Showing posts with label Mozart. Show all posts
Showing posts with label Mozart. Show all posts

Sunday, August 31, 2014

La banda sonora que le puede cambiar el cerebro (latercera)


Sus canciones preferidas lo ayudan a cambiar comportamientos y actitudes rutinarias. En el libro "La lista de reproducción que puede cambiar tu vida", dos especialistas explican cómo elegir las canciones, y cuándo y cómo oírlas.

EN UNA semana, todo vuelve a la normalidad. Otra vez los tacos, la rutina colegio-trabajo, el cansancio... Y la misma lista de reproducción en el mp3, que porque se esmeró en febrero, de nuevo tiene esa canción brasilera de moda que ya está odiando y que en marzo no resistirá. Y eso, aumentará aún más la lata y el agotamiento prematuro. 

A menos que -una humilde sugerencia- lea este artículo y descubra cómo en dos semanas de música dirigida se puede entrenar el cerebro para que no se estrese y esté enfocado. Suena a "¡lleve ya!", es cierto, pero esto tiene mucho más de ciencia y menos de comercial de TV de lo que pudiera llegar a parecer a simple vuelo de pájaro.

Para partir, lo que viene a continuación es el resultado de una investigación hecha por un neurocientista cognitivo, una neuróloga y un escritor. Ellos son los autores del libro La Lista de Reproducción que Puede Cambiar tu Vida, de reciente publicación en ese país, en el que proponen crear listas de melodías para cada ocasión en que necesitamos cambiar nuestros estados de ánimo, de esa manera se entrena al cerebro para que vincule el comportamiento a la música.

Más claro: en su Ipod puede agregar el compilado con el nombre "manejando hacia el trabajo" para llegar energizado. "Escuche de 7 a 12 minutos su lista antes y después de las tareas específicas, como el viaje hacia su lugar de trabajo. Su mente irá automáticamente a la mentalidad específica que usted desea. Los resultados estarán en 14 días y en tres meses obtendrá resultados completos", dice a La Tercera Joseph Cardillo, uno de los autores del libro.

Si está esperando que estos tres especialistas le digan específicamente qué canciones poner en su lista, está perdiendo un poco el tiempo. No hay una lista predeterminada. Depende de los gustos de cada uno. Pero, sí hay una guía básica para crear un compilado y los tres aspectos que, según los autores, puede mejorar con sus canciones favoritas. 

1.-Claves para armar su lista de música: Lo primero es buscar canciones que le gusten mucho, desde las antiguas que apenas recuerda hasta las que descubrió este verano (incluida la de ese agotador coro "nossa, nossa"). El segundo paso es reconocer en qué situaciones una canción sirve más. Así, por ejemplo, le puede gustar una melodía que lo relaja en un taco, pero le carga escuchar en el trabajo. Selecciónela. Porque según los autores, la repetición es clave. Por eso, cuando encuentre que una canción funciona; que lo pone en el estado mental que quiere, la tiene que oír muchas veces para que quede arraigada en la memoria y el cerebro lo relacione con el momento. 

El siguiente paso es armar las diferentes listas para cada ocasión y ordenarlas. La jerarquización puede ser de más lenta a más rápida, de más a menos emocionales; depende de cada cual. Lo que importa es que, según los autores, las ondas cerebrales que controlan los estados de alerta y calma, pueden modificarse a través de la música. En esos términos, si está resolviendo un problema matemático las ondas Beta -encargadas de mantenernos en alerta- suben y, consecuentemente, descienden las Alpha y Thetas, asociadas a un estado de calma. La idea es elegir una canción que ayude a equilibrar estas ondas.

2.- Playlist para aliviar la ansiedad: La dopamina es una hormona capaz de reducir los niveles de estrés mediante el aumento de la sensación de placer. En esa línea, obvio, la música placentera libera más dopamina. Pero aquí hay algunas especificaciones que vale la pena tener en cuenta. Por ejemplo, para enfocarse en una tarea puede incluir la composición Sonata para piano en do mayor, de Mozart. "Si no le gusta la música clásica, para calmarse hay que elegir canciones con menos de 100 beats (pulsaciones) por minuto", dice Cardillo, sobre una medida que en música da cuenta de un ritmo acelerado o lento. También sirven sonidos y melodías que su madre escuchaba cuando estaba embarazada de usted. Cuando ya tenga la selección de música suave, considérela para escucharla 20 minutos antes de una reunión estresante. Inmediatamente después de que termine la reproducción, ponga una canción que le suba el ánimo. Así estará tranquilo y con energía.

