Monday, September 3, 2012

La Enfermedad, las emociones y la mente (laguia2000.com)

"Hay que aprender a ver la importancia de la mente y la emoción en la afección"

El Dr. Eugenio Zampini, médico argentino, cirujano, escribió un libro, editado en 2008, titulado “De cirujano del cuerpo a cirujano del alma” que debería ser de lectura obligatoria para todos aquellos empeñados en deambular de consultorio en consultorio buscando la solución de sus problemas de salud.

Zampini, gracias a una dolencia que lo afectó en pleno ejercicio de su profesión como cirujano, hace casi veinte años, pudo tomar conciencia de la relación entre las emociones, la mente y las enfermedades.

Comenzó sintiendo un adormecimiento en su brazo izquierdo y otras serias manifestaciones que le producían contracturas en todo el brazo, que le entorpecían seriamente su trabajo como cirujano.

Le diagnosticaron una hernia de disco en la zona cervical y la recomendación de todos los especialistas que lo atendieron fue unánime, debería someterse a una cirugía para que pudieran extraerle el disco que presionaba al nervio.

A pesar de ser cirujano, este diagnóstico lo sumergió en un estado depresivo mezclado con rabia y miedo.

Consultó al director del Hospital Churruca de Buenos Aires, quien lo puso en contacto con otro médico del citado hospital que practicaba acupuntura.

Hasta ese momento, el Dr. Zampini tenía una postura tomada con respecto al arte de curar, basada enteramente en el concepto de que la mayoría de las enfermedades se resuelven por medios quirúrgicos; y no reconocía los valores de la medicina alternativa.

Sin embargo, sabe reconocer que cuando se trató de una afección que comprometía su propia salud, se mostró dispuesto a probar esa posibilidad, poniéndose en manos del Dr. Pedro Oriolo.

Debía someterse a un tratamiento de acupuntura dos veces por semana y además sanar su mente; porque para curar el cuerpo primero hay que sanar el alma.

Esa experiencia le abrió la mente por primera vez, que luego lo llevó a profundizar teóricamente sobre este tema a la vez que iba sintiendo los efectos en su mismo cuerpo.

Este proceso permitió al Dr. Zampini entender la información que le brindaba su enfermedad y a escuchar su mensaje que lo obligó a cambiar su vida para siempre; y aunque la hernia de disco aún permanece en su columna no volvió a sentir más ninguna molestia.

Para que esto se hiciera realidad, tuvo que hacer muchos cambios; en su forma de ser, en su forma de pensar, y revertir su tendencia a la negatividad y a las emociones enfermas.
Diferentes profesionales lo ayudaron en esta empresa para lograr restablecer la armonía de su cuerpo y de su mente.

El Dr. Zampini no renuncia de ninguna forma de la medicina tradicional sino que trata de complementarla porque se ha dado cuenta que ningún conocimiento es absoluto por si mismo, como él había llegado a convencerse.

Su filosofía ha cambiado y hoy también implementa el mismo método con sus pacientes, tratando de ayudarlos a encontrar la unidad del cuerpo y del alma; porque es imposible comparar el cuerpo enfermo a una máquina que necesita ser reparada.

El tratamiento físico, centrado en eliminar los síntomas, aunque representa una parte fundamental en el tratamiento de las enfermedades, resulta incompleto, porque se hace necesario el compromiso total de la persona para curarse.



Las Emociones Venden (laguia2000.com)


 "La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger."

El teatro fue uno de los primeros medios que desde épocas muy antiguas vendió emociones. La gente se deleitaba viendo sus propios problemas emocionales reflejados en escena, sintiéndose identificada, aunque se tratara de pura ficción. 

Volvían a sus hogares reconfortados al saber que no eran los únicos que sufrían relaciones difíciles, carencias afectivas y económicas, frustraciones, necesidades y conflictos; y que también había otros que tenían las mismas dudas y miedos o que sentían la misma confusión, tristeza o desesperanza.

El teatro desde siempre reflejó particularmente la tragedia del hombre, de ser o no ser, de querer y no poder, de desear y no alcanzar y de tener reinventarse todos los días de su vida en la constante búsqueda de si mismo.

El cine fue marcando cada época haciéndose accesible a mucho más público, incentivando el patriotismo en tiempos de guerra y ayudando a empezar de nuevo al recuperar la paz, así como lograban hacerlo los protagonistas en las películas.

