Thursday, May 3, 2012

Sun Tzu - El Arte de la Guerra - Capítulo 3: Estrategia Ofensiva


Generalmente, la mejor política en la guerra es tomar un estado intacto; arruinarlo es inferior. Capturar el ejército enemigo entero es mejor que destruirlo.Tomar intacto un regimiento, una compañía o un escuadrón, es mejor que destruirlo. Conseguir cien victorias en cien batallas no es la medida de la habilidad: someter al enemigo sin luchar es la suprema excelencia.

De este modo, lo que es de máxima importancia en la guerra es atacar la estrategia del enemigo. Lo segundo mejor es romper sus alianzas mediante la diplomacia. En tercer lugar viene atacar a su ejército. Y la peor de todas las estrategias es atacar ciudades.

Atacar ciudades es algo que solo ha de hacerse cuando no hay ninguna otra alternativa, ya que la preparación de escudos y su transporte, y tener preparadas las armas y el equipo necesario, requiere al menos tres meses, y montar las máquinas de asedio y las escalas para asaltar las murallas, requiere otros tres meses adicionales. El general, incapaz de controlar su impaciencia, ordenará a las tropas cargar contra las murallas, con el resultado de que un tercio de ellas perecerá sin haber tomado la ciudad. Así de calamitoso es atacar ciudades.

Así pues, los verdaderamente hábiles en la guerra someten al ejército enemigo sin batallar. Capturan las ciudades enemigas sin asaltarlas, y se apoderan del estado enemigo sin campañas prolongadas. Su meta es tomar intacto todo cuanto hay bajo el cielo, mediante consideraciones estratégicas. Como resultado, sus tropas no se desgastarán, y las ganancias serán completas. Este es el arte de la estrategia ofensiva.

En consecuencia, el arte de usar tropas es éste: Si se es diez veces superior al enemigo, rodeadle. Si se es cinco veces más fuerte, atacadle. Si se tiene el doble de fuerzas, divididle. Si se está a la par, superadle mediante un buen plan. Si se está en inferioridad numérica, sed capaces de mantener abierta una vía de retirada. Y si se está en desventaja en todos los aspectos, sed capaces de eludirle, pues una fuerza pequeña no es nada excepto botín para una más poderosa, si se enfrenta a ella temerariamente.

El general es el asistente del soberano del estado. Si esta asistencia es estrecha, el estado será fuerte sin duda; si es débil, el estado será ciertamente débil.

Hay tres formas en que un soberano puede llevar a la derrota a su ejército:

* Si, ignorante de que el ejército no debería avanzar, ordena un avance; o si, ignorante de que no debería retirarse, ordena una retirada. Esto se conoce como desequilibrar al ejército.
* Si, ignorante de los asuntos militares, interfiere en su administración. Esto causa perplejidad entre los oficiales.
* Si, ignorante de los problemas del mando, interfiere en la dirección de la lucha. Esto engendra dudas en la mente de los oficiales.

Si el ejército está confuso y suspicaz, los gobernantes vecinos tomarán ventaja de ello, y causarán problemas. Esto es lo que significa la frase: Un ejército confuso lleva a la victoria del contrario.

Por otra parte, hay cinco casos en los que puede predecirse la victoria:

* El que sabe cuando puede luchar y cuando no, saldrá victorioso.
* El que comprende cómo luchar, de acuerdo con las fuerzas del adversario, saldrá victorioso.
* Aquél cuyas filas estén unidas en un propósito, saldrá victorioso.
* El que está bien preparado y descansa a la espera de un enemigo que no esté bien preparado, saldrá victorioso.
* Aquel cuyos generales son capaces y no sufren interferencias por parte de su soberano, saldrá victorioso.

Es en estos cinco puntos en los que se conoce el camino a la victoria.

Por tanto os digo: Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla.

Sun Tzu - El Arte de la Guerra - Capítulo 2: Hacer la Guerra


En operaciones bélicas, cuando se requieren mil carros rápidos de cuatro caballos, mil carros pesados, y mil soldados; cuando han de transportarse provisiones para un millar; cuando existen gastos en casa y en el frente, y estipendios para enviados y consejeros, el coste de materiales como goma y laca, carros y armaduras, asciende fácilmente a mil piezas de oro al día. Un ejército de cien mil hombres puede ser puesto en campaña solo cuando este dinero está en la mano.

Una victoria rápida es el principal objetivo de la guerra. Si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae. Si las tropas atacan ciudades, su fuerza se desgasta. Cuando un ejército se implica en una campaña prolongada, los recursos del estado disminuyen rápidamente.