3.-Playlist para estar alerta: Los pulsos o beats por minutos (bpm) pueden acrecentar nuestra alerta. Así, para aumentar el nivel de atención, tiene que elegir canciones que tengan más de 100 beats por minuto. ¿Sugerencias? La canción Lady Madonna, de The Beatles, tiene 110 bpm, y Jailhouse Rock, de Elvis Presley, 171.

Ahora, si a lo que escucha le agrega baile, mejor, porque la combinación movimiento y sonido hace que se eleven los efectos de la música en su mente. Por eso, si es de los que salen a trotar, elija canciones que tengan entre 150 a 175 beats. Lo ideal para mejorar la alerta es que el primer track tenga 100 (bpm) y después se eleven a 130. Y ahora, lo mejor es que alterne de siete a 10 minutos música de bajo bpm con tres minutos de altos beats.

4.-Playlist para mejorar la memoria

Ya sabe que escuchar música y bailar es más eficiente. Lo que no sabe es que la combinación de ambos es lo más efectivo para traer de vuelta algunas habilidades de la memoria en pacientes de parkinson, según expone el libro. 

Por eso mismo, a modo de ejercicio elija una canción de buen ritmo y que le traiga recuerdos placenteros. Escúchela varias veces y repita esos recuerdos. Cuantas más áreas del cerebro utilice al recordar, mejor será su habilidad. Por eso es bueno agregar detalles visuales, tacto o emoción. Además, lea y memorice el texto sin música. Así el cerebro empezará a recordar más rápidamente.


Tuesday, April 30, 2013

Música, música y más música para aprendizaje y relajación

 
El primer sentido que desarrolla un bebé al estar en el vientre materno es el del oído, a las doce semanas se empieza a sincronizar con los sonidos, los que genera la madre(latidos de su corazón, respiración, su voz) y los del exterior.

Según estudios del doctor Alfred Tomatis, el bebé al escuchar un  mismo sonido mueve un músculo, en cada bebé el músculo es diferente, esto le permite al bebe, aprender un idioma desde el seno materno.

Por esta razón, el doctor Tomatis recomienda la música de Mozart, las vibraciones que produce activan y sincronizan los movimientos del bebé de tal manera que su cerebro recibe una vibración rítmica y armoniosa y su respuesta será igualmente rítmica y armoniosa.

Al estar expuestos durante mucho tiempo a los sonidos fuertes reduce nuestra capacidad auditiva, además el ruido produce efectos psicológicos nocivos, vuelve a las personas insociables, predispone a la ira generando un comportamiento agresivo.

El doctor Tomatis aplicó este conocimiento a trabajadores de fábricas que habían perdido capacidad auditiva por el constante ruido, provocando que su producción disminuyera. Con música como la barroca, que genera ondas que estimulan al cerebro, logró que incrementaran su productividad noventa y cinco por ciento.

Veamos el siguiente ejemplo, un estudio realizado por Dorothy Retallack de la Universidad de Denver, que quiso reproducir experimentos atribuidos a los indios y los soviéticos respecto al crecimiento de las plantas. Expuso una plantación de calabacín a una música clásica y otra a una música de rock. Los calabacines expuestos a la música clásica crecieron en dirección al altavoz entre 35 y 60 grados(haga de cuenta que jala una planta con un hilo hacia usted), teniendo un mayor crecimiento y alrededor del altavoz, por el contrario los que estaban situados al lado del altavoz de donde salía la música de rock eran más débiles y tenían menos raíces.. ¡Cuándo lograban sobrevivir!. La música clásica utilizada era de Bach, Haydn, Beethoven, Brahms y Shubert. Pero la que más influyo fue la de Ravi Shankar interpretada con cítara india. Ahora permítame hacerle las siguientes preguntas: ¿Las plantas tienen cerebro? ¿Se imagina los efectos de esta música sobre el ser humano?

