Sunday, September 16, 2012

Siete cosas que no sabías sobre la danza


Los bailarines también entrenan mentalmente
Hace unos años, un equipo de investigadores de la University College London (UCL), en Reino Unido, descubrió que en nuestro cerebro existe un “sistema espejo” que responde de forma diferente cuando vemos a un bailarín hacer una pirueta según estemos entrenados o no para ejecutar ese movimiento. Las neuronas que lo forman están “afinadas” para el repertorio de movimientos propio de cada individuo. Una de las principales conclusiones del hallazgo, según sus autores, es que atletas y bailarines podrían continuar entrenando mentalmente cuando sufren una lesión física.

Los genes de la danza
Tras analizar el código genético de distintos profesionales de la danza, en la Universidad Hebrea de Jerusalén han encontrado diferencias importantes en dos genes: el gen encargado de codificar el transportador de la serotonina, un neurotransmisor que entre otras cosas contribuye a la experiencia espiritual, y un receptor de la hormona arginina-vasopresina, que según estudios recientes modula nuestra capacidad de comunicación social. “Ambos son genes vinculados al aspecto emocional del baile” puntualiza Richard Ebstein, coautor del estudio.

Inteligencia relacionada con el movimiento corporal
Junto a la inteligencia lingüística, la musical, la lógica/matemática, la espacial, la intrapersonal, la interpersonal o la espiritual existe una inteligencia corporal o cinestésica, que puede definirse como la habilidad para controlar los propios movimientos corporales y manipular objetos con cierta maña. Este tipo de inteligencia, según Howard Gardner, es la que está detrás de la capacidad del bailarín para “ver-y-hacer”, transformando una imagen visual dinámica o ciertas órdenes sonoras en una acción física.

Bailar samba debería formar parte del entrenamiento de los futbolistas
Un equipo de investigadores japoneses ha llegado a la conclusión de que bailar samba, una danza brasileña con raíces africanas, favorece un control del cuerpo que puede mejorar las habilidades motoras en actividades tan dispares como tocar un instrumento de percusión o jugar al fútbol. Según el doctor Tomoyuki Yamamoto y sus colegas del Insitito Avanzado para la Ciencia y la Tecnología de Japón, “ejercitar el movimiento de las caderas es esencial para mejorar la movilidad de otras zonas del cuerpo”, posiblemente debido a la proximidad de esta zona a nuestro centro de gravedad corporal. Por eso decidieron probar a entrenar a jugadores de fútbol bailando samba. El resultado: una importante mejora del rendimiento deportivo. Lo próximo, dice Yamamoto, será probar los efectos de otros bailes en los deportistas.

Nuestros antepasados también danzaban
Geoffrey Miller, psicólogo evolutivo de la Universidad de Nuevo México (EE UU), cree que “música es lo que ocurre cuando un simio antropoide tropieza y entra en el paraíso evolutivo de la selección sexual desbocada, de la exhibición acústica compleja”. El autor cree que cantar y bailar formaban un conjunto de rasgos indicadores para nuestros antepasados cuando escogían pareja, especialmente para las hembras. El baile y el canto ponían de manifiesto la buena forma física, la coordinación, la fuerza y la salud.

El baile puede ser terapéutico
Científicos de la Universidad de Missouri (EE UU) han llegado a la conclusión de que bailar puede ser terapéutico al alcanzar la tercera edad, ya que mejora considerablemente el equilibrio y reduce el riesgo de caídas y lesiones.

Existen coreografías basadas en las matemáticas del caos
En los años noventa una estudiante de ingeniería del popular Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), Diana S. Dhabi, decidió utilizar las matemáticas del caos para componer música a piano. Siguiendo su ejemplo, los científicos norteamericanos Elizabeth Bradley y Joshua Stuart han creado recientemente varias secuencias de movimientos basadas en el caos partiendo de piezas clásicas. Incluso han desarrollado una versión caótica del popular baile asociado a la canción Macarena. Y todo a través de un software original desarrollado por ellos mismos, el Chaographer. El resultado es una danza original y “agradable para la vista”, aseguran. Además de que “enseñar estos resultados en clase es una forma muy efectiva de motivar a los estudiantes para que aprendan más sobre las matemáticas del cuerpo rígido y el caos”.

Siete cosas que no sabías sobre los efectos de la música


1. Mejora el vocabulario. De acuerdo con una reciente revisión publicada en la revista Nature Reviews Neuroscience por Nina Kraus, de la Universidad Northwester (EE UU), durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura. También explica por qué los músicos son capaces de escuchar mejor una conversación cuando hay ruido de fondo que el común de los mortales.

