Showing posts with label Tolerancia. Show all posts
Showing posts with label Tolerancia. Show all posts

Tuesday, May 19, 2015

Respeto (Vocabulario)




Respeto

  1. m. Miramiento,consideración:
    siento respeto por mi abuelo.
  2. Miedo o prevención que se tiene a alguien o algo:
    le tiene respeto al mar.
  3. pl. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía:
    preséntele mis respetos.
  4. campar uno por su respeto o por sus respetos loc. col. Hacer uno lo que quiere sin mostrar obediencia o consideración a nadie:
    aunque todavía es muy joven,su hijo ya campa por sus respetos.
 

Respeto

  • consideración, deferencia, sumisión, obediencia, atención, cortesía, miramiento, tolerancia, acatamiento, admiración
    • Antónimos: desconsideración, desobediencia
  • miedo, temor, aprensión, recelo

Monday, April 6, 2015

Estoicismo (Vocabulario)


Estoicismo

  1. m. Doctrina filosófica fundada en el siglo iii por el griego Zenón de Citio, que defiende el autodominio, la serenidad y la felicidad de la virtud:
    Séneca defendió el estoicismo.
  2. Fortaleza de carácter ante la adversidad y el dolor:
    soportó la tragedia con estoicismo.

Estoicismo

  • entereza, firmeza, serenidad, imperturbabilidad, indiferencia, tolerancia, conformidad
    • Antónimos: inconformidad, desesperación
 

Sunday, August 10, 2014

LAS TREINTA Y UNA CAUSAS PRINCIPALES DEL FRACASO


 

La mayor tragedia de la vida es la de los hombres y las mujeres que se empeñan seriamente en fracasar. La tragedia reside en la abrumadora mayoría de personas que fracasan, en comparación con las pocas que alcanzan el éxito.

Yo he tenido el privilegio de analizar a varios miles de hombres y mujeres, el 98 % de los cuales habían sido catalogados como «fracasos». Mi análisis demostró que hay treinta y una razones fundamentales para el fracaso, y trece principios importantes merced a los cuales la gente acumula fortunas. En este capítulo se dará una descripción de las treinta y una causas principales del fracaso. A medida que lea la lista, vaya marcando, punto por punto, cuántas de estas causas de fracaso se interponen entre usted y el éxito.


1. Antecedentes hereditarios desfavorables. Poco o nada es lo que se puede hacer por las personas que nacen con un poder cerebral deficitario. Nuestro enfoque no ofrece más que un único método de salvar esta dificultad, y es el trabajo en equipo. Vale la pena señalar, sin embargo, que ésta es la única de las treinta y una causas de fracaso que ningún individuo puede corregir con facilidad.
 

2. Falta de un propósito definido en la vida. No hay esperanza de éxito para la persona que carece de un propósito central o de un objetivo definido al cual apuntar. El noventa y ocho por ciento de las personas a quienes he analizado no lo tenían, y quizá ésa fuera la causa principal de su fracaso.
 

3. Falta de ambición para elevarse por encima de la mediocridad. No ofrecemos esperanzas a la persona que es tan indiferente que no le interesa adelantar en la vida, y que no está dispuesta a pagar el precio.
 

4. Educación insuficiente. Es una desventaja que se puede superar con relativa facilidad. La experiencia ha demostrado que las personas mejor educadas son, con frecuencia, aquellas a quienes se considera que se han hecho a sí mismas, o que se educaron solas. Para ser una persona con educación se requiere algo más que un título universitario. Una persona educada es cualquiera que haya aprendido a conseguir lo que quiere de la vida sin violar los derechos de los demás. La educación no consiste tanto en el conocimiento como en saber aplicarlo con eficacia y persistencia. A la gente no se le paga sólo por lo que sabe, sino más bien por lo que hace con lo que sabe.
 