Una característica importante de la música barroca genera de 56 a 64 pulsaciones por minuto(el corazón tiene en promedio 60 pulsaciones por minuto), ¿Qué nos puede indicar esto? El corazón tiene tendencia a seguir el ritmo de la música, provocando una relajación, conclusiones:La música barroca provoca un descenso de los ritmos cardiaco y respiratorio, beneficioso para el cuerpo. Es recomendable dormirse escuchando este tipo de música, verá como descansa, así como también al despertar escuchar 15 minutos de está, ayudara a empezar de buen animo el día, y si es posible escucharla mientras trabaja, mejor.
 
Las ondas que genera estimulan el cerebro para el aprendizaje, para los que preparan exámenes con música de rock o pop(no es examen de canto, excepto para los que estudian música), les recomiendo cambiar a la música clásica mientras estudian, ya después escuchen la que gusten, ¿qué no les gusta?, bueno, ¿les gustaría tener más tiempo para divertirse habiendo pasado los exámenes con mejores calificaciones?, como dije antes no es examen de canto, denle el beneficio de la duda a la música clásica, los efectos de todas maneras serán generados por la misma.

Para los estudiantes de primaria y de secundaria es bueno que escuchen este tipo de música mientras estudian, si siente que no les va a agradar, no les diga: Te voy a poner música clásica para que estudies, sólo hay que ponerla sin decirles nada, le aseguro que después serán ellos quienes lo hagan.

Así mismo en las escuelas al empezar las clases durante 20 minutos y en el descanso predispondrá a los alumnos al aprendizaje, teniendo mayor comprensión y retención.

Una recomendación final, los niños que tengan problemas para aprender las tablas de multiplicar, consiga canciones de las mismas, y notara los resultados.

Las recomendaciones por lo amena que puedan resultar son las siguientes:
Las cuatro estaciones de Vivaldi
La cuarenta sinfonía de Mozart
La novena sinfonía(El himno a la alegría) de Beethoven
La quinta sinfonía de Beethoven
Todos los valses de Chopin

Igual de benéfica resulta la música con sonidos de la naturaleza(el mar, cantos de pájaros, un día lluvioso, etc.).

Rigoberto Valdelamar Juárez

Bibliografía:
- Aprendiendo a aprender, Christian Drapeau, Oceano Robin Book
- Aprende mejor con gimnasia cerebral, Luz María Ibarra, Garnik Ediciones


Saturday, December 15, 2012

El efecto de la Música en nuestro Cerebro

 

Aprendizaje Basado en Cómo Aprende el Cerebro: El efecto de la Música en nuestro Cerebro

part 4

por Margaret Seleme de Guevara

…Eric Jensen, éste enfatiza el hecho de que la música es una parte esencial de la vida humana y que nuestra respuesta hacia ella podría estar entretejida en nuestro Cerebro. Él dice que en el libro “La Música, la Mente y el Cerebro” por Manfred Clynes, PHD. (1982), Clynes explica cómo la música compromete a nuestro cerebro en su totalidad. La estructura, los intervalos, la calidad y el timbre armoniosos de la música y los patrones espaciales temporales de largo plazo son reconocidos por nuestro hemisferio no-dominante (en la mayoría de nosotros el hemisferio derecho). Por otro lado, las signaturas de corto plazo de la música como ser el volumen que cambia rápidamente, la trayectoria exacta y rápida del tono, el tempo (pacing) y la letra son reconocidos por el hemisferio dominante (en la mayoría de nosotros el izquierdo). “

Jensen también añade “Que el impacto de la música también puede sentirse en nuestro latido del corazón, con la medida de nuestro pulso, que tiende a sincronizarse con el compás de la música que estemos oyendo. Cuanto más rápido el compás de la música, más rápido nuestro pulso. Él dice que de acuerdo con Jean Houston, PhD., la música eleva la estructura molecular de nuestro cuerpo. En otras palabras, el cuerpo resuena a una longitud de onda molecular estable. La música tiene sus propias frecuencias vibratorias que o resuenan o chocan con los propios ritmos de nuestro cuerpo. Cuando los dos resuenan en la misma frecuencia nos sentimos “en sintonía”, y es entonces cuando aprendemos mejor y estamos más conscientes y alertas.”

