Wednesday, April 18, 2012

1. The Principle of Mentalism

The All is mind; the Universe is mental

The First Hermetic Principle is all about consciousness, stating that 'all is mind', putting consciousness over both matter and energy. The Principle of Mentalism implies a concept of natural, universal consciousness as the source and the essence of all being, as the creator and the creation, it is through consciousness that we - and all the beings in the universe - begin to exist as conscious ideas before we become physical realities.

Note that this concept is reflected in the procession from the Ace to the Ten in the Minor Arcana, from Kether to Malkuth in the Tree of Life. You will also find the 'Trinity' of Consciousness - Energy - and Matter.

As a sidepoint it should be said that this concept of an universal consciousness in which man is a part of the whole sharply collides with any idea of an omnipotent god or any other kind of divine ruler who would willfully manipulate the natural processes.

From the Kybalion:
 
This Principle embodies the truth that 'All is Mind.' 

It explains that The All (which is the Substantial Reality underlying all the outward manifestations and appearances which we know under the terms of 'The Material Universe'; the 'Phenomena of Life', 'Matter', 'Energy', and, in short, all that is apparent to our material senses) is spirit which in itself is unknowable and undefinable, but which may be considered and thought of as an universal, infinite, living mind.

It also explains that all the phenomenal world or universe is simply a Mental Creation of The All, subject to the Laws of Created Things, and that the universe, as a whole, and in its parts or units, has its existence in the Mind of The All, in which Mind we 'live and move and have our being.'

This Principle, by establishing the Mental Nature of the Universe, easily explains all of the varied mental and psychic phenomena that occupy such a large portion of the public attention, and which, without such explanation, are non-understandable and defy scientific treatment.

Monday, April 16, 2012

Alimentos para aumentar la concentración (consumer.es)


Harina de avena, arándanos, salmón, aguacate, té verde y chocolate negro son los seis alimentos elegidos para mantener una concentración plena durante todo el día

Mantener la mente activa durante las horas lectivas del día no siempre es fácil. Hay momentos en los que se baja la guardia y concentrarse resulta una difícil tarea. Los niveles de estrés actuales pasan factura y el cuerpo no siempre responde al 100%. Hay una relación directa entre las situaciones externas a las que está sometido el cuerpo y la respuesta que da bajo estas circunstancias. Una mala gestión de estas respuestas puede tener repercusiones en el sistema inmunitario, disminuir las defensas y aumentar la vulnerabilidad a contraer enfermedades, tanto físicas como psíquicas. Una buena alimentación es la base para mantener un equilibrio óptimo en el organismo

Saber elegir los alimentos adecuados y seguir una dieta sana es la mejor y casi única opción para estar al 100% durante todo el día. Realizar ejercicio de manera regular también ayuda a mantener este estado óptimo, cuya base siempre es la alimentación. Durante largos periodos de estrés o cansancio, el organismo pierde la capacidad de concentración. Según un estudio realizado por la revista Forbes, la alimentación es clave para evitar esta situación. Según el estudio, seis alimentos consiguen mantener el nivel de concentración en el organismo. La harina de avena, los arándanos, el salmón, el aguacate, el té verde y el chocolate negro son los seis elegidos como alimentos imprescindibles para mantener una concentración plena durante todo el día.

Chocolate y té verde para mejorar la concentración

El chocolate y el té verde son dos alimentos estimulantes
El chocolate y el té verde son estimulantes, lo que supone una inyección de energía para el cuerpo. Se recomienda el consumo de una taza de té verde al día para proporcionar al organismo la cantidad de cafeína necesaria para mantener la concentración en los momentos de baja actividad. Además, el consumo de este alimento proporciona sensación de saciedad, no contiene calorías, elimina la sed, previene la fatiga o evita indigestiones, entre otros. 

El chocolate negro es otro estimulante que, además de ser también natural, satisface el deseo o la necesidad de azúcar en el organismo. Estos factores ayudan al cuerpo a concentrarse o a mantener la concentración. Tiene un estimulante natural, similar a la cafeína, que ayuda a mantener la atención. Los expertos aseguran que la ingesta de una pequeña cantidad diaria ya es suficiente para notar sus efectos en el organismo.

