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Friday, June 15, 2012

10 consejos para perder peso sin hacer dieta (vidaysalud.com)

Francamente no sabes qué te disgusta más: si el sobrepeso o tener que hacer dieta. Como pasar hambre y privarte de lo que te gusta no te atrae ni un poquito lo sigues dejando para mañana. Pues ya no tienes que esperar ni un minuto más porque basta que introduzcas pequeños cambios en tus hábitos alimenticios y en tu estilo de vida para ir perdiendo peso poco a poco. Aquí tienes 10 consejos para que recuperes la forma y el peso ideal sin mucho sacrificio.
 
Si las dietas estrictas y de pocas calorías no son para ti, ni tampoco tienes tiempo ni ganas para largas sesiones de ejercicios, todavía te quedan opciones: realizar pequeños cambios en tu alimentación para ir reduciendo el peso, de forma más modesta pero más segura a largo plazo. Para ayudarte en el proceso, te proponemos las siguientes sugerencias:
  1. ¿Qué tal se te da la suma? La mayoría de las dietas restan alimentos. Pero ahora tú vas a sumar, pero no cualquier cosa, sino alimentos que te ayuden a lograr tu objetivo. Añade a tu cena de hoy los dos vegetales o verduras que más te gusten (espinaca, calabacines, zanahorias, coliflor) a tu porción de proteína (una pechuga de pollo, o carne, por ejemplo).  Como los vegetales contienen fibra te sentirás más satisfecha(o) con menos calorías. Evita aderezos ricos en cremas. En su lugar, aderézalos con un chorrito de limón, o una vinagreta ligera. Continúa añadiendo alimentos saludables a tus menús (más vegetales frescos, más fruta natural, más arroz integral).
  2. Solamente una vez.  No te prives de los alimentos que te gustan, pero con moderación.  Sírvete una porción y no repitas, especialmente si es un plato de alto contenido calórico.  Tampoco tienes por qué renunciar por ejemplo a ese postre delicioso que prepara tu abuela, pero confórmate con un par de cucharaditas.
  3. Sustituye los ingredientes por algo más ligero. ¿Te encanta la pasta? Sírvela con salsa de tomate en lugar de la salsa Alfredo, más alta en calorías. Acompaña las hamburguesas con ruedas de tomate y hojas de lechuga en lugar de queso derretido. O sirve una papa asada con crema agria sin grasa (o yogurt desgrasado) y baja en calorías en lugar de mantequilla, arroz salvaje en lugar de arroz blanco o un coctel de frutas naturales en lugar de las enlatadas que vienen en jarabe. ¿Ves la diferencia? Si aprendes a sustituir los ingredientes de forma inteligente, podrás seguir comiendo los platillos de siempre, pero más ligeros y no sentirás que te estás sacrificando.   Intenta seguir los consejos que te hemos dado en este artículo de VidaySalud.
  4. No saltes comidas. Cuando comes frecuentemente (en pequeñas cantidades, se entiende), el metabolismo se acelera y se queman muchas más calorías que si pasas horas y horas sin ingerir alimento (lo único que se logra con esta práctica es frenar el metabolismo, exactamente lo opuesto de lo que te conviene, que es “quemar” los depósitos de grasa de reserva). Además de tu desayuno, el almuerzo y la cena, planea dos meriendas ligeras (que pueden ser un puñado de nueces, un ramito de uvas, un yogur bajo en calorías o una barrita de energía de 90 o 100 calorías).  Planifica el horario de la cena para que no te acuestes sin hacer la digestión. Si tienes hambre antes de acostarte, olvídate del helado o cualquier alimento azucarado. En su lugar, come una rebanada (lasca) de pavo magro o un puñado de frutos secos. Planea tus menús considerando la densidad energética de los ingredientes y de esa forma puedes limitar los que tengan más calorías. En este artículo de VidaySalud aprenderás que es posible perder peso comiendo más.
  5. Dile adiós a la sobremesa. Mientras más tiempo permanezcas en la mesa, más tendencia tendrás a seguir comiendo, aunque no tengas hambre.  Dedica a cada comida media hora. Es suficiente tiempo para que te sirvas y disfrutes tus alimentos, masticándolos lo más despacio que puedas. Así te sentirás saciada(o) con menos. En cuanto termines, levántate y sal de la cocina o del comedor. Una retirada a tiempo te permitirá irle ganando la batalla al sobrepeso.
  6. Reduce el azúcar.  La consumimos no solamente en los postres, sino en grandes cantidades en las bebidas, como el té o el café. Si no puedes prescindir del azúcar, usa solamente la mitad de la cantidad que les añades habitualmente. Prueba eliminar las bebidas azucaradas como los jugos (zumos) de fruta y sobre todo, las sodas. No elimines tu vaso de jugo de naranja en el desayuno, pero sustituye el resto de las bebidas durante el día por agua que aporta 0 calorías.
  7. Limita el consumo de alcohol.  Contiene más calorías por gramo que los carbohidratos y las proteínas, así que usa tu fuerza de voluntad para limitarte a una copa de vino u otro tipo de trago.
  8. Usa platos, o vasos, más pequeños para servirte. El plato, o el vaso, se verán llenos con menos cantidad de alimentos. Así consumes menos calorías y visualmente no notarás la diferencia. Sigue aplicando el consejo de servirte sólo una vez para lograr un efecto multiplicador.
  9. Ojos que no ven. Si no traes a casa los alimentos que no te convienen (dulces, galletitas, chips, sodas,  tú sabes exactamente cuál es tu debilidad), no podrás ni comerlos ni inventarás excusas para consumirlos. Ve al supermercado con una lista específica y no compres por impulso.
  10. Aunque no vayas al gimnasio, realiza algún tipo de ejercicio.  Caminar alrededor de la cuadra, nadar en la piscina o alberca, montar en bicicleta, jugar un partido de tenis, son algunos ejemplos de las actividades que te ayudan a mantenerte en forma sin poner un pie en el gimnasio. Mientras más te motiven y agraden, mejor.
Día a día y poco a poco verás como la ropa te va quedando más ligera y suelta y es que has empezado a perder todo ese peso que tienes de sobra, sin mucho esfuerzo y sin mencionar la palabra dieta. ¿Cuándo te animas a empezar? No lo pienses dos veces: te verás mejor y estarás dando un gran paso de avance en el cuidado de tu salud.



