Thursday, March 29, 2012

Alimentos para el corazón (BBC)




Las enfermedades cardiovasculares –las del corazón y los vasos sanguíneos- son la principal causa de muerte de la humanidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos trastornos -que incluyen infartos, derrame cerebral, enfermedad coronaria e hipertensión- provocan más de 17 millones de muertes cada año en el mundo.

Y aunque hay algunos factores de riesgo que no podemos alterar, como nuestra herencia genética, sí podemos cambiar otros elementos vinculados con el estilo de vida.

Una de las formas más simples y efectivas de reducir nuestro riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) es hacer pequeños cambios en nuestra dieta.

Por ejemplo, reducir nuestro consumo de sal, vigilar las grasas que ingerimos y comer más frutas y verduras.

Estos cambios pueden tener un impacto enorme en los tres principales factores de riesgo de enfermedades del corazón: el índice de masa corporal (IMC), la hipertensión y los niveles de colesterol.

Sal y colesterol

Huevos y tocino (SPL)
El colesterol de los huevos no es tan dañino como el de las grasas saturadas.

"Para un corazón sano, los elementos más importantes de la dieta y por los que nos tenemos que preocupar son los niveles de colesterol y el exceso sal", le explica a BBC Mundo la doctora Cecilia Albala, experta en salud pública del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile.

"Restringir el consumo de sal es fundamental para el control de la hipertensión, y la recomendación es por lo menos no agregar sal adicional a la comida cuando llega a la mesa. Y además tratar de restringir los alimentos salados, como los conservados", afirma la experta.

En segundo lugar está el control de los niveles de colesterol.

El colesterol es un lípido –una sustancia grasosa- que se encuentra en la sangre y que se produce principalmente en el organismo.

Esta sustancia juega un papel fundamental en la función de las células.

Sin embargo, demasiado colesterol en la sangre aumenta el riesgo de ECV, porque puede causar una acumulación de depósitos de grasa en las arterias y reducir la capacidad del corazón para bombear sangre y oxígeno al organismo.

Bueno y malo

No debemos olvidar, sin embargo, que no todo el colesterol es malo. También existe el llamado colesterol bueno.

El colesterol malo o lipoproteina de baja densidad (LDL) transporta grasas desde el hígado hasta las células y, si el abastecimiento excede a la demanda, se produce la acumulación dañina de depósitos en las arterias.
Lo que siempre digo es: hay que comer mucho pescado y muy poca carne de animales terrestres - Dra. Cecilia Albala, Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile
Y el colesterol bueno o lipoproteina de alta densidad (HDL) es el encargado de retirar el colesterol malo de las células y llevarlo de regreso al hígado, donde se descompone o excreta.

Por eso debemos vigilar cuáles son los alimentos que incrementan los niveles de colesterol malo y mejoran los niveles de colesterol bueno.

"Para mantener niveles sanos de colesterol es necesario vigilar nuestro consumo de grasas, principalmente las de origen animal, que son grasas saturadas", dice la doctora Albala.

"Yo recomiendo dividir las grasas animales en dos: las de animales terrestres y las de animales marinos, los pescados. Y lo que siempre digo es: hay que comer mucho pescado y muy poca carne de animales terrestres".

"Porque el pescado, principalmente el graso, como el salmón, sardinas, arenque, etc., tiene un tipo de grasas, llamadas omega 3, que son buenas para el colesterol”.

Menos saturadas, más omega 3

Se ha demostrado que los ácidos grasos omega 3 reducen el riesgo de las ECV porque disminuyen los depósitos de grasas en las arterias reduciendo a su vez el riesgo de coágulos y regulando el ritmo cardíaco.

Los expertos recomiendan consumir al menos dos porciones de pescado graso a la semana.

Plato de ensalada (SPL)

Las frutas y verduras contienen micronutrientes esenciales.

Por otro lado, las carnes de animales terrestres -principalmente las carnes rojas- deben ser restringidas, ya que tienen grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol malo.

En cuánto a los huevos, sobre los que hemos tenido mensajes confusos durante años, es cierto que las yemas contienen mucho colesterol.

