplios sobre sus efectos y riesgos.
En 2009, el National Institute of Health de
EE.UU. inició una investigación sobre el reemplazo hormonal en hombres
mayores de 65 años, pero sus primeros resultados no se conocerán sino
hasta junio de 2015.
Por su parte, un informe de 2004 del Instituto
de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias, un órgano de
consultoría del gobierno estadounidense, alerta de la falta de estudios
concluyentes acerca de estos tratamientos.
"A pesar de la creciente popularidad de los
tratamientos con testosterona, no hay una cantidad considerable de datos
que sugiera la eficacia de la terapia de reemplazo de esta hormona en
hombres mayores que no pueden encasillarse en la definición clínica de
hipogonadismo. Además, los efectos de la testosterona en la próstata y
sus implicaciones para el cáncer inspiran cuidados en su uso no
terapéutico intensivo", agrega el documento.