Un poco de estrés no siempre hace mal: la clave es el equilibrio (vidaysalud.com)


Muchas veces el trabajo es una de las principales causas del estrés, y son conocidas las consecuencias que éste puede generar en nuestra salud. Sin embargo, según un estudio reciente, un poco de estrés laboral no viene mal. Aquí te contamos por qué.

Dolor de cabeza, dificultad para concentrarte, problemas de sueño, molestias estomacales, depresión, malestar en los músculos y/o en la espalda y mal humor. ¿Tienes o has tenido alguno de estos síntomas o conoces a alguien que los tenga? Posiblemente se trate del tan nombrado estrés.

¿Sabías que una de las principales causas que lo provoca está relacionada con condiciones laborales exigentes? Por eso, lo ideal sería poder elegir un trabajo que no sea muy estresante, que no nos quite el sueño ni nos genere mucha tensión, aunque un estudio reciente desarrollado por Healthy Companies International tiene una nueva hipótesis.

Basados en una encuesta telefónica realizada con casi 500 empleados en los Estados Unidos, los investigadores detectaron que un poco de estrés podría ser positivo para trabajar. La mitad de los trabajadores considera que los niveles de tensión laboral están en su punto adecuado y un tercio de ellos afirma que no hay casi estrés en su ambiente de trabajo, mientras que sólo uno de cada tres empleados siente que hay demasiado estrés en su sitio de trabajo.

Así, este estudio sugiere que para la mayoría de las personas el trabajar con un poco de estrés es necesario. Pero ¡ten cuidado! esto no significa que puedes sostener una vida acelerada, repleta de responsabilidades y presiones. Por el contrario, son muchas las investigaciones que demuestran los efectos nocivos que puede generar el estrés, sobre todo si se mantiene por mucho tiempo, ya que puede causar enfermedades crónicas o permanentes.

Por eso, la clave está en encontrar el equilibrio justo –como en otros ámbitos de la vida- entre las tareas o responsabilidades que pueden representar un reto profesional frente al exceso de ellas, lo que realmente puede transformar nuestra vida en un tormento.

Imagina que te han ascendido en el trabajo y estás muy contento con tu nuevo cargo pero eso te desvela y ya no duermes igual que antes, ¿es tensión o entusiasmo? Para diferenciar cuándo tu trabajo es estresante o desafiante, puedes tener en cuenta esta definición del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH): “el desafío nos vigoriza psicológicamente y físicamente y nos motiva a aprender habilidades nuevas y a llegar a dominar nuestros trabajos. Cuando nos encontramos con un desafío, nos sentimos relajados y satisfechos”.