2. ¿Música de fondo? Tanto si reproducimos una canción de Lady Gaga como si optamos por un disco de música clásica, escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce el rendimiento, según un artículo publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos casos, dicen sus autores, es el silencio.

3. Ritmo para hacer deporte. Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música, fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%. El estudio fue publicado en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology.

4. La música, por la izquierda. Según un estudio realizado hace unos años en las universidades de California y Arizona (EE UU) y publicado en Science, el oído derecho recoge mejor los sonidos del habla, mientras que el izquierdo, responde mejor a la música. "Incluso al nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los diferentes tipos de sonidos y enviarlo al lugar correcto en el cerebro", concluía una de las autoras del estudio, Barbara Cone-Wesson.

5. Música y alcohol. La música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo, según una investigación francesa difundida en 2008 por la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. Además, cuanto más alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida.

6. Buena para la circulación. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.

7. Con los ojos cerrados. Estudiando los cerebros de 15 sujetos con ayuda de resonancia magnética funcional, Yulia Lerner, de la Universidad de Tel Aviv, demostró el año pasado que cerrar los ojos aumenta el efecto emocional que nos produce la músca. Concretamente la doctora Lerner utilizó música de miedo del estilo de la empleada por Alfred Hitchcock en sus películas.Y comprobó así que la actividad de la amígdala, una zona del cerebro vinculada a la sensación de miedo, aumentaba mucho más con los ojos cerrados que si se mantenían abiertos. 

Practicar (Vocabulario)

Practicar 

  1. tr. Poner en práctica algo que se ha aprendido o se conoce:
    practicar un deporte.
  2. Ensayar,entrenar una actividad o conocimiento que se quiere perfeccionar:
    necesito practicar mi inglés.
  3. Ejercer continuada o habitualmente:
    practicar la abogacía.
  4. Profesar y cumplir los ritos y prácticas de una religión:
    en su juventud practicó el protestantismo.
  5. Realizar las prácticas requeridas para habilitarse en una profesión.
  6. Ejecutar,realizar:
    practicó la incisión con mucha seguridad.

Practicar

  • ejercer, ensayar, ejecutar, habituarse, acostumbrarse, avezarse, foguearse, usar, experimentar, adiestrarse, trabajar
    • Antónimos: teorizar

Cómo Activar Sus Ocho Inteligencias Múltiples


La teoría de inteligencias múltiples dice que hay ocho inteligencias diferentes que dan cuenta del potencial para aprender. Cada una de las inteligencias puede serle útil al aprender.

Estas son las ocho inteligencias y algunas formas en las que usted puede activar cada una de ellas.

  1. Inteligencia lingüística/verbal - Esta inteligencia se basa en idiomas y tiene que ver con la habilidad para hablar y escribir. Usted puede activar su inteligencia lingüística/verbal intentando aprender nuevas palabras cada día, leyendo, escuchando noticias en la radio, involucrándose en debates, y participando activamente de las discusiones en clase.
  2. Inteligencia matemática/lógica - Esta inteligencia tiene que ver con números y razonamiento. Usted puede activar su inteligencia matemática/lógica estudiando fórmulas, haciendo cálculos, y solucionando acertijos.
  3. Inteligencia espacial/visual - Esta inteligencia tiene que ver con pensar usando imágenes. Usted puede activar su inteligencia espacial/visual analizando los medios visuales en sus libros de texto, y creando mapas, diagramas de flujo, gráficos, e imágenes mentales.
  4. Inteligencia cinestésica/corporal - Esta inteligencia tiene que ver con movimientos corporales y manipulación de objetos. Usted puede activar su inteligencia corporal/cinestésica usando sus habilidades motoras regularmente a través de ejercicios como trotar, deportes, e involucrarse en actividades de participación corporal activa. Usted también puede activar esta inteligencia al escribir sus asignaciones en su computadora.
  5. Inteligencia musical - Esta inteligencia tiene que ver con habilidades musicales como ritmo y tono. Usted puede activar su inteligencia musical escuchando música, tocando un instrumento, y cantando.
  6. Inteligencia interpersonal - Esta inteligencia tiene que ver responder a los estados de ánimo, motivaciones, y necesidades de otros. Conduce a buenas relaciones interpersonales y le permite disfrutar de la compañía de otros. Usted puede activar su inteligencia interpersonal participando en actividades de clase y discusiones, resolviendo problemas en grupo, e involucrándose en actividades sociales.
  7. Inteligencia Intrapersonal - Esta inteligencia tiene que ver con autoestima, autovaloración, y autoconciencia. Usted puede activar su inteligencia intrapersonal cuestionando críticamente sus fortalezas y debilidades.
  8. Inteligencia naturalista - Esta inteligencia tiene que ver con el aprecio y comprensión de la naturaleza. Usted puede activar su inteligencia naturalista asociando su experiencias de aprendizaje al mundo natural. Explore la naturaleza a través de excursiones y campamentos para aprender dentro de los entornos naturales.
Las ocho inteligencias le proveen ocho sendas de aprendizaje. Usted no tiene que aprender algo usando todas las ocho sendas. Intente usar las que son sus inteligencias más fuertes y que estén relacionadas con lo que usted está tratando de aprender.

