Las endorfinas pertenecen a un grupo de proteínas que se producen en
el cerebro a nivel de la glándula hipófisis, que tienen características
similares a las drogas opiáceas, con propiedades analgésicas y
placenteras.
Son liberadas y distribuidas a través de todo el sistema nervioso
central para mantener el equilibrio, en respuesta al dolor o al esfuerzo
sostenido, y también participan en el control del apetito, en la
liberación de hormonas sexuales desde la hipófisis y en el colapso
circulatorio que se produce cuando el sistema circulatorio no puede
llevar sangre a los distintos órganos para su normal funcionamiento,
debido a hemorragias, quemaduras, traumatismos, deshidratación,
infecciones, etc.
Las endorfinas, que están conectadas con los centros del placer del
cerebro, parecen poder activarse con acupuntura y tienen importancia
terapéutica en el tratamiento de las adicciones y los dolores crónicos.
Podemos crear situaciones para favorecer la producción de endorfinas y
mejorar nuestra salud, nuestro estado de ánimo y nuestra sensación de
bienestar, porque es un poderoso estimulante natural que produce el
cuerpo que no tiene contraindicaciones.
Cuando estamos realizando alguna tarea grata, la producción de
endorfina aumenta en la misma medida en que se incrementa nuestro nivel
de satisfacción.
El ejercicio físico,
las demostraciones de afecto,
los masajes,
las
caricias,
la risa,
el contacto con la naturaleza,
la relajación,
la
visualización,
la música,
el baile,
nos pueden hacer vivir momentos de
felicidad plena y esa sensación es la que favorece la producción máxima
de endorfinas.
Las endorfinas también intervienen en el fortalecimiento del sistema
inmunitario; es por eso que las personas felices difícilmente se
enferman.
La acción de las endorfinas dura poco tiempo, porque las eliminan del
organismo determinadas enzimas, como parte de la función que mantiene
el equilibrio del cuerpo.
Cada vez más la neurociencia descubre nuevos elementos que participan
en nuestras reacciones y hasta en nuestras características de
personalidad, que más de lo que creemos puede estar condicionada por
estos químicos.
Los positivo es que podemos generar la producción de endorfinas a
voluntad, practicando deportes, relacionándonos afectivamente,
trabajando en lo que nos gusta, teniendo sentido del humor y la risa
fácil, haciendo yoga, tai chi y cualquier disciplina que nos libere del
estrés y que nos resulte placentera; no necesariamente mucho tiempo,
porque moverse, reírse, o bailar apenas unos pocos minutos puede ser
suficiente para modificar nuestro estado de ánimo.
Está demostrado que reírse diez minutos calma los dolores crónicos.
Norman Cousins, que escribió el libro “Anatomía de una enfermedad”,
sufría de una dolencia que le provocaba severos dolores. Con la terapia
de la risa consiguió disminuir esos terribles dolores y hasta
eliminarlos totalmente para poder conciliar el sueño.
La risa reduce la producción de varias hormonas relacionadas con el
estrés, por eso es importante incorporarla en la vida cotidiana,
principalmente en los trabajos que sean generadores de tensión; y
tratando de evitar situaciones y personas negativas.
Todas las cosas tienen un lado cómico, porque hasta en los velatorios
se cuentan chistes y continuamente somos testigos de cosas absurdas y
contradictorias que se prestan para verlas con humor.
El estrés es el peor enemigo de la salud, porque disminuye las
defensas, malogra el estado de ánimo, afecta las relaciones y altera la
función de todos los órganos.
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