Harina de avena, salmón y aguacate

La avena es un cereal muy completo, rico en proteínas, en grasas y vitaminas, sobre todo la timina (B1), cuya presencia beneficia el funcionamiento del sistema nervioso. La harina de avena destaca por un efecto equilibrante del sistema nervioso, de ahí que su consumo se indique en situaciones de nerviosismo, insomnio o momentos de estrés. Ayuda a mantener fresca la memoria a corto plazo durante todo el día. Otras cualidades son: un gran efecto saciante, baja en calorías, muy digestiva y una ayuda en el control del colesterol en sangre. Se puede consumir en el desayuno, en forma de cereales, o añadirla a los platos que se desee. 

El salmón, por su contenido de ácidos grasos omega 3, es otro de los alimentos esenciales para mejorar la concentración y el funcionamiento del cerebro. Su composición hace que este pescado azul ayude, además, a controlar los niveles de colesterol y disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. En esta misma línea, el aguacate es un alimento completo y rico en grasas saludables que, como el salmón, favorece que se mantenga y mejore el nivel de concentración. Es un alimento rico en ácidos grasos omega 3, así como en potasio, fibra y antioxidantes. Puede consumirse crudo o cocinado, aunque siempre es más puro en crudo.

ARÁNDANOS PARA LA MEMORIA

Los arándanos son el último grupo de alimentos que, según el estudio publicado en la revista Forbes, tiene efectos que aumentan la concentración durante todo el día. Es un alimento rico en antioxidantes, que ayudan a activar las enzimas protectoras del celebro y mejoran la memoria, y en potasio, un mineral necesario para la transmisión y la generación del impulso nervioso. Es una fruta con un bajo contenido calórico, ya que su aporte de hidratos de carbono es bajo, rica en vitamina C y una buena fuente de fibra, potasio, hierro y calcio.

Su principal característica es su abundancia en pigmentos naturales, los antocianos y carotenoides, que confieren a este alimento su color característico y su sabor. Algunos estudios consideran a los arándanos preventivos de enfermedades como el Parkinson y que ayudan a fortalecer la memoria a largo plazo.

¿Cómo se pueden consumir? Admiten numerosas formas: frescos, en zumo, mermeladas, jaleas, compotas o de relleno en pasteles o repostería. Son un buen alimento contra las infecciones urinarias, ya que contienen muy buenas acciones bactericidas e inhiben su crecimiento. También son un poderoso remedio para eliminar parásitos intestinales y, si se mezclan con leche, se consigue un gran reconstituyente para el organismo, incluso para los consumidores con una digestión más delicada. Son también una buena opción para curar eccemas cutáneos o para facilitar la cicatrización de heridas, si se empapa su zumo en un paño y se aplica sobre la zona.

Sunday, April 15, 2012

Comidas que mejoran el estado de ánimo (saludybelleza.org)


Se ha demostrado que algunos alimentos estimulan la producción de sustancias cerebrales que tienen una enorme influencia en el humor, el desempeño físico y mental, e incluso en el comportamiento de las personas.

En las últimas dos décadas se han realizado diferentes estudios acerca del vínculo que existe entre el consumo de determinados alimentos y el estado anímico, y se ha comprobado que las sustancias que contienen algunos alimentos pueden provocar reacciones en la química cerebral originando cambios benéficos en el humor del ser humano.

Estos son algunos de los alimentos que fueron más estudiados y cuya efectividad ha sido demostrada:

Pan Integral: la gran mayoría de los panes integrales contienen aminoácidos, entre ellos uno llamado triptófano, es un importante precursor de la serotonina (neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo que mejora la depresión leve y el insomnio). Se aconseja consumir 4 rebanadas por la mañana.

Espinaca y legumbres: contienen folatos (precursores de la adenosilmetionina). Se demostró que el 30% de los pacientes deprimidos tienen deficiencia de este elemento. También se lo puede obtener de los cereales.

Agua: se puede padecer de agotamiento y depresión leve simplemente por no tomar suficiente agua, la deshidratación pasa inadvertida y se cree que es cansancio lo que en realidad se debe a la falta de líquidos. Se recomienda tomar 8 vasos de agua al día para un buen funcionamiento del organismo.

