Sunday, September 30, 2012

Mucha televisión podría tener efectos más profundos que una adicción

 

Obesidad, escaso placer y fragmentación social son atribuidos a estar frente a la pantalla.

El pasado medio siglo ha sido la era de los medios masivos electrónicos. La televisión reformuló a la sociedad en cada rincón del mundo. Ahora una explosión de nuevos dispositivos mediáticos se suma al televisor: DVD, computadores, consolas de juegos, teléfonos inteligentes y más. Cada vez hay más evidencia que sugiere que esta proliferación de medios tiene infinidad de efectos negativos. (Ver televisión puede perjudicar a niños menores de dos años).

Estados Unidos lideró al mundo en la era de la televisión, y las implicaciones se pueden ver más directamente en su prolongada relación amorosa con lo que Harlan Ellison memorablemente llamó 'la teta de cristal'. En 1950, menos del 8 por ciento de los hogares estadounidenses tenía un televisor; para 1960, el porcentaje había pasado a ser del 90 por ciento. Ese nivel de penetración en otros lugares se demoró muchas más décadas, y los países más pobres todavía no han alcanzado esa cifra.

Como era de esperarse, los norteamericanos se convirtieron en los mayores telespectadores del mundo, lo cual probablemente siga siendo válido hoy, aunque los datos son un tanto imprecisos e incompletos.

La mejor evidencia sugiere que los norteamericanos miran más de cinco horas por día de televisión en promedio -un número sorprendente, dado que se pasan varias horas más frente a otros dispositivos que transmiten video-. Otros países registran muchas menos horas frente a la pantalla. En Escandinavia, por ejemplo, el tiempo que la gente pasa mirando televisión es aproximadamente la mitad que el promedio en Estados Unidos.

Las consecuencias para la sociedad estadounidense son profundas, perturbadoras y una advertencia para el mundo -aunque probablemente llegue demasiado tarde como para ser tenida en cuenta-. Primero, mirar mucha televisión reporta escaso placer. Muchas encuestas demuestran que es casi como una adicción que ofrece un beneficio a corto plazo que conduce a una infelicidad y a un remordimiento de largo aliento. Estos espectadores dicen que preferirían mirar menos televisión de la que miran.

Es más, mirar mucha televisión contribuyó a la fragmentación social. El tiempo que se solía pasar en grupo en la comunidad hoy se pasa en soledad frente a una pantalla. Robert Putman, el prominente especialista en la decadente sensación de comunidad en Estados Unidos, descubrió que mirar televisión es la explicación central de la merma del 'capital social', la confianza que une a las comunidades. Por supuesto, hay muchos otros factores en juego, pero la atomización social generada por la televisión no debería subestimarse.

Por cierto, mirar mucha televisión es malo para la salud física y mental. Los norteamericanos van a la cabeza del mundo en materia de obesidad -aproximadamente las dos terceras partes de la población estadounidense hoy tienen sobrepeso-. Una vez más, muchos factores están detrás de esta situación, incluso una dieta de alimentos fritos baratos y poco saludables, pero el tiempo sedentario que se pasa frente al televisor también es una influencia importante. 

A la vez, lo que sucede mentalmente es tan importante como lo que sucede físicamente. La televisión y los medios relacionados fueron los grandes proveedores y transmisores de la propaganda corporativa y política en la sociedad. 

La televisión de Estados Unidos está casi en su totalidad en manos privadas, y los dueños generan un buen porcentaje de su dinero a través de una publicidad implacable. Las campañas publicitarias efectivas, que apelan a deseos inconscientes -normalmente relacionados con la comida, el sexo y la condición social-, crean ansias de productos y compras que tienen muy poco valor real para los consumidores o para la sociedad.
Lo mismo, obviamente, le sucedió a la política. Los políticos estadounidenses hoy son marcas, empaquetadas como cereal para el desayuno. Y cualquier idea se puede vender con una cinta brillante y un jingle pegadizo.

Todos los caminos al poder en Estados Unidos pasan por la televisión, y todo el acceso a la televisión depende del dinero en grande. Esta lógica simple puso la política estadounidense en manos de los ricos como nunca antes. 

Hasta la guerra puede mostrarse como un producto nuevo. La administración Bush promovió las premisas de la guerra de Irak -las armas de destrucción masiva inexistentes de Saddam Hussein- con el estilo familiar, colorido, ágil y lleno de gráfica de la publicidad televisiva. Luego la guerra en sí comenzó con el llamado bombardeo de la "sorpresa y conmoción" de Bagdad -un espectáculo en vivo hecho para la TV y destinado a asegurar altos niveles de audiencia para la invasión liderada por EE. UU.-.

