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Wednesday, March 18, 2020

Constelaciones Familiares (Integrativas)


En las constelaciones familiares

¿Qué se puede trabajar?
Traumas
Relaciones de pareja
Relación con el dinero
Enfermedad
Por nombrar algunos

¿Qué posibles síntomas pueda presenciar después de una constelación?
Felicidad
Falta de aire
Crisis de sanación
Ganas de orinar
Ganas de beber mucha agua
Mareos
Ganas de llorar
Miedo
Por nombrar algunos

Deja tus consultas abajo:

Referencias
Bert Hellinger

Bibliografía
Ordenes del Amor, Bert Hellinger

Filmografía
La Casa de las Flores
Matrix
Good Witch
The Good Place
Outlander




Saturday, September 6, 2014

Terapia de aversión y homosexualidad (Wikipedia)



Terapia de aversión y homosexualidad

El psicólogo Martin E.P. Seligman realizó un polémico informe del uso de la terapia de aversión para tratar de cambiar la orientación sexual de los varones homosexuales.7 En una serie de experimentos realizados en 1966 el proceso pareció inicialmente funcionar, con un 50% de los hombres sometidos a la terapia que dejaron de poner en práctica sus impulsos homosexuales. Estos resultados llevaron a afirmar a Seligman calificar el estudio como un éxito.7 Aunque el propio Seligman apuntó que las investigaciones posterior demostraron que la mayoría de los hombres que habían sido sometidos a terapia de aversión y habían dejado de practicar relaciones homosexuales en realidad eran bisexual, y que entre los hombres exclusivamente homosexuales la terapia había sido mucho menos efectiva.8

La American Psychiatric Association (Asociación psiquiátrica americana) declaró que la terapia de aversión y otras terapias de conversión usadas para modificar la orientación homosexual usada hasta entonces son prácticas dañinas psicológicamente, no avaladas por estudios científicos contrastados y no eficaces.9 Desde 2006 el uso de la terapia de aversión se considera una violación de los códigos de conducta profesional del la American Psychological Association y la American Psychiatric Association. El uso de la terapia de aversión contra la homosexualidad es ilegal en algunos países. Actualmente en América y Europa el estandar en psicoterapia respecto a los problemas de aceptación de la homosexualidad es la terapia de afirmación.10

Sunday, August 10, 2014

Obsesiones y compulsiones recurrentes (Wikipedia-TOC)


