Saturday, January 22, 2011

Miguel de Unamuno (www.proverbia.net)


1864-1936. Filósofo y escritor español.

Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.

Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte.

Todo acto de bondad es una demostración de poderío.

La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.

A veces, el silencio es la peor mentira.

Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.

Antes hay que desconfiar del que busca razones por las que nos beneficia, que del que nos beneficia sin buscar razones.

El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.

Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento.

El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.

Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será.

Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.

Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende.

Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdad.

Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros.

Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, y a verle el fondo y el alma, y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco.

¿Racionalizar la fe?. Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de legar a la libertad en Cristo.

La opinión de toda una multitud es siempre más creíble que la de una minoría.

Hay gentes tan llenas de sentido común, que no les queda el más pequeño rincón para el sentido propio.

Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.

Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.

Los satisfechos, los felices, no aman; se duermen en la costumbre.

La locura, la verdadera locura, nos está haciendo mucha falta, a ver si nos cura de esta peste del sentido común que nos tiene a cada uno ahogado el propio.

El que quiere todo lo que sucede, consigue que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por resignación!. A esta resignación sólo por la gracia se llega.

Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.

La filosofía responde a la necesidad de hacernos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida.

Llamo rumiantes a los hombres que se pasan rumiando la miseria humana, preocupados de no caer en tal o cual abismo.

La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bien, muy indigesta.

Existe gente que está tan llena de sentido común que no le queda el más pequeño rincón para el sentido propio.

A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere convencerse.

Pedimos milagros, como si no fuese el milagro más evidente el que los pidamos.

La vida no es sueño. El más vigoroso tacto espiritual es la necesidad de persistencia en una forma u otra. El anhelo de extenderse en tiempo y en espacio.

Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir.

El amor compadece, y compadece más cuanto más ama.

A menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente.

Es debil porque no ha dudado bastante y ha querido llegar a conclusiones.

El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.

La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante.

El progreso consiste en renovarse.



Friedrich Nietzsche (www.proverbia.net)


1844-1900. Friedrich Wilhelm Nietzsche. Filosofo alemán.

Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.

El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.

La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.

Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.

Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos".

Sin música la vida sería un error.

La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.

Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.

Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.

Tener fe significa no querer saber la verdad.

No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.

El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.

En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.

La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.

¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.

Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.

El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.

La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.

Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.

Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya.

Para llegar a ser sabio, es preciso querer experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es, ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.

La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.

Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.

En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.

La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.

Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras.

La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro.

El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una larga estupidez.

La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.

El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.

No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior.

Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.

Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.

Lo que no me mata, me fortalece.

Hay almas esclavizadas que agradecen tanto los favores recibidos que se estrangulan con la cuerda de la gratitud.

Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño.

El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.

Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.

El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
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Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.

Nuestro destino ejerce su influencia sobre nosotros incluso cuanto todavía no hemos aprendido su naturaleza; nuestro futuro dicta las leyes de nuestra actualidad.

La edad de casarse llega mucho antes que la de quererse.

Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo.

La demencia en el individuo es algo raro; en los grupos, en los partidos, en los pueblos, en las épocas, es la regla.

Toda convicción es una cárcel.

Dios ha muerto. Parece que lo mataron los hombres.

El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.

¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?

El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.

Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.

La sencillez y naturalidad son el supremo y último fin de la cultura.

Mucho tienen que hacer los padres para compensar el hecho de tener hijos.

Sin arte la vida sería un error.

La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.

Un filósofo casado es, para decirlo claro, una figura ridícula.

Las razas laboriosas encuentran una gran molestia en soportar la ociosidad.

Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.

El pensador sabe considerar las cosas más sencillas de lo que son.

Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella.

El hombre se define como ser que evalúa, como ser que ama por excelencia.

En algunos la castidad es una virtud, en muchos es casi un vicio.

Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.

Tenemos arte para no morir de la verdad.

Cuando se tienen muchas cosas que meter en él, el día tiene cien bolsillos.

Si sólo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran ya muerto de hambre.

La irracionalidad de una cosa no es un argumento en contra de su existencia, sino más bien una condición de la misma.

Friday, January 21, 2011

Baltasar Gracián (www.proverbia.net)


1601-1658. Escritor español.

El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.

Saber y saberlo demostrar es valer dos veces.

Todo lo que realmente nos pertenece es el tiempo; incluso el que no tiene nada más, lo posee.

Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos.

Hase de hablar como en testamento, que a menos palabras, menos pleitos.

El más poderoso hechizo para ser amado es amar.

Todos los necios son obstinados y todos los obstinados son necios.

Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona.

El no y el sí son breves de decir pero piden pensar mucho.

Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.

La confianza es madre del descuido.

Es tan difícil decir la verdad como ocultarla.

La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.

La costumbre disminuye la admiración, y una mediana novedad suele vencer a la mayor eminencia envejecida.

Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.

¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de la madre que la da y los lloros del hijo que la recibe?

Saber olvidar, más es dicha que arte.

Donde acaba el deseo comienza el temor.

A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.

No te pongas en el lado malo de un argumento simplemente porque tu oponente se ha puesto en el lado correcto.

Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo: incluso aquel que no tiene otra cosa cuenta con eso.

Hay mucho que saber, y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe.

Es cordura provechosa ahorrarse disgustos. La prudencia evita muchos.

Para prevenidos no hay acasos.

Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.

Son los ímpetus de las pasiones deslizadores de la cordura, y allí es el riesgo de perderse.

Sólo vive el que sabe.

Visto un león, están vistos todos, pero visto un hombre, sólo está visto uno, y además mal conocido.

Ciencia sin seso, locura doble.