Contra la salud mental

Muchos neurocientíficos creen que los efectos que tiene mirar televisión en la salud mental podrían ser aún más profundos que una adicción, que el consumismo, que la pérdida de confianza social y que la propaganda política. Quizá la televisión esté volviendo a cablear los cerebros de los telespectadores asiduos y afectando sus capacidades cognitivas. La Academia de Pediatría de Estados Unidos recientemente advirtió que es peligroso que los niños miren televisión porque puede dañar su desarrollo cerebral, e instó a los padres a mantener a los niños de menos de 2 años lejos de esta y de medios similares.

Una encuesta reciente en Estados Unidos de la organización Common Sense Media revela una paradoja que, no obstante, resulta perfectamente entendible. Los niños en hogares estadounidenses pobres hoy no solo miran más televisión que los niños de hogares adinerados, sino que también es más probable que tengan un televisor en su cuarto. Cuando el consumo de una mercancía cae conforme aumenta el ingreso, los economistas lo llaman un bien "inferior".

Sin duda, los medios masivos pueden ser útiles como proveedores de información, educación, entretenimiento y hasta conciencia política. Pero un exceso de ellos nos está enfrentando a peligros que es preciso evitar.

Cuando menos, podemos minimizarlos. Entre las estrategias exitosas a nivel mundial están los límites a la publicidad televisiva, especialmente dirigida a los niños; los canales de TV públicos y no comerciales, como la BBC, y el tiempo de televisión gratuito (pero limitado) para las campañas políticas.

Por supuesto, la mejor defensa es el propio autocontrol. Todos podemos dejar la televisión apagada más horas por día y pasar ese tiempo leyendo, hablando con los demás y reconstruyendo la base de la salud personal y la confianza social.

¿Quién es el autor?
Jeffrey D. Sachs es profesor de Economía y director del Earth Institute en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. También es asesor especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Copyright: Project Syndicate, 2011.
Jeffrey D. Sachs
Profesor de Economía
Nueva York. 

59 Preguntas De Método Y Pensamiento Critico.


1.-¿Para ti que son las competencias?

2.-¿Qué es, el ello?

3.-¿Qué es el, súper yo?

4.-¿Qué es método?

5.-¿Qué es técnica?

6.-¿Qué es investigación?

7.-¿Qué son las competencias?

8.-¿Qué es conocimiento?

9.-¿Qué es ideología?

10.-¿Qué es razonamiento?

11.-¿Qué es critica?

12.-¿Qué es destreza?

13.-¿Cómo se dividen las ciencias facticas?

14.-¿Cómo se dividen las ciencias exactas?

15.-¿Cuáles son las ciencias naturales? Menciona 5:

16.-¿Cuáles son las ciencias sociales? Menciona 5:

17.-¿Cómo son las ciencias naturales?

18.-¿cómo son las ciencias sociales?

19.-¿Qué es ciencia?

20.-¿Qué es objetividad?

21.-¿Qué es subjetividad?

22.-¿Qué es pensamiento?

23.-¿Qué es conocimiento?

24.-¿Qué es conocimiento empírico?

25.-¿Qué es conocimiento científico?

26.-¿Qué es ideología?

27.-¿En que se basa la teología?

28.-¿Qué es un sujeto congruente?

29.-¿Qué es investigación aplicada?

30.-¿Qué es investigación básica?

31.-¿Qué es investigación fundamental?

32.-¿Qué es investigación particular?

33.-¿Qué es planteamiento del problema?

34.-¿Qué es justificación del tema o problema?

35.-¿En que se divide la ciencia?

36.-¿Cuál esa la calcificación de ciencia?

37.-¿Qué es teoría?

38.-¿Qué es hipótesis?

39.-¿Qué es ciencia del espacio?

40.-¿Qué es ciencia de la tierra?

41.-¿Qué es ciencia ambiental?

42.-¿Qué es ciencia física?

43.-¿Qué son las ciencias humanas?

44.-¿Qué es verificación empírica?

45.-¿Qué es experimentación controlada?

46.-¿Qué es búsqueda de generalizaciones?

47.-¿Se fundamenta en generalizaciones?

48.-¿Qué es ley?

49.- Metodología:

50.- Tipos:

51.- ¿Qué es investigación pura?

52.-¿Qué es investigación aplicada?

53.-Importancia:

54.-Hipótesis:

55.-Método fina lítico:

56.-Método sintético:

57.-Método deductivo:

58.-Método inductivo:

59.-Método dialéctico:

Consejos para ejercitar la memoria (blogdefarmacia.com


La memoria es un proceso cerebral que, mediante otros distintos procesos, nos permite almacenar e interpretar información. Su estudio es realmente fascinante y aún queda mucho por aprender acerca del mismo.