Algunas de las obsesiones y compulsiones que se describen a continuación no suelen divulgarse en la literatura científica oficialmente reconocida. Sin embargo, los psicólogos clínicos en su práctica descubren una serie de obsesiones «no clásicas» que se repiten con relativa frecuencia: 4
  • Obsesiones de contaminación: preocupación por los gérmenes (virus, bacterias, hongos, etc.), suciedad, polución, o sustancias químicas peligrosas; preocupación por las secreciones corporales (orina, heces, saliva, etc.); preocupación por contraer enfermedades de transmisión y venéreas (sida, hepatitis, etc.), desarrollar enfermedades mentales (alzheimer, esquizofrenia, psicosis, etc.), cáncer, infarto repentino, o temor de padecer alguna enfermedad desconocida o no catalogada (hipocondría); miedo a las radiaciones ionizantes o no ionizantes (telefonía móvil, microondas, antenas, radares, centrales nucleares, etc.).18
  • Obsesiones relacionadas con la sexualidad: pensamientos persistentes acerca de la realización de actos sexuales repugnantes o prohibidos, o de comportamientos tabúes, que vive con angustia; obsesión y dudas sobre la orientación sexual, cuando el afectado heterosexual cree que puede ser o convertirse en homosexual, o viceversa, y se obsesiona con el tema;18 compulsiones asociadas: preguntar obscenidades, realizar gestos obscenos, buscar información sobre la homosexualidad, masturbación compulsiva, etc.19 20 21
  • Obsesiones de contenido agresivo: temor a causar algún tipo de daño a otras personas o a uno mismo; miedo a cometer crímenes o aparecer como responsable de errores, fracasos, imprudencias, accidentes o catástrofes; por su mente se cruzan imágenes horribles y violentas.18
  • Obsesiones filosófico-religiosas: necesidad de confesar pecados inexistentes o ínfimos que se supone haber cometido y estar preocupado por la culpa consiguiente; escrúpulos de conciencia: excesivamente preocupado por la posibilidad de cometer algún acto pecaminoso en lo que se refiere a su religión o creencias (como por ejemplo pensar o decir algo blasfemo, proferir obscenidades o insultos, preocupación por si se ha realizado determinado ritual religioso adecuadamente, miedo a ser condenado al infierno, o acumular karma); actos compulsivos como arrepentirse, confesarse o rezar; pensamientos intrusivos e inmorales sobre el sexo o herir a alguien; preguntas existenciales reiterativas del tipo: «¿qué habrá después de la muerte?», «¿existe Dios?», «¿cuál es la finalidad de la existencia?».22 23 24 25 4
  • Obsesión con la inteligencia y las facultades mentales: se someten a continuos y diversas pruebas de inteligencia para verificar su inteligencia; dudan continuamente de la eficacia de sus capacidades mentales, pensamientos de poder ser idiota, temor a perder puntos en el cociente de inteligencia o sufrir menoscabo en sus facultades mentales, etc.4 18
  • Info-obsesivos (acumuladores): obsesión por acumular, acaparar, controlar y ordenar la mayor cantidad de información posible; estar siempre enterado de las últimas tendencias y avances; en todos los campos del conocimiento o en alguno en particular, volviéndose muy compulsivos y ansiosos por su necesidad de control; comprar, almacenar y clasificar de manera compulsiva revistas, periódicos, libros, enciclopedias, estar subscrito a boletines, bibliómanos, coleccionistas, adictos a internet (acumulación de archivos digitales); normalmente no tienen tiempo suficiente ni ningún método para organizar y asimilar la información, por lo que muchas veces tienden a la procrastinación.26 27 28 4
Otros: adictos al trabajo (trabajólico), ludópatas.29 30 31 32 19

Link: http://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_obsesivo-compulsivo

Sunday, April 13, 2014

Genero y Sexualidad (Resumen)


1. El término "sexo" es ambiguo. Según se utiliza normalmente, indica las diferencias físicas y culturales que existen entre hombres y mujeres (el "sexo masculino" y el "sexo femenino"), así como el acto sexual en sí mismo. Es útil distinguir entre sexo, en el sentido fisiológico o biológico del término, y género, que es un constructo cultural (un conjunto de pautas de comportamiento aprendidas).

2. Algunas personas sostienen que las diferencias de comportamiento entre los sexos están genéticamente determinadas, pero no existen pruebas concluyentes.

3. La socialización en el género comienza tan pronto como nace el bebé. Incluso los padres que creen que tratan a sus hijos exactamente igual, tienden a reaccionar de un modo diferente ante los niños y las niñas. Estas diferencias se ven reforzadas por otras muchas influencias culturales.

4. Las dos teorías principales sobre el desarrollo de la identidad de género son las de Sigmund Freud y Nancy Chodorow. Según Freud, la presencia o ausencia del pene, símbolos, respectivamente, de la masculinidad y de la feminidad, son cruciales para la identificación del niño con el padre y de la niña con la madre. Chodorow subraya la importancia de la madre. Tanto las niñas como los niños se identifican primero con la madre, pero éstos se apartan de ella para afirmar su masculinidad, mientras que las niñas permanecen vinculadas a ella durante más tiempo. Chodorow da la vuelta a Freud: la masculinidad, no la feminidad, se define en función de una pérdida, la del vínculo continuo e íntimo con la madre. Esto explica la inexpresividad masculina: dificultad que encuentran los hombres a la hora de expresar sussentimientos.