Pero los estudios han demostrado que comerse un bife o bistec es mucho más peligroso que un huevo, porque el daño de las grasas saturadas es mayor.

Así que si a usted le gustan los huevos y sigue una dieta balanceada, no tiene que reducir el consumo de este alimento a menos que su médico recomiende lo contrario.

"También es importante evitar el consumo de productos que contengan ácidos grasos trans, que causan el mismo efecto, o peor, que las grasas saturadas", dice la nutricionista.

Frutas y verduras

Si queremos un corazón sano, no debemos olvidar el papel de las frutas y las verduras, que son fuentes ricas de muchos nutrientes esenciales como las vitaminas C y E y los carotenoides (antioxidantes).
Algo muy importante es que nunca debemos hablar de dieta sin hablar de actividad física - C. Albala
Los estudios han demostrado que ambas ayudan a proteger al corazón, al limitar los efectos dañinos del colesterol en los tejidos del organismo.

Tal como señala la nutricionista chilena, "la recomendación es: coma al menos cinco porciones de frutas y verduras diariamente y consuma mucha fibra y el mínimo de harinas y azúcares refinadas".

"Algo muy importante es que nunca debemos hablar de dieta sin hablar de actividad física".

"Porque ambos elementos deben formar parte, juntos, de un estilo de vida sano para lograr una buena salud del corazón".

Jueves: La mejor dieta para bajar de peso

Alimentos para un corazón sano (SPL)
El pescado contiene ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir los depósitos de grasas en las arterias.

Ser bilingüe protege al cerebro de la demencia (BBC)


Hablar dos o más idiomas puede proteger a los adultos mayores contra el deterioro cognitivo que conduce a la demencia, señala una nueva investigación.

Los científicos de la Universidad de York, en Toronto, Canadá y la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, llevaron a cabo una revisión de estudios sobre los efectos cognitivos de la comunicación en dos o más idiomas.
Descubrieron que aunque el bilingüismo no parece ofrecer demasiados beneficios cognitivos durante la mediana edad, sí puede tener un impacto importante entre las personas de edad más avanzada.

El estudio, que aparece publicado en Trends of Cognitive Sciences, (Tendencias de Ciencias Cognitivas), encontró que los adultos mayores que hablaban dos o más idiomas parecen tener una mejor salud mental que los protege de la aparición de la enfermedad de Alzheimer. 

Estudios recientes han mostrado que los niños que crecen hablando dos o más idiomas tienen menos riesgo de desarrollar Alzheimer más tarde en su vida.

Sin embargo, las investigaciones no han mostrado hasta ahora evidencia concluyente sobre las diferencias en el progreso cognitivo y lingüístico de los niños y jóvenes bilingües y monolingües.

La nueva investigación, dirigida por la doctora Ellen Bialystok, hizo una revisión de varios experimentos que habían sido llevados a cabo con adultos de mediana edad y de edad avanzada que eran tanto monolingües como bilingües.

Los participantes habían sido sometidos a pruebas cognitivas para medir capacidades como control de atención y memoria y a escáneres cerebrales para medir los cambios cerebrales.

Reserva cognitiva

Descubrieron que en el grupo de adultos de mediana edad no se encontraron diferencias cerebrales importantes entre los bilingües y los monolingües.

Sin embargo, los resultados de los participantes de edad avanzada mostraron que los bilingües presentaban los síntomas típicos que conducen a la demencia entre tres o cuatro años más tarde que los adultos que sólo se comunicaban en un idioma.

Los resultados, afirman los investigadores, se confirmaron en un segundo estudio y se vieron incluso tomando en cuenta factores como la educación y el nivel socioeconómico de los participantes.
"Nuestra conclusión es que la experiencia de manejar la atención a dos idiomas, que puede durar toda la vida, reorganiza redes específicas del cerebro creando una base más efectiva para el control ejecutivo y para un mejor rendimiento cognitivo a lo largo de la vida"- Dra. Ellen Bialystok
Esto sugiere que el bilingüismo puede tener un efecto protector contra los efectos del deterioro cognitivo que ocurre conn el envejecimiento, agregan.

