Saturday, April 7, 2012

Conoce la dieta que hace que las neoyorquinas sean las más delgadas de EE.UU. (Emol.com)

Una periodista investigó durante tres años los hábitos de alimentación y ejercicio de las mujeres de Manhattan. A fines de marzo publicó el libro donde revela sus secretos.

  "La dieta Manhattan. Pierde peso mientras vives una vida fabulosa" es el atractivo título que Eileen Daspin eligió para el libro que publicó a fines de marzo y en el que revela los secretos de las mujeres neoyorquinas para mantenerse delgadas, tonificadas y siempre verse bien.

La autora, una periodista freelance y esposa de un chef italiano, se dedicó durante los últimos tres años a investigar qué comían y cómo se ejercitaban las habitantes de Manhattan. Su punto de partida fue un artículo que leyó en "The New York Times", en el que se confirmaba que en esa ciudad se concentraba la gente más delgada de todo el estado de Nueva York.

De esta manera, Daspin reclutó a un grupo de 25 mujeres -delgadas, por supuesto-, quienes durante 28 días escribieron detalladamente sobre sus hábitos de alimentación y ejercicio. Luego analizó la información y a partir de ella obtuvo el contenido para su libro de 250 páginas.

La autora ha afirmado en algunas entrevistas que el objetivo de "La dieta Manhattan" no es recomendar o promover una determinada forma de alimentarse, sino que más bien el libro busca ser un retrato periodístico de un estilo de vida que consigue que quienes lo siguen permanezcan delgadas.

Según publicó el New York Post, los pilares de la dieta Manhattan son, entre otros, come bien, pero no en mucha cantidad; camina como una maniática; cocina en tu casa; come comidas completas; elimina cualquier cosa que tenga "diet" en su nombre y el agua es buena.

Otros tips que se dan en el libro, siempre basados en la información que fue entregada por las mujeres que participaron en la investigación, son:

- Come lo que tu cuerpo desea, no te prives de nada.

- Diviértete y elige un ejercicio que te gusta.

- El aceite de oliva es bueno para ti, esto es crucial.

- Siempre deja un poquito de comida en el plato. Puede ser algo pequeño, sólo una miga, pero tienes que estar consciente de que lo estás haciendo y observar cómo se va a la basura.

- Saborea cada mordisco y toma tiempo para ello. Nunca comas mientras estás en movimiento, caminando o dentro de un auto.

- No siempre comas una ensalada a la hora de almuerzo, ya que no te dejará satisfecha. En su lugar, elige un sándwich, ya que con él puedes obtener carbohidratos de una manera controlada y, además, puedes incluir otros nutrientes si, por ejemplo, reemplazas la lechuga por espinaca.

- Las mujeres delgadas de Manhattan no frecuentan restaurantes de comida rápida y mantienen las tentaciones lejos de ellas.

No a todos les gusta
El libro escrito por Eileen Daspin ha sido calificado por muchos como un "terremoto mediático" y se dice que está haciendo furor entre quienes desean adelgazar para el próximo verano en el hemisferio norte.

Sin embargo, hay otros que consideran que "La dieta Manhattan" promueve un estilo de alimentación poco sano y obsesivo basado en estar permanentemente a dieta. También se afirma que las sugerencias que entrega, del tipo "reduce el consumo de refrescos a menos que tengas dolor de garganta", no son ninguna sorpresa.

Asimismo, los más críticos afirman que una mujer promedio de Estados Unidos, que no tiene el sueldo de un habitante de Nueva York, no puede seguir al pie de la letra lo que se establece en el libro debido a limitaciones de tiempo y presupuesto. La autora coincide con esa percepción y ha reconocido que la dieta que llevan las mujeres de Manhattan no es barata.

Los comentarios negativos sobre el texto han llegado a tal nivel que incluso en el sitio chow.com Rebbeca Flint, una periodista experta en temas de comida, aseguró que lo que se estipula en "La dieta Manhattan" es muy similar a lo que se puede hallar en las páginas pro-ana o a favor de la anorexia.