5. El género no viene dado. Es algo que todos debemos "practicar" en nuestra actividad cotidiana. La experiencia de los transexuales -aquellos que se someten a un tratamiento médico para cambiar sus atributos sexuales físicos- pone de manifiesto hasta qué punto es difícil pasar de un género a otro.

6. En Occidente, el cristianismo ha sido muy importante a la hora de configurar las actitudes sexuales. En las sociedades en las que los códigos sexuales son rígidos es habitual la hipocresía y la existencia de una doble moral. La distancia que separa las normas de la práctica real puedeser enorme, como han demostrado los estudios de comportamiento sexual. Las prácticas sexuales varían mucho de una cultura a otra y dentro de un mismo contexto cultural. En Occidente, las actitudes represivas hacia la sexualidad dejaron paso, en los años sesenta, a puntos de vista más permisivos, cuyos efectos todavía hoy son patentes.

7. La identidad sexual es un asunto complejo. Algunos autores han señalado que hay hasta diez identidades sexuales diferentes, incluyendo a los heterosexuales, homosexuales, bisexuales y transexuales.

8. Parece que la homosexualidad existe en todas las culturas, aunque el concepto de "un/una homosexual" es una idea relativamente reciente. Ha sido en los últimos cien años cuando ha empezado a considerarse que la actividad homosexual es algo que cierto tipo de personas realiza: una categoría de anormalidad y desviación construida por oposición a la categoría del "heterosexual normal".

La prostitución es la prestación de favores sexuales a cambio de un cierto pago. En las sociedades modernas existen diferentes tipos de prostitución, incluyendo la masculina y la infantil. La prostitución permitida legalmente es aceptada por los gobiernos nacionales o regionales en algunos países pero en la mayoría las prostitutas operan al margen de la ley.

Fuente: Manual de Sociología, Giddens

Monday, April 15, 2013

Sueños Sexuales (laguia2000.com)


Interpretar un sueño en la labor analítica consiste en deducir el sentido latente a partir del contenido del sueño manifiesto.

Los sueños se manifiestan en forma simbólica y la interpretación se basa en el significado de esos símbolos; o sea, todos los elementos que aparecen, incluso los detalles, independientemente de su significado general.

Esta interpretación revela el conflicto defensivo y expresan los deseos inconscientes, los miedos, las ansiedades y los posibles traumas del pasado.

Cuando un paciente logra acceder al sentido latente de sus sueños, hace consciente lo inconsciente y dentro de la práctica psicoanalítica puede resolver su conflicto.

El conocimiento del significado de los símbolos es lo que el terapeuta transmite a su paciente; y lo mejor es que sea el mismo paciente el que pueda aplicar esos símbolos a su situación personal al tomar conciencia de su significado.

Los símbolos son arquetipos que existen en el inconsciente colectivo, formados a lo largo de la historia de la humanidad, y sugieren significados comunes para todos; lo que difiere es el significado individual que adquieren según la circunstancia que esté atravesando cada uno.

Por ejemplo, una araña simboliza una madre posesiva y también alguien significativo con esas mismas características.

El mar puede significar el útero materno pero también el nacimiento y la muerte y la iglesia también significa la madre, pero no posesiva sino protectora.

Los símbolos sexuales son muchos, se puede afirmar que soñar con objetos largos con punta que se clavan, para una mujer significa el miembro masculino, como cuchillos, espadas, lanzas, revólveres, escopetas, etc.

Ciertas mujeres muy recatadas en su vida personal suelen soñar que son prostitutas.

Es evidente que este sueño está revelando necesidades sexuales en esos casos, que no están suficientemente canalizadas.

Pero también puede interpretarse como la necesidad de ser libre sexualmente o como sentimiento de culpa o falta de confianza en si misma.