Esto es exactamente lo opuesto a los síntomas que puede provocar el estrés, entre los cuales se encuentran:
  • Ansiedad o ataques de pánico,
  • Confusión y apresuramiento;
  • Irritabilidad y melancolía;
  • Problemas estomacales;
  • Dolores de cabeza y/o de pecho;
  • Problemas respiratorios o asma;
  • Irritaciones en la piel;
  • Necesidad de beber y/o comer en exceso, así como de fumar o usar drogas, y
  • Tristeza o depresión.
Luego de leer este artículo, quizás puedas detectar cómo es la situación en tu trabajo, ¿te sientes cómoda/o y enfrentando nuevos retos o estás cansada/o y cada vez más desmotivada/o? Si la respuesta es esta última opción o si quieres evitarla, he aquí algunas sugerencias que puedes implementar para controlar o prevenir el estrés:
  • Recuerda que nadie es perfecto y que todos tenemos un límite de capacidad. Aprende a reconocerlo y evita sobrecargarte de tareas y responsabilidades. En lo posible, delega funciones en otros colegas o empleados.
  • Trata de descansar bien y aprende a relajarte. El hacer ejercicios de respiración puede ayudar en algún momento estresante, pero también es bueno que te tomes el tiempo necesario para realizar actividades que te calmen y te resulten placenteras. A algunos les basta con darse un buen baño relajante, otros prefieren leer un libro o ver alguna película entretenida, ¿tú qué prefieres?
  • Haz ejercicio regularmente (pero ten cuidado de no hacerlos de manera compulsiva). El practicar algún deporte o realizar alguna actividad física como yoga o caminatas también puede ayudarte a controlar el estrés.
  • Trata de alimentarte de manera sana. A veces es más fácil pedir comida rápida pero se sabe que éstas son altas en calorías y poco nutritivas. Es preferible que te lleves comida preparada al trabajo o que busques algún restaurante que ofrezca un menú con más alimentos más saludables.
Por último, evita el tabaco, el alcohol y las drogas. Aunque pueda parecerte que alivian la tensión emocional, en realidad el depender de ellos causa más estrés porque afectan la habilidad natural del cuerpo para recuperarse.

Si a pesar de todo esto no logras evitar los síntomas del estrés o si sientes que ya están afectando tu salud o tu forma de relacionarte con los demás, busca ayuda lo antes posible para encontrar la manera más efectiva de volver a un estilo de vida más tranquilo y saludable.

¿Cómo aumentar la testosterona de manera natural?


Dicha hormona, además de ser esencial para la salud y el bienestar del hombre, cumple determinadas funciones en el organismo. A continuación enlistamos las más importantes:
  • Es esencial para el comportamiento sexual normal y para la producción de erecciones.
  • Interviene en algunas funciones metabólicas (producción de células sanguíneas, formación de huesos, metabolismo de lípidos y carbohidratos, etc.)
  • Aumenta el tamaño del músculo e incrementa la fuerza
  • Disminuye los niveles de grasa corporal y del colesterol "malo"
  • Incrementa el deseo y resistencia sexual
  • Mejora el estado de ánimo
A medida que los hombres envejecen, la testosterona decrece hasta registrar niveles bajos en sangre (proceso conocido como "andropausia"). Aunque en su mayoría son los hombres mayores de 60 años quienes sufren de niveles bajos de testosterona, también puede ocurrirles a hombres jóvenes por otras causas.