Cuando tus armas están melladas y el ardor decae, tu fuerza exhausta y el tesoro gastado, los jefes de los estados vecinos tomarán ventaja de la crisis para actuar. En ese caso, ningún hombre, por sabio que sea, será capaz de evitar las desastrosas consecuencias que de ello resulten. Por todo ello, mientras que hemos oido mucho acerca de despilfarros estúpidos en tiempo de guerra, no hemos visto aún una operación inteligente que fuese prolongada. Nunca ha existido una guerra larga que haya beneficiado al país.

De todo esto se deduce que aquellos incapaces de comprender los peligros inherentes al empleo de tropas, son igualmente incapaces de comprender cómo emplearlas ventajosamente.

Aquellos expertos en hacer la guerra no necesitan una segunda leva de reclutas, o más de dos aprovisionamientos. El equipo militar se transporta desde casa, pero se confía en el enemigo en cuanto a las provisiones. Así, el ejército estará plenamente provisto de comida.

Cuando un país se empobrece a causa de operaciones militares, es debido al transporte distante; llevar suministros a largas distancias deja al pueblo desamparado. Mientras las tropas están reunidas, los precios suben. Cuando los precios suben, la riqueza del pueblo baja. Cuando la riqueza baja, el pueblo sufre duras exigencias. Con esta pérdida de riqueza y fuerzas, los que tienen recursos se ven extremadamente empobrecidos, y siete décimas partes de sus recursos se disipan. Y entre los gastos del gobierno, aquellos debidos a reponer carros rotos, caballos agotados, armaduras y cascos, arcos y flechas, escudos, manteletes, y carros de suministros, consumen hasta un 60 por ciento del total.

Por ello, un general inteligente hace que sus tropas se aprovisionen del enemigo, pues una medida de provisiones enemigas es equivalente a veinte de las propias, y una medida de la comida del enemigo equivale a veinte de las propias.

De cara a incrementar el coraje de los soldados al atacar al enemigo, ha de encolerizarles. De cara a capturar más botín del enemigo, ha de recompensarlos.

Por ejemplo, en una lucha de carros de combate en la que diez carros enemigos han sido capturados, recompensad al que ha tomado el primero. Reemplazad las banderas enemigas con las propias, mezclad los carros capturados con los vuestros, y montadlos. Tratad bien a los prisioneros de guerra, y cuidad de ellos. Esto es llamado vencer una batalla y salir reforzado.

Por todo esto, y dado que lo único valioso en la guerra es la victoria, no prolongueis las operaciones. Y el general que comprende como emplear las tropas, es el árbitro del destino de la nación.

Sun Tzu - El Arte de la Guerra - Capítulo 1: Estimaciones


La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado; un asunto de vida o muerte, el camino hacia la supervivencia o la destrucción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente.

Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de los bandos antagonistas, de cara a determinar el resultado de la contienda.

El primero de estos factores es la política; el segundo, el clima; el tercero, el terreno; el cuarto, el comandante; y el quinto, la doctrina.

La política significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro. El clima significa la noche y el día, el frío y el calor, dias despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones. El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia. El comandante ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. Por último, la doctrina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.

Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado. Por lo tanto, al trazar los planes, han de compararse los siguiente siete factores, valorando cada uno con el mayor cuidado:

1. ¿Qué dirigente es más sabio y capaz?
2. ¿Qué comandante posee el mayor talento?
3. ¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?
4. ¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las intrucciones?
5. ¿Qué tropas son más fuertes?
6. ¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?
7. ¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?

Mediante el estudio de estos siete factores, seré capaz de adivinar cual de los dos bandos saldrá victorioso y cual será derrotado.

El general que siga mi consejo, es seguro que vencerá. Ese general ha de ser mantenido al mando. Aquel que ignore mi consejo, ciertamente será derrotado. Ese debe ser destituido.

Tras prestar atención a mi consejo y planes, el general debe crear una situación que contribuya a su cumplimiento. Por situación quiero decir que debe tomar en consideración la situación del campo, y actuar de acuerdo con lo que le es ventajoso.

El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo. Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egotismo. Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.

Ahora, si las estimaciones realizadas antes de la batalla indican victoria, es porque los cálculos cuidadosamente realizados muestran que tus condiciones son más favorables que las condiciones del enemigo; si indican derrota, es porque muestran que las condiciones favorables para la batalla son menores. Con una evaluación cuidadosa, uno puede vencer; sin ella, no puede. Muchas menos oportunidades de victoria tendrá aquel que no realiza cálculos en absoluto.

Mediante todo esto, uno puede adivinar el resultado final de la batalla.