En cambio para un hombre, soñar con prostitutas, que significa tener que pagar para tener una relación sexual, lo que evidencia es baja autoestima y falta de seguridad en si mismo relacionada con su rendimiento sexual.

Soñar el acto sexual con la propia pareja confirma la atracción sexual por ella; pero si es con otra persona, expresa insatisfacción sexual inconsciente con la persona habitual.

Soñar con la práctica del incesto puede indicar distintas cuestiones; como inmadurez, haber vivido ciertas experiencias infantiles de abuso no necesariamente sexuales propiamente dichas, nostalgia por el origen de esa persona, deseos de volver al pasado, de volver a nacer, o la búsqueda personal para afianzar la propia identidad.

Los sueños de infidelidad pueden significar para ambos sexos, el temor a envejecer, a declinar sexualmente, la necesidad de mantenerse jóvenes y activos, de ser atractivos siempre; y también puede interpretarse como temor al compromiso en vísperas de asumirlo.

La infidelidad es una forma de liberación de una relación que resulta poco excitante cuando las hormonas comienzan a decaer y el deseo de establecer una relación con alguien que represente un mayor estímulo.

Soñar con relaciones homosexuales es común y no suele tener gran valor terapéutico, porque el inconsciente es libre, no tiene moral ni prejuicios y puede dar rienda suelta a su erotismo para satisfacer su curiosidad; o bien el paciente puede estar atravesando una etapa de cambios que está comprometiendo su identidad y su futuro.

Por otro lado, también el estrés ayuda a producir esos desequilibrios.

Pero no hay que olvidar que la mayoría de los sueños se relacionan solamente con lo ocurrido durante el día y no necesariamente tienen que tener significado terapéutico.

Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”, Libro III, “Nuevas Lecciones Introductorias al Psicoanálisis”, “Revisión de la teoría de los sueños” y “Diccionario de Psicoanálisis” de Laplanche y Pontalis.

Saturday, December 15, 2012

Lo que nos pasa por dentro

El último libro de Eduardo Punset pretende analizar la realidad humana con optimismo y rigor científico

 En 'Lo que nos pasa por dentro' (Destino), Eduardo Punset analiza la realidad humana a partir de las nueve grandes etapas de la existencia, desde que nacemos hasta que morimos, pasando por el enamoramiento, el trabajo y la enfermedad. Las dudas que atenazan al hombre a lo largo de su vida se reducen al miedo a cambiar y a la resistencia a entender cómo es el otro y cómo funcionamos por dentro. El libro pretende ser una guía optimista reforzada por la rigurosidad de los conocimientos científicos. En él se recogen decenas de consultas atendidas durante los dos últimos años por los profesionales de Apoyo Psicológico Online de la Fundación Eduardo Punset. 'Lo que nos pasa por dentro' está a la venta desde este martes 18 de septiembre. Reproducimos un fragmento del capítulo titulado "Cuando crecemos. La adolescencia y sus crisis".


La diferenciación sexual

Uno de los territorios de la experiencia que más inquietud y quebraderos de cabeza genera en los adolescentes es el que tiene por principio y fin la sexualidad en toda su dimensión. Y no es casual. En estos críticos años asistimos a la tercera gran etapa de diferenciación sexual entre hombres y mujeres que tiene lugar en la vida. De las dos anteriores es imposible que tengamos memoria. La primera ocurrió en la octava semana de nuestra vida fetal. En ese germinal momento de gestación, los diminutos testículos de los futuros bebés varones empiezan a generar grandes cantidades de testosterona que inundan los circuitos cerebrales del feto hasta transformar lo que hasta ese instante había sido un embrión femenino -la forma biológica por defecto que se da en la naturaleza- en otro masculino. Los neurólogos llaman «pubertad infantil» al segundo cruce de caminos sexual que afrontamos en nuestra vida: durante los primeros seis meses, los bebés varones vuelven a segregar mucha cantidad de testosterona, mientras las futuras niñas empiezan a liberar estrógenos, algo que estarán haciendo hasta los dos años. No es desatinada la etiqueta que dan los cientí?cos a esta etapa, pues lo que sucede en ella tiene mucho que ver con la revolución sexual que va a tener lugar entre los nueve y los quince años de vida. Así como aquella lluvia de testosterona fetal había logrado doblar el tamaño de la zona del impulso sexual en el cerebro de los futuros bebés varones, en la pubertad adolescente se produce una serie de descargas hormonales que van a terminar por alejar de?nitivamente a chicos y chicas a través de sus diferentes expresiones sexuales, curiosamente, mientras hacen atractivos a unos a los ojos de las otras, y viceversa.

