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Sunday, October 20, 2013

¿Qué diferencia hace una hora más de sueño? (BBC)


El británico promedio duerme seis horas y media cada noche, de acuerdo con el Sleep Council de Reino Unido, una organización dedicada a mejorar la experiencia de sueño con financiamiento de la industria de fabricantes de camas. El periodista científico de la BBC Michael Mosley participó en un experimento inusual para averiguar si esto es suficiente.

Hace tiempo se sabe que el número de horas de sueño de que disfrutan las personas declina con la edad.
Esto sucede por varias razones, entre ellas que vivimos en una cultura que propicia la creencia de que dormir es un lujo, algo que fácilmente puede recortarse si hace falta. Después de todo, para eso es la cafeína: para despertarte de un sacudón. Pero mientras el promedio de sueño que obtenemos ha caído, las tasas de obesidad y diabetes se han disparado. ¿Es posible que haya una conexión entre estos hechos?

Queríamos averiguar qué efecto tendría incrementar sólo 60 minutos el promedio de horas de sueño. Así que le pedimos a siete voluntarios, quienes normalmente duermen entre 6 y 9 horas, que se prestaran para un estudio en el Centro de Investigación de Sueño de la Universidad de Surrey, en el Reino Unido.

Los voluntarios fueron distribuidos aleatoriamente en dos grupos. A uno se le pidió dormir seis horas y media; al otro, siete horas y media. Una semana después, los investigadores tomaron muestras de sangre e intercambiaron los grupos: se le otorgó una hora más de sueño a los que durmieron menos y viceversa.

Mientras esperábamos ver qué efecto tendría esto, fui al hospital John Radcliffe de la ciudad de Oxford para aprender qué pasa realmente cuando dormimos.

En el Centro de Sueño me conectaron a un electroencefalograma portátil, un aparato que mide la actividad cerebral. Entonces, sintiéndome ligeramente ridículo, fui a casa y dormí mis siete horas y media.

Trabajo de archivo

Al día siguiente fui a la oficina de la doctora Katharina Wulff para discutir que había pasado dentro de mi cabeza aquella noche.

El periodista Michael Mosley en el experimento de sueño
Mosley cayó profundo; pero eso no significa que descansó.

Lo primero que notó es que había caído rápidamente en un estado de sueño profundo. Puede parecer que descansé mucho, pero durante el sueño profundo nuestros cerebros en realidad trabajan muy duro.

Una de las principales cosas que hace el cerebro es pasar recuerdos del archivo temporal al archivo de largo plazo, de manera que tengamos más espacio para recuerdos de corto plazo al día siguiente. Si no duermes en forma adecuada, estos recuerdos se pierden.

Usted podría pensar: "Voy a dormir menos entre semana y recupero el sueño el fin de semana". Desafortunadamente, no funciona así, porque los recuerdos deben ser consolidados en un plazo de 24 horas.

En virtud de esto, es importante que si usted está estudiando o va a rendir un examen, se asegure de que duerma en forma razonable. En un estudio, quienes no lo hicieron tuvieron resultados inferiores al de sus contemporáneos en un 40%.

El sueño profundo sólo dura unas horas. Los resultados de mi electrodo mostraron que durante la noche mi cerebro pasó por múltiples fases de otro tipo de actividad, llamada sueño MOR, o de Movimientos Oculares Rápidos (REM, por sus siglas en inglés).
"El mensaje claro de este experimento es que si usted está durmiendo menos de siete horas cada noche y puede alterar sus hábitos de sueño, así sea sólo un poco, podría repercutir positivamente en su salud. Duerma hasta tarde, le hará bien"
"Esta es la fase en que generalmente estás paralizado, no te puedes mover", me explicó Wulff. Pero los músculos de los ojos no están paralizados; de ahí que se le llame sueño MOR.

Durante el sueño MOR suceden cosas extraordinarias. Uno de los químicos relacionados con el estrés, la noradrenalida, se apaga. Es el único momento, en el día o en la noche, en que esto pasa. Nos permite permanecer calmados mientras el cerebro reprocesa las experiencias del día y nos ayuda a manejar eventos emocionales particularmente difíciles.

Obtenemos más sueño MOR en la última mitad de la noche. Lo que significa que si a uno lo despiertan de manera inesperada, puede que el cerebro no haya manejado todas las emociones, lo cual puede dejar una estela de estrés y ansiedad. Tomar alcohol tarde en la noche no es una buena idea porque reduce el sueño MOR mientras el cuerpo lo procesa.

Cientos de genes afectados

De regreso en la Universidad de Surrey, nuestros voluntarios habían completado la segunda semana del experimento. Queríamos conocer el efecto de cambiar de un patrón de seis horas y media de sueño a uno de siete horas y media, y al revés.

Perro dormido sobre las piernas de un hombre
Pequeños cambios en el patrón de sueño pueden producir una enorme diferencia.