Según lo resume el libro “Aprendizaje Acelerado con Música” (Webb y Webb, 1990), los efectos potenciales de la música en la mente y el cuerpo incluyen lo siguiente:

Aumentan la energía muscular; aumentan la energía molecular; influencian el latido del corazón; alteran el metabolismo; reducen el dolor; aceleran la sanación y la recuperación de pacientes que han atravesado una cirugía; ayudan en la descarga de emociones; estimulan la creatividad, la sensibilidad y el pensamiento.

Existen muchos estudios que han demostrado que la música realmente afecta nuestro cerebro de una manera positiva. La investigación científica sobre los efectos neurológicos y de desarrollo de la música han fascinado a educadores y a padres dándoles la posibilidad de mejorar el aprendizaje en los niños. Comparado con la larga historia de investigación del idioma, nuestro entender científico de la música es nuevo. Afortunadamente para los padres, enriquecer las vidas de nuestros niños con la música puede ser fácil y agradablemente logrado. Desde la música suave en las guarderías a juguetes musicales y lecciones del baile, el alentar el estudio de la música de una manera divertida fortalece el desarrollo educativo, físico, y emocional de los niños.

La inteligencia musical es muy importante para la experiencia humana. Es la inteligencia que surge más temprano – incluso niños de dos meses de edad, ya pueden cantar e igualar estructuras rítmicas. Esta inteligencia está unida muy de cerca a las otras inteligencias – a menudo “sentimos” la música con nuestros cuerpos y nos movemos de manera correspondiente, a menudo “sentimos” la música con nuestras emociones, y lloramos y reímos de manera correspondiente. De hecho, según Howard Gardner en su libro “Estructuras de la Mente” (Frames of Mind”) (1983), muchos científicos creen que “si pudiéramos explicar la música, podríamos encontrar la clave para todo el pensamiento humano”.

En un artículo escrito por Kimberly L. Keith “La Música y el Aprendizaje” ella dice que en un estudio dirigido por la Sociedad de Neurociencia, se encontró que varias áreas del cerebro como la corteza motora primaria y el cerebelo que están involucrados en el movimiento y la coordinación, son más grandes en los músicos adultos que en personas que no son músicas. Otro ejemplo que se dio fue el del cuerpo calloso que conecta los dos hemisferios cerebrales que se pudo comprobar que era más grande en músicos adultos. Un tercer ejemplo es que se comprobó que la corteza auditiva que es responsable de unir la música y el habla en una sola experiencia consciente, también era más grande en ellos.

Un estudio demostró que el escuchar las complejas piezas de Mozart elevaba las capacidades espaciales de los estudiantes de la universidad. A este experimento se lo denominó “El Efecto Mozart”. En el libro ““Aprendizaje Basado en Cómo Aprende el Cerebro” (“Brain Based Learning”) por Eric Jensen, aprendemos que en un estudio realizado con estudiantes de diferentes edades, imágenes generadas por computadora de la actividad cerebral revelaban similitudes increíbles con las notas musicales de las piezas compuestas por Mozart. Jensen dice que la música realmente puede preparar las conexiones neuronales del cerebro: En un estudio realizado por la investigadora Frances Rausher, PhD., ella sostiene que los patrones neuronales de encendido (el lenguaje eléctrico incorporado del cerebro) son básicamente los mismos tanto para la apreciación musical como para el razonamiento abstracto, y un descubrimiento interesante sobre el tema es que en un estudio que ella llevó a cabo en la Universidad de Irvine, averiguó que el momento en que escuchamos música es también importante, ya que durante este estudio descubrieron que aunque el efecto de escuchar la música de Mozart durante diez minutos antes de tomar una prueba demostraba una mejora en el razonamiento espacial y abstracto de los estudiantes, el efecto sólo era temporal, y tenía una duración de 5 a 15 minutos, y que aunque escuchar a Mozart antes de la prueba era valioso, si se escuchaba a Mozart durante el examen esto causaba una competencia neuronal que interfería con los patrones neuronales de encendido eléctrico (Félix 1993).