No se conoce con claridad cuáles son los mecanismos que subyacen a esta protección, pero tal como explica la doctora Bialystok, el bilingüismo podría ser un factor ambiental que está contribuyendo a la llamada reserva cognitiva del cerebro.

Esta reserva cognitiva también puede postergar la aparición de los síntomas en quienes sufren demencia.

Según la investigadora, para poder seleccionar un lenguaje apropiado el individuo debe hacer uso de regiones del cerebro que son esenciales para la atención general y el control congitivo.

El uso de esas redes de control congitivo para el procesamiento del lenguaje bilingüe puede reconfigurar y fortalecer estas regiones, quizás mejorando la flexibilidad mental, que es la capacidad de adaptarse a los continuos cambios y procesar la información de forma más eficiente, explican los autores.

"Los estudios previos han establecido que el bilingüismo tiene un efecto beneficioso en el desarrollo cognitivo de los niños" señala la investigadora.

"En nuestra investigación revisamos las investigaciones recientes utilizando tanto métodos conductuales como de neuroimágenes para examinar los efectos del bilingüismo en la cognición de adultos".

"Nuestra conclusión es que la experiencia de manejar la atención a dos idiomas, que puede durar toda la vida, reorganiza redes específicas del cerebro creando una base más efectiva para el control ejecutivo y para un mejor rendimiento cognitivo a lo largo de la vida" afirma la doctora Bialystok.

"No debe sorprender que esa experiencia intensa y sostenida deje una marca en nuestras mentes y cerebros".

Tal como señalan los investigadores, la creciente diversidad que ha surgido en todas las poblaciones del mundo podría tener un "inesperado impacto positivo en la resiliencia del cerebro adulto".

Las estadísticas muestran que más de la mitad de la población mundial es bilingüe.

En Estados Unidos y Canadá se calcula que cerca de 20% de la población habla en su hogar un idioma distinto al inglés. Y hay regiones urbanas, como Toronto y Los Ángeles, donde hasta 60% de la población es bilingüe.

En Europa también hay un alta prevalencia de bilingüismo. Sondeos recientes muestran que 56% de la población en todos los países de la Unión Europea es bilingüe.

Por eso, afirman los investigadores, es importante seguir investigando el impacto de comunicarse en dos o más idiomas para entender mejor sus efectos en la salud mental y cerebral del individuo.

Los 7 hábitos para un corazón sano que muy pocos practican (BBC)

Las autoridades sanitarias en todo el mundo nos dicen que si seguimos siete conductas podremos tener una buena salud cardiovascular y vivir más, evitando eventos como infartos, enfermedad del corazón o enfermedad cerebrovascular.

Electrocardiograma
Sólo 1,2% de la población sigue las siete recomendaciones para un corazón sano.

Estos "siete hábitos para un corazón sano" son: 
  1. no fumar
  2. hacer ejercicio
  3. controlar cuatro factores que son la presión arterial
  4. el nivel de glucosa
  5. colesterol
  6. el peso corporal
  7. y consumir una dieta sana.
Sin embargo, una nueva investigación en Estados Unidos que siguió a 45.000 adultos encontró que sólo 1,2% de los participantes seguía estas conductas.

Como era de esperarse, fue este grupo el que mostró el menor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares o del corazón, señalan los investigadores en Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense).

También se ha demostrado que reducir estos siete factores de riesgo está asociado a un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido ya en la primera causa de muerte en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de 17 millones de personas a causa de estos trastornos, principalmente (80%) en países de medianos y bajos ingresos.

A pesar de que estos trastornos pueden prevenirse con cambios en el estilo de vida, los resultados del estudio, llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, la Universidad de Emory y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), muestran que muy poca gente está llevando a cabo estos cambios.