5. Falta de autodisciplina. La disciplina proviene del autocontrol, y eso significa que uno debe controlar todas las cualidades negativas. Antes de poder controlar otras condiciones, debe empezar por controlarse a sí mismo. El dominio de uno mismo es la tarea más difícil que se puede abordar. Si usted no es capaz de cumplirla con éxito, estará a merced de sí. Cuando se mire al espejo, podrá ver al mismo tiempo a su mejor amigo y a su peor enemigo.
 

6. Mala salud. Nadie que no tenga una buena salud puede gozar de un éxito perdurable. Muchas causas de mala salud son susceptibles de control. Entre ellas, las principales son:
a) Comer exceso de alimentos que dañen la salud.
b) Hábitos de pensamiento erróneos, conducentes a la expresión de actitudes negativas.
c) Abusos y excesiva complacencia en la vida sexual.
d) Falta de ejercicio físico adecuado.
e) Una provisión insuficiente de aire fresco, debida a una respiración inadecuada.
 

7. Influencias ambientales desfavorables durante la niñez. «A un árbol hay que enderezarlo cuando es joven», dice el refrán. La mayoría de las personas con tendencias criminales las han adquirido como resultado de un ambiente desfavorable y de relaciones inapropiadas durante su niñez.
 

8. La dilación habitual. He aquí una de las causas más comunes de fracaso. La tendencia a dejarlo todo para más adelante acecha a todos los seres humanos desde la sombra, y esperar su oportunidad para destruir sus probabilidades de éxito. La mayoría andamos por la vida como fracasados porque aguardamos «el mejor momento» para empezar a hacer algo que valga la pena. No espere, porque el momento nunca será «el mejor». Empiece donde esté y trabaje con las herramientas que tenga a su disposición, ya que las irá encontrando mejores a medida que avance.
 

9. Falta de persistencia. La mayoría somos buenos para empezar, pero no servimos para terminar todo lo que comenzamos. Además, la gente tiene propensión a abandonar la lucha ante los primeros signos de derrota. No hay sustituto para la persistencia. La persona que hace de la persistencia su consigna descubre que, finalmente, el fracaso se cansa de perseguirle y se va. El fracaso no triunfa sobre la persistencia.
 

10. Personalidad negativa. No hay esperanza de éxito para la persona que repele a los demás a causa de su personalidad negativa. El éxito se alcanza mediante la aplicación del poder, y el poder se consigue merced a los esfuerzos de cooperación con otras personas. Una personalidad negativa no, induce a la cooperación.
 

11. Falta de control del impulso sexual. La energía sexual es el más poderoso de los estímulos que mueven a la gente a la acción. Por ser la más poderosa de las emociones, debe estar controlada mediante la transmutación, y ser canalizada por otras vías.
 

12. Deseo incontrolado de conseguir «algo por nada». El instinto del juego arrastra a millones de personas al fracaso. De ello se pueden encontrar pruebas en un estudio del crac de Wall Street en el año 29, cuando millones de personas intentaron hacer dinero jugando a la Bolsa.
 

13. Falta de un poder de decisión bien definido. Los triunfadores toman decisiones con prontitud, y las cambian, si las cambian, con mucha lentitud. Los que fracasan toman decisiones, si las toman, muy lentamente, y las cambian rápidamente y con frecuencia. La indecisión y la tendencia a dejar las cosas para después son hermanas gemelas. Donde una de ellas se encuentra, suele hallarse también la otra. Apresúrese a anular esta pareja antes de que ella pueda encadenarlo a la rueda del fracaso.
 

14. Uno o más de los seis miedos básicos. En un capítulo posterior se encontrará el análisis de los miedos básicos, que es preciso dominar para que uno pueda comercializar sus servicios de manera eficaz.
 

15. Selección errónea de la pareja en el matrimonio. Se trata de un caso muy común de fracaso. La relación que se establece en el matrimonio hace que las personas se encuentren en íntimo contacto. A menos que esa relación sea armoniosa, es muy probable que se produzca el fracaso. Además, será una forma de fracaso que se verá marcada por la miseria y la infelicidad, y que destruye toda la ambición.
 