De esa manera el estudio demuestra que existe un momento apropiado para escuchar música en el proceso de aprendizaje así como existe un momento apropiado para estar en silencio. Basado en estos estudios, Eric Jensen aconseja tomar el Efecto Mozart con discreción al aplicar e interpretar sus resultados. Él dice que por el momento, el llamado “Efecto Mozart” está todavía incierto.

Eric Jensen dice también que según el neurocientífico Larry Parsons, del Centro de Imágenes de la Universidad de Texas en San Antonio, mientras Mozart ayudó al grupo de control a mejorar su razonamiento, otros subgéneros de la música realmente ayudaron más a los estudiantes que eran parte del experimento, lo que demuestra que pueden ser los ritmos, tonos o patrones de música lo que realmente mejora el aprendizaje.

Dee Dickinson, en su artículo la “Música y la Mente” detalla estos datos muy interesantes sobre la música y el logro académico: ” Recientemente en un estudio sobre la capacidad de estudiantes de ciencia de catorce años en diecisiete países, los tres países que ganaron fueron Hungría, Países Bajos, y Japón. Todos estos países incluyen música a lo largo de su plan de estudios desde Kindergarten hasta cursos de secundaria. En los años 60, el sistema Kodály de educación musical se instituyó en las escuelas de Hungría como resultado del excelente logro académico de los niños en sus “escuelas de canto”. Hoy en día no existe en ese país ningún estudiante de tercer grado que no cante bien entonado y bellamente. Además, el logro académico de los estudiantes húngaros, sobre todo en matemáticas y ciencias, continúa siendo excelente. Los Países Bajos comenzaron su programa de música en 1968, y le siguió Japón aprendiendo de la experiencia de estos otros países.

Otro informe, dice ella, descubre el hecho que los diseñadores técnicos y los ingenieros de Silicon Valley son casi todos músicos practicantes.

Un tercer informe revela que las escuelas que produjeron el logro académico más alto en los Estados Unidos están usando del 20% al 30% del día en las artes, dándole especial énfasis a la música. Se incluye en estas escuelas la escuela elemental St. Augustine del Bronx que, cuando estaba a punto de fracasar en 1984, llevó a cabo un programa de música intensivo. Hoy, el 90% de los estudiantes están leyendo al nivel o a nivel superior al de su grado escolar.

En otro estudio encontrado en el libro “Giros, Las Ventajas Extra-Musicales de una Educación Musical” United Musical Instruments, USA Inc., 1995. pp. 18-24, (Spin-Offs, The Extra-Musical Advantages of a Musical Education, United Musical Instruments USA, Inc., 1995. pp. 18-24) podemos ver que los estudiantes que participaron en grupos musicales y de apreciación musical son los estudiantes con el C.I. más elevado. Los programas de música atraen a estudiantes a los que las escuelas normalmente consideran como sus mejores alumnos. La información suministrada, nos brinda una base fuerte para promover la existencia de programas de música a lo largo de la vida académica del niño.

Un estudio también demostró la relación existente entre el logro en matemáticas y la participación en la instrucción de música instrumental. Se demostró que los estudiantes que participaron en instrucción de música instrumental en la escuela secundaria tomaron como promedio 2.9 más cursos de matemática más avanzada que los que tomaron los estudiantes que no participaron en ningún programa de música. Esto demuestra que la instrucción musical es atractiva para los estudiantes que son excelentes en matemáticas.

Otro estudio encontró que cuanto mejor pueda leer música una persona, mejor puede hacerlo en matemáticas. Lo contrario es también cierto – cuanto mas alto es el logro en el nivel de matemáticas mejor será el estudiante en leer música. Con esto, parece claro que los estudiantes que lo hacen bien en matemáticas, también lo harán bien en música.