"Ella (Eileen Daspin) comienza el libro admitiendo que ha hecho dietas desde que tenía 12 años y continúa diciendo que sus amigas privilegiadas son mujeres a imitar. Está aquella que derrama agua sobre los restos de su comida para no verse tentada a comerlos, otra que sólo come arroz blanco y frijoles cuando ordena comida china, y otras que renuncian a las tentaciones de Tasti D-Lite (un conocido local de comida de Nueva York) por los placeres más seguros de un Tootsie Roll o Twizzlers (ambos caramelos típicos de Estados Unidos)", describe Rebbeca Flint.
Y agrega: "Si este tipo de cosas suenan familiares es porque son extremadamente similares a los consejos que se pueden encontrar en los sitios pro-ana que ensucian internet, aquellos que proclaman que la 'anorexia no es una enfermedad, es un estilo de vida'. Aquellos que entregan consejos como 'cuando sientas el impulso de comer, mastica chicle sin azúcar', 'bebe té de hierbas' y 'el yogurt congelado toma un siglo para ser comido de manera que te sientes ocupada por más tiempo'".

Ante esto, la periodista se atreve a afirmar que el libro es un insulto para Manhattan, las dietas y las mujeres, y además entrega su propia respuesta a la pregunta de cómo las neoyorquinas se mantienen tan delgadas: "Arrastrando coches de niños y mercadería del almacén, subiendo las escaleras del metro, caminando sin parar y enfrentando el constante estrés de vivir aquí. Lo último que necesitamos es a alguien que le diga al resto del mundo que podemos vestir jeans apretados porque somos unas lunáticas obsesivas y muertas de hambre".

Fuente:  http://www.emol.com/tendenciasymujer/Noticias/2012/04/07/22580/Conoce-la-dieta-que-hace-que-las-neoyorquinas-sean-las-mas-delgadas-de-EEUU.aspx


Thursday, April 5, 2012

Balance de agua en el cuerpo (blogdefarmacia.com)


El agua ayuda a casi todas las funciones del cuerpo humano. Es de suma importancia para el correcto funcionamiento de este, y constituye cerca de dos tercios de nuestro peso corporal.

En condiciones de adecuado aporte dietético, el peso corporal de un adulto normal permanece constante a pesar de las variaciones habituales de la ingesta de agua. Ello indica que el contenido hídrico es regulado eficazmente.

La incorporación de agua se realiza por vía oral con los líquidos de bebida y con los alimentos sólidos, que pueden contener 40 por ciento o más de su peso en agua. Debe agregarse el agua generada en el organismo como producto metabólico final. Una dieta mixta balanceada produce alrededor de 12 gramos de agua por cada 100 calorías consumidas.

El riñón está capacitado para mantener constante el volumen hídrico; elimina orina muy diluida cuando hay exceso de agua, o sumamente concentrada cuando es necesario retener agua en el organismo. Hay pérdidas obligadas a nivel de la piel por perspiración insensible y por el pulmón, pues el aire respirado está saturado de vapor de agua. Estas pérdidas aumentan en ambientes de alta temperatura y sequedad atmosférica o en algunos estados patológicos.
Normalmente, las pérdidas por aparato digestivo son escasas. En el tracto gastrointestinal se vierten unos 8 litros de agua por día, los cuales son reabsorbidos en su casi totalidad. En el adulto normal, en 24 horas se formal mil ml de saliva, 2 mil ml de jugo gástrico, 500 ml de bilis, 1.500 ml de jugo pancreático y 3 mil ml de jugo intestinal.

Thursday, March 29, 2012

Alimentos para el corazón (BBC)




Las enfermedades cardiovasculares –las del corazón y los vasos sanguíneos- son la principal causa de muerte de la humanidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos trastornos -que incluyen infartos, derrame cerebral, enfermedad coronaria e hipertensión- provocan más de 17 millones de muertes cada año en el mundo.

Y aunque hay algunos factores de riesgo que no podemos alterar, como nuestra herencia genética, sí podemos cambiar otros elementos vinculados con el estilo de vida.

Una de las formas más simples y efectivas de reducir nuestro riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) es hacer pequeños cambios en nuestra dieta.

Por ejemplo, reducir nuestro consumo de sal, vigilar las grasas que ingerimos y comer más frutas y verduras.

Estos cambios pueden tener un impacto enorme en los tres principales factores de riesgo de enfermedades del corazón: el índice de masa corporal (IMC), la hipertensión y los niveles de colesterol.

Sal y colesterol

Huevos y tocino (SPL)
El colesterol de los huevos no es tan dañino como el de las grasas saturadas.

"Para un corazón sano, los elementos más importantes de la dieta y por los que nos tenemos que preocupar son los niveles de colesterol y el exceso sal", le explica a BBC Mundo la doctora Cecilia Albala, experta en salud pública del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile.

