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Sunday, April 13, 2014

Colonialismo (Wikipedia)


El colonialismo, término derivado del sustantivo colonia (y a su vez del latín colonia -æ, 1ª declinación) se refiere al sistema mediante el cual un país rige o domina a otro. Por lo general tras haberlo invadido, permanece incapaz de oponerse al invasor social, económica, política y, sobre todo, militarmente. Los motivos para la colonización pueden ser: apropiación de su tierra y con ella riqueza y recursos; estrategia militar, estrategia económica, reivindicaciones históricas, etc.


Sunday, February 16, 2014

7. SEPTIMO CHAKRA (CHAKRA CORONA – SAHASRARA)


COLOR: Blanco y oro.
ALIMENTOS:
Ninguno. Se relaciona con el ayuno. Se puede activar mediante el uso de incienso o hierbas aromáticas.

CONSECUENCIAS DE SU MAL FUNCIONAMIENTO:


- Actitud de sabelotodo y de tener siempre la razón.

- Dominar y manipular a los demás para que adopten su postura o hagan lo que ellos quieren.

- Actitud de prepotencia.

- Dificultad para pensar de forma autónoma, siempre buscando el apoyo de los demás para hacer las cosas.

- Fe ciega en los dogmas establecidos (patrones sociales, religiosos, familiares, etc.)

- Rigidez en los sistemas de creencias.

- Estrechez mental “Si no lo veo, no lo creo”.

- Dificultad de concentración y dispersión mental.

- Valores orientados al materialismo, con olvido e incluso desprecio por todo lo espiritual.

- Expansión del EGO.


EJERCICIOS PARA ACTIVAR O DESBLOQUEAR ESTE CHAKRA:


- Cualquier tipo de meditación y de oración.

- Tumbados de espaldas, elevar las piernas y la espalda, apoyados en los codos que sujetan la cintura.

- Sentado con la espalda recta concentra tu atención en el “vacío mental” o “mente en blanco” como mínimo 20 minutos, preferiblemente con ayuda de un mantra.


Monday, December 31, 2012

El Manejo del Enojo (laguia2000.com)


Estar enojado es lo habitual en las personas de carácter colérico, que son hipersensibles a la crítica, y que están en permanente oposición al curso natural de los hechos.

Estas personas tienen dificultades para adaptarse, no pueden renunciar a que las situaciones y las personas sean como son y pretenden cambiarlo todo.

Su actitud es de permanente lucha y siempre están dispuestas al ataque, están tensas, amargadas, tristes, pueden sufrir de distintas dolencias crónicas y por lo general viven frustradas por defender utopías inalcanzables.

El enojo también es una forma de manipular, cuando las personas que las rodean no hacen lo que ellas dicen o las contrarían en algo.

Estar enojado produce alteraciones en el funcionamiento del cuerpo; eleva la tensión arterial, el índice de cortisol en sangre y los radicales libres, que son los responsables del deterioro de los órganos y del envejecimiento.

El que se enoja está manifestando su desagrado, su incomodidad y su intención de dominar a las personas y a las situaciones.

Cada estallido de cólera desencadena un proceso en el cuerpo que puede producir serios trastornos de salud, inclusive ataques cerebro vasculares e infartos.

El carácter colérico es típico de la personalidad tipo A, que son las competitivas, las que desean destacarse, las hiperactivas, las que viven en forma acelerada, atropellan y no pueden disfrutar de cada momento.

Sus relaciones están basadas en el temor no en el afecto, o sea en el miedo a que se enojen y hagan un escándalo.

Existen técnicas psicológicas para revertir el hábito de tener reacciones iracundas y aprender a ser más tolerante, accesible y paciente; pero también hay que tener en cuenta que la base de la personalidad iracunda es orgánica, o sea forma parte del temperamento básico que por lo general se caracteriza por tener un nivel demasiado bajo de percepción de los estímulos y por un alto grado de irritabilidad y de sensibilidad.

Son personas que no pueden controlar sus emociones y descargan el cien por ciento de su bronca cuando sienten que las situaciones o las conductas de las personas los superan, cuando no se ajustan a sus expectativas.

Enojarse es posible y también saludable, cuando se puede controlar y no se convierte en una catarata de reacciones con el objetivo de hacer justicia.

La clave es el control, hasta qué punto me tengo que enojar sin que mi cuerpo sufra perturbación alguna y la situación se adueñe de mí y pueda malograr mi equilibrio.

Cuando nos enojamos la sangre fluye al rostro, el corazón late más aprisa, nos agitamos, la respiración se acelera y podemos sentir taquicardia o arritmias cardiacas. Todas estas manifestaciones físicas las podemos detectar sin mayor esfuerzo desde el primer momento, de modo que ni bien comenzamos a sentir los efectos del enojo hay que intentar detener este proceso, reflexionar y darse cuenta hasta qué punto ese gran enojo, que puede llegar a matar a una persona, realmente vale la pena.

De esa forma podremos comprobar que la mayoría de las veces, enojarse no es ninguna solución, al contrario, el enojo complejiza los problemas y crea otros aún peores.

Tomar las cosas con serenidad y tener la fortaleza de pensar antes de actuar para poder darle el valor que merece cada experiencia, es una actitud que se puede aprender rápidamente: siendo capaz de responder una sola vez en forma diferente y tener la oportunidad de ver los resultados.

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