Wednesday, May 2, 2012

Las 36 Estrategias Chinas


El Arte de la Estrategia

"El que gana un combate es fuerte, el que vence antes de combatir es poderoso. La verdadera sabiduría es vencer sin combatir..."

Las 36 Estrategias Chinas

Dominio de la superioridad

Estrategia 1. Cruzar el mar confundiendo al cielo: Algo que es familiar no llama la atención.

Estrategia 2. Sitiar el reino de Wei para salvar el reino de Zhao: Atacar directamente a un enemigo poderoso y unido es una invitación al desastre. Hay que concentrar fuerzas para golpear en el punto más débil del enemigo.

Estrategia 3. Matar con un cuchillo prestado: Si quieres hacer algo, haz que tu contrincante lo haga por ti.

Estrategia 4. Relajarse mientras el enemigo se agota a sí mismo: Lo que parece blando y flexible puede ser fuerte y firme, mientras lo que parece invencible puede ser débil. El agua se adapta a cualquier terreno, pero desgasta la roca más dura.

Estrategia 5. Saquear una casa en llamas: El enemigo con problemas internos está maduro para ser conquistado.

Estrategia 6. Fingir ir hacia el Este mientras se ataca por el Oeste: El adversario no debe descubrir las intenciones de los falsos movimientos.

Estrategia 7. Crear algo a partir de nada: Si se es capaz de crear algo a partir de nada, las circunstancias más insignificantes pueden conducir al éxito. La mentira repetida mil veces puede llegar a aceptarse como verdad.

Estrategia 8. Aparentar tomar un camino cuando se entra a hurtadillas por otro: Significa atraer la atención sobre un itinerario y desarrollar rutas alternativas.

Estrategia 9. Observar los fuegos que arden al otro lado del río: Consiste en dejar que los enemigos se destruyan entre ellos.

Estrategia 10. Ocultar la daga tras una sonrisa: Significa ganar la confianza del contrincante y actuar solamente cuando ha bajado la guardia.

Estrategia 11. Sacrificar el ciruelo por el melocotonero: A veces hay que hacer sacrificios parciales en aras de la victoria total, hacer concesiones para conseguir el objetivo principal.

Estrategia 12. Aprovechar la oportunidad para robar una cabra: Hay que aprovechar las oportunidades que surgen. Cualquier error del enemigo debe ser una ventaja propia.

Estrategia 13. Golpear la hierba para asustar la serpiente: Hay que provocar al enemigo y estudiar su respuesta antes de lanzar una verdadera ofensiva.

Estrategia 14. Levantar un cadáver de entre los muertos: Encontrar utilidades a cosas que habían sido hasta entonces ignoradas o consideradas inútiles.

Estrategia 15. Atraer al tigre fuera de las montañas: Es mejor hacer salir al enemigo para luchar que adentrarse en territorio peligroso y desconocido para combatirle.

Estrategia 16. Deshacerse del enemigo permitiéndole escapar: No se debe presionar demasiado al enemigo. Cualquier asedio debe dejar una escapatoria para que el enemigo no se sienta decidido a luchar hasta la muerte.

Estrategia 17. Fabricar un ladrillo para obtener jade: Engatusar al adversario con algo de poco valor para obtener un beneficio mayor.

Estrategia 18. Capturar al cabecilla para prender a los bandidos: Una fuerza se deshace cuando se pierde lo que la mantiene unida.

Estrategia 19. Robar la leña debajo de la caldera: Este método tiene como objetivo mermar los recursos del enemigo y minar su moral.

Estrategia 20. Pescar en aguas turbias: Los tiempos de crisis proporcionan oportunidades excepcionales.

Estrategia 21. Desprenderse del caparazón de la cigarra: Confundir al enemigo mediante una falsa apariencia.

Estrategia 22. Cerrar la puerta para atrapar al ladrón: Hay que traer al enemigo con algún engaño y hay que cerrar la trampa en el momento adecuado para que realmente el adversario pueda ser atrapado dentro.

Estrategia 23. Aliarse con un Estado lejano para atacar al Estado vecino: Si uno se alía con enemigos (o simplemente neutrales) distantes, mientras se ataca a los cercanos, se pueden minimizar las dificultades logísticas y consolidar además cada victoria.

Estrategia 24. Conseguir un camino seguro para conquistar el reino de Guo: La clave de la estrategia es la capacidad de pedir prestado un camino de paso.

Estrategia 25. Reemplazar las vigas y los pilares con madera podrida: Consiste en robar, sabotear, destruir o eliminar de alguna manera las bases que sostienen al enemigo y sustituirlas por las propias.