Este artículo fue aportado por Enokela Ebiega Abel, Direct.,
Universidad Internacional Global, Abuja, Nigeria

Escuchar a los adolescentes (laguia2000.com)


Todos los padres se preocupan por sus hijos adolescentes cuando comienzan a perder el control sobre ellos y tienen miedo de los muchos peligros que los acechan y porque quieren lo mejor para ellos.

Sin embargo, a veces algunos padres se vuelven contradictorios, ponen trabas a la comunicación con la excusa de estar muy ocupados o mostrando intolerancia y parecen preferir no saber la verdad que no pueden entender, ahondando la brecha generacional y haciendo imposible el diálogo.

Es más fácil pretender que todo está bien, que tener una confrontación o un conflicto. También es difícil escuchar lo que no se está dispuesto a tolerar ni cumplir la obligación de poner límites, con el pretexto de que todos a su edad están haciendo lo mismo. 

De esta manera se elude el propio juicio crítico, pero aunque todo esto no sea nada fácil, los hijos necesitan conocer los valores y la forma de pensar que tienen sus padres.

Los padres están llenos de culpa, culpa por no estar el tiempo suficiente con los hijos, por no tener deseos de escucharlos, por creer que no ganan lo suficiente para darles lo que quieren, por no tenerles paciencia, por querer imponerles su voluntad y hasta casi por no conocerlos.

Temen que si les ponen límites y se tornan muy severos, sus hijos no los amarán y perderán su afecto.

Los padres tienen que recuperar su autoridad y ejercer su rol de padres porque es lo que sus hijos necesitan y están pidiendo a gritos.

Algunos padres tienen el falso pudor de tener intimidad con sus hijos, eluden temas que los adolescentes desean hablar con ellos pero que no se atreven a formular porque se dan cuenta que a sus padres les incomoda oír y no van a ser escuchados.

Es así que los adolescentes tienen que pasar una etapa de su vida plena de interrogantes sin poder recibir respuesta alguna de fuentes dignas de respeto y se tiene que contentar con los grotescos relatos de las experiencias de sus pares que representan una caricatura de la verdad porque transforman las cosas naturales en patéticos fracasos.

Sin embargo, tratar de establecer comunicación con un adolescente puede ser una experiencia grata, hacer revivir en los padres la llama del entusiasmo por la vida y permitirles conectarse con él a un nivel más profundo, que puede fortalecer el vínculo.

Estar disponibles, aprendiendo a postergar los asuntos propios y dándole prioridad a los problemas de los hijos, es la regla número uno; porque es importante prestarles atención cuando ellos quieren y no cuando los padres creen que es oportuno. Hay que tener en cuenta que una de las características del adolescente es no tener conciencia del tiempo y que puede considerar adecuado para hablar, justo el momento en que los padres están más ocupados.

Ellos no pueden programar con anticipación, por lo que es importante estar atentos a las señales que pueden estar indicando que están dispuestos a hablar, y dejar todo para escucharlos.

Escuchar no es interrumpir a cada rato para dar un consejo transmitiendo con esa actitud que están molestos por su proceder o por su forma de pensar, sino que significa estar atento para que también él se escuche y pueda encontrar la solución de sus problemas él mismo sabiendo que hay alguien que lo apoya y que lo hace sentir más seguro; porque el respeto y la confianza en los hijos siempre será más útil que el más inteligente de los consejos.

A veces, los adolescentes comienzan a hablar con sus padres de cosas que pueden parecerles triviales, pero este es un recurso que muchos jóvenes utilizan para atreverse luego a intentar hablar de las cosas más serias que les preocupan.

Pasar tiempo con los hijos adolescentes haciendo lo que a ellos les gusta es una forma de divertirse y también la oportunidad para alentarlos a hablar de sus sentimientos más profundos.

Es común que en esas charlas, los adolescentes culpen a los padres de sus problemas pero no hay que pensar que lo que puedan decir sea realmente lo que sienten, porque puede ser una forma de descargar la ira, que no los deja usar su inteligencia.

Fuente: “Sophia”; “Con los adolescentes ¿quién se anima?; Juan Pablo Berra.
http://psicologia.laguia2000.com/la-adolescencia/escuchar-a-los-adolescentes 
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