Todo el mundo se siente estresado, nervioso, ansioso o tenso de vez
en cuando. He aquí cinco consejos para afrontar mejor este tipo de
situaciones.
Aviso: Cuando la ansiedad o la preocupación son
extremas, puede ser un signo de un trastorno de ansiedad. Las personas
que padecen trastornos de ansiedad es muy importante que pidan ayuda a
un profesional de la salud. Es indudable que los siguientes consejos
también les pueden ayudar. Pero el tratamiento profesional es
imprescindible en estos casos.
- Conviértete en un experto en relajación. Todos
creemos que sabemos relajarnos. Pero repanchingarse delante de la
pantalle del ordenador no es relajarse de verdad. (Dependiendo de lo que
veas en la televisión o de lo que hagas con el ordenador, hasta es
posible que te ponga más tenso.) Lo mismo ocurre con el alcohol, las
drogas o el tabaco. Tal vez parezca que alivian la ansiedad o el estrés,
pero inducen un falso estado de relajación que sólo es temporal. Lo que
necesita el cuerpo son técnicas de relajación —como la respiración
profunda, el taichi o el yoga— que producen efectos físicos sobre la
mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio
importante que va del diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje a
todo el cuerpo para que se relaje y se deje ir.
- Duerme lo suficiente, aliméntate bien y haz ejercicio físico.
¿Quieres que tu mente y tu cuerpo estén lo bastante fuertes y relajados
para poder afrontar sin problemas los altibajos de la vida diaria?
Duerme el tiempo adecuado para satisfacer tus necesidades —ni demasiado
ni demasiado poco. Aliméntate bien: elige la fruta, la verdura, las
proteínas magras y los cereales integrales, que proporcionan energía a
largo plazo (en vez de la inyección de energía de corta duración que
proporciona un exceso de azúcar o la cafeína). Y haz ejercicio
regularmente para enviar oxígeno a todas las células de tu cuerpo a fin
de que tu cerebro y tu cuerpo puedan funcionar al cien por cien.
- Conectate con otras personas. Pasa tiempo con
amigos o familiares. Las actividades organizadas son estupendas, pero
salir simplemente a dar una vuelta también va bien. Hacer cosas con
personas que nos aprecian y a quienes apreciamos nos ayuda a estrechar
lazos y a sentirnos apoyados y seguros. Y la diversión y la experiencia
de compartir nos alegra la vida y nos ayuda a preocuparnos menos por las
cosas. Si hay algo que te preocupa o estresa, el hecho de hablar sobre
ello con alguien que sepa escuchar y que te aprecie puede ayudarte a
sentirte comprendido y más capaz de afrontar tus problemas. Te ayudará a
recordar que todo el mundo se siente estresado de vez en cuando y que
no estás solo.
- Conectate con la naturaleza. Dar un paseo por un
parque, hacer una excusión por el monte o adentrarse en un bosque puede
ayudar a cualquiera a sentirse en paz y conectado con la tierra. (Elige
un lugar donde te sientas seguro para que te puedas relajar y disfrutar
del entorno.) Actividades como pasear, hacer montañismo, coger la
bicicleta de montaña o calzarse unas raquetas de nieve ofrecen el
beneficio añadido del ejercicio físico. Invita a un par de amigos —o
familiares— y disfruta al mismo tiempo de la sensación de conexión.
- Piensa en positivo. Una buena forma de alejar las preocupaciones de tu mente es centrándote en cosas que sean buenas, bonitas y positivas. Permítete soñar, desear e imaginar lo mejor que puede ocurrir.
Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de la revisión: octubre de 2010
Fecha de la revisión: octubre de 2010
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