El stress normal es una reacción natural frente al peligro, el cuerpo
y la mente se preparan para la acción, luchar o escapar. Nos ayuda a
adaptarnos y nos protege de los cambios.
El stress crónico es un estado de alarma permanente; o sea cuando la luz roja del peligro inminente no se apaga nunca.
La forma de enfrentar los problemas de la vida, como las pérdidas,
los abandonos, las enfermedades, los fracasos, los divorcios, las
mudanzas, son algunos de los factores que producen stress.
No todas las personas responden de la misma manera frente a las
dificultades, de manera que no es tanto lo que nos ocurre sino cómo lo
vivimos.
Más que a los problemas es el miedo a los problemas, a las pérdidas, a las enfermedades, al fracaso, a la muerte.
Significa que tener stress es principalmente tener miedo, miedo al futuro, a lo que pueda pasar.
El miedo es un instinto básico y también se puede aprender a tener miedo en un ambiente aprensivo.
Has dos tipos de personalidad con tendencia a sufrir stress crónico, la personalidad obsesiva y la competitiva o tipo “A”.
Las características de la personalidad obsesiva son:
el control: necesidad de no dejar cabos sueltos, de controlar las cosas y a los demás.
la seguridad: creencia de lograr estar siempre seguro y no correr riesgos.
el poder: placer en manejar, ordenar, tomar decisiones.
el perfeccionismo: es la autoexigencia extrema y pretender lo mismo de los otros.
El carácter obsesivo produce ansiedad, fobias y ataques de pánico.
Las características de la personalidad competitiva o tipo “A” son:
la competencia: necesidad de compararse con el otro para superarlo.
la hiperactividad: hacer varias cosas al mismo tiempo, apurarse en todo, no poder estar ocioso ni descansar. Trabajo compulsivo.
la audacia: el placer en asumir riesgos, vivir al límite.
el liderazgo: ser el primero siempre, ocupar lugares destacados, jerarquías altas.
los desafíos: cada situación se vive como un desafío para demostrar superioridad.
la ambición: nunca está satisfecho
El carácter competitivo produce principalmente hipertensión y enfermedades cardíacas.
Mientras la personalidad con rasgos obsesivos lucha consigo mismo
para probarse, la personalidad competitiva lucha contra los demás para
destacarse.
La necesidad de aparentar lo que no somos, mantener una situación
económica insostenible, alternar con personas de más nivel y exigirse
ser y tener más que los otros, produce stress crónico.
El Stress crónico disminuye las defensas inmunológicas dejando a las personas expuestas a cualquier tipo de enfermedades.
Comienza con alteraciones funcionales de los órganos que más tarde se pueden convertir en daños orgánicos.
Además, tiene influencia sobre el sistema endócrino modificando y
hasta anulando la secreción de hormonas, llegando en muchos casos a
interrumpir el ciclo menstrual.
Son muy comunes en estos estados las alteraciones del sueño, del apetito y del carácter.
Las técnicas de relajación, respiración y meditación son eficaces para combatir el stress.
No comments:
Post a Comment