Las pruebas de computadora revelaron que la mayoría encontraron difíciles las tareas que requerían agilidad mental si habían dormido menos, pero los resultados más destacados salieron de los exámenes de sangre.

El doctor Simon Archer y su equipo en la Universidad de Surrey estaban particularmente interesados en identificar qué genes se "apagaban" o "prendían" en nuestros voluntarios como resultado de cambios en su patrón de sueño.

"Encontramos que unos 500 genes estaban afectados", explica Archer. "Algunos iban hacia arriba y otros hacia abajo".

Lo que descubrieron fue que cuando los voluntarios dormían una hora menos, los genes asociados con procesos como inflamación, respuesta inmune y respuesta al estrés se volvían menos activos. El equipo también notó un incremento en la actividad de los genes asociados con la diabetes y el riesgo de cáncer. Lo contrario ocurría cuando se añadía una hora de sueño.

Así que el mensaje claro de este experimento es que si usted está durmiendo menos de siete horas cada noche y puede alterar sus hábitos de sueño, así sea sólo un poco, esto podría repercutir positivamente en su salud. "Duerma hasta tarde, le hará bien", es la clase de mensaje en materia de salud que no se producen muy frecuentemente.

Wednesday, October 31, 2012

Sleep Problems in Teens


Most teens don't get enough sleep, usually because their schedules are overloaded or they spend too much time texting or chatting on the computer with friends until the wee hours of the morning. Other teens try to go to sleep early, but sleep problems prevent them from doing so.

Over time, nights of missed sleep (whether they're caused by a sleep disorder or simply not scheduling enough time for the necessary ZZZs) can build into a sleep deficit. Teens with a sleep deficit are unable to concentrate, study, and work effectively. They can also experience emotional problems, like depression.

What Happens During Sleep?

As we sleep, our brains pass through five stages of sleep. Together, stages 1, 2, 3, 4, and REM (rapid eye movement) sleep make up a sleep cycle. One complete sleep cycle lasts about 90 to 100 minutes. So during an average night's sleep, a person will experience about four or five cycles of sleep.

Stages 1 and 2 are periods of light sleep from which a person can easily be awakened. During these stages, eye movements slow down and eventually stop, heart and breathing rates slow down, and body temperature decreases. Stages 3 and 4 are deep sleep stages. It's more difficult to awaken someone during these stages, and when awakened, a person will often feel groggy and disoriented for a few minutes. Stages 3 and 4 are the most refreshing of the sleep stages — it is this type of sleep that we crave when we are very tired.

The final stage of the sleep cycle is known as REM sleep because of the rapid eye movements that occur during this stage. During REM sleep, other physical changes take place — breathing becomes rapid, the heart beats faster, and the limb muscles don't move. This is the stage of sleep when a person has the most vivid dreams.

What Prevents an Early Bedtime?

Research shows that teens need 8½ to 9½ hours of sleep a night. So, a teen who wakes up for school at 6 a.m. would have to go to bed at 9 p.m. to reach the 9-hour mark. Studies have found that many teens have trouble falling asleep that early, though. It's not because they don't want to sleep. It's because their brains naturally work on later schedules and aren't ready for bed.

During adolescence, the body's circadian rhythm (an internal biological clock) is reset, telling a teen to fall asleep later at night and wake up later in the morning. This change in the circadian rhythm seems to be due to the fact that the brain hormone melatonin is produced later at night in teens than it is for kids and adults, making it harder for teens to fall asleep.

Sometimes this delay in the sleep-wake cycle is so severe that it affects a person's daily functioning. In those cases it's called delayed sleep phase syndrome.

Changes in the body clock aren't the only reason teens lose sleep, though. Read on to learn about some of the biggest causes of sleep deprivation.

Insomnia

Lots of us have insomnia (trouble falling or staying asleep). The most common cause of insomnia is stress. But all sorts of things can lead to insomnia, including physical discomfort (the stuffy nose of a cold or the pain of a headache, for example), emotional troubles (like family problems or relationship difficulties), and even an uncomfortable sleeping environment (a room that's too hot, cold, or noisy).

It's common for teenagers to have insomnia from time to time. But if insomnia lasts for a month or longer with no relief, doctors consider it chronic. Chronic insomnia can be caused by a number of different problems, including medical conditions, mental-health problems, medication side effects, or substance abuse. Teens with chronic insomnia can often get help for their condition from a doctor, therapist, or other counselor.

For some, insomnia can be made worse by worrying about the insomnia itself. A brief period of insomnia can build into something longer lasting when someone becomes anxious about not sleeping or worried about feeling tired the next day. Doctors call this psychophysiologic insomnia.

Periodic Limb Movement Disorder and Restless Legs Syndrome

Teens with these conditions find their sleep is disrupted by leg (or, less frequently, arm) movements, leaving them tired or irritable from lack of sleep.