Existen muchos métodos que se pueden usar como medio para aprender música. Uno de ellos es el método Suzuki para la enseñanza de música. Al respecto Howard Gardner opina lo siguiente:

“Todos tenemos algo de potencial musical, pero representa una gran diferencia si uno vive en una sociedad donde se espera que todos cantemos o toquemos un instrumento, o si uno tiene padres que se sientan con uno todos los días y cultivan esta inteligencia en particular. Sabemos, por medio del método Suzuki de enseñanza de música, que uno puede tomar a niños ordinarios y hacerlos parecer sensacionales si uno está dispuesto a pasar mucho tiempo y energía en ellos. Y yo pienso que lo mismo sería verdad para cualquiera de las inteligencias. Realmente se trata más de un tema de cuánto tiempo deseamos invertir en cada inteligencia.”

Dee Dickinson nos ilumina con esta información que citaré a continuación:

“El trabajo del Dr. Paul MacLean en el Instituto Nacional de Salud Mental nos da más luces en cuanto al valor de la educación musical. Su teoría sobre el cerebro trino sostiene que el cerebro humano es realmente tres cerebros en uno. La parte más pequeña, aproximadamente 5% del cerebro, la formación reticular, es la entrada para la información de los sentidos y se consagra en mantener el funcionamiento del proceso automático del cuerpo, como ser la respiración y el latido del corazón. Es también el lugar del comportamiento habitual o automático. La segunda parte, el sistema límbico, forma otro 10% del cerebro y es el lugar de las emociones, ciertos tipos de memoria, y del control glandular. La parte más grande, la corteza cerebral, que forma aproximadamente el 85% del cerebro, se consagra a los procesos de más altos de pensamiento.”

“MacLean señala que el sistema límbico es tan poderoso que literalmente puede facilitar o inhibir el aprendizaje y el pensamiento del orden más alto. Parece ser que las emociones positivas, como ser el amor, la ternura y el humor, pueden facilitar las capacidades de pensamiento de orden más alto; considerando que las emociones negativas, como el enojo, la hostilidad, y el miedo, pueden literalmente bajar al cerebro al pensamiento de supervivencia básico.”

“La relación hacia la educación musical es clara cuando observamos a alumnos que practican música alegremente juntos y cuando recogemos información sobre sus logros académicos en otras áreas. En un estudio por Bloom sobre músicos dotados revela que la mayoría tenían experiencias muy tempranas de aprendizaje con maestros que eran pacientes, apoyadores y amorosos. Los maestros de entrenamiento entraron después en sus vidas.”

La Dra. Marian Diamond, neurofisióloga de Berkeley y una de las pioneras en este campo del estudio del cerebro, ha investigado también las ciencias cognitivas y ofrece información sobre cómo cambia el cerebro fisiológicamente en relación al aprendizaje y a la experiencia -para bien o para mal. Ella encontró que las experiencias de aprendizaje positivas, nutritivas y estimulantes que ofrecen oportunidades para interacción y respuesta pueden producir redes neuronales más ricas, que son el “hardware” de la inteligencia. La calidad dinámica de hacer música puede ser una de esos tipos de experiencia.”

Entonces, con toda esta información, pienso que sería del máximo interés de parte de los maestros dedicarse a aprender sobre todas estas técnicas, (El Efecto Mozart, la teoría de Hemi-Sync de Robert Monroe, el Método Suzuki de Enseñanza Musical, y otras) que están disponibles para todos, ya sea en libros o en el Internet, y comiencen a introducir la música en sus sistemas de instrucción.

Éste es el último artículo sobre esta serie de cómo aprende el cerebro, y cómo las emociones y la música pueden influir en nuestro proceso de aprendizaje.

Yo creo que es tiempo que empecemos a buscar más información, la estudiemos e implementemos estos nuevos sistemas en las escuelas. Es tiempo que sintamos que queremos ser parte del gran cambio en la educación, ser parte de las personas que van a provocar ese cambio. Con todas las herramientas que tenemos disponibles ahora, yo considero que es casi irresponsable, como maestros, no hacer uso de toda esa información.