16. Precaución excesiva. La persona que no corre riesgos suele tener que conformarse con aquello que queda una vez que han elegido los demás. La precaución excesiva es tan perniciosa como la falta de precaución. Hay que evitar ambos extremos. La vida, en sí misma, está llena de riesgos.
 

17. Selección errónea de los asociados en los negocios. Ésta es una de las causas más comunes del fracaso en los negocios. Al comercializar sus servicios personales, se ha de tener gran cuidado en seleccionar un patrono capaz de inspirarlo a uno por ser, a su vez, inteligente y triunfador. Las personas emulamos a aquellos con los que tenemos una asociación más estrecha. Así que elija un patrono a quien valga la pena emular.
 

18. Superstición y prejuicio. La superstición es una forma del miedo, y también un signo de ignorancia. Los triunfadores son personas de mentalidad abierta que no temen a nada.
 

19. Elección vocacional errónea. Nadie puede triunfar si se encamina por una senda que no le gusta. El paso más esencial en la comercialización de servicios personales consiste en elegir una ocupación a la cual usted pueda consagrarse de todo corazón.
 

20. Falta de concentración del esfuerzo. Los sabelotodo rara vez hacen nada bien. Concentre todos sus esfuerzos en un objetivo principal bien definido.
 

21. El hábito de gastar indiscriminadamente. Los derrochones no pueden tener éxito, sobre todo porque viven siempre con el temor a la pobreza. Habitúese a ahorrar sistemáticamente un porcentaje determinado de sus ingresos. Tener dinero en el Banco da a las personas una sólida base de coraje cuando tienen que negociar la venta de sus servicios personales. Si uno no tiene dinero, ha de aceptar lo que le ofrecen, y alegrarse de conseguirlo.

22. Falta de entusiasmo. Sin entusiasmo no se puede ser convincente. Además, el entusiasmo es
contagioso, y la persona que lo tiene y lo controla suele ser bien recibida en cualquier grupo de personas.

23. Intolerancia. La persona de mentalidad cerrada, sobre el tema que sea, rara vez sale adelante. Ser intolerante significa que uno ha acabado de adquirir conocimientos. Las formas más dañinas de la intolerancia son las que se relacionan con las diferencias de opinión en el terreno étnico, religioso o político.

24. Falta de moderación. Sus formas más dañinas se relacionan con las actividades de la comida, del consumo de bebidas alcohólicas y de la sexualidad. Los excesos en cualquiera de estos campos son nefastos para el éxito.

25. Incapacidad de cooperar con los demás. Son más las personas que pierden sus puestos y sus mejores oportunidades en la vida debido a este fallo que por todas las demás razones juntas. Es un defecto que ningún líder ni hombre de negocios bien informado está dispuesto a tolerar.

26. Posesión de poder que no haya sido adquirido mediante el propio esfuerzo. (El caso de los vástagos de hombres adinerados, y de otros que heredan un `dinero que no se ganaron.) Con frecuencia, el poder en manos de alguien que no lo ha adquirido poco a poco es fatal para el éxito. El enriquecimiento rápido resulta más peligroso que la pobreza.

27. Deshonestidad deliberada. No hay sustituto para la honestidad. Se puede ser deshonesto por la fuerza de las circunstancias, sobre las que uno no tiene control alguno, sin sufrir un daño permanente. Pero no hay esperanzas para la persona que lo sea por propia elección. Tarde o temprano quedará prisionero de sus actos y los pagará con la pérdida de su reputación, quizás, incluso de su libertad.
 

28. Egotismo y vanidad. La utilidad de estas cualidades es que sirven a modo de luces rojas a los demás porque les advierten que se mantengan a distancia. Son fatales para el éxito.
 

29. Adivinar en vez de pensar. La mayoría de las personas son demasiado indiferentes o perezosas para procurarse los hechos que les permitan pensar con precisión. Prefieren actuar basándose en «opiniones» fundadas en conjeturas o en juicios precipitados.
 

30. Falta de capital. He aquí una causa de fracaso común entre aquellos que se inician por primera vez en los negocios y no disponen de capital suficiente para absorber el impacto de sus errores y para sostenerlos hasta que hayan afianzado su reputación.
 