In the case of periodic limb movement disorder (PLMD), these movements are involuntary twitches or jerks: They're called involuntary because the person isn't consciously controlling them and is often unaware of the movement.

Teens with restless legs syndrome (RLS) actually feel physical sensations in their limbs, such as tingling, itching, cramping, or burning. The only way they can relieve these feelings is by moving their legs or arms to get rid of the discomfort.

Doctors can treat PLMD and RLS with medications. For some teens, treating an iron deficiency can make the conditions go away.

Obstructive Sleep Apnea

This sleep disorder causes a person to stop breathing temporarily during sleep. One common cause of obstructive sleep apnea is enlarged tonsils or adenoids (tissues located in the passage that connects the nose and throat). Being overweight or obese also can lead someone to develop obstructive sleep apnea.

Teens with obstructive sleep apnea might snore, have difficulty breathing, and even sweat heavily during sleep. Because it disrupts sleep, someone with sleep apnea may feel extremely sleepy or irritable during the day.

Treatment is available for teens with sleep apnea. Those who show signs of the condition, such as loud snoring or excessive daytime sleepiness, should be evaluated by a doctor.

Reflux

Gastroesophageal reflux disease (GERD) is another common culprit of sleep loss. With GERD, stomach acids move backward up into the esophagus, producing the uncomfortable, burning sensation known as heartburn.

GERD symptoms can be worse when a person is lying down. Even if someone doesn't notice the feelings of heartburn during sleep, the discomfort it causes can still interfere with the sleep cycle. Some people find they are better able to sleep by lying in an elevated position or by taking medications.

If your teen suffers from GERD, it could be interfering with his or her sleep. Talk to a doctor about treatment options or lifestyle changes, such as changes in diet.

Nightmares

Most teens have nightmares on occasion. But frequent nightmares can disrupt sleep patterns by waking someone during the night.

Some things can trigger more frequent nightmares, including certain medications, drugs, or alcohol. Ironically, sleep deprivation also can be a cause. The most common triggers for more frequent nightmares are emotional, such as stress or anxiety.

If nightmares are interfering with your teen's sleep, consider consulting a doctor, therapist, or other counselor.

Narcolepsy

Teens with narcolepsy are often very sleepy during the day and have sleep "attacks" that may make them suddenly fall asleep, lose muscle control, or see vivid dreamlike images while dozing off or waking up. Nighttime sleep may be disrupted, with frequent awakenings throughout the night.

Narcolepsy can be disturbing because teens fall asleep without warning, making it hazardous to do things like ride a bike or drive. A teens's schooling, work, or social life can be affected by the unusual sleep patterns.

Narcolepsy is not commonly diagnosed in teens, although many cases go unrecognized. People usually begin to have symptoms between the ages of 10 and 25, but might not be properly diagnosed until 10-15 years later. Doctors usually treat narcolepsy with medications and lifestyle changes.

Sleepwalking

It's rare for teens to walk in their sleep; most sleepwalkers are children. Sleepwalking may run in families. It tends to happen most often when a person is sick, has a fever, is not getting enough sleep, or is feeling stress.

Because most sleepwalkers don't sleepwalk often, it's not usually a serious problem. Sleepwalkers tend to go back to bed on their own and don't usually remember sleepwalking. (Sleepwalking often happens during the deeper sleep that takes place during stages 3 and 4 of the sleep cycle.)

Sometimes, though, a sleepwalker will need help moving around obstacles and getting back to bed. It's also true that waking sleepwalkers can startle them (but it isn't harmful), so try to guide a sleepwalker back to bed gently.

How to Help

If your teen seems to be getting enough rest at night but is still feeling tired during the day, it's a good idea to visit the doctor. Excessive tiredness can be caused by all sorts of health problems, not just difficulties with sleep.

If a sleep problem is suspected, the doctor will evaluate your teen's overall health and sleep habits. In addition to doing a physical examination, the doctor will take a medical history by asking about any concerns and symptoms your teen has, and about his or her past health, your family's health, and any medications your teen is taking. The doctor may also do tests to find out whether any conditions — such as obstructive sleep apnea — might be interfering with sleep.

Different sleep problems are treated differently. Some can be treated with medications, whereas others can be helped by special techniques such as light therapy (where someone sits in front of a lightbox for a certain amount of time each day) or other practices that can help reset a person's body clock.

When teens have sleep problems, doctors often encourage them to make lifestyle changes — like turning off the cell phone or computer before bed, cutting down on caffeine, or avoiding violent video games or movies at night — to promote good sleeping habits.

Reviewed by: Mary L. Gavin, MD
Date reviewed: May 2011

Monday, September 3, 2012

CAPITULO 64: Trastornos del sueño

Los trastornos del sueño son alteraciones en la conciliación del sueño o durante el mismo, o bien alteraciones relativas a la duración del sueño, o a comportamientos anormales asociados al sueño, como el terror nocturno y el sonambulismo. 