Las consecuencias las conocemos de sobra. Paulatinamente, los chicos empiezan a notar que les cambia la voz, les sale vello donde antes había una piel diáfana, sus facciones se masculinizan, su musculatura se desarrolla y se lanzan, sin saber cómo ni por qué, a tener fantasías sexuales y pulsiones genitales que hasta ese momento desconocían. Las adolescentes experimentan parejas metamorfosis, aunque en sentido femenino, y nace en ellas un repentino interés por el acicalamiento y la coquetería para aparecer atractivas a ojos de los varones. Con frecuencia, padres y tutores se inquietan al sopesar el influjo que los medios de comunicación y el imaginario cultural juvenil puedan estar ejerciendo para potenciar la emergencia de esta curiosidad sexual. Les recomiendo que se relajen y dejen a la naturaleza actuar, pues este furor no es aprendido, ni está condicionado externamente, sino que acontece de forma natural y de modo parecido en todas las regiones y culturas del planeta. Responde a un impulso interior. Ni ellos se ven atraídos por ellas porque lo vean en las películas, ni a ellas les da por coquetear porque lo recomiende la amiga más espabilada de la pandilla. Si viajamos al reverso neurológico de este fenómeno encontraremos un cúmulo de transformaciones que, en muy poco tiempo y con gran ímpetu, van a hacer morfológicamente diferentes los cerebros masculinos y femeninos. Si ya el día de nuestro nacimiento llegamos al mundo con una estructura neuronal distinta entre bebés varones y hembras, esos matices se van a profundizar en este tiempo de metamorfosis.

En el caso de los chicos, la testosterona es el principal combustible que anima el proceso del cambio. Entre los nueve y los quince años, los testículos de los varones aceleran la generación de esta hormona hasta aumentar en un 250 por ciento su caudal en sangre. Louann Brizendine, neuropsiquiatra de la Universidad de California y experta en la influencia que tienen los factores sexuales en el cerebro humano, describe esta transformación de manera muy gráfica: «Es como si el niño de nueve años tuviera una jarra de cerveza de testosterona, pero a los quince acabara portando tres o cuatro litros», compara. En el caso de las chicas, también la testosterona, pero sobre todo el estrógeno, es lo que causa los cambios.

Al final de ese viaje, el cerebro femenino y el masculino van a contar con fisiologías marcadamente diferentes. En los chicos, el área preóptica medial, que es una zona del hipotálamo relacionada con el impulso sexual, llega a crecer 2,5 veces más que en las chicas. En esta parte del cerebro se encuentra también el área premamilar, llamada área de defensa del cerebro, que contiene circuitos neuronales vinculados con la alerta ante amenazas territoriales, y que está más desarrollada en los machos. La amígdala, que detecta el miedo y actúa como un sistema de alarma contra amenazas y peligros, es también más grande en los varones.