La memoria funciona, básicamente, causando lo que se denomina como redes neuronales. Estas son conexiones entre neuronas causadas, a su vez, por la repetición de su estimulación. Cuando estas conexiones se hacen frecuentes, las neuronas “acortan el camino” generando puentes que luego formarán recuerdos.

Cuando hablamos de memoria, debemos hacer una distinción entre memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. Estos son procesos que funcionan de formas distintas e intervienen distintos elementos del organismo: proteínas, genes, etc.


La parte del cerebro que controla las funciones de la memoria y el aprendizaje, dos procesos estrechamente relacionados, es el hipocampo.

Existen todo tipo de condiciones médicas que generan problemas en estos procesos, desde enfermedades graves y complejas a otras más fáciles de tratar. A continuación, una lista de consejos para aumentar la memoria.

¿Cómo aumentar la memoria?

1. Neurobótica

La Neurobótica es la denominación de la llamada “gimnasia cerebral“, elaborada por el neurocientífico estadounidense Larry Katz. Su paradigma es el de invertir ciertos procesos cerebrales aprehendidos previamente, generándole al cerebro un esfuerzo mayor que, a mediano plazo, reforzará su capacidad.

Algunos ejemplos de ejercicios de memoria:
  • Cambiar de brazo el reloj de pulsera hasta acostumbrarse y luego volver a cambiarlo de mano.
  • Caminar “marcha atrás” por la casa al menos durante 10 minutos.
  • Ponerse la ropa con los ojos cerrados.
  • Mirar fotografías en distintos ángulos y observar lo que se ve, interpretándolo libremente.
  • No repetir los mismos trayectos para ir a trabajar, estudiar, etc.
  • Todos los días, elija una fotografía, película, libro, etc. y critíquelo usando al menos 25 adjetivos distintos.
  • Realizar ejercicios matemáticos y juegos de ingenio
  • Intentar memorizar pequeñas listas de cosas útiles (lista de compras, lista de tareas para el día siguiente, número de determinada dirección, etc.)
2. Relacionamiento

Las técnicas de relacionamiento suelen ser muy efectivas, tanto para mejorar la memoria como la atención en personas que padecen alguno de los dos problemas.

Consiste en generar mapas de relaciones entre conceptos y objetos para luego recordarlos más fácilmente.

Por ejemplo, si tenemos que ir a comprar una lista de frutas al supermercado, podemos establecer relaciones que correspondan a las frutas y a conceptos que nos las recuerden. Si tenemos que comprar limones, a estos podemos asociarlos con su sabor ácido, el brillo de su cáscara o incluso nuestra receta favorita que lo utiliza como ingrediente.

3. Hábitos saludables

Por último y, demás está decirlo, si procuramos tener hábitos saludables, mejoraremos nuestro organismo de forma equilibrada y podremos solucionar muchos problemas que pueden estar causando dificultades de memoria y aprendizaje. Algunos ejemplos de estos problemas son: estrés, ansiedad, depresión, fatiga, sedentarismo, metabolismo lento, etc.

Sunday, September 16, 2012

Siete cosas que no sabías sobre la danza


Los bailarines también entrenan mentalmente
Hace unos años, un equipo de investigadores de la University College London (UCL), en Reino Unido, descubrió que en nuestro cerebro existe un “sistema espejo” que responde de forma diferente cuando vemos a un bailarín hacer una pirueta según estemos entrenados o no para ejecutar ese movimiento. Las neuronas que lo forman están “afinadas” para el repertorio de movimientos propio de cada individuo. Una de las principales conclusiones del hallazgo, según sus autores, es que atletas y bailarines podrían continuar entrenando mentalmente cuando sufren una lesión física.

Los genes de la danza
Tras analizar el código genético de distintos profesionales de la danza, en la Universidad Hebrea de Jerusalén han encontrado diferencias importantes en dos genes: el gen encargado de codificar el transportador de la serotonina, un neurotransmisor que entre otras cosas contribuye a la experiencia espiritual, y un receptor de la hormona arginina-vasopresina, que según estudios recientes modula nuestra capacidad de comunicación social. “Ambos son genes vinculados al aspecto emocional del baile” puntualiza Richard Ebstein, coautor del estudio.