Carbohidratos: algunos experimentos revelan que alimentos como el arroz, las papas y el pan causan calma y sedación porque elevan la concentración de serotonina.

Pavo: carne de bajo contenido calórico, es rica en tirosina, aminoácido que eleva la producción de dopamina y noradrenalina en el cerebro, lo que causa un efecto vigorizante e incrementa la resistencia del organismo al estrés. Basta con una porción de 300gramos de pechuga.

Frutos secos: contienen una gran cantidad de magnesio. Un puñado diario ayuda a reducir los dolores de cabeza y a controlar el estrés.

Naranja y mandarina: una dosis diaria de 150 miligramos de Vitamina C (equivalente a dos naranjas) bastan para disminuir el nerviosismo y el mal humor. En dosis mayores (ejemplo: dos vasos de jugo de naranja fresco todas las mañanas) actúa como un eficaz energizante, y por supuesto como protector de enfermedades cardiorrespiratorias y como estimulante del sistema inmunológico. La vitamina C también puede obtenerse de otros cítricos como el pomelo, limón, etc. La naranja, además, contiene folatos.

Nuez: contiene una gran cantidad de selenio, mineral que según los investigadores aumenta la energía y disminuye la ansiedad con tan sólo comer un puñado de nueces diarias. Otras fuentes de selenio son los mariscos y la carne de vaca.

Lácteos: la leche y sus derivados son ricos en triptófano, que regula el estado de ánimo a través del incremento de la serotonina. Se aconseja el consumo de 3 porciones diarias.

Fresa: contiene vitaminas, sobre todo C (cuya cantidad es importante), fibras y potasio. Es una fruta de un enorme valor nutricional y energético. Además eleva las defensas del organismo, mejora el ánimo y según los investigadores produce tranquilidad y alivio durante la menstruación.

Chocolate: contiene triptófano y produce feniletilamina, sustancia de efecto antidepresivo y que normaliza el humor. Además también es un efectivo antiestrés. Una porción pequeña por día (de chocolate negro) es suficiente.

Ahora podemos mejorar nuestra calidad de vida doblemente, incluyendo en la dieta diaria alimentos variados que proporcionen al cuerpo los nutrientes que necesita para desempeñar sus funciones más importantes, y que además nos alegren.

Carina Barber / Asteriscos.Tv

Fuente: http://www.saludybelleza.org/alimentos-mejoran-estado-animo/

Cuidando el corazón (blogdefarmacia.com)

El corazón es un músculo increíble. Comienza a latir después de las seis semanas de gestación en el vientre materno y continúa firmemente hasta el día en que morimos. En el camino, puede ser asaltado por enfermedades sin que nosotros lo sepamos.

Las enfermedades cardíacas fluyen lentamente, muchas veces sin ser detectadas hasta encontrarnos en un momento crítico. Se ha avanzado en el control de las enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y altos niveles de colesterol. Pero la epidemia de la obesidad y la diabetes adquirida aún son problemas de considerable importancia.

El hecho está en que la mayoría de las personas pueden controlar los factores de los hábitos de vida que previenen las enfermedades cardíacas, puesto que solo un 30% de la forma en que envejecemos depende de nuestra genética y un 70% está en control directo de cada persona (eso es en la ausencia de enfermedades específicas que no se relacionan con los hábitos de vida).

Las siguientes recomendaciones son verdaderas salvavidas:

1. Evitar el humo del cigarrillo, ya sea como fumador activo o pasivo.
2. Ejercitarse regularmente. Se fortalece al corazón y como un bono, se fortalece la mente.
3. Lo que comemos importa, y mucho. Una dieta rica en frutas, vegetales y granos enteros nos ayuda a mantenernos saludables.
4. Disminuir la presión arterial. Mientras más tenga que trabajar el corazón, peor será para la longevidad del mismo. 
5. Mantener un control sobre los niveles de colesterol en sangre.
6. Ser dulce por fuera, no por dentro. Niveles elevados de azúcar en sangre daña los vasos sanguíneos y los tejidos, además de aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.