"Restringir el consumo de sal es fundamental para el control de la hipertensión, y la recomendación es por lo menos no agregar sal adicional a la comida cuando llega a la mesa. Y además tratar de restringir los alimentos salados, como los conservados", afirma la experta.

En segundo lugar está el control de los niveles de colesterol.

El colesterol es un lípido –una sustancia grasosa- que se encuentra en la sangre y que se produce principalmente en el organismo.

Esta sustancia juega un papel fundamental en la función de las células.

Sin embargo, demasiado colesterol en la sangre aumenta el riesgo de ECV, porque puede causar una acumulación de depósitos de grasa en las arterias y reducir la capacidad del corazón para bombear sangre y oxígeno al organismo.

Bueno y malo

No debemos olvidar, sin embargo, que no todo el colesterol es malo. También existe el llamado colesterol bueno.

El colesterol malo o lipoproteina de baja densidad (LDL) transporta grasas desde el hígado hasta las células y, si el abastecimiento excede a la demanda, se produce la acumulación dañina de depósitos en las arterias.
Lo que siempre digo es: hay que comer mucho pescado y muy poca carne de animales terrestres - Dra. Cecilia Albala, Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile
Y el colesterol bueno o lipoproteina de alta densidad (HDL) es el encargado de retirar el colesterol malo de las células y llevarlo de regreso al hígado, donde se descompone o excreta.

Por eso debemos vigilar cuáles son los alimentos que incrementan los niveles de colesterol malo y mejoran los niveles de colesterol bueno.

"Para mantener niveles sanos de colesterol es necesario vigilar nuestro consumo de grasas, principalmente las de origen animal, que son grasas saturadas", dice la doctora Albala.

"Yo recomiendo dividir las grasas animales en dos: las de animales terrestres y las de animales marinos, los pescados. Y lo que siempre digo es: hay que comer mucho pescado y muy poca carne de animales terrestres".

"Porque el pescado, principalmente el graso, como el salmón, sardinas, arenque, etc., tiene un tipo de grasas, llamadas omega 3, que son buenas para el colesterol”.

Menos saturadas, más omega 3

Se ha demostrado que los ácidos grasos omega 3 reducen el riesgo de las ECV porque disminuyen los depósitos de grasas en las arterias reduciendo a su vez el riesgo de coágulos y regulando el ritmo cardíaco.

Los expertos recomiendan consumir al menos dos porciones de pescado graso a la semana.

Plato de ensalada (SPL)

Las frutas y verduras contienen micronutrientes esenciales.

Por otro lado, las carnes de animales terrestres -principalmente las carnes rojas- deben ser restringidas, ya que tienen grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol malo.

En cuánto a los huevos, sobre los que hemos tenido mensajes confusos durante años, es cierto que las yemas contienen mucho colesterol.

Pero los estudios han demostrado que comerse un bife o bistec es mucho más peligroso que un huevo, porque el daño de las grasas saturadas es mayor.

Así que si a usted le gustan los huevos y sigue una dieta balanceada, no tiene que reducir el consumo de este alimento a menos que su médico recomiende lo contrario.

"También es importante evitar el consumo de productos que contengan ácidos grasos trans, que causan el mismo efecto, o peor, que las grasas saturadas", dice la nutricionista.

Frutas y verduras

Si queremos un corazón sano, no debemos olvidar el papel de las frutas y las verduras, que son fuentes ricas de muchos nutrientes esenciales como las vitaminas C y E y los carotenoides (antioxidantes).
Algo muy importante es que nunca debemos hablar de dieta sin hablar de actividad física - C. Albala
Los estudios han demostrado que ambas ayudan a proteger al corazón, al limitar los efectos dañinos del colesterol en los tejidos del organismo.

Tal como señala la nutricionista chilena, "la recomendación es: coma al menos cinco porciones de frutas y verduras diariamente y consuma mucha fibra y el mínimo de harinas y azúcares refinadas".

"Algo muy importante es que nunca debemos hablar de dieta sin hablar de actividad física".

"Porque ambos elementos deben formar parte, juntos, de un estilo de vida sano para lograr una buena salud del corazón".

Jueves: La mejor dieta para bajar de peso

Alimentos para un corazón sano (SPL)
El pescado contiene ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir los depósitos de grasas en las arterias.

Ser bilingüe protege al cerebro de la demencia (BBC)


Hablar dos o más idiomas puede proteger a los adultos mayores contra el deterioro cognitivo que conduce a la demencia, señala una nueva investigación.