Inteligencia relacionada con el movimiento corporal
Junto a la inteligencia lingüística, la musical, la lógica/matemática, la espacial, la intrapersonal, la interpersonal o la espiritual existe una inteligencia corporal o cinestésica, que puede definirse como la habilidad para controlar los propios movimientos corporales y manipular objetos con cierta maña. Este tipo de inteligencia, según Howard Gardner, es la que está detrás de la capacidad del bailarín para “ver-y-hacer”, transformando una imagen visual dinámica o ciertas órdenes sonoras en una acción física.

Bailar samba debería formar parte del entrenamiento de los futbolistas
Un equipo de investigadores japoneses ha llegado a la conclusión de que bailar samba, una danza brasileña con raíces africanas, favorece un control del cuerpo que puede mejorar las habilidades motoras en actividades tan dispares como tocar un instrumento de percusión o jugar al fútbol. Según el doctor Tomoyuki Yamamoto y sus colegas del Insitito Avanzado para la Ciencia y la Tecnología de Japón, “ejercitar el movimiento de las caderas es esencial para mejorar la movilidad de otras zonas del cuerpo”, posiblemente debido a la proximidad de esta zona a nuestro centro de gravedad corporal. Por eso decidieron probar a entrenar a jugadores de fútbol bailando samba. El resultado: una importante mejora del rendimiento deportivo. Lo próximo, dice Yamamoto, será probar los efectos de otros bailes en los deportistas.

Nuestros antepasados también danzaban
Geoffrey Miller, psicólogo evolutivo de la Universidad de Nuevo México (EE UU), cree que “música es lo que ocurre cuando un simio antropoide tropieza y entra en el paraíso evolutivo de la selección sexual desbocada, de la exhibición acústica compleja”. El autor cree que cantar y bailar formaban un conjunto de rasgos indicadores para nuestros antepasados cuando escogían pareja, especialmente para las hembras. El baile y el canto ponían de manifiesto la buena forma física, la coordinación, la fuerza y la salud.

El baile puede ser terapéutico
Científicos de la Universidad de Missouri (EE UU) han llegado a la conclusión de que bailar puede ser terapéutico al alcanzar la tercera edad, ya que mejora considerablemente el equilibrio y reduce el riesgo de caídas y lesiones.

Existen coreografías basadas en las matemáticas del caos
En los años noventa una estudiante de ingeniería del popular Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), Diana S. Dhabi, decidió utilizar las matemáticas del caos para componer música a piano. Siguiendo su ejemplo, los científicos norteamericanos Elizabeth Bradley y Joshua Stuart han creado recientemente varias secuencias de movimientos basadas en el caos partiendo de piezas clásicas. Incluso han desarrollado una versión caótica del popular baile asociado a la canción Macarena. Y todo a través de un software original desarrollado por ellos mismos, el Chaographer. El resultado es una danza original y “agradable para la vista”, aseguran. Además de que “enseñar estos resultados en clase es una forma muy efectiva de motivar a los estudiantes para que aprendan más sobre las matemáticas del cuerpo rígido y el caos”.

Siete cosas que no sabías sobre los efectos de la música


1. Mejora el vocabulario. De acuerdo con una reciente revisión publicada en la revista Nature Reviews Neuroscience por Nina Kraus, de la Universidad Northwester (EE UU), durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura. También explica por qué los músicos son capaces de escuchar mejor una conversación cuando hay ruido de fondo que el común de los mortales.

2. ¿Música de fondo? Tanto si reproducimos una canción de Lady Gaga como si optamos por un disco de música clásica, escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce el rendimiento, según un artículo publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos casos, dicen sus autores, es el silencio.

3. Ritmo para hacer deporte. Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música, fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%. El estudio fue publicado en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology.

4. La música, por la izquierda. Según un estudio realizado hace unos años en las universidades de California y Arizona (EE UU) y publicado en Science, el oído derecho recoge mejor los sonidos del habla, mientras que el izquierdo, responde mejor a la música. "Incluso al nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los diferentes tipos de sonidos y enviarlo al lugar correcto en el cerebro", concluía una de las autoras del estudio, Barbara Cone-Wesson.

5. Música y alcohol. La música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo, según una investigación francesa difundida en 2008 por la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. Además, cuanto más alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida.

6. Buena para la circulación. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.

7. Con los ojos cerrados. Estudiando los cerebros de 15 sujetos con ayuda de resonancia magnética funcional, Yulia Lerner, de la Universidad de Tel Aviv, demostró el año pasado que cerrar los ojos aumenta el efecto emocional que nos produce la músca. Concretamente la doctora Lerner utilizó música de miedo del estilo de la empleada por Alfred Hitchcock en sus películas.Y comprobó así que la actividad de la amígdala, una zona del cerebro vinculada a la sensación de miedo, aumentaba mucho más con los ojos cerrados que si se mantenían abiertos. 

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