Estrategia 26. Mata al pollo para asustar al mono: Se trata de usar tácticas para producir miedo, amenazar, asustar o plegar a otros a la sumisión.

Estrategia 27. Hacerse el tonto sin dejar de ser listo: Hay que esperar, hacerse el tonto y aprovechar la oportunidad.

Estrategia 28. Retirar la escalera después de haber subido: Atraer al enemigo a una trampa y después cortarle la vía de escape.

Estrategia 29. Adornar los árboles con flores falsas: Se trata de presentar una apariencia poderosa, incluso si las fuerzas reales son mínimas.

Estrategia 30. Hacer que el anfitrión y el invitado intercambien sus sitios: El invitado puede cambiar de posición con el anfitrión de muchas maneras: aumentando sus fuerzas hasta que se halla suficientemente fuerte para vencer al anfitrión, infiltrándose como amigo y tomando poco a poco el control.

Estrategia 31. Utilizar una mujer para tender una trampa a un hombre: Ofrecer al adversario cualquier clase de tentación irresistible.

Estrategia 32. Abrir de par en par las puertas de la ciudad vacía: La mentira más eficaz es la verdad. Se basa en la propensión de la gente a desconfiar de lo que se reconoce abiertamente. Si no se tiene ningún medio de defensa y se revela abiertamente al enemigo, es probable que sospeche lo contrario.

Estrategia 33. Dejar que el espía siembre la discordia en su propio campo: Se aconseja manipular a los agentes enemigos para que sirvan a los objetivos propios.

Estrategia 34. Hacerse daño a sí mismo para ganarse la confianza de enemigo: La gente tiende a sentir simpatía por los que padecen calamidades.

Estrategia 35. Encadenar juntos a los barcos enemigos: Trata de cómo convertir en debilidad la fuerza del enemigo. Se intenta entorpecer al enemigo con su propio peso.

Estrategia 36. Retirarse: Retirarse cuando todo falla es la estrategia definitiva. Pero no significa huir definitivamente. Si puedes ganar la batalla, lucha; si no, retírate.

Beber en exceso puede dañar los cerebros jóvenes

 

Por Richard Chang, Reuters
NUEVA YORK. - Los jóvenes que toman alcohol en exceso podrían estar causando un daño severo... a su cerebro.

Una nueva investigación de científicos de la Universidad de Cincinnati (UC) demostró que demasiado alcohol puede dañar las neuronas en cerebros que todavía están en crecimiento.

"El alcohol podría ser neurotóxico para las células neuronales", dijo Tim McQueeny, un estudiante de doctorado de la UC y co-investigador en el estudio piloto.

"O, dado que el cerebro se está desarrollando en los veintitantos años, podría estar interactuando con factores de desarrollo y posiblemente alterando las formas en la que el cerebro sigue creciendo", añadió.

Beber en exceso es definido como consumir cuatro o más copas seguidas en las mujeres y cinco o más entre los hombres. McQueeny explicó que una copa podía ser de 44 mililitros de licor, 354 mililitros de cerveza, o entre 118 y 147 mililitros de vino, todos los cuales contienen igual cantidad de alcohol.

"No importaba el tipo de bebida", indicó McQueeny. "Cuando el alcohol combinado alcanza un nivel excesivo vemos los efectos", agregó.

Los hallazgos son importantes porque cifras de un reporte del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas muestran que alrededor de un 42 por ciento de los jóvenes estadounidenses de entre 18 y 25 años han bebido en exceso alguna vez.

Los investigadores usaron escáneres de alta resolución para estudiar los cerebros de 29 personas que bebían en exceso durante el fin de semana.

El equipo halló cambios en la corteza pre-frontal, la parte del cerebro que gobierna la atención, la planificación, la toma de decisiones y el procesamiento de emociones y que controla los impulsos que provocan un comportamiento irracional.

Los autores también estudiaron la materia gris cerebral, que está involucrada en el pensamiento y en la transmisión de mensajes.

"Hemos visto evidencias de que beber en exceso se asocia a una reducción en la integridad de la materia blanca, las carreteras del cerebro que comunican mensajes neuronales, pero el alcohol podría afectar la materia gris de manera distinta que la materia blanca", explicó McQueeny.

El experto manifestó que cuanto más intenso es el consumo excesivo de alcohol, más severo es el daño cerebral.

McQueeny añadió que los bebedores se pueden proteger moderando su consumo. Los cerebros dañados por el alcohol también muestran señales de recuperación tras un período de abstinencia.

"Con la abstinencia se normalizó la estructura cerebral. El cerebro se adapta muy bien a eso. Así que hay esperanza", afirmó el especialista.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...