Conductas "adversas"

"El problema trasciende los servicios y sistemas de salud pública y la solución debe surgir también con la mejora en el medio ambiente que rodea al individuo y el mejor acceso a alimentos sanos y actividad física. Un buen comienzo es que cada persona se pregunte si está cuidando su salud cardiovascular"- Dr. Donald Lloyd-Jones
Los investigadores utilizaron datos del Sondeo Nacional de Salud y Nutrición que siguió a 44.959 individuos de 20 años o más de 1988 a 1994, 1999 a 2004 y de 2005 a 2010.

Durante los tres períodos de la investigación los científicos encontraron en promedio que sólo 1,2% había cumplido con todos los siete hábitos del corazón sano.

Entre 1988 y 1994, 7.2% de los participantes habían seguido más de una de las recomendaciones y de 2005 y 2010, esa cifra aumentó ligeramente a 8,8%.

Los resultados mostraron que durante el estudio la prevalencia de tabaquismo se redujo de 28% a 23% desde 1988, pero no se notaron cambios para lograr niveles "deseables" de presión arterial, colesterol o índice de masa corporal (IMC) de los participantes.

Cuando se analizaron las tasas de mortalidad, se encontró que los que habían seguido seis o más hábitos mostraron 51% menos riesgo de morir por cualquier causa, 76% menos riesgo de morir por trastornos cardiovasculares y 70% menos riesgo de morir por cardiopatía isquémica (varios trastornos del corazón) que aquéllos que siguieron sólo uno o ningún hábito.

Asimismo, los investigadores observaron que los participantes más jóvenes, las mujeres, los individuos blancos no hispanos, y aquéllos con los niveles más altos de educación fueron los que siguieron el mayor número de hábitos para un corazón sano.

Salud y nivel educativo

En un comentario sobre el estudio, el doctor Donald Lloyd-Jones, experto de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, pregunta "¿por qué hay tan pocos estadounidenses con una salud cardiovascular ideal?".

"La respuesta es clara. Los datos de todos los estudios recientes indican que el rostro de la salud cardiovascular ideal es el de una mujer joven, educada y blanca".

La salud cardiovascular ideal, agrega el experto, "se pierde rápidamente durante la infancia, adolescencia y juventud debido a la adopción de conductas adversas de salud vinculadas a la dieta, peso y estilo de vida sedentario, particularmente en las poblaciones de niveles socioeconómicos más bajos".

El experto expresa que el problema "trasciende los servicios y sistemas de salud pública y la solución debe surgir también con la mejora en el medio ambiente que rodea al individuo y el mejor acceso a alimentos sanos y actividad física".

"Un buen comienzo -agrega el doctor Lloyd-Jones- es que cada persona se pregunte si está cuidando su salud cardiovascular".

Comer frutas y verduras hace verse más atractivo (Emol.com)


Sí, tal cual. Un estudio escocés señala que si uno consume algunas frutas y verduras y logra que el color de su piel se pigmente un poco se verá más atractivo.

Según la Universidad St. Andrews los alimentos altos en concentración de carotenos como la consabida zanahoria, proporciona a las personas de piel caucásica un tono y luminosidad que contribuye beneficiosamente a ofrecer una apariencia más saludable.

Los investigadores eligieron un grupo de 35 jóvenes a quienes les midieron el tono de la piel al inicio del estudio, a as tres semanas y luego, a las seis. Todo, evitando la exposición al sol y sin uso de maquillajes.

Los resultados, que fueron publicados en la revista científica Plos One indican que las personas que comieron en este período frutas y verduras registraron cambios en el enrojecimiento de la piel la que adquirió tonos más amarillos.

Luego, estudiaron si estos nuevos rasgos producían alguna modificación en la percepción de los demás, y la conclusión es que aquellos que habían tomado un nuevo color ofrecían una apariencia más sana y más atractiva 

Monday, March 26, 2012

¿Por qué es importante beber agua todos los días? Conoce aquí la respuesta (Emol.com)

Mañana se celebra el Día Mundial del vital elemento, sin el cual no podemos vivir.