31. Bajo este rubro, anote cualquier causa de fracaso que usted haya experimentado y que no haya sido incluida aquí.
En estas treinta y una causas principales de fracaso se encuentra una descripción de la tragedia de la vida, que es válida para casi todas las personas que hagan un intento y fracasen. Será bueno que consiga la ayuda de alguien que lo conozca bien para recorrer juntos esta lista, de modo que le ayude a analizarse en función de cada una de las causas de fracaso, pero también le beneficiará hacerlo solo. La mayoría de las personas no son capaces de verse como los demás las ven, y es posible que usted sea una de ellas.

Saturday, May 10, 2014

Moderación (Vocabulario)

Moderación

  1. f. Ajuste o disminución de lo que se considera excesivo:
    bebe con moderación.
  2. Comedimiento o templanza en el comportamiento:
    su moderación no puede ofender a nadie.

Moderación

  • mesura, medida, comedimiento, templanza, sobriedad, continencia, frugalidad, ponderación, tolerancia, sensatez, juicio
    • Antónimos: abuso, exceso, destemplanza
 

Friday, March 15, 2013

Cultura de Francia (Wikipedia)


Francia es un país de muy rico y de diversa cultura que ha hecho de Europa y el mundo entero. Sus valores de libertad, igualdad y fraternidad y su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, son herencias que la humanidad entera recoge.

Francia tiene destacadísimos aportes a la Humanidad en los campos de las ciencias, las letras, las artes y todos los saberes.

Caracterizada por el Protocolo y Buenos Modales, tiene valiosas tradiciones, entre ellas la exquisita gastronomía, en la que destacan sus quesos y vinos; también, la Alta costura, y su tradición de excelencia en todos los campos.

La cultura de Francia es un factor presente en el desarrollo de la cultura de países relativamente nuevos, como Canadá y Estados Unidos.

Existe la costumbre de la comida en familia, que se respeta a pesar del acelerado ritmo de sus ciudades. Otra costumbre francesa es no comer entre comidas ni beber aperitivos que estropeen el gusto por los alimentos. Si una familia le invitase a comer, la puntualidad es básica y es recomendable que el arreglo personal sea formal. En el hogar, es costumbre repetir varias veces el plato que más agrada, sin que por ello se descuide a los otros platillos del día.

Entre las costumbres más importantes de los habitantes del país está la asistencia a espectáculos teatrales, musicales y cinematográficos. Siendo Francia la cuna del cine, sus pobladores devoran con asiduidad lo que la industria produce, especialmente la cinematografía nacional, porque, un rasgo muy propio de los galos es el amor a las producciones de su patria.

La gente en Francia tiene una sola costumbre común, la de sorprender por su seguridad, por su variedad y por su facilidad para mezclarse con lo nuevo sin perder lo que han conservado por años. Por la misma razón, para conocer a los franceses hay que trasladarse a las regiones más alejadas de las grandes ciudades. En ellas se conservan costumbres más antiguas, más sencillas, especialmente en cuanto a la alimentación y la diversión, lo que produce un agradable contraste con la vida urbana. La vida religiosa es más activa en estas áreas, en donde se celebran incontables festividades de carácter religioso cada año.

A pesar de todo, el principal rasgo del galo moderno es su apego a la libertad individual, apego que se fortaleció con el gobierno socialista y que les hace afortunados aunque solitarios. Posiblemente por esa soledad y el agobio económico que viven, actualmente estén buscando con ansiedad las atenciones de adivinos y curanderos, poniendo de manifiesto que no han perdido su carácter mágico, de herencia celta.

La vida familiar sigue siendo un núcleo social importante, aunque cada vez existen más familias sin hijos.