Éstos son cambios revolucionarios, y en la medida en que más y más maestros empiecen a implementar estos nuevos sistemas en sus aulas, estaremos contribuyendo a la conciencia colectiva de la educación y la estaremos cambiando poco a poco, hasta que un día nos demos cuenta de que todos lo estamos haciendo. Nos daremos cuenta de que esto ha pasado finalmente cuando comencemos a ver estudiantes más felices, niños más felices, niños a los que les gusta ir a la escuela, niños a los que les gusta aprender lo que los maestros le están intentando enseñar. Niños que se sientan reconocidos, respetados, con una alta autoestima, queriendo contribuir con sus talentos a la paz mundial. De esta manera estaremos contribuyendo a la nueva humanidad y sabremos que hemos contribuido para que los nuevos niños cumplan con su misión.

ABOUT THE AUTHOR

Margaret Seleme de Guevara is President of the Indigo Foundation of Bolivia. She holds a Masters Degree in Education from Framingham State College and has extensively travelled the world.
Fundación Indigo Bolivia is a non-profit organization whose objective is to divulge the existence of the New Children, their nature, their needs, their mission. It also seeks to instruct teachers how to recognize and manage these children more efficiently in the classroom and, finally, it tries to explain to parents who the new children, in all their denominations (Indigo, Crystal, Rainbow, etc.) are and how they should be incorporated and educated at home and at school. It also seeks to guide parents and teachers in a process of self discovery that will lead them to be better parents and teachers for these children, because as we know, the problem is not in the children, the problem is us, adults.
She dictates education workshops for teachers around the country and leads the School for Parents. The School for Parents (which is free of cost for attendants) meets each Tuesday every other week with parents of the new children. At these meetings we share experiences, feel that we are not alone with this “problem” and learn or better yet, remember, how to be better human beings and thus better parents for our children. We also invite guests with various skills and knowledge who share them with the attending parents.
 
Margaret can be reached at margaretseleme@hotmail.com

Friday, November 30, 2012

Different Kinds of Music That Affect Your Memory While Studying


“It occurred to me by intuition, and music was the driving force behind that intuition,” said Albert Einstein, who did badly in school until his parents bought him a violin that he played to help him decipher various equations. Einstein believed that music was a key factor in helping him become a genius. Music can not only influence emotions and behavior, but it also can stimulate the memory. Researchers throughout the world have conducted various studies to prove that music can improve childhood development and stimulate memory while studying. An experiment in Los Angeles revealed that after schoolchildren received keyboard lessons their spatial-temporal reasoning test skills increased by as much as 34 percent.

  1. Baroque Music

    • In experiments conducted in the 1950s and 1960s, Bulgarian psychologist Dr. George Lozanov found that incorporating classical music from the baroque period that uses a 60 beat per minute interval helped students learn new languages. His method helped students retain vocabulary information for half of a school year in just one day; students could learn foreign languages in less than a month at an 85 percent to 100 percent rate of efficiency. Students who took part in this study were able to recall information almost perfectly after four years without having to review what they had previously learned.

    The Mozart Effect

    • Named after a 1993 experiment by Professor Frances Rauscher and Dr. Gordon Shaw, the Mozart Effect said that listening to the music of Wolfgang Amadeus Mozart can induce relaxation and increase the IQ, study retention and testing-taking ability of listeners. The Mozart Effect often proves to temporarily help increase memorization so that students can receive better results on certain types of tests. Researchers think this type of music releases chemicals in the brain called neurons that help the body relax so that students can study and retain information with greater efficiency. Listen to any of Mozart’s music, including Sonata for Two Pianos in D Major, before studying or taking a test so that you can relax and increase your ability to retain process and recall information.

    Background Music

    • A test performed by researchers at the University of Texas in 1982 demonstrated how background music can help students memorize vocabulary words. The researchers separated students into three groups. The first group imagined the study words while listening to George Frideric Handel’s “Water Music.” The second group read the study words while listening to the same music as group 1, and the third group used no music at all. Students in groups 1 and 2 both received better scores than those in group 3.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...