El sueño es algo necesario para sobrevivir y gozar de buena salud, pero todavía no se sabe por qué se necesita el sueño ni exactamente cómo nos beneficia. Las necesidades individuales de sueño varían ampliamente y en los adultos sanos van desde tan sólo 4 horas diarias de sueño hasta incluso 9 horas. En general, las personas duermen de noche aunque muchas lo hacen durante el día debido a sus horarios de trabajo, situación que a menudo ocasiona trastornos del sueño. Muchos de los trastornos del sueño son frecuentes.

Muchos factores, como la excitación o el estrés emocional, pueden determinar las horas de sueño de una persona y cómo se siente al despertar. Los medicamentos también pueden desempeñar un papel, algunos producen somnolencia mientras que otros dificultan el sueño. Incluso ciertos alimentos o aditivos como la cafeína, las especias fuertes y el glutamato monosódico pueden afectar al sueño.

El patrón del sueño no es uniforme sino que tiene varias fases diferenciadas. Durante un sueño nocturno normal hay 5 o 6 ciclos de sueño El sueño empieza por la fase 1 (el grado más superficial, en que la persona se despierta fácilmente) y avanza hasta la fase 4 (el grado de profundidad mayor, en que la persona se despierta con dificultad). En la fase 4, el tono muscular, la presión arterial y la frecuencia cardíaca y respiratoria están disminuidos al máximo. Además de estas 4 fases existe un tipo de sueño acompañado de movimientos oculares rápidos (REM) y de actividad cerebral. La actividad eléctrica en el cerebro es inusualmente alta durante el sueño REM, algo semejante a un estado de vigilia. En un electroencefalograma (EEG) puede registrarse la movilidad ocular y los cambios en las ondas cerebrales que se producen durante el sueño REM. 

En el sueño REM, tanto la frecuencia como la profundidad de las respiraciones están aumentadas, pero el tono muscular está deprimido, incluso en mayor medida que en las fases de máxima profundidad del sueño no-REM. La mayoría de los sueños ocurre durante el sueño REM y en la fase 3 del sueño, mientras que el hablar dormido, los terrores nocturnos y el sonambulismo suelen ocurrir sobre todo durante las fases 3 y 4. Durante un sueño nocturno normal el sueño REM sigue inmediatamente después de cada uno de los 5 o 6 ciclos de la fase 4 del sueño no-REM, pero en realidad el sueño REM puede ocurrir en cualquier fase.

Fases del ciclo del sueño
El sueño atraviesa normalmente fases diferenciadas unas 5 o 6 veces durante la noche.
El tiempo del sueño profundo es relativamente corto (fases 3 y 4). A medida que la noche transcurre se pasa más tiempo en el sueño con movimientos oculares rápidos (REM), pero esta fase es interrumpida por breves regresos al sueño ligero (fase 1). Durante la noche se producen breves despertares.


Insomnio

El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, o una alteración en el patrón del sueño que, al despertarse, lleva a la percepción de que el sueño ha sido insuficiente.

El insomnio no es una enfermedad sino un síntoma. Puede ser consecuencia de diversos trastornos emocionales y físicos y del uso de medicamentos. La dificultad para conciliar el sueño es frecuente entre jóvenes y ancianos y a menudo se manifiesta en el curso de alteraciones emocionales como ansiedad, nerviosismo, depresión o temor. Incluso hay personas que tienen dificultades para conciliar el sueño simplemente porque no experimentan cansancio, ni físico ni mental.

Las personas tienden a dormir menos a medida que envejecen y también se producen cambios en las fases del sueño. El sueño de la fase 4 disminuye y con el tiempo desaparece, en tanto que la persona se despierta con más frecuencia durante las demás fases. Aunque normales, estos cambios en el patrón del sueño hacen que la gente mayor piense que no está durmiendo lo suficiente. Sin embargo, no existen pruebas de que las personas sanas de edad avanzada necesiten dormir tanto como los jóvenes ni que requieran medicamentos para dormir con el fin de evitar estos cambios normales asociados con la edad. 


El patrón del insomnio de primera hora de la mañana es más frecuente en las personas de edad avanzada. Algunas personas concilian el sueño normalmente, pero se despiertan varias horas antes de la hora habitual, no pueden volver a dormirse con facilidad y, a veces, tienen un sueño inquieto y poco reparador. A cualquier edad, el hecho de despertarse muy temprano puede ser un síntoma de depresión.