Es desgracia habitual en los ineptos la de engañarse al elegir profesión, al elegir amigos y al elegir casa.

Errar es humano, pero más lo es culpar de ello a otros.

La retentiva es el sello de la capacidad.

La queja trae descrédito.

El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído.

Métense a quere dar gusto a todos, que es imposible, y vienen a disgustar a todos, que es más fácil.

Varón prevenido de cordura no será combatido de impertinencia.

La fortuna se cansa de llevar siempre a un mismo hombre sobre las espaldas

La esperanza es un gran falsificador.

Lo bien dicho se dice presto.

No es necio el que hace la necedad, sino el que, hecha, no la sabe encubrir.

Muchas veces nace la enfermedad del mismo remedio.

En la boca del viejo todo lo bueno fue, y todo lo malo es.

El que confía sus secretos a otro hombre se hace esclavo de él.

No hay en el mundo señorío como la libertad del corazón.

Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena.

Obró mucho el que nada dejó para mañana.

Más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza.

Cristina II (www.proverbia.net)


1626-1689. Reina de Suecia.

Si el hombre procurase ser tan bueno como procura parecerlo, conseguiría su objetivo.

El secreto de poner en ridículo a las personas reside en conceder talento a aquellos que no lo tienen.

Yo amo a los hombres no porque son hombres, sino porque no son mujeres.

Los hombres siempre desaprueban lo que no son capaces de hacer.

La ambición suele hacer traidores.

Hay dos cosas que siempre hacen hablar: el coraje y la vanidad.

La vida es un tráfico donde se balancean las pérdidas y las ganancias.

La más pequeña mosca irrita al león más terrible.


Las cinco claves para una felicidad sostenible


Todos quieren ser felices. Nadie lo pone en duda cuando se ve a todos y uno mismo concentrados en alcanzar éxito en diversos ámbitos de la vida. Ser buenos profesionales, o padres o hijos son metas que tenemos presente todos los días.

Sin embargo, el camino parece largo y a veces agotador porque los momentos de felicidad parecieran ser fugaces y, en cambio, los estados negativos nos hacen sentir abrumados más de lo que quisiéramos.

La psicóloga de Harvard, Sonja Lyubomirsky, decidió estudiar el tema y llegó a la conclusión de que existe un método probado para conseguir la felicidad. En su libro “La ciencia de la felicidad” describe una serie de actividades (12 en total) que se pueden practicar para poder alcanzar más que estados de felicidad, una vida feliz más regular y permanente.

En el texto ella sostiene que además de estas 12 actividades hay cinco claves que permiten alcanzar la felicidad sostenible y las describe:

La emoción positiva: las emociones positivas frecuentes son un sello distintivo de la felicidad y aunque se experimentan emociones negativas; las personas felices experimentan con más frecuencia las positivas. Aunque se les considera efímeras, Sonja asegura que éstas provocan espirales ascendentes, por lo tanto, las emociones positivas se ven sumando.

Lo más importante, agrega es que se tiene que prestar atención a estas emociones positivas y recordar los episodios porque pueden cambiar la perspectiva con que se mira la vida. En este sentido, también hace presente que las personas que tienden a la depresión lo hacen, más que por creer que van a pasar cosas males, por creer que no pueden pasar cosas buenas y, sobre todo, por no recordar las cosas agradables que han experimentado.

El momento más oportuno y la variedad: lo esencial para las actividades para la felicidad, así como para el humor, es encontrar el momento oportuno. Por consiguiente, es imprescindible tener en cuenta la frecuencia y la duración de esas estrategias para ponerlas en prácticas.

Asimismo, como dice el dicho, en la variedad está el gusto. Así, si decides variar los ámbitos de la vida como no dar gracias todos los días por lo mismo, es probable que esa frescura haga que las cosas tengan un resultado indefinido. En otras palabras: para ser feliz hay que encontrar variedad en la repetición.

El apoyo social: este es inestimable para ayudarnos a afrontar las dificultades y desgracias de la vida. Los amigos, padres, esposo, hijos, compañeros de trabajo consuelan y tranquilizan. Pero el apoyo social puede ser determinante y crucial para ayudar a las personas a persistir en sus objetivos y alcanzarlos. Cuando algo requiere esfuerzo, es más fácil si se cuenta con apoyo.

Motivación, esfuerzo y compromiso: palabras claves para alcanzar un estado de felicidad duradero. Sonja señala que se deben tener presente cuatro aspectos en esto: primero se debe tomar la decisión de emprender un programa para ser más feliz; segundo, se debe aprender lo que se tiene que hacer; tercero, se debe hacer un esfuerzo semanal o incluso diario para conseguirlo; y cuatro, uno se debe comprometer con el objetivo por un período largo, tal vez para el resto de la vida. Aunque habrá momentos en que se flaquee, hay que tener presente que siempre se puede volver a empezar.

El hábito: si bien el esfuerzo es mayor al principio, éste va disminuyendo a medida que las nuevas conductas y prácticas se vuelven habituales a fuerza de repetirlas. Las investigaciones señalan que las emociones positivas establecen relaciones con los hábitos porque generan gratificaciones y por eso, hay que tener cuidado con los malos hábitos. Y cuidado con que se vuelva monótono porque ha perdido el sentido.

Las 12 actividades

- Expresar gratitud
- Cultivar el optimismo
- Cuidar las relaciones sociales
- Desarrollar estrategias para afrontar
- Aprender a perdonar
- Fluir más
- Saborear las alegrías de la vida
- Comprometerte con tus objetivos
- Practicar la religión y la espiritualidad
- Ocuparte de tu cuerpo (meditación, actividad física, actuar como una persona feliz)
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