La dieta puede influir en el estado de ánimo (revista.consumer.es)


A pesar de que el cerebro sólo representa el 2-3% del peso corporal total, es responsable del consumo del 20% de la energía que extraemos de los alimentos. Su funcionamiento requiere tan sólo de oxígeno y de glucosa, sin embargo, son necesarios otros nutrientes para el desarrollo de funciones de la mente como la memoria, la concentración, el pensamiento? que tienen su sede en el cerebro. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de vitaminas o minerales que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso depresión. 

Nutrientes del sistema nervioso

Ciertos componentes de los alimentos desempeñan una labor específica en el funcionamiento del cerebro y de las neuronas (células especializadas del sistema nervioso que producen y trasmiten el impulso nervioso) y el cerebro los requiere en buena cantidad, dado que alberga más del 90% de las neuronas del cuerpo.

Los hidratos de carbono, fuente de glucosa

La glucosa, molécula en la que se descomponen los hidratos de carbono, es el nutriente energético que preferentemente el cerebro utiliza, de ahí que resulte esencial mantener estable su nivel en sangre (conocido como glucemia). Esto se consigue consumiendo con la frecuencia adecuada alimentos ricos en hidratos de carbono complejos -como pan, arroz y otros cereales, pasta, patatas y legumbres- y simples -como frutas, azúcar, miel y alimentos dulces en general-.

Se aconseja que los hidratos de carbono complejos prevalezcan sobre los simples porque permiten que la glucosa se libere paulatinamente y se mantenga estable la glucemia. Además, la distribución de la alimentación en varias tomas, es decir, comer 4 ó 5 veces al día, a horas regulares, y no dejar pasar más de 3-4 horas entre comidas, ayudan a mantener estable la glucemia.

También conviene romper el ayuno nocturno, bien con un buen desayuno bien con un almuerzo equilibrado, y en estas ingestas no pueden faltar los hidratos de carbono. Una hipoglucemia mantenida durante horas puede ser la causa del nerviosismo, la irritabilidad, el cansancio, la falta de concentración o los mareos, entre otros síntomas, que experimentan muchas personas durante la mañana si no se han alimentado bien.

El triptófano

La serotonina, también llamada hormona del humor, es un neurotransmisor (mensajero químico) relacionado con el sueño saludable, el estado de ánimo y el buen humor, y su concentración en el cerebro es directamente proporcional a la concentración de triptófano en el plasma y el cerebro. Los neurotransmisores son compuestos químicos que producen excitación entre las neuronas, lo que hace que éstas se comuniquen entre sí y trasmitan los mensajes. Diversas investigaciones han confirmado que la serotonina es muy abundante en los lugares del cerebro que dirigen el estado de ánimo y el afecto, y por tanto, los cambios en los niveles de serotonina afectan al ánimo. Esta sustancia también actúa como el reloj interno de nuestro cuerpo, y determina nuestros ciclos de sueño y de vigilia. 

El triptófano es un aminoácido esencial, es decir, un componente de las proteínas que ha de ser aportado necesariamente a través de la alimentación. A través de complejos ciclos metabólicos se transforma en serotonina; y en esta conversión participa también la vitamina B6.
Alimentos ricos en triptófano: huevos, lácteos, pescados, carnes, legumbres (soja), frutos secos, frutas (plátano, piña, aguacate).

Vitaminas del grupo B

Las vitaminas del grupo B son las que más influyen en el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso en su conjunto.
  • B1 o tiamina. La tiamina juega un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, por lo que su carencia afecta sobre todo a los tejidos que dependen mucho de este suministro energético, como el cerebro. Un consumo excesivo de alimentos dulces (azúcar, chocolate, bollería, repostería, pastelería, chucherías?) puede reducir las reservas de vitaminas B1, y esta es una de las razones por la que conviene moderar el consumo de estos alimentos superfluos. La escasez de esta vitamina produce irritabilidad nerviosa, falta de concentración y de memoria, y puede ser causa de depresión. Abunda en: soja fresca, germen de trigo, carnes, pescados, frutos secos (nuez del Brasil, anacardo, pipas?), legumbres o cereales integrales, especialmente en la avena.
  • B6 o piridoxina. Interviene en diversos aspectos del metabolismo y la biosíntesis de diversos neurotransmisores -entre ellos la serotonina a partir de triptófano-, y en la formación de las vainas de mielina de las neuronas, aislamiento necesario para que las neuronas y las fibras nerviosas puedan transmitir correctamente las señales y, por tanto, las órdenes de nuestro cerebro a los músculos del cuerpo. Su aporte deficiente puede causar irritabilidad, nerviosismo, fatiga e incluso depresión.
    Encontramos esta vitamina en: germen de trigo, sesos y vísceras, pescado azul, quesos curados, frutos secos, cereales integrales, legumbres, levadura de cerveza.
  • B12: Interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso, por lo que su deficiencia produce trastornos neurológicos, como neuropatía sensitiva con irritabilidad y depresión. Los alimentos de origen animal son las fuentes dietéticas de esta vitamina, y destacan: hígado y vísceras, pescado azul (sardinas), solomillo, paté de hígado, huevos y queso.