La ficción que tiene una mayor respuesta es la que conmueve emocionalmente al público, la que los hace sentir identificados y les brinda la oportunidad de ver los caminos alternativos que transita el héroe.

La pantalla chica necesitó acercar la cámara a las imágenes y agrandar los acontecimientos para poder captar el interés del público, al no poder monopolizar toda la atención del espectador, como lo hacía el cine, por tener que compartirla con los estímulos del entorno.

Los programas televisivos de mayor “rating” son los que estimulan las emociones de los espectadores. La vida íntima de los artistas se vuelve pública y todos hacen leña del árbol caído, poniendo todos sus esfuerzos en llevar agua para su propio molino y conservar sus trabajos.

Vemos hasta qué punto es capaz la gente de hacer pública su manoseada intimidad para aparecer en pantalla y la oportunidad de lograr sus cinco minutos de fama.

Los libros de autoayuda, ayudan y venden porque, a su manera, son accesibles y terapéuticos y permiten tomar conciencia de los errores y de los fracasos en todos los ámbitos, debido principalmente a los problemas emocionales que perturban la vida de la gente.

Hay que aprender a controlar las emociones, porque si no lo hacemos son ellas las que nos controlan.

El movimiento de la “Nueva Era”, inspirada en prácticas espirituales orientales que invadieron América en la década de los años sesenta, inundó el mercado con bibliografía relacionada con la sanación espiritual, el valor del pensamiento positivo, del control emocional y del desarrollo de la autoestima.

El concepto de inteligencia emocional se extendió a todos los ámbitos de la sociedad, instalándose en el campo educacional, terapéutico y empresarial, como una herramienta útil para el control de las emociones y el logro de los objetivos personales.

Los nuevos recursos psicológicos exceden el campo terapéutico y abarcan el área espiritual, y el discurso sanador es utilizado para curar el alma.

Sin embargo, a pesar de toda esta avalancha de competencia tratando de rescatar a los seres humanos perdidos, la psicología clínica pudo salvarse de la extinción y todavía su labor sigue siendo preferida y reconocida; aunque mucha gente tenga mayor acceso a la información, que antes permanecía entre las cuatro paredes de un consultorio

Lo que antes para un terapeuta representaba años de trabajo analítico para descubrir, hoy en día se hace en un solo programa de televisión, donde nadie tiene reparos en vaciar su interioridad sin ningún escrúpulo, si tiene la posibilidad de conmover al público lo suficiente como para continuar más tiempo frente a las cámaras.

Una psicoterapia siempre resulta operativa y puede dar buenos resultados, aún con el peor de los psicólogos; por lo tanto, cualquier otra forma de discurso terapéutico que movilice ansiedades y satisfaga la necesidad emocional del público consumidor, puede ser válida y producir algún nivel de transformación.

Vivimos en un mundo desfachatado o bien la gente se ha liberado de los fantasmas que intentan torturarlos y puede en forma mediática deshacerse de ellos.

Esta posibilidad hoy tiene un precio y está a la venta por cualquier medio que despierte el interés del público.

Friday, August 31, 2012

Tener el corazón roto serviría para... proteger el corazón (BBC)


Una nueva investigación de la universidad Imperial College de Londres sugiere que tener el "síndrome del corazón roto" podría constituir un mecanismo para proteger al mismo corazón de altos niveles de adrenalina.

El síndrome del corazón roto, cuyo nombre técnico es "cardiomiopatía de Takotsubo", es una condición que se produce como resultado del estrés físico o emocional intenso.
Se trata de una falla cardíaca temporal. Sus síntomas son similares a los de un ataque al corazón y, de hecho, científicos han determinado que un pequeño porcentaje de quienes son diagnosticados de ataque cardíaco padecían en realidad la cardiomiopatía de Takotsubo.

La diferencia radica en que, cuando hay ataque, las arterias coronarias se bloquean. En el caso del Takotsubo, la parte baja del corazón no se contrae como debería y se ensancha, hasta parecer un globo.

En la mayoría de las ocasiones, la condición es tratable y curable.

"Aunque hay mucho que todavía tenemos que aprender sobre el síndrome, rara vez es fatal, siempre y cuando los pacientes reciban tratamiento con medicamentos, respiradores y otros dispositos clave las primeras 48 horas", le decía a la BBC el doctor Richard Regnante en 2009, a propósito de otra investigación sobre la enfermedad.