Los síntomas más frecuentes en la baja del nivel de testosterona pueden incluir:
  • Fatiga y cansancio
  • Disminución de masa y tono muscular, e incremento de los depósitos de tejido adiposo
  • Escaso desarrollo sexo-genital durante la pubertad
  • Huesos frágiles y quebradizos
  • Oligospermia (menor producción de esperma)
  • Sentimientos depresivos (tristeza, baja autoestima, desánimo)
  • Disminución del deseo sexual y disfunción eréctil
Como puedes observar, una edad madura, el estrés, los entrenamientos intensivos, las drogas y algunas otras enfermedades, son los responsables de disminuir los niveles de testosterona en el organismo, provocando la pérdida de fuerza y masa muscular. Para ello, te proponemos algunos tips que te pueden ayudar a incrementar tus niveles de testosterona, sin poner en riesgo tu salud:
  • Utiliza ejercicios básicos: En el gimnasio prefiere más las sentadillas, el peso muerto, el press de banca, dominadas, desplantes, etc. Estos ejercicios fuerzan al organismo a incrementar la producción de testosterona.
  • Incrementa la intensidad de tus entrenamientos: Recuerda, entre más intensidad en tu rutina, mayor producción de testosterona obtendrás.
  • Trabaja duro tus piernas: Entrenar con intensidad tus piernas, te puede estimular el crecimiento de la parte superior (torso y brazos). Esto se debe en parte al aumento de testosterona que induce el desarrollo de la pierna.
  • Pierde grasa: A mayor porcentaje de grasa corporal en tu cuerpo, más altos serán  tus niveles de estrógeno (hormona femenina), lo cual se ve reflejado en la merma de testosterona.
  • Incrementa tu actividad sexual: A mayor estímulo sexual, tu cuerpo aumentará la producción de oxitocina, la cual eleva la producción de endorfinas, aumentando al mismo tiempo la testosterona.
  • Duerme: Diferentes estudios indican, que no dormir lo suficiente contribuye a la producción de cortisol, el cual reduce los niveles de testosterona en el cuerpo.
  • Consume Zinc de manera natural: Lo encuentras principalmente en los cacahuates, aguacates, pescados, aceites de lino, oliva y de canola. Incrementar su consumo, es una excelente manera de aumentar naturalmente tus niveles de testosterona.
  • Prefiere carne magra: Consumir proteína proveniente de carnes magras, mantienen altos tus niveles de testosterona.
  • Evita el alcohol. El alcohol ha demostrado tener efectos negativos en los niveles de testosterona en el organismo. Por lo tanto, trata de limitar en lo posible su consumo.
  • Asegúrate de consumir vitaminas: Las vitaminas A, B y E (junto con la vitamina C y zinc) son esenciales en la producción de testosterona. Al consumir frutas, verduras, carnes magras y frutos secos, obtendrás el aporte suficiente para producir testosterona de manera natural.
La testosterona es considerada la hormona anabólica por excelencia, tanto para hombres como para mujeres. Por lo tanto, asegúrate de mantener tus niveles elevados, para obtener un buen desarrollo muscular y bajos niveles de grasa corporal.

Thursday, May 31, 2012

Obesidad, La Epidemia del Siglo XXI (CNN)


Nuestra sociedad sufre de un exceso de peso, debido a los cambios en la alimentación y en la actividad física diaria, todo lo cual repercute en la salud física y psíquica de muchas personas. Hay actualmente en el mundo 1.6 BILLONES de obesos en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. El número ha crecido un 40% en los últimos 10 años, siendo destacable el incremento de la enfermedad en los niños.


Neville Rigby, portavoz de la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, explica las causas del incremento de la población con sobrepeso en el globo por el “proceso de urbanización, que conlleva el abandono de la comida tradicional y la dependencia de la comida industrial”.

Una enfermedad metabólica

La obesidad es considerada la enfermedad metabólica más frecuente en el mundo occidental y es un verdadero problema de salud pública, ya que reduce afecta la cantidad y calidad de vida. En la mayoría de los casos, esta enfermedad se asocia a trastornos crónicos como la diabetes, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, en lo que hoy se conoce como Síndrome metabólico.

Obesidad en el mundo:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia de ámbito mundial, afectando a más de 1000 millones de personas adultas con sobrepeso y de ellas, al menos 300 millones, son obesas.

En chile el perfil de obesidad sigue un patrón de país desarrollado. Según cifras de la Junta de Auxilio Escolar y Becas, Junaeb, el 18% de los escolares chilenos son obesos, lo que deja a este país entre las naciones con más niños obesos en el mundo. En los adultos , la Encuesta Nacional de Salud 2003 reveló que el 22% de la población adulta chilena es obesa, mientras que 38% presenta sobrepeso. Para comprender la situación, es interesante conocer qué entienden las sociedades médicas por obesidad y sobrepeso.

Ambos términos se miden por el índice de masa corporal (IMC), resultado que se obtiene de la división del peso de la persona por la talla al cuadrado.

Se considera Delgado si está por debajo de 18,5, entre 18,5 y 25, tiene peso normal. Entre 25 y 30 se habla de sobrepeso y superior a 30 esta en rango de obesidad.

¿Y por que somos obesos?

En la obesidad y el sobrepeso, si bien puede existir un aspecto genético, lejos lo más importante son los factores ambientales, dentro de los cuales debe destacarse el sedentarismo y los hábitos alimenticios poco saludables, con dietas desequilibradas con alto contenido de grasas y calorías.

El mayor consumo de calorías y menor gasto energético ha sido el origen de una sociedad con exceso de peso.

¿Como mejorar?

Para mantener un peso adecuado es necesaria combinar una dieta variada y equilibrada y actividad física regular.

Es importante que los padres sepan lo que es la pirámide de los alimentos y sepan en qué cantidad y con qué frecuencia está recomendada su ingesta.