Por el contrario, el cerebro de las chicas cuenta con otras regiones más activas y desarrolladas, y una de ellas es la zona de unión temporoparietal, asociada a la empatía y el procesamiento de las emociones. De igual modo, en ellas hay una mayor presencia de neuronas espejo, necesarias para interpretar la carga empática de las personas con las que tratamos. Según Brizendine, mientras las zonas del cerebro destinadas a la actividad sexual y la agresividad son mayores en los varones, las mujeres disponen de un sistema neuronal mejor preparado para procesar la empatía emocional. Pero hay más diferencias: las actuales técnicas de neuroimagen utilizadas para espiar el cerebro mientras trabaja han permitido constatar que unas y otros hacemos funcionar este maravilloso órgano de forma distinta cuando nos enfrentamos a una tarea. Así, según confirma Simon Baron-Cohen, catedrático de psicopatología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), las mujeres tienden a utilizar ambos hemisferios a la vez y muestran señales de actividad bilateral mientras hablan o escuchan. En cambio, los hombres usan preferentemente un solo hemisferio cuando realizan esas actividades. Precisamente, el izquierdo, que es el hemisferio relacionado con el pensamiento lógico y las matemáticas. No ha de extrañarnos pues, que en las universidades la diferencia entre sexos sea tan grande en función de las distintas disciplinas académicas. El propio Baron-Cohen ha calculado que, de media, en las universidades hay trece chicos por cada chica en las carreras matemáticas, pero esta desproporción es imposible que sea cultural, pues se da de forma parecida en países muy distantes entre sí. Los varones parecen estar mejor preparados para todo lo que tiene que ver con la mecánica y la ingeniería intuitiva y las mujeres con las lenguas. Helena Cronin, experta en darwinismo y evolución humana de la London School of Economics, encuentra diferencias de actitud asociadas a esta variabilidad de vocación intelectual: «A los hombres les gustan las cosas y a las mujeres las personas», describe.

El cerebro tiene sexo y hoy sabemos que gran parte de esa diferenciación sexual se desarrolla en la adolescencia, una época en la que tiene lugar un gran aumento de sinapsis entre las dendritas de las neuronas, al tiempo que desaparecen conexiones establecidas en la infancia que habían dejado de ser utilizadas. Este proceso, aparte de ser diferente entre hembras y varones por sus particulares morfologías, no dura el mismo tiempo en ambos casos: mientras la maduración neuronal de las chicas tiene lugar en poco tiempo, los varones van más lentos y están evolucionando durante bien entrada la juventud, sin llegar a alcanzar su plenitud hasta los 22 o los 25 años. Hablamos de una adolescencia muy larga, en la que suceden muchos más acontecimientos de los que vemos por fuera.

Mi hija está dominada por su novio


Tengo una hija de catorce años en plena revolución hormonal. Por lo general es una niña muy sensata, pero últimamente sale con un chico de diecisiete años que no me gusta: bebe, toma drogas, es mentiroso... Me han comentado que se medica, ya que sufre de trastorno bipolar. Siempre que está con él, ella llega cambiada, como si no fuera dueña de sus actos. Incluso nos amenaza. No sé cómo actuar, veo que estoy perdiendo a mi hija y necesito que me aconsejéis. He hablado con ella sobre el tema de manera tranquila, y entonces sí me da la razón, pero en cuanto lo ve se transforma. ¿Cómo actúo ante esta situación?
(septiembre de 2010)

Responde: Gabriel González
Has dado un paso muy grande al crear un espacio de confianza en el que tu hija pueda acudir cuando te necesite. Es importante esperar, ya que si ves la actitud de tu hija inapropiada, querrás controlarla y estar muy pendiente de ella. Esto provocará mayor desconfianza por su parte, lo que la llevará a seguir mostrando actitudes que no te gustan, y en ti crecerá el deseo de controlarla más. Por otra parte, si te sientes angustiada, pídele consejo a tu hija sobre cómo puedes actuar, teniendo claro que hay cosas que como padres no podéis permitir, pues sólo tiene catorce años. A partir de aquí, has de ofrecerte para que acuda a ti si en algún momento necesita ayuda. Lo importante es que tenga la sensación de que, si se mete en cualquier lío, podrá acercarse a vosotros con confianza, y no para escuchar un reproche, ya que entonces dejará de acudir a vosotros y buscará consuelo en otros.