Las personas con una alteración en su patrón de sueño pueden experimentar inversiones en el ritmo del sueño, es decir, concilian el sueño a horas inadecuadas y no pueden dormir cuando deberían hacerlo. Las inversiones en el ritmo del sueño reflejan generalmente un desfase horario por un viaje en avión (especialmente de este a oeste), turnos de trabajo nocturnos irregulares, cambios frecuentes de horarios o el abuso de bebidas alcohólicas. A veces se debe al efecto secundario de un fármaco. El patrón de sueño puede verse alterado por lesiones al reloj interno del cerebro (causadas por una encefalitis, un ictus, o una enfermedad de Alzheimer, por ejemplo).

Diagnóstico

Con el fin de diagnosticar el insomnio, el médico valorará el patrón de sueño de la persona, el uso que ésta haga de medicamentos, alcohol y drogas ilegales, el grado del estrés psicológico, la historia clínica y su nivel de actividad física. Algunas personas necesitan menos sueño que otras y por ello el diagnóstico de insomnio se basará en las necesidades individuales. Los médicos pueden clasificar el insomnio como primario, una alteración del sueño de larga duración que aparentemente no está asociada a factores de estrés ni a vivencias, o como secundario, una alteración causada por dolor, ansiedad, fármacos, depresión o un estrés desmesurado.

Tratamiento

El tratamiento del insomnio se basa en su causa y en el grado de gravedad. Las personas de edad experimentan cambios asociados con el sueño que habitualmente no requieren tratamiento porque se trata de cambios normales. Dado que probablemente el número total de horas de sueño disminuye con la edad, puede ser útil para las personas mayores irse a dormir más tarde o levantarse más temprano. Las personas con insomnio pueden mejorar su estado si permanecen tranquilas y relajadas durante la hora antes de acostarse, procurando crear en sus habitaciones una atmósfera que invite al sueño. Para ello se requiere luz tenue, el mínimo de ruido posible y una temperatura agradable en la habitación.

Si la causa del insomnio se debe al estrés emocional, resultará más útil un tratamiento para aliviar el estrés en lugar de tomar medicamentos para dormir. Cuando el insomnio se manifiesta con depresión se debe acudir al médico, quien hará una valoración global y prescribirá un tratamiento. Ciertos antidepresivos suelen inducir el sueño debido a sus propiedades sedantes.

El uso intermitente de medicamentos para dormir (sedantes e hipnóticos) puede ser útil en caso de que los trastornos del sueño interfieran con las actividades personales y con la sensación de bienestar. 

Hipersomnia

La hipersomnia es un aumento en las horas absolutas de sueño, aproximadamente en un 25 por ciento más del patrón normal de sueño de una persona.

Aunque es menos frecuente que el insomnio, la hipersomnia es un síntoma que a menudo indica la posibilidad de una enfermedad grave. Las personas sanas pueden experimentar una hipersomnia temporal durante algunas noches o días como consecuencia de un período de privación de sueño continuado o debido a un esfuerzo físico inusual. Si la hipersomnia se prolonga más allá de unos días, puede ser síntoma de un trastorno psicológico (ansiedad o depresión grave), o del abuso de hipnóticos, falta de oxígeno y acumulación de anhídrido carbónico en el cuerpo como consecuencia de la apnea durante el sueño, o bien debido a trastornos cerebrales. La hipersomnia crónica que se presenta en una edad temprana puede ser un síntoma de narcolepsia.

Cuando la hipersomnia es de desarrollo reciente y repentino, el médico se informará acerca del estado de ánimo de la persona, acontecimientos actuales y cualquier medicamento que pueda estar tomando. Puesto que la causa podría tratarse de una enfermedad, el médico examinará el corazón, los pulmones y el hígado. Las pruebas de laboratorio pueden confirmar la enfermedad. La hipersomnia reciente que no tiene una explicación fácil como la existencia de una enfermedad o el abuso de fármacos, puede estar causada por un trastorno psiquiátrico (como depresión) o un problema neurológico (como encefalitis, meningitis o un tumor en la cabeza). Una exploración neurológica puede indicar depresión, deterioro de la memoria o síntomas neurológicos anormales. En la persona con síntomas de algún problema neurológico, se realizan pruebas de imágenes como una tomografía computadorizada (TC) o una resonancia magnética (RM) y la persona se remite al neurólogo.

Narcolepsia

La narcolepsia es una alteración poco frecuente del sueño, que se caracteriza por crisis recidivantes de sueño durante las horas normales de vigilia y también de cataplejía, parálisis del sueño y alucinaciones.

Se desconoce la causa, pero el trastorno suele presentarse en personas con antecedentes familiares, lo que sugiere una predisposición genética. Aunque la narcolepsia no tenga consecuencias graves para la salud, puede producir un sentimiento de temor y aumentar el riesgo de accidentes.