La educación es la manera más eficaz de prevenir la aparición de la obesidad. Los niños deben aprender estas nociones básicas desde pequeños.

Alimentación

Cinco raciones de frutas y verduras, cereales y sus derivados, carne, pescado y lácteos forman parte de la base de la pirámide alimentaria y, por tanto, deben tomarse a diario.
Las grasas se dividen en las buenas y malas. Las buenas (poliinsaturadas) son las que se encuentran en el aceite de oliva y algunos frutos secos (nueces) y pescados azules (omega 3).

Las saturadas, que son de origen animal están relacionados con una mayor cantidad de colesterol.

Ejercicios

La actividad física juega un papel fundamental para establecer el equilibrio entre las calorías ingeridas y las que ocupamos. Se recomienda realizar ejercicio de manera regular al menos 30 minutos al día. Si se trata de personas jóvenes es aconsejable que realicen algún deporte con frecuencia.

Recomendaciones diarias:

Los padres deben cambiar sus hábitos alimenticios para enseñar a los niños con el ejemplo.
No deben prohibirse alimentos, hay que aprender a consumirlos de manera adecuada.
Evite cocinar con muchas grasas.
Mejor agua que bebidas.
No a la comida chatarra.
Elija carnes magras, con menos grasas como el pollo o pavo y por sobre todo aumente el consumo de pescado.

Fuente: http://www.cnnchile.com/blog/?p=662

Dr. Christian Espinoza S.
Cardiocirujano
Clinica Tabancura
Santiago de Chile
(Telefono 395.4515)

Sunday, May 6, 2012

Cinco formas de plantarle cara a la ansiedad (kidshealth.org)


Todo el mundo se siente estresado, nervioso, ansioso o tenso de vez en cuando. He aquí cinco consejos para afrontar mejor este tipo de situaciones.

Aviso: Cuando la ansiedad o la preocupación son extremas, puede ser un signo de un trastorno de ansiedad. Las personas que padecen trastornos de ansiedad es muy importante que pidan ayuda a un profesional de la salud. Es indudable que los siguientes consejos también les pueden ayudar. Pero el tratamiento profesional es imprescindible en estos casos.
  1. Conviértete en un experto en relajación. Todos creemos que sabemos relajarnos. Pero repanchingarse delante de la pantalle del ordenador no es relajarse de verdad. (Dependiendo de lo que veas en la televisión o de lo que hagas con el ordenador, hasta es posible que te ponga más tenso.) Lo mismo ocurre con el alcohol, las drogas o el tabaco. Tal vez parezca que alivian la ansiedad o el estrés, pero inducen un falso estado de relajación que sólo es temporal. Lo que necesita el cuerpo son técnicas de relajación —como la respiración profunda, el taichi o el yoga— que producen efectos físicos sobre la mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio importante que va del diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje a todo el cuerpo para que se relaje y se deje ir.

  2. Duerme lo suficiente, aliméntate bien y haz ejercicio físico. ¿Quieres que tu mente y tu cuerpo estén lo bastante fuertes y relajados para poder afrontar sin problemas los altibajos de la vida diaria? Duerme el tiempo adecuado para satisfacer tus necesidades —ni demasiado ni demasiado poco. Aliméntate bien: elige la fruta, la verdura, las proteínas magras y los cereales integrales, que proporcionan energía a largo plazo (en vez de la inyección de energía de corta duración que proporciona un exceso de azúcar o la cafeína). Y haz ejercicio regularmente para enviar oxígeno a todas las células de tu cuerpo a fin de que tu cerebro y tu cuerpo puedan funcionar al cien por cien.

  3. Conectate con otras personas. Pasa tiempo con amigos o familiares. Las actividades organizadas son estupendas, pero salir simplemente a dar una vuelta también va bien. Hacer cosas con personas que nos aprecian y a quienes apreciamos nos ayuda a estrechar lazos y a sentirnos apoyados y seguros. Y la diversión y la experiencia de compartir nos alegra la vida y nos ayuda a preocuparnos menos por las cosas. Si hay algo que te preocupa o estresa, el hecho de hablar sobre ello con alguien que sepa escuchar y que te aprecie puede ayudarte a sentirte comprendido y más capaz de afrontar tus problemas. Te ayudará a recordar que todo el mundo se siente estresado de vez en cuando y que no estás solo.