Prefiero las relaciones con hombres mayores que yo


Tengo veinte años y sólo me gusta salir con hombres que me llevan diez años o más. Hace poco tuve un romance con uno de cuarenta, que fue breve, pues lo terminé al sentir que yo a él no le importaba en realidad. Mi problema es que sólo me gustan los hombres mayores. Me atrae su físico y la manera como hablan y sienten. Sólo con ellos me siento feliz en el sexo y en la vida. Mi madre y mis amigos me critican, ya que aún soy muy joven, pero no lo puedo evitar, aunque soy consciente de que esto no es bueno a la hora de buscar una pareja. ¿Tengo un problema? ¿Cómo puedo tratarlo?
(noviembre de 2011)

Responde: Rosa Català
La elección de un proyecto de vida propio sólo tiene posibilidad de éxito si se hace con libertad y responsabilidad. Para conseguirlo, es necesario hacer un verdadero trabajo de artesanía con uno mismo, analizar nuestro itinerario y razones con serenidad, y no dejarnos llevar por las comparaciones u opiniones ajenas. Intentar ser como los demás es un camino estéril. Ser congruentes exige coraje y algunas veces ir a contracorriente, pero nos permite vivir una vida basada en criterios personales, arraigar en nuestro fondo interno, que al fin y al cabo es el que nos sitúa en la perspectiva justa ante la realidad. Las creencias y normas con las que vivimos pueden ser potenciadoras o limitantes. Para un funcionamiento óptimo de las relaciones amorosas es básico tener construida una buena autoestima. Ser generosos con nosotros mismos nos predispone a amar y ser amados. Si eliges como pareja a personas con más edad, piensa que es porque te compensa, y esto en principio no representa ningún conflicto. Al contrario, está más cerca de una existencia con un sentido claro en objetivos.

Mi madre no acepta la orientación sexual de mi hermana


Tengo una hermana que sabe que es homosexual desde los quince años. Yo he vivido junto a ella todas sus dudas. Ahora, a los dieciocho, ha comenzado una relación estable con una chica y se lo ha contado a nuestros padres. Como ambas esperábamos, no se lo han tomado bien. Hemos pasado una temporada muy mala, de broncas constantes. Ahora, siete meses después, mi padre parece llevarlo con algo más de naturalidad, pero mi madre sigue sin aceptarlo. Asegura que no es feliz por culpa de mi hermana, que tener una hija lesbiana es una de las peores desgracias que le podían ocurrir, y que nunca podrá aceptarlo. Yo ya no sé qué hacer. Suponía que mis padres necesitarían un periodo de adaptación para asumirlo, porque la suya es otra generación y ambos vienen de familias bastante tradicionales. Pero la situación empieza a ser insostenible: mi madre se niega a hablar del tema y mi hermana tiene cada vez más ganas de irse de casa.
(octubre de 2011)

Responde: Gabriel González
Comunicar una orientación homosexual no resulta fácil, y menos a unos padres que, en principio, no van a entender dicho proceso siendo tan tradicionales como dices. Sin embargo, todo es cuestión de adaptación, y poco a poco irán aceptándolo. Ese proceso requiere su tiempo y unas estrategias que posibiliten dichos pasos. El modelo de Kübler-Ross sobre el duelo permite conocer las etapas por las que se pasa para llegar a la aceptación de una muerte. Esto mismo podemos aplicar a la aceptación de una noticia así. Lo que podemos hacer es entender que van a sucederse dichas fases y que podemos agilizarlas. Un primer paso para conseguirlo es ofrecer información sobre la orientación sexual. A continuación, actuar con total naturalidad. Se trata de mostrar que ésa es la orientación sexual y no el conjunto de características de tu hermana. Tiene otras capacidades que la hacen especial y única. Eso es lo que debéis hacer entender a tu madre. Dentro de esas características personales, tu hermana ha aprendido unos valores y unos comportamientos que provienen de lo que os han enseñado vuestros padres. Se trata de no ponerse a la defensiva y asumir que todo lo que sois proviene de vuestros progenitores, gracias a los cuales sois unas personas luchadoras, responsables y capaces.

