Educar a un niño no es una tarea fácil, más bien todo lo contrario.
Aquí encontrará una guía con algunas pautas básicas para comenzar esta
difícil y desafiante experiencia con éxito. A veces, para los adultos es
difícil distinguir lo que está bien de lo que está mal, imagínese
entonces lo que les costará a los niños hacer esta diferenciación. Todos
los padres se preocupan por la salud, educación y el bienestar de sus
hijos, pero y los valores éticos dónde entran? ¿Cuáles son los más
importantes y cómo inculcarlos?
1. TOLERANCIA
Comprender la posición de los otros y considerar las afinidades y las
diferencias es primordial para ser tolerante. Al primer signo de
intolerancia, recuérdele que la base de la convivencia es la aceptación y
que lo diferente no es malo, sino simplemente distinto. Enséñeles que
todo el mundo tiene derechos que deben ser respetados: Así defenderán
sus propios derechos y comprenderán los de los demás.
2. SOLIDARIDAD
Hay que enseñarles a ponerse en el lugar de la otra persona y que
entiendan que las necesidades de los demás deben atenderse como las
propias. Asignar a sus hijos tareas como poner la ropa sucia en el cesto
destinado a ella, hacer la camas o colgar la toalla después de bañarse
les hará entender el valor de lo que significa ayudar en la casa. Es
bueno elogiar su comportamiento, especialmente, cuando lo hacen sin
esperar nada a cambio.
3. JUSTICIA
Los niños deben saber que las necesidades o deseos de los demás serán
tenidos en cuenta, al mismo tiempo que los suyos. Hay que ayudarlos a
superar su tendencia al egoísmo e interesarse sólo por sus necesidades.
4. VALOR
Cuando la persona admite sus errores, demuestra que tiene coraje.
También se requiere valor para soportar las bromas y disgustos que nos
causan los demás. Los padres deben dar ejemplos cuando se enfrentan a
situaciones que le producen temor, para que los niños puedan ver como
manejar su propio miedos. Ayúdelos a combatir sus temores, animándoles a
creer que puedan controlar la situación y enseñándoles la valentía a
través de la resolución de problemas.
5. VOLUNTAD
Es necesario que generen energía interior para afrontar las
dificultades, retos y esfuerzos de la vida. En el día a día de la
convivencia familiar, y mediante pequeños esfuerzos, los padres pueden
hacer de sus hijos personas acostumbradas a afrontar y superar las
dificultades que exigen empeño y esfuerzo.
6. RESPETO
Hay que tratar a los hijos con respeto. Cuando los regañamos, debemos
hacerlo de buenas manera, sin insultarlos, ya que es mejor ejemplo es
escuchar a los demás. Respetar su intimidad y sus pertenencias, con
actos como llamar a la puerta antes de entrar en su cuarto o pedirle los
lápices de colores antes de usarlos, demuestra que valoramos sus
pertenencias y su espacio.
7. LEALTAD
Una persona leal cumple las promesas y se sacrifica por los demás. Para
que lo cumplan es importante darles el ejemplo fomentando el compromiso
familiar.
8. PACIENCIA
Es esencial que comprendan que no siempre pueden obtener lo que desean y
que no, necesariamente, tienen derecho a todo lo que le piden. Es
importante hacer que sus hijos trabajen para obtener lo que quieren, así
aprenden a posponer la satisfacción de sus deseos y saben que lo que
desean sólo se logra con esfuerzo y paciencia.
9. RESPONSABILIDAD
Una actuación responsable implica una aceptación personal y libre de la
tarea y una motivación interna para llevarla a cabo. Hay que encomendar
tareas para los niños, según su edad; cada vez será mayor el número de
situaciones de las que puedan hacerse cargo y su sentido de la
responsabilidad se irá perfeccionando.
10. AUTODISCIPLINA
Ser capaces de decidir cuáles son los límites de nuestros comportamiento
y respetar los límites de los demás. Para lograrlo se deben establecer
reglas. A partir de los 8 años se comprende mejor la conveniencia de
sacrificar los gustos personales en interes del grupo. El respeto a las
reglas favorece el sentido de la justicia, de la lealtad, del orden, del
derecho y del deber.