  4. Conectate con la naturaleza. Dar un paseo por un parque, hacer una excusión por el monte o adentrarse en un bosque puede ayudar a cualquiera a sentirse en paz y conectado con la tierra. (Elige un lugar donde te sientas seguro para que te puedas relajar y disfrutar del entorno.) Actividades como pasear, hacer montañismo, coger la bicicleta de montaña o calzarse unas raquetas de nieve ofrecen el beneficio añadido del ejercicio físico. Invita a un par de amigos —o familiares— y disfruta al mismo tiempo de la sensación de conexión.

  5. Piensa en positivo. Una buena forma de alejar las preocupaciones de tu mente es centrándote en cosas que sean buenas, bonitas y positivas. Permítete soñar, desear e imaginar lo mejor que puede ocurrir.
Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de la revisión: octubre de 2010

Para mantenerse delgado, duerma mucho (BBC)


Al contrario de lo que se ha pensado durante mucho tiempo, dormir mucho parece ser una buena forma de proteger a la gente que tiene predisposición genética a la obesidad, afirman científicos en Estados Unidos.

En un estudio llevado a cabo con gemelos, los investigadores de la Universidad de Washington encontraron que aquellos que dormían más de nueve horas cada noche eran más delgados y mostraban menos riesgo de subir de peso que los que dormían menos de siete horas.
Según los científicos, el sueño prolongado parece suprimir los factores genéticos que conducen al aumento de peso.

Y dormir poco tiene el efecto opuesto, afirma el estudio publicado en Sleep, la revista de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño.

Estudios pasados habían mostrado la importancia del sueño en los procesos biológicos y el riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2 y obesidad.

Pero las investigaciones se habían centrado en el impacto que tiene en una persona dormir poco o dormir con interrupciones.

La nueva investigación, sin embargo, revela que hay factores mucho más complejos entre el sueño y los mecanismos biológicos que conducen a la obesidad.

Interacción genética

Hasta ahora ya han sido identificados varios genes, unos 20, que juegan un papel en el riesgo que tiene una persona de ser obesa.

Los principales factores de riesgo, por supuesto, son una dieta mala y la falta de ejercicio.

Pero los genes desempeñan un papel en la forma como el organismo utiliza la energía que se consume, la forma como se almacena la grasa en el cuerpo y las sensaciones de sentirse lleno o seguir con hambre después de haber ingerido una comida.

También tienen una función en la rapidez con que usa la glucosa.

Sin embargo, tal como explican los científicos de Washington, este es el primer estudio que analiza cómo el sueño interactúa con estos genes.

Los investigadores estudiaron a 1.088 pares de gemelos tanto idénticos como no idénticos.
"Los resultados sugieren que el sueño corto ofrece un ambiente más conducente a la expresión de los genes vinculados a la obesidad. O podría ser que el sueño prolongado tiene un efecto protector al suprimir la expresión de los genes vinculados a la obesidad" Dr. Nathaniel Watson
El estudio de gemelos en genética es importante y rutinario.

Los gemelos idénticos comparten exactamente los mismos genes y están sujetos a los mismos efectos genéticos, por lo tanto, las diferencias que demuestran se deben, por lo general, a factores ambientales.

Por otra parte, los gemelos no idénticos no comparten todos los mismos genes y con ellos se pueden investigar las diferencias genéticas.

Los gemelos que participaron en el estudio eran mujeres, con una edad promedio de 36,6 años, caucásicas y con un IMC promedio de 25,3.

Esta puntuación está considerada como "sobrepeso". La obesidad clínica está definida por un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más.

Los investigadores encontraron que en los sujetos que dormían menos de siete horas, la predisposición genética a un incremento en IMC era dos veces más grande que en los que dormían más de nueve horas cada noche.

Según los científicos, en los gemelos que dormían poco, el impacto de la herencia genética en su IMC era de 70%, mientras que en gemelos que dormían más de nueve horas este impacto era de 32%.

"Los resultados sugieren que el sueño corto ofrece un ambiente más conducente a la expresión de los genes vinculados a la obesidad", afirma el doctor Nathaniel Watson, quien dirigió la investigación.

"O podría ser que el sueño prolongado tiene un efecto protector al suprimir la expresión de los genes vinculados a la obesidad", agrega.

Es decir, para una persona con predisposición a la obesidad, entre más duerme, menos importante se vuelve la genética en la determinación de su peso corporal, explica el científico.

Vida ajetreada

Según el doctor Watson, los ajetreados estilos de vida modernos sin duda han contribuido a la epidemia de obesidad en el mundo.

"La sociedad moderna con su tecnología omnipresente a menudo puede causar un desajuste entre la necesidad de sueño y la realización del sueño", dicen los autores.

"Esto frecuentemente tiene consecuencias adversas para las funciones cognitivas y para la salud metabólica, cardiovascular e inmunológica".