Tradicionalmente Francia ha sido uno de los impulsores de la tolerancia racial y cultural, eje de muchas asociaciones internacionales en favor de los derechos humanos. Este aprecio a la diversidad se refleja en su territorio. En él conviven, en buena medida, minorías africanas, judías y de Europa del Este que conforman una población de casi 4 millones. Todo ello produce un espectacular mosaico de colores, ideas y razas. A los franceses les agrada que los visitantes hagan esfuerzos por hablar en su lengua, aunque sea con un pésimo acento. Rara vez responden en otro idioma aunque lo conozcan muy bien.

Monday, December 31, 2012

El Manejo del Enojo (laguia2000.com)


Estar enojado es lo habitual en las personas de carácter colérico, que son hipersensibles a la crítica, y que están en permanente oposición al curso natural de los hechos.

Estas personas tienen dificultades para adaptarse, no pueden renunciar a que las situaciones y las personas sean como son y pretenden cambiarlo todo.

Su actitud es de permanente lucha y siempre están dispuestas al ataque, están tensas, amargadas, tristes, pueden sufrir de distintas dolencias crónicas y por lo general viven frustradas por defender utopías inalcanzables.

El enojo también es una forma de manipular, cuando las personas que las rodean no hacen lo que ellas dicen o las contrarían en algo.

Estar enojado produce alteraciones en el funcionamiento del cuerpo; eleva la tensión arterial, el índice de cortisol en sangre y los radicales libres, que son los responsables del deterioro de los órganos y del envejecimiento.

El que se enoja está manifestando su desagrado, su incomodidad y su intención de dominar a las personas y a las situaciones.

Cada estallido de cólera desencadena un proceso en el cuerpo que puede producir serios trastornos de salud, inclusive ataques cerebro vasculares e infartos.

El carácter colérico es típico de la personalidad tipo A, que son las competitivas, las que desean destacarse, las hiperactivas, las que viven en forma acelerada, atropellan y no pueden disfrutar de cada momento.

Sus relaciones están basadas en el temor no en el afecto, o sea en el miedo a que se enojen y hagan un escándalo.

Existen técnicas psicológicas para revertir el hábito de tener reacciones iracundas y aprender a ser más tolerante, accesible y paciente; pero también hay que tener en cuenta que la base de la personalidad iracunda es orgánica, o sea forma parte del temperamento básico que por lo general se caracteriza por tener un nivel demasiado bajo de percepción de los estímulos y por un alto grado de irritabilidad y de sensibilidad.

Son personas que no pueden controlar sus emociones y descargan el cien por ciento de su bronca cuando sienten que las situaciones o las conductas de las personas los superan, cuando no se ajustan a sus expectativas.

Enojarse es posible y también saludable, cuando se puede controlar y no se convierte en una catarata de reacciones con el objetivo de hacer justicia.

La clave es el control, hasta qué punto me tengo que enojar sin que mi cuerpo sufra perturbación alguna y la situación se adueñe de mí y pueda malograr mi equilibrio.

Cuando nos enojamos la sangre fluye al rostro, el corazón late más aprisa, nos agitamos, la respiración se acelera y podemos sentir taquicardia o arritmias cardiacas. Todas estas manifestaciones físicas las podemos detectar sin mayor esfuerzo desde el primer momento, de modo que ni bien comenzamos a sentir los efectos del enojo hay que intentar detener este proceso, reflexionar y darse cuenta hasta qué punto ese gran enojo, que puede llegar a matar a una persona, realmente vale la pena.

De esa forma podremos comprobar que la mayoría de las veces, enojarse no es ninguna solución, al contrario, el enojo complejiza los problemas y crea otros aún peores.

Tomar las cosas con serenidad y tener la fortaleza de pensar antes de actuar para poder darle el valor que merece cada experiencia, es una actitud que se puede aprender rápidamente: siendo capaz de responder una sola vez en forma diferente y tener la oportunidad de ver los resultados.

Sunday, September 16, 2012

Escuchar a los adolescentes (laguia2000.com)


Todos los padres se preocupan por sus hijos adolescentes cuando comienzan a perder el control sobre ellos y tienen miedo de los muchos peligros que los acechan y porque quieren lo mejor para ellos.