Mi. 21 de marzo de 2012, 12:21
 
 En nuestro planeta hay mucha agua, pero sólo el 2,5% de ella puede ser consumida por los seres humanos. Ese bajísimo porcentaje disminuye aún más si se considera que los niveles de contaminación del vital elemento son cada vez mayores. Todo el panorama empeora tomando en cuenta las estadísticas de la FAO, según las cuales para el año 2025 habrá un drástico déficit del recurso. A pesar de todo esto, el agua es y seguirá siendo un líquido sin el cual no podemos vivir.

Mañana, 22 de marzo, se celebra el Día Mundial del Agua, por lo que a continuación te contamos algunas cosas importantes que debes saber sobre su impacto en nuestra salud.

"El agua es un componente fundamental para la vida y la base de una alimentación saludable, por lo que debe estar siempre presente cuando nos alimentamos", afirma Cecilia Castillo, pediatra y nutrióloga de Clínica Avansalud. Es por esto que los expertos recomiendan a los adultos beber entre seis y ocho vasos diarios, mientras que los niños deben tomar entre cuatro y seis vasos desde los seis meses de vida.

Sin embargo, la ingesta del líquido debe aumentar si la persona se encuentra en un clima cálido, si está practicando algún deporte o si presenta fiebre o diarrea.

Entre los beneficios que tiene el agua para nuestro cuerpo, Cecilia Castillo enumera:

- Es el medio de transporte de todos los nutrientes y productos de desecho metabólico.

- Tiene una gran capacidad para atrapar el calor, por lo que participa en la regulación de la temperatura corporal.

- Mejora la hidratación de la piel y el cuerpo en general.

- Mantiene nuestras estructuras celulares, ya que los enlaces de hidrógeno entre moléculas de agua proveen factores de cohesión y ordenación.

- Es un buen lubricante y protector de los tejidos sensibles, por lo que es un componente fundamental en articulaciones, tubo digestivo y mucosas.

Sed, una señal de alarma
Pese a los consejos de los especialistas, muchas veces las personas no consumen suficiente agua, lo que ocasiona pequeños cuadros de deshidratación. Esto ocurre cuando la cantidad de líquido que elimina el cuerpo es más que la cantidad ingerida.

¿Cómo nos damos cuenta de que estamos deshidratados? El primer síntoma es la sed. "Los médicos dicen que no conviene esperar a sentir sed para tomar agua, precisamente porque ésta ya es un indicador de deshidratación: la sed aparece cuando ya se ha perdido cerca de un 1% del agua del organismo", advierte María José Fierro, nutricionista de Sodexo.

Y si no se hace caso a este primer aviso, aparecen otras señales como sequedad de las mucosas, debilidad, dolores de cabeza, fatiga, náuseas y un oscurecimiento de la orina. En casos más extremos, los riñones dejan de funcionar y los desechos se acumulan.

Sin embargo, si el agua perdida es repuesta, los síntomas de la deshidratación desaparecen rápidamente. Así, entre 30 y 60 minutos después de beber agua suficiente, una persona que haya perdido hasta el 10% de su peso corporal se sentirá mejor.

También es importante estar al tanto de que existen ciertos alimentos que hidratan mejor que otros. Aquí hay algunos:

- Infusiones: la manzanilla, la menta, el poleo y el té verde son las mejores para alcanzar el equilibrio hídrico.

- Sandía: casi un 100% de su composición es agua. También tiene vitaminas y fibra.

- Tomate: además de tener mucha agua, es un buen antioxidante y distribuye los nutrientes durante la digestión. Al igual que la sandía, también tiene vitaminas y fibra.

- Lechuga: es bajísima en calorías y, además, tiene un alto contenido de agua y fibra que favorece la función digestiva. Asimismo, “limpia” riñones e hígado.

- Espinaca: sus hidratos de carbono, fibra y agua participan activamente en la formación del bolo alimenticio y la degradación de los nutrientes.

- Naranja: tiene mucha fibra y vitamina C. Además, ayuda a regular la tensión, la circulación y la temperatura corporal.

- Leche: además de nutrir, un vaso de leche refresca y sacia la sed.

- Huevo: el mayor aporte hídrico lo proporciona la clara.

- Gelatina: es rica en proteínas y baja en grasa, por lo que es una opción refrescante y divertida para los niños.
 
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