Síntomas

Los síntomas suelen iniciarse en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta, sin que exista enfermedad previa, y persisten durante toda la vida Una persona con narcolepsia puede tener una crisis de sueño en cualquier momento y el deseo de dormir sólo podrá resistirlo temporalmente. La persona despierta del sueño narcoléptico con igual facilidad que del sueño normal. Pueden producirse una o varias crisis al día y es habitual que cada una de ellas se prolongue durante una hora o menos. Es más probable que las crisis se presenten en situaciones monótonas como las reuniones aburridas o la conducción prolongada por autopistas. La persona puede sentirse bien al despertarse y, sin embargo, puede volver a dormirse a los pocos minutos.

La persona afectada de narcolepsia puede manifestar una parálisis momentánea sin pérdida de la consciencia (un trastorno denominado cataplejía) en respuesta a reacciones emocionales bruscas, como sentimientos de enfado, temor, alegría, gozo, o sorpresa. Dicha persona puede experimentar una debilidad en las extremidades, puede soltar lo que esté sosteniendo en las manos o puede caerse. También pueden producirse episodios esporádicos de parálisis del sueño en los que, al quedarse dormida, o inmediatamente después de despertarse, la persona quiere moverse pero es incapaz de hacerlo. Estos episodios suelen asociarse a un gran sentimiento de terror. Pueden producirse alucinaciones vívidas en que la persona tiene ilusiones visuales o auditivas, al inicio del sueño o, con menor frecuencia, al despertar. Las alucinaciones son semejantes a las de los sueños normales, pero más intensas. Sólo un 10 por ciento de los afectados de narcolepsia manifiesta todos estos síntomas; la mayoría experimenta tan sólo algunos.

Diagnóstico

Aunque el diagnóstico por lo general está basado en los síntomas, no significa necesariamente que síntomas similares indiquen un trastorno narcoléptico. Los fenómenos de cataplejía, parálisis del sueño y alucinaciones se presentan con frecuencia en niños pequeños y a veces en adultos sanos que no manifiestan otros trastornos del sueño Si existen dudas acerca del diagnóstico por parte del médico, la persona podrá ser remitida a un laboratorio de estudio del sueño. El registro de la actividad eléctrica del cerebro mediante un electroencefalograma (EEG) puede mostrar los patrones del sueño REM que se producen cuando la persona concilia el sueño, lo cual es típico de la narcolepsia. No se han observado cambios estructurales en el cerebro ni se han detectado anomalías en los análisis de sangre.

Tratamiento

Para el alivio de la narcolepsia pueden ser útiles los fármacos estimulantes como efedrina, anfetaminas, dextroanfetamina y metilfenidato, pudiendo ser necesario un ajuste de la dosis para prevenir los efectos secundarios como sacudidas, hiperactividad o pérdida de peso. De ahí que los médicos controlen cuidadosamente a los pacientes cuando se inicia el tratamiento farmacológico. La imipramina, un antidepresivo, es el fármaco de elección en el tratamiento de la cataplejía.

Apnea durante el sueño

La apnea durante el sueño es un grupo de trastornos graves en los que la respiración se detiene repetidamente durante el sueño (apnea) un tiempo lo bastante prolongado como para provocar una desoxigena-ción sanguínea y cerebral y aumentar la cantidad de anhídrido carbónico.

La apnea durante el sueño suele ser obstructiva o central. La apnea obstructiva se debe a una obstrucción en la garganta o en las vías respiratorias superiores. La apnea central es consecuencia de una disfunción en la parte del cerebro que controla la respiración. En la apnea obstructiva durante el sueño a veces se presentan una combinación de concentraciones bajas de oxígeno en sangre y altas de anhídrido carbónico de forma prolongada que reducen la sensibilidad del cerebro a tales anomalías, añadiendo un elemento de apnea central al trastorno obstructivo.

Apnea del sueño
Individuo típico con apnea del sueño: obeso, cuello corto y fumador.

En general, la apnea obstructiva durante el sueño se presenta en varones obesos que, en su mayoría, suelen intentar dormir de espaldas. Este trastorno es mucho menos frecuente en mujeres. La obesidad, probablemente como consecuencia del envejecimiento de los tejidos corporales y de otros factores, produce un estrechamiento de las vías aéreas superiores. El riesgo de desarrollar la apnea obstructiva durante el sueño se incrementa debido al tabaquismo, al abuso de bebidas alcohólicas y por enfermedades pulmonares como el enfisema. Puede existir una predisposición hereditaria a la apnea del sueño (estrechamiento de la garganta y de las vías aéreas superiores), afectando en este caso a varios miembros de una misma familia.

Síntomas

Dado que los síntomas aparecen durante el sueño, la descripción debe hacerla alguien que observe al individuo dormido. Los ronquidos son el síntoma más frecuente y están asociados con jadeos, ahogo, pausas en la respiración y despertares bruscos. En los casos graves las personas afectadas tienen repetidas crisis de ahogo obstructivo asociadas al sueño, tanto de noche como de día, y con el tiempo interfieren con el trabajo diurno y aumentan el riesgo de complicaciones. La apnea del sueño grave y prolongada puede producir cefaleas, hipersomnia diurna, actividad mental disminuida y finalmente insuficiencia cardíaca y pulmonar. En esta última fase, los pulmones no son capaces de oxigenar la sangre adecuadamente ni de eliminar el anhídrido carbónico.