Sin embargo, a veces algunos padres se vuelven contradictorios, ponen trabas a la comunicación con la excusa de estar muy ocupados o mostrando intolerancia y parecen preferir no saber la verdad que no pueden entender, ahondando la brecha generacional y haciendo imposible el diálogo.

Es más fácil pretender que todo está bien, que tener una confrontación o un conflicto. También es difícil escuchar lo que no se está dispuesto a tolerar ni cumplir la obligación de poner límites, con el pretexto de que todos a su edad están haciendo lo mismo. 

De esta manera se elude el propio juicio crítico, pero aunque todo esto no sea nada fácil, los hijos necesitan conocer los valores y la forma de pensar que tienen sus padres.

Los padres están llenos de culpa, culpa por no estar el tiempo suficiente con los hijos, por no tener deseos de escucharlos, por creer que no ganan lo suficiente para darles lo que quieren, por no tenerles paciencia, por querer imponerles su voluntad y hasta casi por no conocerlos.

Temen que si les ponen límites y se tornan muy severos, sus hijos no los amarán y perderán su afecto.

Los padres tienen que recuperar su autoridad y ejercer su rol de padres porque es lo que sus hijos necesitan y están pidiendo a gritos.

Algunos padres tienen el falso pudor de tener intimidad con sus hijos, eluden temas que los adolescentes desean hablar con ellos pero que no se atreven a formular porque se dan cuenta que a sus padres les incomoda oír y no van a ser escuchados.

Es así que los adolescentes tienen que pasar una etapa de su vida plena de interrogantes sin poder recibir respuesta alguna de fuentes dignas de respeto y se tiene que contentar con los grotescos relatos de las experiencias de sus pares que representan una caricatura de la verdad porque transforman las cosas naturales en patéticos fracasos.

Sin embargo, tratar de establecer comunicación con un adolescente puede ser una experiencia grata, hacer revivir en los padres la llama del entusiasmo por la vida y permitirles conectarse con él a un nivel más profundo, que puede fortalecer el vínculo.

Estar disponibles, aprendiendo a postergar los asuntos propios y dándole prioridad a los problemas de los hijos, es la regla número uno; porque es importante prestarles atención cuando ellos quieren y no cuando los padres creen que es oportuno. Hay que tener en cuenta que una de las características del adolescente es no tener conciencia del tiempo y que puede considerar adecuado para hablar, justo el momento en que los padres están más ocupados.

Ellos no pueden programar con anticipación, por lo que es importante estar atentos a las señales que pueden estar indicando que están dispuestos a hablar, y dejar todo para escucharlos.

Escuchar no es interrumpir a cada rato para dar un consejo transmitiendo con esa actitud que están molestos por su proceder o por su forma de pensar, sino que significa estar atento para que también él se escuche y pueda encontrar la solución de sus problemas él mismo sabiendo que hay alguien que lo apoya y que lo hace sentir más seguro; porque el respeto y la confianza en los hijos siempre será más útil que el más inteligente de los consejos.

A veces, los adolescentes comienzan a hablar con sus padres de cosas que pueden parecerles triviales, pero este es un recurso que muchos jóvenes utilizan para atreverse luego a intentar hablar de las cosas más serias que les preocupan.

Pasar tiempo con los hijos adolescentes haciendo lo que a ellos les gusta es una forma de divertirse y también la oportunidad para alentarlos a hablar de sus sentimientos más profundos.

Es común que en esas charlas, los adolescentes culpen a los padres de sus problemas pero no hay que pensar que lo que puedan decir sea realmente lo que sienten, porque puede ser una forma de descargar la ira, que no los deja usar su inteligencia.