¿Es mi amiga o me gusta?


Acabo de cumplir veinte años y nunca he tenido novio, pero siempre he sabido que soy heterosexual. Al menos lo sabía hasta hace poco. Hace unos meses empecé a estudiar en un colegio sólo de chicas e hice una buena amistad con una compañera. El problema es que empecé a obsesionarme con ella. Me molestaba que hablara con el resto de chicas y quería que me prestara más atención a mí. No podía quitármela de la cabeza. Incluso perdí el apetito. Era como si estuviera enamorada de ella, pero en ningún momento pensé eso, sólo quería tener una amiga en una clase en la que no conocía a nadie. Al tiempo, nuestra relación se afianzó, nos hicimos más amigas y ella me confesó que era lesbiana, y que tenía novia. Ahora estoy más relajada, porque siento que me quiere mucho como amiga y ya no temo perderla. Pero a veces creo que me gusta realmente, que podría tener una relación amorosa con ella, y que si no tuviera novia lo intentaría. ¿Soy lesbiana entonces? No me atrae ninguna otra chica, me gustan los hombres. ¿Será que sólo pienso esas cosas porque ella es lesbiana?
(agosto de 2011)

Responde: Noelia Sancho
Por lo que cuentas, parece que sentiste emociones hacia tu amiga que no sabías identificar, y que pueden deberse más a tu necesidad de caer bien que al enamoramiento. Piensa que enamorarse implica una ilusión por alguien que se parece a la que se tiene por un proyecto muy deseado, pues desencadena emociones y mecanismos quí- micos parecidos. Es un estado en el que sólo piensas en tu objetivo, te obsesionas y dejas otras cosas de lado. Se desencadenan también procesos químicos y fisiológicos, ya que el amor es un estado físico en el que baja la serotonina, y suben la feniltilamina, la dopamina y la endorfina, lo que nos lleva a realizar acciones inusuales. Dices que sientes que en realidad te atraen los hombres, por lo que tu orientación parece clara. No obstante, muéstrate abierta a que esas sensaciones de atracción evolucionen y cambien, no por este episodio, sino para que evites prejuzgarte. Disfruta de tu relación actual de amistad y deja fluir tu orientación y gustos sexuales, para poder disfrutar más de ellos en vez de preocuparte.

Fuente:  http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/3747/Lo_que_nos_pasa_por_dentro

Thursday, May 5, 2011

Saló, o los 120 días de Sodoma

TÍTULO ORIGINAL Salò o le 120 giornate di Sodoma
AÑO
1975
DURACIÓN
117 min.
PAÍS

DIRECTOR Pier Paolo Pasolini
GUIÓN Pier Paolo Pasolini (Novela: Marqués de Sade)
MÚSICA Ennio Morricone
FOTOGRAFÍA Tonino Delli Colli
REPARTO Paolo Bonacelli, Giorgio Cataldi, Umberto Paolo Quintavalle, Aldo Valletti, Caterina Boratto, Elsa De Giorgi, Sonia Saviange
PRODUCTORA Coproducción Italia-Francia
GÉNERO Drama | Años 40. Erótico. Esclavitud. Homosexualidad. Película de culto
SINOPSIS En una mansión, cuatro señores se reunen con cuatro ex-prostitutas y con un grupo de muchachos y muchachas, partisanos o hijos de partisanos, que han tomado prisioneros. En la casa impera el reglamento de los señores, al cual nadie puede escapar. Esta ley faculta a los señores para disponer de la vida de sus prisioneros en cualquier momento y de cualquier modo, y las transgresiones se castigan con la muerte. (FILMAFFINITY)
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