Cambio de "uso"

Ahora los científicos creen que la cardiomiopatía tendría un papel en ayudar al organismo a superar las situaciones de estrés.

En éstas, el organismo reacciona produciendo adrenalina, que estimula el corazón, ayudando a distribuir más oxígeno al organismo. "Pero su efecto puede resultar dañino si se prolonga por mucho tiempo", dijo Sian Hardin, jefe de la investigación, en la publicación especializada "Circulation".

Cardiomiopatía de Takotsubo

  • Descrita por primera vez en los años noventa.
  • Ocurre como consecuencia de situaciones de estrés físico o emocional.
  • Presenta síntomas parecidos a un ataque cardiaco.
  • Generalmente, los pacientes se recuperan y no sufren de efectos posteriores.
"En los pacientes con cardiomiopatía de Takotsubo, la adrenalina funciona de manera diferente, 'apagando' el corazón. Esto parece protegerlo de resultar sobrestimulado", añadió.

En suma, el cuerpo cambiaría su respuesta a la adrenalina, que en vez de estimular el corazón reduciría su fuerza para bombear sangre.

Como consecuencia, el corazón puede llegar a sufrir una falla. Pero la mayoría los afectados termina recuperándose.

En verano

Los investigadores del Imperial College probaron esta hipótesis con ratas, a las que le estimularon la condición inyectándoles adrenalina.

En las ratas se observó la contracción del músculo cardíaco, del mismo modo que ocurre con los seres humanos con síndrome del "corazón roto".

Pero, a cambio, resultaron protegidas de los niveles tóxicos de adrenalina que circulaban por su organismo, por lo que los científicos concluyeron que la hormona tomó un "camino diferente" al usual.

El estudio también exploró los medicamentos que pueden resultar útiles para tratar el síndrome, del que todavía se conoce relativamente poco.

A diferencia de los ataques cardíacos, cuya estadística se eleva en el invierno, la cardiomiopatía de Takotsubo ocurre con mayor frecuencia durante las temporadas de primavera y verano.

También es más común entre las mujeres que ya han entrado en la menopausia.

"Lo más importante es reconocer la condición, y no volverla peor tratando a los pacientes con más adrenalina, o con medicamentos que semejan la adrenalina", dijo el doctor Alexander Lyon, coautor del estudio.

Alimentos que ayudan a descansar mejor


En la actualidad, el estrés y el insomnio están a la orden del día. Los problemas de trabajo, familiares y personales, suelen generan tensión en las personas, lo que les impide descansar normalmente.

Para nombrar algunas de las consecuencias del insomnio, podemos decir que las personas que no duermen bien durante la noche son más propensas a tener niveles elevados de cortisol en el cuerpo, lo que fomenta la acumulación de grasa del vientre.

La alimentación cumple un rol importante en el descanso y hay una serie de alimentos que consumidos una o dos horas antes de dormir, mejoran el sueño. Conozcamos cuáles son:

Leche caliente

Tomar un vaso de leche caliente antes de acostarse, ayuda a descansar mejor dado que la leche contiene triptófano, un aminoácido que induce naturalmente el sueño, y porque el líquido caliente proporciona un efecto calmante y muy relajante. La leche es también una fuente de calcio que ayuda a regular la producción de melatonina, una sustancia que controla naturalmente el ciclo de sueño-vigilia.

Se recomienda tomar un vaso de leche caliente con miel antes de dormir para disfrutar de una mejor noche de sueño.

Queso Cottage

El queso cottage es una fuente de proteínas ideal para ser consumida antes de acostarse, dado que contiene proteínas de lenta digestión que distribuyen los aminoácidos por los tejidos musculares durante horas.

Este alimento ayuda a mejorar el sueño dado que también tiene triptófano. Se recomienda el consumo de una taza de queso cottage una o dos horas antes de dormir para lograr un mejor descanso. Puede combinarlo con frutas o yogur para experimentar una digestión liviana antes de dormir.

Uvas

Las uvas son la única fruta que contiene melatonina, hormona que regula el sueño. Se recomienda el consumo de una taza de uvas solas o bien acompañando una porción de yogur al que incluso se le puede sumar una cucharada de avena.

Avena

La mayoría de las personas consumen avena con leche o yogur en el desayuno, sin embargo, este delicioso alimento funciona muy bien para la noche, debido a que los hidratos de carbono causan la liberación de serotonina en el cuerpo. La serotonina ayuda a disminuir el estrés y a relajar la mente y el cuerpo.