Diagnóstico

La apnea del sueño se diagnostica a menudo en sus fases iniciales, basándose en la información aportada por la pareja con quien duerme el afectado; ésta puede describir ronquidos intensos o jadeos y los despertares con grandes sobresaltos, todo ello con ahogo o empeoramiento del cansancio diurno. La confirmación del diagnóstico y la valoración de la gravedad del caso se realiza mejor en un laboratorio de estudio del sueño. Las pruebas realizadas servirán al médico para diferenciar la apnea obstructiva del sueño de la central.
Tratamiento

Para los afectados de apnea obstructiva durante el sueño los primeros pasos son: dejar de fumar, evitar el abuso de bebidas alcohólicas y perder peso. El tratamiento con tranquilizantes, fármacos para dormir u otros sedantes no son recomendables para las personas con ronquidos intensos ni tampoco para las que sufren ahogo durante el sueño. Las personas con apnea central suelen beneficiarse del uso de un instrumento que les ayuda a respirar mientras duermen. También es importante el cambio postural durante el sueño y se recomienda a las personas que roncan que duerman de lado o boca abajo.

Si no fuera posible controlar la apnea del sueño con estos sencillos procedimientos, puede aplicarse una presión positiva continua a las vías aéreas mediante un dispositivo similar a una mascarilla de oxígeno que suministra una mezcla de oxígeno y aire a través de la nariz. El dispositivo en cuestión mantiene la vía aérea abierta y ayuda a regularizar la respiración. La mayoría de las personas se adapta rápidamente a estos aparatos, con excepción de los alcohólicos. Por otro lado, los odontólogos fabrican unos dispositivos bucales que suelen ser útiles para reducir la apnea y los ronquidos en muchos individuos.

Muy raramente, una persona con apnea grave del sueño necesita una traqueostomía. Se trata de un procedimiento quirúrgico que crea una abertura permanente en la tráquea a través del cuello. Para solucionar el problema se recurre a veces a otros procedimientos quirúrgicos para ensanchar la vía aérea superior. No obstante, estas medidas extremas están indicadas en pocas ocasiones y habitualmente las realiza un especialista.

Parasomnias

Las parasomnias son sueños y actividades físicas particularmente vívidas que se presentan durante el sueño.

Durante el sueño pueden ocurrir diversos movimientos inconscientes que en su mayoría no se recuerdan y que son más frecuentes en los niños que en los adultos. Justo antes de conciliar el sueño, prácticamente todas las personas en ocasiones experimentan una sacudida breve e involuntaria de todo el cuerpo. Algunas también tienen parálisis del sueño o breves alucinaciones. Normalmente, durante el sueño las personas tienen sacudidas esporádicas de las piernas; los adultos pueden hacer rechinar los dientes intensamente (bruxismo), tener movimientos periódicos y sufrir pesadillas. Los estados de sonambulismo, los golpes de cabeza, los terrores nocturnos y las pesadillas son más frecuentes en los niños, y causan gran angustia. Las crisis epilépticas pueden manifestarse a cualquier edad.

El síndrome de las piernas inquietas (acatisia) es un trastorno bastante común que suele aparecer justo antes de dormirse, particularmente entre los mayores de 50 años, Sobre todo en situaciones de estrés, las personas con acatisia experimentan un ligero malestar en las piernas, junto con movimientos espontáneos e incontrolables de las mismas. Se desconoce la causa de este trastorno, pero más de un tercio de los afectados tienen antecedentes familiares. A veces puede prevenirse tomando benzodiacepinas antes de acostarse.

Los terrores nocturnos son episodios de temor con gritos y agitación y a menudo se acompañan de sonambulismo. Estos episodios suelen aparecer durante las fases no-REM del ciclo del sueño. Puede ser útil el tratamiento con benzodiacepinas, como el diazepam.

Las pesadillas afectan a niños y adultos y son sueños particularmente vívidos y aterradores, seguidos de un brusco despertar. Las pesadillas se producen durante el sueño REM y son más frecuentes en estados febriles, situaciones de cansancio excesivo o tras la ingesta de bebidas alcohólicas. No existe un tratamiento específico para corregir el trastorno.

El sonambulismo es el acto de caminar de forma semiconsciente durante el sueño sin darse cuenta de ello y es más frecuente al final de la niñez y durante la adolescencia. Las personas no sueñan durante los estados de sonambulismo; de hecho, la actividad cerebral en este período, aunque anormal, se parece más a la de un individuo despierto que a la de un estado de sueño. Los sonámbulos pueden murmurar de forma repetida y algunos se lesionan al tropezar con obstáculos. Por lo general, la mayoría no recuerda el episodio.