Fuente: “Sophia”; “Con los adolescentes ¿quién se anima?; Juan Pablo Berra.
http://psicologia.laguia2000.com/la-adolescencia/escuchar-a-los-adolescentes 

Wednesday, August 15, 2012

Principios que se deben transmitir a los Hijos


Educar a un niño no es una tarea fácil, más bien todo lo contrario. Aquí encontrará una guía con algunas pautas básicas para comenzar esta difícil y desafiante experiencia con éxito. A veces, para los adultos es difícil distinguir lo que está bien de lo que está mal, imagínese entonces lo que les costará a los niños hacer esta diferenciación. Todos los padres se preocupan por la salud, educación y el bienestar de sus hijos, pero y los valores éticos dónde entran? ¿Cuáles son los más importantes y cómo inculcarlos?

1. TOLERANCIA

Comprender la posición de los otros y considerar las afinidades y las diferencias es primordial para ser tolerante. Al primer signo de intolerancia, recuérdele que la base de la convivencia es la aceptación y que lo diferente no es malo, sino simplemente distinto. Enséñeles que todo el mundo tiene derechos que deben ser respetados: Así defenderán sus propios derechos y comprenderán los de los demás.

2. SOLIDARIDAD

Hay que enseñarles a ponerse en el lugar de la otra persona y que entiendan que las necesidades de los demás deben atenderse como las propias. Asignar a sus hijos tareas como poner la ropa sucia en el cesto destinado a ella, hacer la camas o colgar la toalla después de bañarse les hará entender el valor de lo que significa ayudar en la casa. Es bueno elogiar su comportamiento, especialmente, cuando lo hacen sin esperar nada a cambio.

3. JUSTICIA
 
Los niños deben saber que las necesidades o deseos de los demás serán tenidos en cuenta, al mismo tiempo que los suyos. Hay que ayudarlos a superar su tendencia al egoísmo e interesarse sólo por sus necesidades.

4.  VALOR
 
Cuando la persona admite sus errores, demuestra que tiene coraje. También se requiere valor para soportar las bromas y disgustos que nos causan los demás. Los padres deben dar ejemplos cuando se enfrentan a situaciones que le producen temor, para que los niños puedan ver como manejar su propio miedos. Ayúdelos a combatir sus temores, animándoles a creer que puedan controlar la situación y enseñándoles la valentía a través de la resolución de problemas.

5.  VOLUNTAD
 
Es necesario que generen energía interior para afrontar las dificultades, retos y esfuerzos de la vida. En el día a día de la convivencia familiar, y mediante pequeños esfuerzos, los padres pueden hacer de sus hijos personas acostumbradas a afrontar y superar las dificultades que exigen empeño y esfuerzo.

6. RESPETO
 
Hay que tratar a los hijos con respeto. Cuando los regañamos, debemos hacerlo de buenas manera, sin insultarlos, ya que es mejor ejemplo es escuchar a los demás. Respetar su intimidad y sus pertenencias, con actos como llamar a la puerta antes de entrar en su cuarto o pedirle los lápices de colores antes de usarlos, demuestra que valoramos sus pertenencias y su espacio.

7. LEALTAD
 
Una persona leal cumple las promesas y se sacrifica por los demás. Para que lo cumplan es importante darles el ejemplo fomentando el compromiso familiar.

8. PACIENCIA
 
Es esencial que comprendan que no siempre pueden obtener lo que desean y que no, necesariamente, tienen derecho a todo lo que le piden. Es importante hacer que sus hijos trabajen para obtener lo que quieren, así aprenden a posponer la satisfacción de sus deseos y saben que lo que desean sólo se logra con esfuerzo y paciencia.

9.  RESPONSABILIDAD
 
Una actuación responsable implica una aceptación personal y libre de la tarea y una motivación interna para llevarla a cabo. Hay que encomendar tareas para los niños, según su edad; cada vez será mayor el número de situaciones de las que puedan hacerse cargo y su sentido de la responsabilidad se irá perfeccionando.

10. AUTODISCIPLINA
 
Ser capaces de decidir cuáles son los límites de nuestros comportamiento y respetar los límites de los demás. Para lograrlo se deben establecer reglas. A partir de los 8 años se comprende mejor la conveniencia de sacrificar los gustos personales en interes del grupo. El respeto a las reglas favorece el sentido de la justicia, de la lealtad, del orden, del derecho y del deber.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...