"De hecho, durante el pasado siglo, la duración habitual del sueño se ha reducido 1,5 horas cada noche y desde 2001 el porcentaje de adultos en Estados Unidos que duermen al menos ocho horas cada noche durante la semana se ha reducido de 38% a 27%".

Y los científicos agregan que "se está acumulando la evidencia que muestra que las horas de sueño crónicamente reducidas están asociadas a la obesidad".

El estudio, subraya el doctor Watson, es preliminar y habrá que llevar a cabo investigaciones más amplias para confirmarlo.

Pero los resultados sugieren que "las medidas para perder peso podrían ser más efectivas si las influencias genéticas que inducen el peso corporal fueran mitigadas con la prolongación del sueño", expresa el científico.

Thursday, April 26, 2012

El optimismo protege al corazón (BBC)


La gente con una visión positiva de la vida y bienestar psicológico tiene menos riesgo de sufrir enfermedad del corazón y trastornos cerebrovasculares, afirman científicos en Estados Unidos.

Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard revisaron más de 200 estudios publicados sobre cómo el optimismo y una visión positiva de la vida protege al corazón.
Encontraron que aunque la gente optimista tiene una mejor salud general, también observaron que ver la vida positivamente ayuda a reducir los factores de riesgo cardiovasculares, como la hipertensión y el alto colesterol.

Varios estudios ya han demostrado que los estados psicológicos negativos, como el estrés, la depresión, ira, ansiedad y hostilidad, incrementan el riesgo de sufrir trastornos del corazón.

Pero hasta ahora no se tiene mucho conocimiento sobre cómo los estados positivos están vinculados a la salud cardiovascular.

La nueva investigación, publicada en Psychological Bulletin, la revista de la Asociación Psicológica Estadounidense, encontró que el optimismo y bienestar psicológico sí tienen un impacto en el riesgo de eventos como infartos y enfermedad cerebrovascular.

Bienestar psicológico

Los científicos analizaron investigaciones que registraban factores como el grado de optimismo de un individuo, su satisfacción con la vida y su felicidad.

Se encontró que los individuos con el mayor bienestar psicológico mostraron 50% menos riesgo de enfermedades del corazón y circulatorias, independientemente de la edad, estado socioeconómico, tabaquismo o peso corporal de los participantes.

"La ausencia de lo negativo no es lo mismo que la presencia de lo positivo" expresa la doctora Julia Boehm, quien dirigió el estudio.

"Por ejemplo, los individuos más optimistas tienen aproximadamente 50% menos riesgo de experimentar un evento cardiovascular inicial comparado con sus pares" agrega.
"Aunque este estudio no investigó el efecto del estrés, sí confirma lo que ya sabemos sobre el bienestar psicológico: que es una parte importante de un estilo de vida sano, igual que mantenerse activo y comer sanamemte" - Maureen Talbott
Tal como señalan los investigadores los individuos con un mayor sentido de bienestar se ven comprometidos en conductas más sanas como hacer ejercicio, comer una dieta sana y dormir bien.

Pero también este mayor bienestar está vinculado a mejores funciones biológicas, como menores niveles de presión arterial, niveles más sanos de grasa en el sangre y un peso corporal normal.

El optimismo, agregan, parece también retrasar la progresión de las enfermedades cardiovasculares.

La doctora Boehm subraya, sin embargo, que estos resultados sólo sugieren un vínculo y no quieren decir que el optimismo sea un "amortiguador" contra estos trastornos.

Además, agrega, es muy difícil medir objetivamente el estado de bienestar de una persona. Y otros factores de riesgo, como el colesterol y la diabetes son indicativos más importantes cuando se trata de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Y como una persona optimista y con sentido de bienestar tiene más probabilidad de verse comprometida en conductas sanas, esto también puede tener una influencia en los resultados del estudio.

Vínculo claro

Pero los científicos tomaron en cuenta todos estos factores y aún así se vio un claro vínculo entre optimismo y mejor salud cardiovascular.

Tal como expresa Maureen Talbot, de la organización British Heart Foundation, "la asociación entre enfermedad cardiovascular y salud mental es muy compleja y todavía no logramos entenderla totalmente".

"Aunque este estudio no investigó el efecto del estrés, sí confirma lo que ya sabemos sobre el bienestar psicológico: que es una parte importante de un estilo de vida sano, igual que mantenerse activo y comer sanamente".

"También pone de manifiesto la necesidad de que los profesionales de la salud tengan un enfoque holístico en la asistencia sanitaria, que tomen en cuenta el estado de la salud mental de una persona y analizar el impacto en su salud física" agrega la experta.