No existe un tratamiento específico para corregir el trastorno. La tendencia al sonambulismo puede a veces reducirse dejando una luz encendida en la habitación o en el pasillo. No se recomienda despertar al sonámbulo bruscamente ya que puede reaccionar con violencia. Debería despejarse el camino del sonámbulo retirando los obstáculos u objetos que puedan romperse y también deberían cerrarse con llave las ventanas que sean de fácil acceso. 


Saturday, April 14, 2012

El sueño alivia los recuerdos traumáticos (BBC)

 

Científicos en Estados Unidos descubrieron que dormir ayuda al cerebro a procesar las experiencias emocionales y a aliviar los recuerdos traumáticos.

Hombre durmiendo
El sueño ayuda al cerebro a procesar eventos traumáticos.

En experimentos con individuos sometidos a escáneres cerebrales los investigadores de la Universidad de California, en Berkeley, descubrieron que las señales químicas que producen estrés se "apagan" durante el sueño.
Esto ocurre durante una fase conocida como "sueño de movimientos oculares rápidos" o REM, en la cual se presentan con mayor frecuencia los sueños o ensoñaciones.

Los investigadores, que publican el estudio en Current Biology, llevaron a cabo experimentos en los que se mostró a voluntarios varias imágenes inquietantes durante dos sesiones.

Descubrieron que los que pudieron dormir bien entre una sesión y otra lograron procesar mejor la reacción emocional que produjeron las imágenes la segunda vez.

Los resultados, dicen los científicos, muestran que hay un vínculo entre el sueño y los recuerdos.

Y explican porqué las personas con trastorno por estrés postraumático (TEPT), como los veteranos de guerra, tienen tantas dificultades para recuperarse de las experiencias dolorosas y sufren pesadillas recurrentes.

El estudio también ofrece información valiosa sobre porqué soñamos.

Sueño REM

La mayoría de la gente tiene que enfrentar eventos traumáticos en algún momento de su vida y, para algunos, estos eventos pueden producir TEPT.

Esta enfermedad puede provocar en la persona graves perturbaciones incluso mucho tiempo después de ocurrido el evento.

Hay evidencia importante de que el 20% de nuestro sueño, que forma la fase REM, juega un papel significativo en el procesamiento de recuerdos recientes.

Y los científicos creen que si se logra entender mejor este proceso se puede eventualmente ayudar a los pacientes con TEPT.
"Al procesar las experiencias emocionales previas en este ambiente neuroquímicamente seguro -de baja norepinefrina- durante el sueño REM, despertamos al día siguiente y la fuerza emocional de esas experiencias se ve suavizada" - Dr. Matthew Walker
Para el estudio los investigadores reclutaron a 35 voluntarios y los dividieron en dos grupos.

Después de mostrarles 150 imágenes inquietantes diseñadas para provocar una reacción emocional, permitieron que uno de los grupos tuviera una noche de "buen sueño".

Mientras dormían se les sometió a escáneres de MRI para medir el flujo sanguíneo en el cerebro, lo cual es un método para observar qué regiones del cerebro están más activas.
Después volvieron a enseñarles las mismas imágenes por segunda vez.

Los resultados mostraron que al ver las imágenes por segunda vez aquellos que durmieron apropiadamente mostraron menos actividad en la amígdala, la región del cerebro asociada con las emociones, y más actividad en la corteza prefrontal, la región asociada al pensamiento racional.

Los que no durmieron mostraron una respuesta "mucho más emocional" al volver a ver las imágenes.

Los investigadores creen que los cambios químicos que ocurren en el cerebro durante el sueño REM explican cómo el organismo logra procesar mejor el estrés.

"Sabemos que durante el sueño REM hay una marcada disminución en los niveles de norepinefrina (noradrenalina), un compuesto químico cerebral asociado al estrés" explica el doctor Matthew Walker, quien dirigió el estudio.

"Al procesar las experiencias emocionales previas en este ambiente neuroquímicamente seguro -de baja norepinefrina- durante el sueño REM, despertamos al día siguiente y la fuerza emocional de esas experiencias se ve suavizada".

"Nos sentimos mejor sobre esos eventos y pensamos que podemos enfrentarlos" agrega el científico.

Pero el doctor Roderick Orner, especialista en psicología clínica, explica a la BBC que aunque se cree que el sueño juega un papel crucial en el procesamiento de recuerdos traumáticos, es probable que haya muchos otros factores que causan el TEPT en los pacientes.

"En casos de trauma más severo podría ser muy difícil para el paciente procesar esas experiencias durante el sueño, especialmente si el evento ha tenido un impacto importante en la vida diaria de la persona" expresa el experto.

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