La avena también es de lenta digestión por lo que no interrumpe el sueño. Se recomienda consumir una taza de avena por la noche junto con una fruta, leche o yogur.

Maní o mantequilla de maní

Otro alimento ideal para las personas que padecen insomnio es el maní o la mantequilla de maní natural, dado que contienen niacina, otro nutriente que ayuda a aumentar la liberación de serotonina en el cuerpo.

Solo hay que tener cuidado con la cantidad que se consume de estos alimentos dado que son más ricos en grasa y calorías. Se recomienda consumir dos panes con salvado untados con mantequilla de maní natural para disfrutar de un buen descanso.

Conclusión

Tenga en cuenta los alimentos anteriormente nombrados e incorpórelos a su dieta. También piense que si cada noche realiza una cena liviana compuesta de frutas y verduras frescas, experimentará una mejor digestión y podrá descansar en paz.

El Fracaso como motor de cambio (laguia2000.com)

Fracasar en nuestros propósitos es una experiencia dolorosa que a veces nos impide buscar los motivos dentro de nosotros mismos y esa actitud obstaculiza nuestro aprendizaje y crecimiento.

Gastamos muchas energías en preguntas inútiles sobre el por qué de los fracasos, nos enojamos con nosotros mismos y con los demás, tratamos de buscar a alguien para echarle la culpa, porque no nos podemos convencer que fue un error nuestro que tenemos que capitalizar para cambiar.

El desarrollo de una idea no es un camino recto sino lleno de obstáculos, de idas y venidas, de avances y de retrocesos y no es raro que sea necesario comenzar de otra manera desde el principio; y a través de esa senda serpenteada en la que tropezamos constantemente y que nos sirve para aprender y para encontrar la verdadera ruta, llegamos a lograr nuestros objetivos.

Un emprendimiento exige una gran cantidad de correcciones para su ejecución, porque las ideas son aproximaciones a la verdad y pueden no coincidir con los vaivenes del mercado.
A veces, muchos se aferran a un proyecto ideal sin conocer hacia dónde se dirige el consumo, sin tener noción de las necesidades del contexto, sin haber hecho un estudio que refleje la eventual demanda.

Aferrarse a las ideas es dejar de lado la realidad que es la única verdad y si sobreviene el fracaso correr el riesgo de quedar bloqueado para poder seguir adelante.

Sin embargo, a pesar del bloqueo y la confusión, la respuesta de todos nuestros interrogantes cuando fracasamos está dentro de nosotros mismos.

El malestar que producen los fracasos puede servirnos para crecer, conocernos mejor y cambiar para mejorar.

Un fracaso nos obliga a replantearnos nuestros objetivos y también la forma de conseguirlos. Es una herramienta eficaz para esclarecer la mente y lograr una mejor comunicación con uno mismo.

El dolor del fracaso no es tanto por la pérdida de autoestima que representa para la mayoría sino por la opinión que puede suscitar en los demás, porque suele ser más importante el “qué dirán” que lo que piensa uno mismo.

Las personas exitosas suelen tener muchos fracasos antes de tener éxito, pero los fracasados no tienen ninguno porque ni siquiera lo intentan.

Deepak Chopra afirma que una idea viene acompañada de lo que necesita para su ejecución, sólo hay que saber mirar y tener confianza en uno mismo y en el proyecto.

Tenemos una oportunidad de aprender cuando admitimos que hemos cometido un error, porque si no lo admitimos no podemos corregirlo.

El fracaso no es un error irreparable, es la forma de darnos cuenta de qué es lo que tenemos que cambiar para poder avanzar.

Las personas exitosas no se rinden frente a los fracasos y siguen adelante haciendo los cambios necesarios, sin mirar atrás.

El que fracasa es porque se atrevió a asumir un riesgo, pero si está preparado para correr riesgos también tiene fortaleza para aceptar el fracaso y volver a empezar.

Todo lo que nos resulta desagradable está evidenciando la necesidad de cambiar y sentirse vencido es creer que sólo hay una forma de seguir adelante y que si ésta no funciona no hay otra. El fracaso es parte de un proceso y no un resultado y hay que aprender de él.

Para ganar, primero tenemos que saber fracasar y luego salir del error por nuestros propios medios.

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