Los científicos de la Universidad de York, en Toronto, Canadá y la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, llevaron a cabo una revisión de estudios sobre los efectos cognitivos de la comunicación en dos o más idiomas.
Descubrieron que aunque el bilingüismo no parece ofrecer demasiados beneficios cognitivos durante la mediana edad, sí puede tener un impacto importante entre las personas de edad más avanzada.

El estudio, que aparece publicado en Trends of Cognitive Sciences, (Tendencias de Ciencias Cognitivas), encontró que los adultos mayores que hablaban dos o más idiomas parecen tener una mejor salud mental que los protege de la aparición de la enfermedad de Alzheimer. 

Estudios recientes han mostrado que los niños que crecen hablando dos o más idiomas tienen menos riesgo de desarrollar Alzheimer más tarde en su vida.

Sin embargo, las investigaciones no han mostrado hasta ahora evidencia concluyente sobre las diferencias en el progreso cognitivo y lingüístico de los niños y jóvenes bilingües y monolingües.

La nueva investigación, dirigida por la doctora Ellen Bialystok, hizo una revisión de varios experimentos que habían sido llevados a cabo con adultos de mediana edad y de edad avanzada que eran tanto monolingües como bilingües.

Los participantes habían sido sometidos a pruebas cognitivas para medir capacidades como control de atención y memoria y a escáneres cerebrales para medir los cambios cerebrales.

Reserva cognitiva

Descubrieron que en el grupo de adultos de mediana edad no se encontraron diferencias cerebrales importantes entre los bilingües y los monolingües.

Sin embargo, los resultados de los participantes de edad avanzada mostraron que los bilingües presentaban los síntomas típicos que conducen a la demencia entre tres o cuatro años más tarde que los adultos que sólo se comunicaban en un idioma.

Los resultados, afirman los investigadores, se confirmaron en un segundo estudio y se vieron incluso tomando en cuenta factores como la educación y el nivel socioeconómico de los participantes.
"Nuestra conclusión es que la experiencia de manejar la atención a dos idiomas, que puede durar toda la vida, reorganiza redes específicas del cerebro creando una base más efectiva para el control ejecutivo y para un mejor rendimiento cognitivo a lo largo de la vida"- Dra. Ellen Bialystok
Esto sugiere que el bilingüismo puede tener un efecto protector contra los efectos del deterioro cognitivo que ocurre conn el envejecimiento, agregan.

No se conoce con claridad cuáles son los mecanismos que subyacen a esta protección, pero tal como explica la doctora Bialystok, el bilingüismo podría ser un factor ambiental que está contribuyendo a la llamada reserva cognitiva del cerebro.

Esta reserva cognitiva también puede postergar la aparición de los síntomas en quienes sufren demencia.

Según la investigadora, para poder seleccionar un lenguaje apropiado el individuo debe hacer uso de regiones del cerebro que son esenciales para la atención general y el control congitivo.

El uso de esas redes de control congitivo para el procesamiento del lenguaje bilingüe puede reconfigurar y fortalecer estas regiones, quizás mejorando la flexibilidad mental, que es la capacidad de adaptarse a los continuos cambios y procesar la información de forma más eficiente, explican los autores.

"Los estudios previos han establecido que el bilingüismo tiene un efecto beneficioso en el desarrollo cognitivo de los niños" señala la investigadora.

"En nuestra investigación revisamos las investigaciones recientes utilizando tanto métodos conductuales como de neuroimágenes para examinar los efectos del bilingüismo en la cognición de adultos".

"Nuestra conclusión es que la experiencia de manejar la atención a dos idiomas, que puede durar toda la vida, reorganiza redes específicas del cerebro creando una base más efectiva para el control ejecutivo y para un mejor rendimiento cognitivo a lo largo de la vida" afirma la doctora Bialystok.

"No debe sorprender que esa experiencia intensa y sostenida deje una marca en nuestras mentes y cerebros".

Tal como señalan los investigadores, la creciente diversidad que ha surgido en todas las poblaciones del mundo podría tener un "inesperado impacto positivo en la resiliencia del cerebro adulto".

Las estadísticas muestran que más de la mitad de la población mundial es bilingüe.

En Estados Unidos y Canadá se calcula que cerca de 20% de la población habla en su hogar un idioma distinto al inglés. Y hay regiones urbanas, como Toronto y Los Ángeles, donde hasta 60% de la población es bilingüe.