Según los investigadores si otros estudios confirman que los niveles altos de satisfacción, optimismo y felicidad tienen un impacto en la salud cardiovascular, esto deberá tomarse en cuenta en el establecimiento de estrategias de prevención y tratamiento.

Según la profesora Laura Kubzansky, otra de las investigadoras, este estudio muestra que "para mejorar la salud cardiovascular, más que simplemente mitigar los déficits psicológicos hay que incrementar las fortalezas psicológicas".

Cifras de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) muestran que más de 2.200 personas mueren a causa de una enfermedad cardiovascular cada día, esto es una muerte cada 39 segundos.

Tuesday, April 24, 2012

Ejercicios para sanar el corazón (laguia2000.com)

El ejercicio físico suele ser, para una persona con hábitos sedentarios y obesa, algo que desea evitar.

Tanto la actividad física como el sedentarismo dan señales al cuerpo que sirven para aprender de ellos.

Por ejemplo, el exceso de actividad aeróbica puede producir dolor en los talones, señal de que hay que reducir el tiempo de esa práctica; y la inactividad puede producir depresión y sensación de embotamiento por falta de movimiento.

El corazón también brinda señales, como dolor, alteraciones del ritmo cardíaco y desmayos.

Cuando nos damos cuenta de estos mensajes que nos transmite el cuerpo podemos interpretar otros más ambiguos y aprender a entender el lenguaje del cuerpo, como el deseo de comer algo dulce que provoca la ansiedad o la verdadera necesidad de descanso que se suele ignorar.

Al iniciar un programa de ejercicios físicos hay que tener en cuenta tres condiciones importantes:

1) Exigirle al cuerpo solamente el 50% de su capacidad, o sea estar dispuesto a interrumpir la actividad cuando se comienzan a percibir las señales de cansancio, cuando la respiración se hace más dificultosa, aumenta la tensión y los movimientos se vuelven más torpes. Si ponemos debida atención, la percepción del nivel de esfuerzo suele ser tan precisa como un marcador electrónico; y con el tiempo, la capacidad del cuerpo para la actividad física irá aumentando progresivamente y se convertirá en algo placentero.

2) Ejercitarse si es posible diariamente, porque esta práctica incentivará el deseo de hacerla, a menos que la persona se haya esforzado demasiado y entonces sí tenderá a evitarla.

3) Guiarse por la respiración y la transpiración, porque quedarse sin aliento y sudar demasiado es señal de que le estamos exigiendo demasiado al cuerpo.

De todos modos si hay antecedentes de problemas cardíacos, siempre es necesario consultar con el médico, principalmente luego de haber pasado mucho tiempo sin realizar actividad física programada.

El Ayúrveda, medicina milenaria de la India, enseña que para lograr el máximo beneficio de una actividad física hay que tener en cuenta el tipo de fisiología que tiene cada uno.

Por que esto sea posible, distingue tres tipos de personalidad que denomina: Vata, Pita y Kapha, según ciertas características.

Los tipos Vata, que son más emocionales, sensibles y fáciles de desestabilizar, se pueden desequilibrar con el esfuerzo físico intenso; por lo tanto, lo más apropiado para ellos son las caminatas livianas, andar en bicicleta, practicar yoga o bailar.

Los tipos Pita disfrutan enfrentándose a desafíos, pero tienden a exigirse demasiado, por lo que las actividades más adecuadas para este tipo de personalidad son el trote, el esquí, el ciclismo y la natación, practicadas con fines placenteros y no para competir.

La competencia, aunque sólo sea contra sí mismo, puede producir frustración y generar hostilidad, emociones que pueden afectar el corazón.

Los tipos kapha necesitan ejercicios vigorosos y actividades que pongan en juego su capacidad de resistencia, como la carrera, el ciclismo, la natación, el levantamiento de pesas y el aerobismo, que son las actividades más adecuadas para ellos, aunque les resulte difícil empezar.

Los tipos kapha son personas fuertes que pueden realizar ejercicio competitivo amistoso y de esta forma evitar su tendencia al sedentarismo y a los malos hábitos alimenticios, que son las condiciones que favorecen la enfermedad coronaria cardíaca.

Los ejercicios de respiración tienen también una gran importancia para la salud del corazón y de todos los demás órgamos, porque es la forma primordial de nutrir el cuerpo con esa energía.

Respirar en forma consciente durante la meditación o el ejercicio físico es muy beneficioso para mantener el cuerpo y la mente saludables.

Fuente: “Sanar el corazón”; Deepak Chopra.
 
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