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales, linoleico y linolénico, son necesarios para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro por su abundancia en la membrana de las neuronas.
Un aporte adecuado de ácidos grasos esenciales se consigue consumiendo aceite de semillas, frutos secos, germen de cereales, aguacate, margarina 100% vegetal, cereales integrales, soja y aceite de hígado de bacalao, o complementos dietéticos como el aceite de onagra y el germen de trigo.

Fosfolípidos

Los fosfolípidos son una mezcla compleja de grasas, ácidos grasos esenciales, ácido fosfórico y dos vitaminas del grupo B como la colina y el inositol.

Estas sustancias forman parte de la membrana de todas las células, incluidas las neuronas, por lo que es preciso una concentración adecuada de estos compuestos en el organismo para el buen funcionamiento celular.

Abundan en: hígado, sesos, corazón y yema de huevo.

Hierro

Las células cerebrales utilizan hierro para su funcionamiento normal a cualquier edad y este mineral interviene en la función y síntesis de neurotransmisores. Por ello, la deficiencia en hierro se relaciona con menor capacidad de concentración, de atención y de memoria y menor rendimiento escolar o laboral.

Los alimentos más ricos en hierro son: almejas, berberechos y similares, levadura, morcilla, vísceras (hígado, riñón), germen de trigo, foie gras, carnes (sobre todo de caballo), pescados, legumbres, frutos secos o cereales integrales. Los alimentos vegetales contienen hierro de menor absorción por el organismo. No obstante, combinándolos con alimentos ricos en vitamina C o en proteínas, aumenta la absorción orgánica de este mineral.

Excitantes y relajantes

Además de los alimentos que nutren y favorecen el funcionamiento normal del sistema nervioso, también hay otros que contienen sustancias excitantes que pueden acelerar su actividad provocando nerviosismo o agravando la excitación. 

El estimulante por excelencia es la cafeína, un alcaloide abundante en el café, el té (teína), las bebidas de cola, el cacao y el chocolate (teobromina). El ginseng también es un potente excitante y se añade a ciertas bebidas estimulantes o se consume como complemento. Asimismo, el alcohol que contienen en mayor o menor cantidad las bebidas alcohólicas altera al sistema nervioso porque es un potente tóxico para las neuronas. 

Las sustancias estimulantes excitan pero no nutren y, aunque momentáneamente pueden proporcionar cierta ayuda, su uso continuado y exagerado acaba produciendo desgaste nervioso, agotamiento y falta de adaptación al estrés.

Para combatir el exceso de nerviosismo, se debe asegurar que el tejido nervioso esté bien nutrido, incluyendo alimentos ricos en los nutrientes descritos (hidratos de carbono, triptófano, vitaminas del grupo BB, hierro y fosfolípidos). 

En estos casos, además de revisar que la dieta sea equilibrada, se aconseja incluir alimentos integrales, cereales como la avena, frutos secos, legumbres, aceite de semillas y complementos dietéticos como la levadura de cerveza, el germen de trigo o la lecitina de soja. También se puede hacer uso (siempre consultando a una persona experta) de plantas que contienen sustancias que ralentizan la función nerviosa y proporcionan al organismo la sensación de relajación esperada. Algunas plantas relajantes: avena, azahar, espino albar, melisa, pasiflora, valeriana, tila.

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