En Europa también hay un alta prevalencia de bilingüismo. Sondeos recientes muestran que 56% de la población en todos los países de la Unión Europea es bilingüe.

Por eso, afirman los investigadores, es importante seguir investigando el impacto de comunicarse en dos o más idiomas para entender mejor sus efectos en la salud mental y cerebral del individuo.

Los 7 hábitos para un corazón sano que muy pocos practican (BBC)

Las autoridades sanitarias en todo el mundo nos dicen que si seguimos siete conductas podremos tener una buena salud cardiovascular y vivir más, evitando eventos como infartos, enfermedad del corazón o enfermedad cerebrovascular.

Electrocardiograma
Sólo 1,2% de la población sigue las siete recomendaciones para un corazón sano.

Estos "siete hábitos para un corazón sano" son: 
  1. no fumar
  2. hacer ejercicio
  3. controlar cuatro factores que son la presión arterial
  4. el nivel de glucosa
  5. colesterol
  6. el peso corporal
  7. y consumir una dieta sana.
Sin embargo, una nueva investigación en Estados Unidos que siguió a 45.000 adultos encontró que sólo 1,2% de los participantes seguía estas conductas.

Como era de esperarse, fue este grupo el que mostró el menor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares o del corazón, señalan los investigadores en Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense).

También se ha demostrado que reducir estos siete factores de riesgo está asociado a un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido ya en la primera causa de muerte en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de 17 millones de personas a causa de estos trastornos, principalmente (80%) en países de medianos y bajos ingresos.

A pesar de que estos trastornos pueden prevenirse con cambios en el estilo de vida, los resultados del estudio, llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, la Universidad de Emory y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), muestran que muy poca gente está llevando a cabo estos cambios.

Conductas "adversas"

"El problema trasciende los servicios y sistemas de salud pública y la solución debe surgir también con la mejora en el medio ambiente que rodea al individuo y el mejor acceso a alimentos sanos y actividad física. Un buen comienzo es que cada persona se pregunte si está cuidando su salud cardiovascular"- Dr. Donald Lloyd-Jones
Los investigadores utilizaron datos del Sondeo Nacional de Salud y Nutrición que siguió a 44.959 individuos de 20 años o más de 1988 a 1994, 1999 a 2004 y de 2005 a 2010.

Durante los tres períodos de la investigación los científicos encontraron en promedio que sólo 1,2% había cumplido con todos los siete hábitos del corazón sano.

Entre 1988 y 1994, 7.2% de los participantes habían seguido más de una de las recomendaciones y de 2005 y 2010, esa cifra aumentó ligeramente a 8,8%.

Los resultados mostraron que durante el estudio la prevalencia de tabaquismo se redujo de 28% a 23% desde 1988, pero no se notaron cambios para lograr niveles "deseables" de presión arterial, colesterol o índice de masa corporal (IMC) de los participantes.

Cuando se analizaron las tasas de mortalidad, se encontró que los que habían seguido seis o más hábitos mostraron 51% menos riesgo de morir por cualquier causa, 76% menos riesgo de morir por trastornos cardiovasculares y 70% menos riesgo de morir por cardiopatía isquémica (varios trastornos del corazón) que aquéllos que siguieron sólo uno o ningún hábito.

Asimismo, los investigadores observaron que los participantes más jóvenes, las mujeres, los individuos blancos no hispanos, y aquéllos con los niveles más altos de educación fueron los que siguieron el mayor número de hábitos para un corazón sano.

Salud y nivel educativo

En un comentario sobre el estudio, el doctor Donald Lloyd-Jones, experto de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, pregunta "¿por qué hay tan pocos estadounidenses con una salud cardiovascular ideal?".

"La respuesta es clara. Los datos de todos los estudios recientes indican que el rostro de la salud cardiovascular ideal es el de una mujer joven, educada y blanca".

La salud cardiovascular ideal, agrega el experto, "se pierde rápidamente durante la infancia, adolescencia y juventud debido a la adopción de conductas adversas de salud vinculadas a la dieta, peso y estilo de vida sedentario, particularmente en las poblaciones de niveles socioeconómicos más bajos".

El experto expresa que el problema "trasciende los servicios y sistemas de salud pública y la solución debe surgir también con la mejora en el medio ambiente que rodea al individuo y el mejor acceso a alimentos sanos y actividad física".

"Un buen comienzo -agrega el doctor Lloyd-Jones- es que cada persona se pregunte si está cuidando su salud cardiovascular".
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...